Huelga
Huelga climática...¿y obrera?

Es necesario un diálogo más fluido entre el movimiento ecologista y el obrero. El uso integral de la huelga como herramienta de lucha puede ser un buen comienzo.

Aleix Romero Peña
28 sep 2019 11:16

El diccionario de la RAE recoge distintas voces sobre el término huelga, todas ellas vinculadas con las actividades productivas. Puede, sin embargo, que pronto tenga que hacer hueco a nueva acepción con un significado que excluya por completo al trabajo. Mientras que la huelga mantiene su potencia como símbolo de movilización, el sujeto que se moviliza aparece cada vez más desdibujado, y con ello también sus intereses y aspiraciones.

El 27 de septiembre, en respuesta a un llamamiento mundial, se ha convocado a lo largo y ancho del Estado una huelga estudiantil y de consumo en apoyo de la lucha contra el cambio climático. Si bien el emplazamiento va dirigido hacia toda la población, la iniciativa es fundamentalmente juvenil, lo que muestra gran coherencia con el protagonismo mediático alcanzado por la adolescente Greta Thunberg. En este sentido se puede decir que el movimiento Fridays For Future presenta dos requisitorias con carácter general.

La primera es de naturaleza generacional. Es un reproche dirigido contra “los adultos” por no haber sido capaces de hacer frente al deterioro medioambiental. Ojalá la realidad fuese así de halagüeña, pues supondría que el problema es relativamente reciente y que, por tanto, tendría una solución pronta y eficaz. Pero, por desgracia, y aunque es en la Gran Aceleración de mediados del siglo XX cuando empezaron a hacerse presentes los rasgos más sobresalientes del Antropoceno, extendiéndose gracias a la globalización, el inicio de la impronta actual de los seres humanos sobre el planeta, incluyendo en ella el incremento de las emisiones de dióxido de carbono –causantes del cambio climático–, puede retrotraerse, como señalan los geólogos Jan Zalasiewicz y Colin Waters, a los orígenes de la Revolución Industrial y el capitalismo. Es, por tanto, una herencia que hemos recibido y que otorgaremos a nuestros descendientes, pero no será la única. Siguiendo la estela de autores como E.P. Thompson, seguramente podamos datar en las resistencias a los cambios económicos de la primera industrialización las primeras protestas conservacionistas, precursoras del ecologismo actual.

Toda huelga fracasada, sin seguimiento, supone un desgaste considerable de esta herramienta de lucha. Para hacer un buen uso de la huelga, por ende, hay que hacer un llamamiento a la clase trabajadora. 

Por otra parte, y en estrecha relación con la anterior, Fridays For Future ofrece también una interpelación contra las organizaciones obreras. A su favor puede aducir que sólo en algunos territorios el sindicalismo alternativo ha tenido el impulso necesario para convocar una huelga general. En cualquier caso, no se trata de un asunto baladí, pues toda huelga fracasada, sin seguimiento, supone un desgaste considerable de esta herramienta de lucha. Para hacer un buen uso de la huelga, por ende, hay que hacer un llamamiento a la clase trabajadora. Es evidente que no basta, como hace el comunicado de convocatoria de la jornada de paro, con aludir unas pocas demandas laborales de manera vaga y telegráfica. Por el contrario, es prioritario hacer un esfuerzo considerable por buscar afinidades entre los mundos de la ecología y del trabajo. Seguramente ayude en la labor la identificación de la lógica que prevalece en la explotación de la Tierra, en cuanto abastecedora de recursos naturales, con la que subyace en la explotación de los sectores más pobres, como proveedores de mano de obra barata, dado que ambas son empleadas y rentabilizadas por el mismo sistema productivo, el capitalismo de nuevo.

El ecologismo no puede perder de vista a aquellas clases sociales a las que una reconversión económica sin cambio de sus fundamentos convertiría en víctimas, el sindicalismo tampoco puede seguir abrazando el desarrollismo obviando sus perniciosas consecuencias.


La falsedad de ambas requisitorias pone de manifiesto la necesidad de la colaboración. Porque lo mismo que el ecologismo no puede perder de vista a aquellas clases sociales a las que una reconversión económica sin cambio de sus fundamentos convertiría en víctimas, el sindicalismo tampoco puede seguir abrazando el desarrollismo obviando sus perniciosas consecuencias. Nos necesitamos y, por encima de la espectacularidad de determinadas citas, hemos de acostumbrarnos a trabajar en común. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Educación pública
Michelle Gunderson “Debe entenderse que nuestras condiciones de trabajo son las condiciones de aprendizaje de nuestro alumnado”
Michelle Gunderson, maestra durante 34 años en la escuela pública de Chicago, fue una de las impulsoras de un movimiento que llevo a dos huelgas históricas, en 2012 y 2019, para conseguir nuevos derechos y mejora de las condiciones laborales
Historia
Historia Euskadi, Octubre de 1934
Bizkaia y Gipuzkoa fueron, tras Asturies, Catalunya y las cuencas mineras de León y Palencia, dos de los principales focos de la huelga general revolucionaria de la que se cumplen ahora 90 años.
Represión
Derechos laborales La Fiscalía pide varios años de cárcel a siete trabajadores tres años después de la huelga del metal en Cádiz
Durante la mañana del jueves serán juzgados siete trabajadores en la Audiencia Provincial de Cádiz por su participación en la huelga del metal de 2021. La Fiscalía pide 3 años de cárcel por delitos de desorden público
#40189
30/9/2019 20:12

Las organizaciones convocan tés de la movilización del 27S contactaron a las organizaciones sindicales. Cada una decidió si y cómo sumarse a la misma. Muy pocas convocaron huelga. Sí se sumaron a movilizaciones.
Quizás el artículo debería dirigirse explícitamente a las organizaciones sindicales.

0
0
#40103
29/9/2019 12:01

¿La huelga de consumo duró 4 min 15 s?

0
1
Encontrémonos
28/9/2019 13:24

Aun coincidiendo en la tesis de este artículo, que movimiento ecologista y organizaciones establecidas y nuevas del sindicalismo crítico se necesitan mutuamente y deben aprender a colaborar, no encuentro en el llamamiento a la Huelga Mundial Climática interpelación alguna contra las organizaciones obreras. Más bien todo lo contrario, éstas fueron llamadas en igualdad de condiciones a desempeñar un papel central. Sin embargo, en lugar de aportar su experiencia, capacidad de organización e incidencia sobre el sistema productivo, algunas perdieron un tiempo precioso atacando la supuesta verticalidad del movimiento e intereses ocultos subyacentes, haciendo gala de su providencial sectarismo, victimismo y anquilosamiento en una supuesta superioridad moral, de cuya toma de conciencia alguna lección convendría extraer. Los jóvenes ecologistas no saben organizar huelgas de producción. Al tiempo que 1,600 organizaciones se reunían en Berlín para coordinar esfuerzos en unas movilizaciones de alcance mundial, algunos a nivel local seguían preguntándose por qué no había ido alguien a buscarles a ellos, ya que son los más importantes y los que saben organizar huelgas. Ahora que ven que el ecologismo social, junto al feminismo y otros movimientos sociales tradicionalmente despreciados por el obrerismo como causas menores o militancias sin compromiso, son lo que llena las plazas de hijos del precariado con la capacidad de movilización de la que a menudo otros carecen, plantean establecer alianzas. Pues claro que sí, nuestra causa en su raíz es idéntica. Cooperemos, los bienes comunes de este planeta son el menguante patrimonio de la clase obrera frente al capitalismo que los depreda junto a las condiciones laborales y materiales de subsistencia de la inmensa mayoría. También una de las pocas esperanzas de gestionar la economía, la organización de la casa común de otra manera más justa para un mundo nuevo. Aprendamos de lo bueno que unas y otras podamos aportar, pero apartemos desconfianzas y salgamos al encuentro para construir.

1
0
Dana
València Mazón se atrinchera detrás de un militar y cierra su crisis de gobierno
El president valenciano ha remodelado el Consell de la Generalitat dando salida a dos conselleras y fichando un general en la reserva para la vicepresidencia.
COP29
Cumbre del clima La propuesta de los países ricos para cerrar la COP29 enfurece a las naciones en desarrollo
El Norte global, causante histórico del cambio climático, propone 250.000 millones de dólares anuales para la adaptación y mitigación climática del Sur, cuando el propio borrador del acuerdo establece que al menos serían necesarios cinco billones.
València
Dana La Diputación de València adjudica a dedo otros 735.000 euros a una empresa de Gürtel para obras de la dana
El gobierno del Partido Popular contrata por el procedimiento de emergencia a CHM Obras e Infraestructuras, que tienen detrás a los hermanos Martínez Berna, condenados en el marco del 'caso Gürtel' a un año y nueve meses de prisión.
Líbano
Guerra contra Líbano Israel mantiene la intensa ofensiva en Líbano a pesar de las órdenes de detención y de las negociaciones
Las tropas israelíes bombardean provocando un desplazamiento civil que desborda las capacidades del país. Beirut Urban Lab denuncia que el objetivo de la destrucción masiva de edificios es evitar que las personas regresen a sus barrios y pueblos.
Argentina
Argentina El Bonaparte: la historia del hospital de salud mental que le torció el brazo a Milei
Es el centro referente en Argentina para tratamientos de salud mental y adicciones. Javier Milei intentó acabar con él, pero los profesionales sanitarios y los pacientes del hospital no lo permitieron. Esta es su historia.
Opinión
Opinión Vacío y censura en el colonialismo del interior
VV.AA.
La historia está siendo escrita con un silencio cómplice con el genocidio y mediante la censura a su condena. El silencio implica un precio terrible, pues consolida el borrado impune de la existencia, la cultura y el futuro del pueblo palestino.

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Italia
Italia Milán, cuando la ciudad de las oportunidades se hace inaccesible
Ya quedan pocos talleres, farmacias, peluquerías o papelerías de barrio en Milán, y el precio de la vivienda aniquila su población originaria.
Brasil
Brasil Bolsonaro es acusado por la policía del intento de asesinato de Lula da Silva para dar un golpe de Estado
El expresidente tenía “pleno conocimiento”, según la policía brasileña, de un plan para asesinar a los elegidos por el pueblo para ser presidente y vicepresidente después de las elecciones de 2022.
Opinión
Opinión Yo he venido aquí a licitar
El capitalismo de licitación, o capitalismo licitador, es el modelo económico que mejor define las prácticas que los diferentes gobiernos del PP valenciano han llevado a cabo a lo largo de la historia.
Cine
Cine Nicolás Pereda, el Hong Sang-soo mexicano que habla de clases y desigualdad con humor (extraño)
El realizador presenta su último largometraje, ‘Lázaro de noche’, una comedia contenidísima sobre los deseos y sobre el trabajo cultural, en el marco de L’Alternativa, Festival Internacional de Cinema Independent de Barcelona.
Opinión
Opinión El TPI finalmente emitió las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant. La lucha está lejos de terminar
La corte ha emitido órdenes de arresto contra el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el ex ministro de Defensa, Yoav Gallant, por crímenes de guerra cometidos en Gaza. Como resultado, ambos no podrán viajar a al menos 124 países.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
Baleares
Crisis política La ciudadanía de Formentera se planta tras un año de parálisis institucional en la isla
Centenares de personas se concentran bajo el lema “Deim prou” para exigir un Gobierno estable y transparente ante la crisis institucional en el Consell Insular.

Recomendadas

Estados Unidos
Hari Kunzru “En EE UU hay dos tipos de nazis: los que llevan botas y los que llevan corbata”
El escritor británico reflexiona sobre la victoria de Donald Trump y cómo los conservadores han movilizado teorías como la psicología evolutiva para renovar sus posiciones y plantear una batalla cultural en foros online o redes sociales.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.