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Huelga feminista
Hacia la huelga de todas
Colectivos feministas comparten en Elche experiencias y estrategias para movilizar a las mujeres el próximo 8 de marzo.
A las 10:30 Yolanda Candela Noguera se conecta desde Zurich. Emigró en 2008 desde Elche (Alicante) para trabajar como agente turística y aprender idiomas. La ilicitana vuelve a casa en un sentido virtual para participar, con Marea Granate, en la jornada de coordinación de la huelga general de mujeres del próximo 8 de Marzo, desarrollada los días 23 y 24 de septiembre en L’Escortxador.
Candela es una de las primeras en intervenir. Cuenta la experiencia del Paro Internacional de Mujeres en Suiza: “45 minutos y en el descanso para comer, no fuéramos a molestar a alguien”. También algunas situaciones que justifican las movilizaciones: “Los padres tienen un día de permiso de paternidad, las madres 14 semanas; hay una brecha salarial del 20% y ni siquiera tenemos estadísticas de violencia de género”.
El mensaje que quiere lanzar es la necesidad de crear una “red solidaria de mujeres en el exterior” que imprima un carácter global a la convocatoria y les permita estar conectadas y compartir experiencias y estrategias. “Estando fuera, eres más consciente de que hay luchas que tienen que extenderse a todo el mundo,” señala la activista.
“Hay que parar las estructuras productivas y reproductivas del mundo, decir hasta aquí, este sistema es incompatible con la vida, ponerla en el centro y defenderla
Más de 150 voces, desde Bilbao, Palma de Mallorca, Alcoy hasta Algeciras, y no sólo del Estado, también de México, Alemania, Italia, Argentina y Suecia, se encuentran y dialogan en Elche, al sol, con versos de Maria Mercè Marçal y entre lemas como Mujeres en resistencia, Producid sin nosotras, Dret al propi cos o Feminismos para vivir. Son feministas diversas, entre ellas Las Kellys, Red Musulmanas, Moviment Democràtic de Dones del País Valencià o Tutifruti Kombat.
Otras tantas acuden a título particular. Según cuentan, quieren conocerse, aprender unas de otras y organizarse mejor, empezando por el 8M. “Es importante crear redes de apoyo para compartir experiencias y luchar juntas por el reconocimiento social integral hacia lo que somos y hacemos,” afirma Yolanda García, camarera de piso y activista de Las Kellys Benidorm – Marina Baixa.
Resignificar la huelga
¿Se puede convocar una huelga al margen de los sindicatos? ¿Y solo desde y para las mujeres? ¿De qué tipo? ¿Cuánto tiempo? ¿Qué grado de autonomía tendrían los colectivos? ¿Uno o varios manifiestos? ¿Con qué reivindicaciones? ¿Qué acciones? ¿Herramientas, medios? En definitiva, ¿cómo hacer que todas las mujeres paren?
Debaten y reflexionan, en grupos de trabajo reducidos, buscado la manera de resignificar la huelga “para que no sólo se exprese en términos productivos y quepamos todas”, dice la profesora de Valencia Teresa Meana, en línea con lo expresado, minutos antes en una mesa de experiencias, por la socióloga Carme Alemany sobre Vaga de totes en Cataluña.
Desempleadas, estudiantes, jubiladas, migradas, trabajadoras del hogar… La iniciativa de Feministes Indignades propone una visión más inclusiva, que atiende las diferentes situaciones que tienen las mujeres y reconoce el trabajo reproductivo. “No se limita a copiar lo que hacen los hombres sino que busca formas de manifestarse creativas que tengan en cuenta cada situación”, explica Alemany.
Cita algunas: cortes de tráfico, ocupación del Círculo de Economía de Barcelona y huelgas de consumo, inspiradas en otras anteriores protagonizadas por mujeres, como la huelga del pan (1919) y la de los alquileres (1930). Desde Feminismos Madrid traen la reflexión avanzada. “Hay que aspirar a una huelga que nos represente a todas y no ponga a ninguna mujer en situación de vulnerabilidad”, señala la estudiante Carlota Álvarez.
Y expone que han probado distintas estrategias para poder subvertir el modelo vigente, “que nos obliga a convocar huelgas mixtas lideradas por hombres”, hasta dar con una fórmula “creativa y más o menos aplicable” -sobre la que siguen trabajando- “que nos permite convocar una feminista, con reivindicaciones feministas, por y para las mujeres”.
“Los cuidados es el gran valor de la huelga, el verdadero lugar de la revolución
Se habla en términos de “huelga total”: laboral, estudios, consumo y cuidados. No mixta. Todo el día. Se plantea la necesidad de buscar modelos compatibles para todas las situaciones, pensando en aquellas más precarias, y estrategias para visibilizar y socializar el paro el ámbito doméstico, como camisetas con el lema ¿Y si no cuido qué pasa? o carteles en los balcones que digan Aquí hoy las mujeres no trabajan.
Boicot a marcas y productos sexistas, ser autónomas pero buscar alianzas, entre el profesorado y el PAS, en el caso de las estudiantes, por ejemplo. Ser creativas. “Cuando la gente diversa se une, surge una creatividad y energía que sobrepasa muros,” asegura Carme Alemany.
Lo mismo sugiere Zora Sáenz de Santamaría, de trabajadoras de residencias de Bizkaia, en huelga más de 300 días: “Somos creativas y fuertes, estamos acostumbradas a tenerlo todo en contra,” afirma, en un discurso motivador que estimula aplausos y vítores. Y estar unidas. “Las alianzas con otras nos han salvado siempre,”, expone Jamileth Chavarria, trabajadora del hogar y “miembra” de Brujas Migrantes.
La vida en el centro
“Hay que parar las estructuras productivas y reproductivas del mundo, decir hasta aquí, este sistema es incompatible con la vida, ponerla en el centro y defenderla,” comenta Paula Duerto, estudiante de Filosofía de Zaragoza y activista de Feminismos Unizar y Komando Feminista, para quien es fundamental tener un discurso anticapitalista, que “ataque” la forma de producir.
Se habla en términos de “huelga de vida”, de cuidados de personas en situación de dependencia y, además, de autocuidado. “Es el verdadero lugar de la revolución,” señala la antropóloga social y enfermera Nuria Gregori Flor, de Elx pel Dret a Decidir. En este sentido, acuerdan situar la vida y el mantenimiento de ésta en el centro del discurso, que los cuidados tengan protagonismo en el manifiesto conjunto. Desde Feminismos Madrid proponen el lema Si nuestras vidas no valen, REproduzcan sin nosotras.
Para Patricia Amaya, de Cafés Feministas San Fernando (Cádiz) es importante ligar lo estructural con las violencias machistas cotidianas. “Nuestro trabajo vale menos que el trabajo productivo de los hombres y al no tener valor social, nuestras vidas tampoco, por eso nos asesinan y nos humillan. Tenemos que parar para visibilizar que sí somos importantes, que sí hacemos que el mundo se mueva; que el feminismo no es sólo el 50% de la población sino otra forma de ver la vida, de entenderlo todo. Y es lo que estamos construyendo aquí”.
“Tenemos que llegar fuera de los espacios donde nos sentimos cómodas: a las feministas no hay que convencerlas
En el mismo sentido se expresa Teresa Meana: “Es importante extender y manifestar lo que hacemos las mujeres. Creo en una convocatoria donde se note que si paramos nosotras, el mundo para.” También se refieren a un discurso interseccional, que tenga en cuenta las distintas opresiones de las que son objeto las mujeres y “visibilice a quienes habitualmente quedan en los márgenes,” señala Nerea Miralles Aguilar, temporera y “(des)patriada” en Francia, integrante de La Revolta anarcofeminista. Para Tutifruti Kombat resulta fundamental “no dejar atrás a ninguna compañera y que se visibilice la diversidad de feminismos,” apunta Diana Sánchez, estudiante de diseño.
Fuera de los espacios feministas
Coinciden en la necesidad de coordinar las acciones, respetando la autonomía de las organizaciones y los territorios, y adaptarlas a las necesidades y los recursos concretos. “Es importante tener un lema común que nos identifique, estar conectadas y trabajar en red, pero cada una tiene una realidad sobre la que trabajar específicamente,” dice Adriana Rodríguez, lesbofeminista de Diversitat Alacant.
Y en la importancia de seguir trabajando. “Hay que convencer a las mujeres de nuestro entorno e intentar llegar fuera de los espacios donde nos sentimos cómodas: a las feministas no hay que convencerlas. Es el trabajo que nos toca al volver a casa,” comenta Patricia Amaya. En su opinión, para crear una estructura de coordinación que funcione “tenemos que ser capaces de ordenar y organizar todo lo que hemos trabajado hoy”. Así lo expresa también Paula Muñoz Mora, buceadora profesional y transfeminista de Tutifruti Kombat: “Nos llevamos muchas ideas. Otras compañeras están muy bien organizadas y traen trabajo avanzado. Tenemos mucho que aprender”.
Según Elx pel dret a decidir, colectivo que coordina la reunión de hoy, el siguiente paso es decidir el lugar y la fecha del próximo encuentro. Entre las opciones, Zaragoza o Cádiz, quizá en diciembre. “Hay que consensuarlo con el resto de compañeras,” señala Andrea Rubio Murcia. La activista de Elche explica, además, que cada colectivo va a empezar a trabajar la convocatoria de huelga a nivel local “a partir de las ideas que han surgido aquí y, entre todas, construir el siguiente encuentro con los contenidos sobre los que necesitemos profundizar mejor.”
Según lo acordado en las mesas de trabajo, habrá reuniones periódicas virtuales, crearán herramientas de comunicación nuevas y reactivarán las del 8 de Marzo anterior, “para mantener y fortalecer las redes de trabajo,” añade Rubio. “Todavía quedan reflexiones pendientes y mucho trabajo por hacer, pero estamos muy motivadas,” concluye. Ya caminan juntas hacia la huelga de todas.
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