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València
El rescate en los refugios tras la dana: “Pensábamos que íbamos a encontrar a todos los animales ahogados”
Los animales no humanos son las otras víctimas del peor desastre natural que ha arrasado parte del País Valencià. En Carlet, el Refugio de Animales Modepran ha quedado prácticamente destruido tras el tornado y el desbordamiento del río que lo dejó aislado por varias horas. “Aquí, la situación ha sido catastrófica. A parte del río que se desbordó, la tarde anterior pasó un tornado y destrozó la protectora, las oficinas, todo. Pensábamos que íbamos a encontrar a todos los animales ahogados ”, recuerda Amparo Requena, presidenta del refugio.
Al poder acceder al recinto lo que se encontró fue perros con el agua hasta el cuello, tejados por el piso, cheniles derrumbados y animales que habían huido tras caerse las vallas del perímetro. En un recorrido por el refugio comprobamos como los espacios habilitados para los perros seguían inundados y llenos de lodo. “Hemos intentado sacar animales en acogida y en adopción habilitando el espacio”, subraya Amparo no sin dejar notar cansancio por lo vivido.
Los destrozos en el refugio han sido de tal magnitud que Amparo cree que se van a demorar entre dos o tres meses reconstruirlo. Volver a levantar un espacio para los 480 perros y 200 gatos que habitaban Modepran requerirá de muchas manos, afirma. “El problema que había era la dificultad de acceso, era prácticamente imposible llegar, ahora es un poco más fácil. La gente se está volcando en acogidas y ojalá de esas acogidas salgan muchas adopciones. Los animales no se merecen volver aquí”, enfatiza.
Ahora su preocupación también está en los catalogados como perros potencialmente peligrosos (PPP), que viven en el albergue y que no pueden ser acogidos porque según la normativa es necesario contar con una licencia específica para ello. “Estamos pidiendo al Gobierno y a la Consellería que hagan una excepción de la norma por esta situación de emergencia para que (los PPP) puedan salir en acogida. Los seguros están cubiertos por la protectora así que por eso no hay ningún problema”, exclama.
Sola e inundada con los animales
Encarny Bolea de la protectora Los Hijos del Viento ubicado en Aldaya estuvo tres días sola en el refugio afrontando el temporal. Vio como “todo salía volando”, se inundaba el lugar, y se producía un cortocircuito en la casa que los dejó sin comunicación. “He estado con los equinos porque se podían desbocar”, cuenta preocupada mientras mira como sus antiguas vallas de seguridad han quedado por los suelos.
Tras la tragedia un grupo de voluntarios se desplazó hasta el lugar para ayudar en las reparaciones. Encarny rompe en llanto al ver el apoyo que está recibiendo y pide “manos que me ayuden a levantar el refugio porque yo no quiero dejar esto. Ha sido bastante duro verme sola y ver a los animales mojados y las vallas caídas”, relata.
Los perros del refugio fueron reubicados en en otros albergues de la zona y de Madrid, allí quedaron un poni y un burro rescatados del maltrato que Encarny seguirá cuidando. “No quisiera dejar de seguir ayudándoles pero necesito levantar el refugio, sin levantarlo no puedo acoger más animales”, dice entre lágrimas.
A Adopta Valencia en Sueca no le fue mejor. Inaccesible desde el principio los voluntarios que se dirigieron al lugar tuvieron que bordear carreteras y hasta utilizar una piragua para poder acceder. Una vez allí se movilizaron para trasladar a los animales a una nave industrial cedida por unos días.
Esa misma situación vivieron en el refugio Rescue&Love de Cullera, donde perros atados a la pared de una nave industrial, luego de ser evacuados, esperaban ser acogidos. Alguno de ellos exhaustos y tirados en sus camas por todo lo sufrido.
Otro de los espacios animalistas muy afectados es La Voz Felina ubicados en Catarroja. Desde el refugio informaron la muerte de varios gatos y otros que vagaban por el lugar, algunos subidos en los árboles y las alambradas. Ahora buscan acogida y adopciones para los que sobrevivieron. “Un hogar donde puedan jugar y olvidarse del infierno que tuvieron que pasar allí”, señalan.
Gallinas volcadas en la carretera
Tras el colapso de las carreteras las activistas animalistas hicieron un llamado por la presencia de un camión lleno de gallinas volcado en la V31 cerca de Horno de Alcedo, otras de las localidades inundadas. De inmediato se formó un grupo de WhatsApp para iniciar un rescate de las sobrevivientes.
Al llegar al lugar la policía ya se encontraba en la zona y les impidió rescatar a los animales heridos quienes finalmente fueron llevadas al matadero. “Lamentablemente estos animales no son importantes para la sociedad, no les tienen consideración”, señala María Jesús del colectivo Valencia Animal Save que acudió al rescate, y tras seguir al camión pudo salvar a cinco aves.
Ellos también nos necesitan
“Pese a tantísimo dolor y horror que hemos visto la gente ha quedado agradecida con la ayuda que llevamos. Somos conscientes que esto es imposible arreglarlo sin la ayuda de todas y todos porque los animales también nos necesitan”, afirma Fernando Sánchez, activista de la Fundación Salvando Peludos, una de las primeras organizaciones que llevó ayuda a los refugios de Valencia.
Tras su recorrido por Benimaclet, Carlet, Cullera, Sueca y Torrent donde dejaron alimento para perros y gatos, además de ayuda económica, regresaron a Madrid con siete perros que fueron reubicados en otras protectoras madrileñas que han ofrecido sus instalaciones para cobijar a los animales damnificados.
La ola de ayuda dentro del movimiento animalista ha ido en aumento con el pasar de los días. El domingo 03 de noviembre un tráiler coordinado por la asociación Familia Bombay partió lleno de ayuda para los animales gracias al apoyo de diversas organizaciones de la capital. También grupos de activistas se han organizado para ayudar en la reconstrucción de los refugios.
¡Despierten!
Lamentablemente no existe un protocolo para rescatar a los animales afectados en desastres naturales, sobre todo los mal llamados de granja, así lo denuncia la Fundación Igualdad Animal. “No existen protocolos de evacuación para los animales utilizados por la industria ganadera en catástrofes naturales como la ocurrida en Valencia”.
Remarcan que tampoco hay previsión en dichas instalaciones para proteger la vida de los animales y prueba de ello denuncia la muerte por ahogamiento de al menos mil gallinas en una granja de producción de huevos en Algemesí.
La activista Amanda Romero, ex Concejala del Ayuntamiento de la capital por Más Madrid, apuntó en la red social X a la inercia de la Dirección General de Derechos de los Animales DGDA, organismo dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, creada para velar por los animales considerados domésticos.
“Alguien sabe si @AnimalesGob se ha enterado de lo de la dana?, se preguntaba. “Que están los albergues inundados y la gente moviendo cielo y tierra en grupos de WhatsApp, ¡despierten!”, exigía Romero.
En respuesta en la misma red, José Ramón Becerra, titular de dicha Dirección, informó que se encuentran en contacto directo con las entidades “que están coordinando a pie de calle”. Aclaró que han conseguido 200 plazas para perros en un centro de acogida en Tarragona de los cuales solo se han utilizado 20 plazas.
Dijo además que están buscando financiación y “encaje legal” para reconstruir los albergues destruidos y que la DGDA está tramitando con empresas privadas para “coordinar sus donaciones” en puntos logísticos que atiendan entre uno o dos meses.
Justicia Animal, una de las protectoras referentes al sur de España resumía así la actuación de la DGDA: “Ni los verás ni los esperes. Anda que ha organizado la ayuda para tantos animales, solo los verás cobrando el sueldo, que es lo único que han hecho. Reuniones para nada y cobrar sueldos. Productivos cero".
Por su parte, doce días después del desastre y en el segundo paquete de ayuda, el Gobierno aprobó una partida de 390.000 euros para la reconstrucción de las protectoras de animales de compañía afectados por la dana que además servirá para “enfrentar el peligro de salud pública que se ha generado en zonas afectadas donde se multiplica el número de animales que hay en la vía pública sin ningún control sanitario en un contexto de riesgo epidemiológico infeccioso”, señalaron desde el Ministerio de Derechos Sociales. En el Ejecutivo también se recuerda que, como en el resto de la gestión de la dana, las competencias están derivadas a las comunidades autónomas.