Adolfo Martínez, víctima de abusos de la Iglesia: “La sotana da un poder especial”

Adolfo Martínez estudió, como interno, en el colegio de los carmelitas de Villarreal (Castelló). Asegura que durante su estancia allí sufrió maltrato físico continuado. Junto a otros ex compañeros del centro, arrancó un proceso de denuncia pública de abusos cometidos hacia diferentes estudiantes.
Adolfo Martínez 2
Gabriel Rodríguez Adolfo Martínez.

Adolfo Martínez estudió, como interno, en el colegio de los carmelitas de Villarreal (Castelló). Asegura que durante su estancia allí sufrió maltrato físico continuado. Uno de los castigos más recurrentes que recibía, dice, era permanecer de rodillas en el pasillo mientras sus compañeros dormían. Asegura que esas horas allí plantado le permitieron ser testigo directo de los abusos cometidos por el padre Armell, ya fallecido.

Nos espera frente a una estación de metro de València. Luce un pin de la CGT en la boina y conjunta el negro y rojo en su vestimenta, colores del sindicato que le ha prestado apoyo en la lucha por visibilizar los abusos denunciados. Hablador desde el primer momento, no elude ningún tema de conversación ni rehúye preguntas. Detalla lo vivido y lo recordado con pelos y señales, sin amago de querer dejar de hacerlo por mucho que este no sea el primer medio que se ha interesado por su historia. Suya y de muchos otros.

El diario El País destapó su caso. En el artículo, tanto Adolfo como dos de sus antiguos compañeros, víctimas de abusos sexuales, pusieron voz a lo que ocurría dentro del centro. Desgraciadamente, antes de que el texto viera la luz, los otros dos hombres fallecieron. Su falta deja recaer una presión sobre los hombros de Adolfo que le impide alejarse y enterrar lo sucedido. Aunque vive en Cuenca, sigue acudiendo a charlas, protestas y acciones que buscan que se reconozca lo ocurrido, que se deje de tapar.

De su etapa en Villarreal, insiste en el recuerdo de los castigos, y entra en el detalle en el nocturno mencionado arriba: durante esas horas, narra, pasaban los compañeros que el padre Armell llamaba y se dirigían a su cuarto. Uno de los que desfilaba por allí era su amigo Pedro, que más tarde le contó lo que ocurría dentro. Juntos decidieron llamar al obispado de Segorbe para denunciarlo. Esa misma tarde, la Guardia Civil se presentaba en el centro en busca de aquellos que habían llamado. Con la mano abierta y en alto y el ceño fruncido bajo el tricornio, amenazaron con llevar a Adolfo y Pedro al calabozo si no olvidaban las acusaciones, asegura. Tuvieron que acabar el curso allí.

Nadie os creía.
Nos costó mucho llamar al obispado. Y que esa misma tarde se presentara la Guardia Civil para amedrentarnos… Te quitan las ganas de denunciar, es muy complicado. No solo a nivel judicial, a nivel social era muy difícil también, la gente no se creía que un cura fuera capaz de hacer eso. A mi padre le costó dejar de pensar que la razón por la que yo no quería volver al internado era que no quería estudiar. Mi madre, de 93 años y que ha sido siempre de misa diaria, sigue sin acabar de creérselo hoy en día.

Había otro chico que tenía madre soltera, con pocos recursos, y con un hermano que también estudiaba allí. El colegio, además, le pagaba parte de los gastos. Estuvieron abusando de él durante años

Eráis chavales que estabais lejos de casa, sin otra opción que estar allí.
Nosotros por lo menos teníamos un pueblo donde volver, una buena situación familiar. Allí había otro chico que tenía madre soltera, con pocos recursos, y con un hermano que también estudiaba allí. El colegio, además, le pagaba parte de los gastos. Estuvieron abusando de él durante años. Yo, si salía huyendo y cogía un bus sabía que en la calle no me quedaría. Sí, me pegarían dos castañas por escaparme, pero tenía un techo. Ese chico no, le tenían comiendo de la mano. Él acabó con problemas de alcoholismo, drogas, se suicidó, todo porque no tenía dónde huir. Y no quiero saber lo que haría el padre Armell cuando lo enviaron a Santo Domingo con las misiones para quitárselo de encima.

Tuvisteis que acabar el curso allí entonces...
Mi padre me pidió que me quedara, que ya que quedaban dos o tres meses de curso, no lo perdiera. Después de haber hecho acusaciones tan graves contra uno de los curas, no nos pusieron ningún problema para seguir allí. Si hubiera sido mentira, nos habrían expulsado al momento, sobre todo a Pedro. A muchos les echaron por menos.

¿Cómo se afronta seguir en el mismo sitio donde habéis sufrido esos abusos?
Pedro me dijo que si algún día, después de verle entrar, le oía gritar, que entrara a la habitación sin pensármelo, que ese tío estaría intentando abusar de él. Y no lo tengo superado. Me acuerdo perfectamente, y hace ya 47 años, de cómo me pegaba y de todo lo que me decía. O de algunos de sus castigos. Si decías una palabrota, te daban un taco de madera, que tú mismo hacías en la clase de dibujo, y te lo ponían en el cuello cuando salías al pueblo. Eras una oveja con un cencerro. A mí 'solo' me pegaban, no me quiero imaginar a los que tenían además lo otro. Algo así no se supera nunca en la vida.

Estoy seguro que gracias al testimonio de mi amigo Pedro se libraron muchos, que ayudó a mucha gente. Por eso ahora, cuando me piden un testimonio, lo doy con pelos y señales

Casi cincuenta años después, contáis vuestro caso en El País, ¿costó dar ese paso?
Yo moví ficha por mi compañero Pedro, que falleció antes de que el artículo de El País viera la luz. Él a mí me demostró, con 11 años y en unas circunstancias muy jodidas, que hay que dar ese paso. Hay que tener mucho valor para hacer lo que él hizo, denunciar en aquel momento. Yo sé que no habría sido capaz. Estoy seguro que gracias a eso se libraron muchos, que ayudó a mucha gente. Por eso ahora, cuando me piden un testimonio, lo doy con pelos y señales.

Y ahora que el Defensor del Pueblo está investigando el caso, le dan la medalla de oro de Villarreal al colegio.
No me lo creía cuando leí la noticia. Y ya cuando vi que habían votado a favor todos menos Compromís me quedé a cuadros. No entendí por qué, sobre todo ahora que está abierta la investigación. Si dictamina que no hay caso pues ya le da usted la medalla al colegio, pero es que ni se esperaron. Desde el colegio lo tenían a huevo también, salir en el escenario y recordar a las víctimas cuando recogieran la medalla, pero tampoco.

Estamos en 2023, se supone que España es un país aconfesional, pero hay una impunidad total y absoluta

Parece que vuestra lucha sea una lucha contra todo un sistema.
Es pegarte contra un muro. Estamos en 2023, se supone que España es un país aconfesional, pero hay una impunidad total y absoluta. Duele mucho y es muy jodido de tragar. Después de 47 años, empezar otra vez con esto te remueve mucho. Y ahora resulta que quieren hacer santo al obispo de Segorbe, el que nos mandó a la Guardia Civil a amedrentarnos. La sotana da un poder especial.

¿Hay alguna victoria posible?
Ahora parece que en Alemania están juzgando a los encubridores y eso está muy bien. Aun así, no hay victoria posible, no hay reparación al daño moral. Que pusieran una placa en la entrada a la capilla del colegio que pusiera “en honor a los que sufrieron abusos por parte de miembros de la Iglesia”, eso me valdría.

Abusos a la infancia
Vila-real concederá la Medalla de Oro al colegio de los carmelitas acusado de abusos
El alcalde de Vila-real por el PSOE, José Benlloch, se ha justificado aludiendo a que “las víctimas no presentan ninguna prueba de lo ocurrido”.
Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Conversamos coa investigadora América Navarro sobre o desprazamento forzoso en Chiapas.
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Salto medra contigo
O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Crónica visual de como unha enorme multitude encheu de diversidade o centro da cidade de Vigo.
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
O Teleclube
'O Teleclube' pecha a temporada cos supervivintes de '28 anos despois'
Danny Boyle e Alex Garland volven ao mundo dos infectados que inspirou o renacemento dos 'zombis'.

Recomendadas

Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Tras o progresivo desmantelamento de varios dispositivos de acollida, moitos refuxiados foron trasladados a outros puntos do Estado sen aviso previo. Outros son simplemente desaloxados trala denegación da súa solicitude de asilo.
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...