We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Día de las Fuerzas Armadas
No pasa nada, sigamos con el trile
De verdad, siempre somos los mismos quejándonos con lo chula que nos va a quedar calle y media de Logroño. Además, todos vosotros sabíais de qué iba vivir en una ciudad pequeña y conservadora, ¿de qué os quejáis? ¿Dónde está la bolita? Pepito paga doble.
Cuando en 1095, Alfonso VI de Castilla, concede el Fuero de Logroño, el primer cuñado de la ciudad de entonces ya decía: ya sabíais dónde ibais a vivir, ¿ahora qué pedís? Luego llegaron de manera desordenada el asfalto, el agua corriente, el ferrocarril, las carreteras, un ministro que te hacía un puente con un sutil juego de manos que, en realidad, iba destinado a otra ciudad, la sanidad, la educación, la quema de brujas, el alcantarillado, incluso aprendimos a hacer vino por el camino, por el camino de Santiago que venía de arriba, una ley de acceso universal e incluso otras de movilidad u adaptabilidad, etc. Mas los cuñados siguen aquí, ya lo sabíais, el argumento no evoluciona.
Además, no os equivoquéis, hay que contar con el papel fundamental de los ganchos, ¿que quiénes son? Bueno, ¿tienes miedo a quedar en mal lugar por una opinión, a las consecuencias de ésta o al que dirán? Es normal, ¿no? A nadie le gusta que le miren por la calle si no es pensando en qué majas o majos somos.
Acabas de detectar uno. ¿lo ves? En el fondo la cosa cuela porque todos, a veces incluso involuntariamente, ejercemos el papel de compinches.
mirad majos, parece una piña pero es una granada, de las antipersonales vendemos unas pocas
Estos días un montón de logroñeses ven sus coches bloqueados en sus garajes, así no contamináis, nuestros políticos andan preocupados por los malos humos, esos abnegados riojanos, cuñados ni rojos ni azules, ni obreros, españoles todos, Santiago y cierra… Arrr, irán a sus puestos de trabajo salvando prohibiciones de estacionamiento en sus catorce calles, limitaciones de movilidad para que otros se muevan a gusto, saquen pecho, una cabra, para que le enseñen un fusil a un crío, mirad majos, parece una piña pero es una granada, de las antipersonales vendemos unas pocas, somos potencia en fabricación de artefactos para matar, pero vamos de misión humanitaria normalmente, así, se llama así, buen rollo, un poco de todo, que nos hacemos la picha un lío María Dolores. ¿Quién no conoce a un militar majo? Puede ser tu vecino, y oh, puede que tampoco pueda sacar ni meter su coche. El orgullo de no sacarlo ni meterlo, de joderte y ser majete para que el Rey esté unas horas en la muy noble y muy leal. …sentenarmas, arrr.
Nada. Nada, no pasa nada, ya sabíais dónde vivíais, os quejáis mucho, en ocasiones sin razón, decid lo bonita que va a quedar la ciudad en la tele, gente guapa a tutiplén por sus aceras de uvitas, en forma y sana, con coloridos uniformes, una cabra, la de antes, y un jabalí.Tenemos superávit. No hay dinero. Mira que bien entra y decías que no te cabía nada. Llorones, y qué si en multitudinarias fiestas de un barrio no aparecen los barrenderos y son los propios vecinos, en vereda y organizados por su propia asociación, los que asumen la limpieza que debiera garantizar sus impuestos, está genial, un modelo cívico ¿no?Qué gente más estupenda. Hacen muy bien, pero en el fondo no tanto, porque blanquean la realidad, esconden generosamente que alguien no está cumpliendo con sus obligaciones.
Un sorteo para sentarse y ver, un sorteo sin perrito piloto. ¿Por qué no habrán organizado esto en un polígono industrial? Allí Albert verá españoles también, y otras y otros que también pagan religiosamente sus impuestos, ay Dios, ¡Dios aquí! El que faltaba.
Es una semana nada más, por un capricho, eso sí, que esto no se consulta, se impone, ¿para qué conocer la opinión de la gente? Ya votan cada cuatro años, nos dirán. El circo son los otros. Son todos iguales, en lo de la servidumbre compiten, tiene toda la pinta, no seamos malos españoles, ya lo somos un mucho, así no nos van a homologar de español. Vete a Corea del Norte, a Cuba, a Venezuela, a repoblar Turruncún con sus minas profundas, a tiznarte bien, amigo de los moros y los negros... Pero ojo, están puliendo la calle que pisará la Familia Real, las que pisen las familias reales de Logroño, bueno, ya si eso…
¿No iba de mayorías esto de la Democracia? La mayoría soportaremos estoicamente las molestias, como hacemos siempre, bajando la cabeza. ¿Que te quitan los semáforos? Si hasta el Secretario General de Infraestructuras, Manuel Niño, soltó en el Congreso de los Diputados el pasado 12 de diciembre de 2017 que los semáforos no sirven para planificar paradas, con una jeta de cemento terrible y, mierda, también hablaba de Logroño y las paradas de mercancías peligrosas en núcleo urbano, contra un Decreto Real que lo especifica negro sobre blanco. Nos gobiernan fenómenos. Paranormales. Mira a ver, alcaldesa, a ver si Felipe VI se da una vuelta y ve más allá del poster que le pones delante de los ojos y la liamos. Qué ciudad, macagüen, bonita, buena para envejecer. Mira qué tanque, gravilla va a hacer de esta calle esa oruga, pero qué rodamientos, cómo brillan marciales al sol que agostó al viejo Espartero.
Día de las Fuerzas Armadas
Una semana de suplicio para disfrute de las "autoridades"
Superávit en paciencia. La ciudad, que vende en el exterior sus bondades coquetas y ombliguistas, sigue peleando la construcción y reformas de colegios para sus niños o centros de día para sus mayores, la renta básica, unas pensiones dignas, la rehabilitación de su asfalto que los carros de combate terminaran de rematar, todas esas obras y recursos que se dosifican de manera electoralista, y son básicos para múltiples necesidades distintas. Superávit, presenten armas, no hay dinero, bla, bla, bla. Si estáis un poco atentos a los diarios estos días, a un año de elecciones, la cosa da un poco de risa, es que somos unos felicianos, pero los buenistas son otros, uy qué malo es interné, fake news, trolas de siempre, nosotros somos prácticos, es mejor comprar que alquilar, no me toques lo mío —murmurado entre temblores mientras te introducen un puño por el recto, sin preámbulos, con indiferencia—. Si no fuese un drama como para llorar la de risas que nos haríamos todos juntos, pero estamos en mayo, joder, y el veinte de abril de nuestra infancia es un lugar borroso y desdibujado. Superávit en garganta profunda, glub.
Paso de marcha, directos, marciales, calladitos, y a la mierda.
Mientras los vecinos añoran el calor y arrullo de su cotidiano clientelismo, de pronto, por arte de birlibirloque, tachán, disimulan como que no se dan cuenta de que hace nada no había dinero para estas y aquestas obras y, hostia, ahora hay un desfile de aviación sobre sus cabezas, llevan un mes quemando queroseno en nuestros cogotes, pasando y aventando la ropa tendida con su trueno de mentira, pero es el ejercito, no te metas, es el orgullo de ser español y un poco gilipollas, ¿quién no lo es?
Seamos serios, tampoco está mal para una población cedida por un rey de Pamplona. Los reyes siguen siendo a tope de católicos. A espadazos si hace falta.
Paso de marcha, directos, marciales, calladitos, y a la mierda.
Relacionadas
Ejército
Ciudadanos de Uniforme denuncia irregularidades en los cuarteles de Badajoz y Cáceres
Día de las Fuerzas Armadas
La guerra empieza en tu declaración de la renta
Día de las Fuerzas Armadas
La otra cara del desfile
Solo que no pocas personas, no resignándonos a la emigración forzosa más allá de los límites este corrupto caciquismo decimonónico, o habiendo regresado de ella, ansiamos una ciudad también europea.
300,000 euros al año en la campaña de reasfaltado que los tanques ayudarán a amortizar. Una ciudad cuyo malgobierno no cumple ("no hay dinero") sus planes de movilidad sostenible o con la transición energética, pero que en la que, por lo que se ve, para reducir el CO2 atmosférico y seguir el Pacto de los Alcaldes en Bruselas contra el cambio climático, no hay como los aviones a reacción y los tanques desfilando. Disculpe alcaldesa, la bandera no alcanza a cubrirle esta esquinita de putrefacción, estírela más. Todos a una: yo soy español, español, español.