Agroecología
Cuando llenar el estómago es un acto político

La forma industrial de agricultura y ganadería surgió con el espíritu de producir la mayor cantidad de alimentos al menor coste económico, sin reparar en los daños medioambientales y humanos.
Horta - 4
Òscar Gorriz (agricultor de l'Horta del Rajolar) Juan Pablo Palladino
28 ago 2024 10:50

A Maty y Carlos, una pareja que ronda los 35, les gusta alimentarse de manera “saludable”: ensaladas, productos frescos, evitar los procesados... Comen, dicen, de “forma natural”. Pero Maty y Carlos desconocen cuál es, actualmente, el origen mayoritario de lo natural. Es decir, ignoran que por proceder del campo un alimento no es necesariamente “saludable”. De hecho, se produce de una forma insana, con consecuencias para la salud humana y del planeta que habitan.

Como muchísima gente, esta pareja preocupada por la sostenibilidad del planeta y su bienestar personal, desconoce los estragos de la agricultura y ganadería industrializadas. Es decir, la forma de producir alimentos pensando en optimizar los recursos y maximizar el beneficio económico, que hoy explota el 80 por ciento de la tierra destinada a esta actividad en el mundo.

Por eso, Maty y Carlos ignoran que la producción de una hectárea de ese tomate tan intensamente rojo y terso que compran en el supermercado demanda entre 5 y 7 mil metros cúbicos de agua. Además de una ingente cantidad de agroquímicos que contaminan suelo y agua. Un despropósito.

Aproximadamente el 35% del suelo destinado a la agricultura en el mundo se encuentra deteriorado, según la FAO

Los datos hablan por sí mismos. Aproximadamente el 35% del suelo destinado a la agricultura en el mundo se encuentra deteriorado, según la FAO. La sobreexplotación y la contaminación afectan a esa parte de la tierra que el humano emplea para cultivar y criar lo que se lleva a la boca. En España, por ejemplo, el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico cifró en un 37% las aguas subterráneas contaminadas con niveles de nitratos superiores a lo recomendable por las normas de calidad ambiental. Responsabiliza de esta contaminación a la ganadería intensiva industrial.

La forma industrial de agricultura y ganadería surgió en los 60. Lo hizo con el espíritu de producir la mayor cantidad de alimentos posible, al menor coste económico para las empresas productoras, sin reparar en los daños medioambientales y humanos. En definitiva, el capitalismo neoliberal aplicado al campo: el dominio de la lógica del mercado sobre la naturaleza.

Las técnicas industriales aplicadas al campo se han evidenciado más ineficaces que otros sistemas. Y, además, injustas. En 2022, entre 691 y 783 millones de personas padecían hambre, según la FAO

En su momento, se la bautizó como la “Revolución Verde” y contó con la promoción del Banco Mundial. El fin que le atribuyeron, oficialmente, fue noble: eliminar la escasez de alimentos y el hambre en el planeta. Más de medio siglo después, no se ve tal resultado. Las técnicas industriales aplicadas al campo se han evidenciado más ineficaces que otros sistemas. Y, además, injustas. En 2022, entre 691 y 783 millones de personas padecían hambre, según la FAO.

Estas prácticas implican abusar de energías fósiles, porque usan mucha maquinaria para producir y transportar alimentos; sobreexplotar el suelo a base de fertilizantes químicos y pesticidas; emplear agua a espuertas; cultivar y criar sólo lo que el mercado demanda (esa parte del mundo que tiene dinero y come lo que desea); permitir la concentración de la tierra en pocas manos, pues las multinacionales compran grandes extensiones; entre otros aspectos.

Esto describe didácticamente uno de los informes publicados en estos tres años de su surgimiento en la campaña Llaurant Un Futur Sostenible (llaurant.com ). La estrategia nació en 2021 en Betxí, Castellón, de la mano la Fundación Novessendes (www.novessendes.org) , a la cual se sumó un año después la ONGD Pankara Ecoglobal (www.pankara.org ), y que cuenta con la financiación de la Generalitat Valenciana.

El objetivo de la campaña apunta a “fomentar una sociedad crítica, participativa y activa, comprometida con la soberanía alimentaria y la transición hacia un sistema alimentario justo para las personas, el territorio y el planeta”, explican las responsables técnicas del proyecto, Alba Remolar Franch e Iraca Vargas Salamanca.

La alternativa agroecológica

La campaña busca, básicamente, impulsar el tránsito hacia un modelo alimentario agroecológico. Un sistema donde el lucro esté equilibrado con la sostenibilidad ambiental y humana. Y lo viene haciendo desde hace tres años por medio de la visibilización de proyectos de agricultura y ganadería sostenibles y de proximidad de Castellón; la publicación de informes; el encuentro entre personas agricultoras; y charlas a la ciudadanía; dinámicas educativas en centros escolares; y la difusión de piezas creativas en redes sociales, entre otras acciones.

Horta - 2
Formació Aliments que transformen el món Xert amb Vanesa Freixa. Juan Pablo Palladino

¿Y qué es la agroecología? ¿Qué propone?

En los años 80, algunas personas coincidieron en la ineficacia, injusticia y capacidad destructiva de la forma industrial de relacionarse con la tierra. Surgió la agroecología: una disciplina científica agraria; un movimiento que persigue justicia social; y, sobre todo, un conjunto de prácticas agrarias concretas. Disciplina, movimiento y prácticas buscan que los diferentes componentes del ecosistema agrario funcionen de forma equilibrada, y, por tanto, sostenible. Algo que, precisamente, se echa en falta en la actualidad.

La agroecología utiliza las técnicas de cultivo de la agricultura ecológica. La diferencia es que esta última impone como requisito un sistema de certificación (un sello) que garantice a la persona consumidora que está comprando algo ecológico. Pero un tomate, una botella de aceite de oliva o un queso producido de manera agroecológica pueden carecer de esa etiqueta expedida por un tercero, aclara la catedrática de Edafología y Química Agrícola de la Universidad Politécnica de Valencia María Dolores Raigón, quien además es vicepresidenta de Sociedad Española de Agricultura Ecológica. 

Horta - 3
Taller pràctic conservació varietats tradicionals i intercanvi. Juan Pablo Palladino

El criterio de cero químicos

En primer lugar, la agroecología apela a “los criterios de una producción sostenible que no utiliza sustancias químicas de síntesis”, precisa Dolores Raigón.  Y así lo confirman Alba y Ferran, integrantes de Malaerba, un proyecto que cultiva aceituna farga, una variedad local que se estaba perdiendo, en los campos de Benlloc, Castellón. Este proyecto, que también rescata campos abandonados para practicar la agricultura regenerativa, es una de las 22 iniciativas que la campaña Llaurant un futur sostenible reune en un mapa donde se ubican los proyectos agroecológicos de la provincia.

“Principalmente, dejamos de gastar productos químicos y pesticidas, tratamos a la tierra como algo con lo que trabajamos y no algo contra lo que luchamos”, explica Ferran. Otra forma de relacionarse con la naturaleza, sin duda. Más que un sistema de producción, precisa Alba, la agroecología consiste en una “filosofía de vida”.

Al omitir las sustancias químicas de síntesis, este modelo evita la contaminación con productos fitosanitarios. Y con ello, la generación de “residuos que pueden quedar tanto en los alimentos, como en el ambiente, como en el suelo”, expone la catedrática Dolores Raigón. Los beneficios redundan en una mayor biodiversidad, evitar daños sobre la salud del suelo y de las personas.

Respeto de la biodiversidad y el suelo

La promoción de la biodiversidad fomenta que la zona de cultivo “sea una zona de paso acogedora para aves migratorias”, ejemplifica Alba Remolar Franch. Y a propagar el equilibrio ecológico, pues “la riqueza que se genera en el espacio de cultivo puede expandirse”, añade. Por eso los espacios agroecológicos se encuentran llenos de vida y de colores, es decir, de insectos y de variedades de plantas que ayudan a combatir las plagas de forma natural. Pero que a ojos de la agricultura industrial son un problema a erradicar a base de químicos.

La biodiversidad permite “mantener una salud del suelo en todos los aspectos, con microorganismos vivos que ejecuten todas las acciones biológicas que en él se producen”, argumenta Dolores Raigón. Este es uno de los motivos por los cuales al comparar un campo agroecológico y otro industrializado, el primero aparenta estar menos cuidado, cuando en realidad lo está más. La convivencia de multitud de especies favorece el cultivo y la cría naturales y sostenibles.

La desertificación del suelo en el País Valenciano “es preocupante”, alerta Ferran de Malaerba.  La forma industrial requiere “mucho abono químico”, porque la tierra “ya no puede dar más de sí”, precisa.

“El respeto que se le tiene al suelo, a los recursos hídricos y a la biodiversidad” son aspectos de la agroecología que destaca Òscar Gorríz, agricultor de l´Horta del Rajolar, en Betxí, otro proyecto integrante del mapeo de Llaurant. Mientras atiende a este reportaje, Gorríz extiende un acolchado de paja sobre la tierra, técnica que sirve para mantener la humedad y ahorrar en riego. Cuando termina, se dedica a reparar el “hotel de insectos”, una de las casetas que han montado para albergar fauna.

La desertificación del suelo en el País Valenciano “es preocupante”, alerta Ferran de Malaerba.  La forma industrial requiere “mucho abono químico”, porque la tierra “ya no puede dar más de sí”, precisa. “Nosotros nos centramos en nutrir el suelo y dejar de erosionarlo”, asegura. ¿Cómo? Con técnicas naturales como las empleadas por Gorríz, y otras, como el abono orgánico y permitiendo que crezca las erróneamente llamadas “malas hierbas”, que ayudan a regenerar la estructura y la fertilidad del suelo. 

Los fertilizantes son los responsables de la alta carga de nitratos presentes en el suelo y el agua en la actualidad, perjudicial para la salud medioambiental y humana. Al limitarlos, la agroecología evita la “concentración de nitratos en los acuíferos”, afirma Dolores Raigón

Por otra parte, los fertilizantes son los responsables de la alta carga de nitratos presentes en el suelo y el agua en la actualidad, perjudicial para la salud medioambiental y humana. Al limitarlos, la agroecología evita la “concentración de nitratos en los acuíferos”, afirma Dolores Raigón. También está el problema de los fitosanitarios, añade Ferrán. Se trata de un círculo vicioso en el que se echa estos productos para matar plagas, y como así también se mata el suelo, al año siguiente habrá que arrojar más fertilizantes, pero, como las plagas retornarán, también más fitosanitario.

El aspecto de los alimentos agroecológicos

El problema para Maty y Carlos es, ahora, cómo reconocer cuando un tomate o un queso se han producido con criterios agroecológicos. Sobre todo, cuando no tienen un sello de calidad que lo certifique. Pero que, aun sin sello, la persona consumidora pueda consumir tranquila su alimento, sabiendo que ese producto ha sido amable con el medio natural en el que se cultivó y que, por tanto, es saludable para su cuerpo.  

Dolores Raigón aporta tres claves. Si se trata de productos frescos, hay que tener en cuenta que la forma de producir sea ecológica, que se hayan cultivado o criado próximos al lugar de la compra, que sean de temporada. En el caso de los alimentos transformados, Raigón aboga por el cómo: métodos artesanales, que respeten temperaturas, y obtengan una composición saludable.

Horta - 1
Alba Remolar tècnica del projecte Llaurant durant una visita a l'Horta. Juan Pablo Palladino

Las responsables de la campaña Llaurant aconsejan “comprar según la temporada y no fuera de ella”. Consumiendo frutas impropias de la época, “el mensaje que enviamos es que todo el año se cultivan todos los productos y eso hace que se maltraten otros ecosistemas para satisfacer a quienes consumen y la intención es dar sentido y cuidado a las diversas especies con las que convivimos”, señala Iraca Vargas.

Su compañera Alba Remolar sugiere una “estrategia visual” muy sencilla para identificar un producto agroecológico o, al menos, que no tenga elementos nocivos: “cuanto menos ‘perfecta’ se vea, mejor”. Esto se traduce en que cuanto más brillante y sin picaduras, es muy posible que la fruta y verdura provenga de cultivos que usan pesticidas o tienen ajustes genéticos y no naturales. “Mientras que los productos que tienen su color natural y cuentan con algún rasgo propio de su desarrollo, será un producto natural y saludable”, indica.

La perfección publicitaria de los alimentos del campo se suele conseguir con métodos sospechosos. En palabras de Alba, de Malaerba, este sistema “funciona como si fuera una fábrica de coches”

Algo así como que la imperfección es saludable. La perfección publicitaria de los alimentos del campo se suele conseguir con métodos sospechosos. En palabras de Alba, de Malaerba, este sistema “funciona como si fuera una fábrica de coches”, muy alejado de la filosofía de “sostener y mantener el planeta y la vida”.

Productos cercanos

Por su parte, Òscar Gorríz considera la proximidad entre personas productoras y consumidoras un distintivo clave de los productos agroecológicos. Se trata, dice Gorríz, de “crear modelos locales donde te asocias, en espacios donde las personas consumidoras están cerca de las que producen”. Esto aumenta las probabilidades de conocer la “trazabilidad de ese producto desde su origen hasta la boca”. Qué mayor garantía que esa.

La cercanía, esa cualidad que se difumina en los mercados globales de alimentos, en los que impera el anonimato de quienes producen, y, por tanto, la inopia de cómo lo han hecho. “Preguntarnos de dónde vienen los alimentos que compramos y elegir los de producción local”, representa apostar por formas más cercanas a la agroecología, sugieren las responsables de Llaurant.

Horta - 5
Visita Formatgeria La Planeta (Xert) Juan Pablo Palladino

Algo muy relacionado con otro concepto que busca visibilizar la campaña: la soberanía alimentaria, en peligro de extinción. Ferrán, de Malaerba, describe dos consecuencias de perder este poder de producir alimentos originarios: “La dependencia de otros países” para alimentarnos (algo que se vivió en la pandemia) y “el control de pocos sobre la tierra, la cual se concentra cada vez más en oligopolios”.

Estos poderes fácticos deciden qué, cuándo, cómo y para quién se produce. Y, sobre todo, a qué precio se vende, siempre guiados por la máxima del beneficio económico. Para Alba, de Malaerba, la cercanía es un criterio prioritario. “Es muy importante que le pongas cara a quien cría los animales, la carne, los vegetales, el aceite, lo que sea que estés comiendo: si le puedes poner cara es una buena señal; conocer quién hace tus alimentos y quién está detrás de las marcas”, asegura la agricultora.

Precio justo de los alimentos

Por otra parte, añade, los productos de agricultura y ganadería agroecológicos “tienen mucho en cuenta la salud y dignidad de las personas consumidoras y de las trabajadoras”, asegura. Y esto, más allá de si llevan etiqueta de “ecológico”.

Coincide Górriz en la importancia de “la dignidad de la persona agricultora”. La pregunta que este agricultor sugiere hacerse a la hora de comprar es: “¿Puede la persona productora ganarse la vida honradamente produciendo lo que yo me voy a comer con este precio?”

Y así aparece otro punto esencial de la agroecología: el precio que un alimento debe tener para ser justo, que no barato o conveniente para el bolsillo. Las frutas, verduras y animales agroecológicos  se venden de forma que pueda cubrirse todos los costes, incluidos los ocultos. Estos son, aquellos que no vemos: lo que cuesta realmente cultivar sin perjudicar el medio ambiente ni la salud humana, y que velan por los derechos humanos de las personas que trabajan la tierra, por sus saberes y prácticas ancestrales. 

Muchas personas se escudan en el argumento de que lo ecológico es caro. La primera pregunta sería: ¿Caro para quién? Es decir, si el tipo de producción se está cargando el planeta que habitas y demanda mayor inversión en tratar problemas de salud, entre otros aspectos, ¿dónde está el beneficio de comprar barato? En realidad, se trasladan costes.

“Una botella de medio litro de aceite agroecológico cuesta 12 euros; un gintonic cuesta lo mismo: ¿dónde prefieres meter tu dinero?”, se pregunta la agricultora de Benlloc

“Una botella de medio litro de aceite agroecológico cuesta 12 euros; un gintonic cuesta lo mismo: ¿dónde prefieres meter tu dinero?”, se pregunta la agricultora de Benlloc. En definitiva, se trata del tipo de vida deseada y, en función de eso, de marcar prioridades. En palabras de Òscar Gorríz: “cada uno gasta su dinero en lo que quiere y vivimos en una sociedad en la cual se destina más al ocio que a la alimentación”.

Una filosofía de vida

El punto probablemente está en que la agroecología no debe mirarse como una moda, sino como una forma de relacionarse con el mundo y, particularmente, con la alimentación. Y esto implica, como señala Dolores Raigón, cortar con “el consumo actual desorbitado que desperdicia un tercio de la alimentación que se compra”. Para la catedrática, de hecho, comprar ecológico implica centrarse en aquellos alimentos “que vayan a ser más vitales, revisando nuestra ingesta, revisando nuestra dieta, revisando nuestra responsabilidad frente al desperdicio alimentario”.

El agricultor Ferran coincide en la necesidad de “mirar más qué comemos a diario, reducir la carne, y apostar por la comida de temporada”. Con estos criterios, asegura Raigón, “la dieta ecológica no es más cara”. Incluso es más barata si se añade el dinero ahorrado por reducir el impacto de los productos industrializados en la salud.

Con políticas sociales y agroalimentarias que fomenten el autoconsumo y la producción local, “muy seguramente se podría” alimentar a toda la sociedad con criterios agroecológicos, aseguran las responsables de la campaña Llaurant. Pero por ahora, viene ganando el sistema de “consumo irresponsable”.  Por eso gran parte del cambio, insisten, comienza por casa. Al fin y al cabo, comprar es una forma de relacionarse con el mundo, destructiva o constructiva. Y en este sentido, alimentarse también es un “acto político”. Cómo lo hagamos indica mucho más que llenarse el estómago.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

En el margen
Mayra Ëkatö “En África la comida es unión, es familia, es alegría, es contacto con la Naturaleza, es respeto”
Técnica en farmacia de profesión y originaria de Malabo, esta cocinera explora los distintos sabores en África y los trae a los paladares acompañados de su historia.
Opinión
Poder adquisitivo Vivir a cuerpo de ministro
Cada vez son más las personas que las pasan canutas para llegar a fin de mes o ya están en la resbaladiza pendiente del riesgo de pobreza.
Soberanía alimentaria
Alimentación La nueva normalidad, ni casa ni pan
El derecho a la alimentación, como el de la vivienda, pasó a mejor vida y se trata de un derecho absolutamente privatizado en manos del capital
América Latina
Memoria histórica “A ver si se anima”: la presidenta de México reta a España a que pida perdón por la conquista
Una manifestación recorrerá Madrid para recordar que el “hermanamiento” entre pueblos es imposible “sin el reconocimiento honesto de la historia y el presente, la toma de responsabilidad y la reparación correspondiente”.
Banco Popular
Gareth Gore “El Opus tiene archivos guardados con información realmente personal sobre personas influyentes”
El periodista británico vino a España a investigar la caída del Banco Popular y se encontró con una historia de ingeniería financiera, poder y auge de una élite de extrema derecha protagonizada por el Opus Dei.
México
México Biopiratería, una amenaza constante a la biodiversidad y los saberes ancestrales en México
El extractivismo de las especies autóctonas y los conocimientos de los pueblos indígenas plantea un desafío para las comunidades, expuestas a tener que defender este patrimonio inmaterial ante los bufetes legales de las multinacionales.
Derecho a la vivienda
Especulación inmobiliaria Qué hay detrás de las movilizaciones por el derecho a la vivienda de este 13 de octubre
La crisis de vivienda vuelve a marcar la agenda política con acusaciones cruzadas entre el Gobierno central, las administraciones autonómicas, los partidos políticos y las organizaciones sociales.
Análisis
Análisis Las fronteras selectivas: discriminación en los movimientos y migraciones globales
Los países poderosos implementan políticas que protegen sus intereses estrechos, seleccionando a los migrantes en función de su capacidad de “adaptarse” a la sociedad receptora o basándose en criterios raciales, culturales y religiosos.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Del Magreb al Golfo Pérsico: ¿cómo informar(se) sobre el llamado mundo árabe?
El Salto Formación trae para octubre el primero de sus cursos orientados a la información internacional. Una propuesta en la que revisaremos de forma crítica cómo (nos) informamos sobre los países árabes y otros estados históricamente relacionados.
Ocupación israelí
Según una Comisión de Investigación de la ONU Israel destruye de manera “deliberada y sistemática” el sistema sanitario de Gaza
Un nuevo informe de la Comisión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre los Territorios Palestinos Ocupados muestra la destrucción deliberada y sistemática del sistema sanitario de Gaza por parte de Israel.
Neocolonialismo
Educación y memoria Descubrimiento, aventura y encuentro de dos mundos: así quiere Ayuso que se cuente el 12 de octubre
Ante la Semana de la Hispanidad propuesta por la Consejería de Educación, parte del profesorado se forma e intenta ofrecer una visión más amplia sobre lo que significó el inicio del periodo colonial en América.
Comunidad El Salto
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate ‘El Estado feroz’, el primer libro de Pablo Elorduy
El responsable de Política de El Salto firma este ensayo donde recoge la historia política de las últimas dos décadas y la “restauración del orden tras el estallido de lo inesperado”.
Más noticias
AGANTRO
Agantro O número 262 dunha rúa no Porto
Nunha casa do Porto estudantes de todo o mundo entrelazan culturas e lembranzas, deixando nas súas paredes un rastro de convivencia e cambio continuo.
Opinión
Opinión Recuperar Samil non era isto
Pouco queda do proxecto orixinal para a recuperación do ecosistema dunar da praia máis grande de Vigo e as actuacións que se están desenvolvendo van na dirección contraria, ignorando os indicadores da emerxencia climática en favor da urbanización.
Energía
OCUPACIÓN ISRAELÍ De Kutxabank a Siemens Gamesa: la complicidad vasca con el greenwashing en el genocidio de Israel
Las relaciones entre la embajada israelí, las administraciones públicas vascas y la filial vasca de Repsol, Petronor, sirven de trampolín para “programas de ayudas, cooperaciones y alianzas".
Opinión
Opinión El principio del fin de Israel
Un año después, las llamas del genocidio aún están encendidas, pero después de décadas de persecución y derramamiento de sangre, podemos estar asistiendo al inicio del fin del proyecto colonial de asentamiento en Palestina.
Xunta de Galicia
Investigación A empresa vinculada ao PP que fixo o informe sobre a AP-9 levou 620.000 euros en contratos a dedo da Xunta
O Goberno de Alfonso Rueda elixiu a Eptisa entre 2018 e 2022 para máis de 96 encargos sen concurso público. Esa consultora traballa para Audasa, concesionaria da autopista do Atlántico, e tivo como alto cargo ao exconselleiro Tomás Pérez Vidal.

Recomendadas

Feminismos
Archivo audiovisual Precursoras en una genealogía insumisa: cuando las feministas tomaron las cámaras y salieron a las calles
Una exposición en la Filmoteca de Catalunya recupera el legado vivo del primer archivo audiovisual feminista de la historia, el Centre Audiovisuel Simone de Beauvoir, fundado en París en 1982.
Congreso de los Diputados
Congreso ¿Por qué España debe computar las condenas de los presos de ETA en Francia?
Por derechos humanos, para evitar que Europa aperciba a España o porque, como reconoce Grande-Marlaska, la transposición de la directiva se realizó de modo “no correcto”. Hay presos que cumplen dos veces castigo por el mismo delito.
Culturas
Jumko Ogata “Nuestros activismos también se tienen que nutrir de las propuestas de sanar traumas colectivos”
Jumko Ogata Aguilar traduce uno de los libros más populares de bell hooks como puente entre las formas de organización de las mujeres negras en Estados Unidos y los espacios de mujeres negras y racializadas en el mundo hispanoparlante.
Laboral
Laboral Las bajas por salud mental de origen profesional se clasifican sistemáticamente como comunes
En 2023, en la Comunidad Autónoma del País Vasco solo constaban 21 bajas por cuadros psicosociales de origen profesional (el 0,01%), informa UGT Euskadi tras pedir el dato a las mutuas.