València
Cinco familias vuelven a sus hogares tras un desahucio ilegal en Rocafort

Después de 13 días en la calle y una batalla judicial, cinco familias afectadas por un desalojo ilegal ejecutado por los cuerpos policiales recuperan sus viviendas.
Desahucio ilegal Rocafort
Desahucio ilegal de cinco familias en Rocafort.

Apenas 10 días después de una cesárea, D. S. se encontraba en reposo cuando agentes de la Guardia Civil y la Policía Local de Rocafort entraron a su vivienda para proceder a su desahucio. “Empaquetad lo que podáis”, le repetían.

Así lo explica D. S., una de las afectadas por el desahucio de Rocafort, quien con una neonata y su otra hija de 7 años, fue desalojada junto con su pareja y ahora se encuentra sin un lugar estable donde vivir. Cómo ella, otras cuatro familias han pasado 13 días sin un techo fijo, denunciando la injusticia del proceso.

El Sindicato de Vivienda de València (SHV) y estas cinco familias han conseguido una orden de realojamiento después de un desahucio que consideran ilegal

El Sindicato de Vivienda de València (SHV) y estas cinco familias han conseguido una orden de realojamiento después de un desahucio que consideran ilegal. Aunque esta resolución judicial supone un triunfo contra la Sareb, continúa dejando las familias en una situación de incertidumbre y vulnerabilidad.

Las cinco familias, según denuncia el sindicato, fueron víctimas de un desalojo ilegal el pasado 23 de enero en Rocafort(València). Las afectadas fueron expulsadas de sus hogares, en un procedimiento “lleno de irregularidades”. Según el sindicato, la Sareb —propietaria de los inmuebles— llevó a cabo la orden en colaboración con la Guardia Civil, la Policía Local y el Ayuntamiento de Rocafort, los juzgados de Moncada y la empresa Securitas Direct, y dejó en la calle menores, mujeres en situación de vulnerabilidad y personas trabajadoras sin alternativa habitacional.

Un desalojo sin notificación previa

El pasado 22 de enero, la Guardia Civil notificó a varias familias de las calles Carbonell número 16 y Conde de Cirat número 15 que serían desahuciadas en tres días. A pesar de esto, el 23 de enero, a las 8 de la mañana, un despliegue policial, incluyendo la Guardia Civil y la Policía Local de Rocafort, hizo efectivo el desalojo. Este operativo expulsó a la calle a cinco familias, entre las cuales había ocho menores, sin ofrecerles ninguna alternativa habitacional.

“Nos dieron tres días para irnos, pero a la mañana siguiente ya estaban tocando a la puerta”. María, que vive con sus dos hijos de 15 y 16 años, cuenta con que después del desahucio ha estado durmiendo en el salón de una amiga. “Pero hay familias que ni siquiera tienen esto”, lamenta. Su hijo sufrió en septiembre un ataque epiléptico por primera vez y, desde entonces, la situación de estrés ha empeorado su salud. La presión policial fue constante durante el año que estuvo en la vivienda, hasta que el 23 de enero ejecutaron el desalojo. “Me siento muy cansada de luchar”, expresa desesperada.

“Nunca nos habían notificado que esto iba a pasar”, denuncia D. S., quien hasta este momento se encontraba en negociaciones con la entidad para obtener un alquiler justo

Para I. A., la situación fue un nuevo golpe después de años de inestabilidad. “Nos hicieron un contrato falso y lo firmamos. Creíamos que era un alquiler legal”, relata. Ella, sus hijos de 2, 5 y 10 años y la familia de su hermana llegaron a Rocafort después de pasar por un albergue. “Siempre hemos buscado alternativas, pero nos piden nóminas y contratos fijos que no tenemos. ¿Cómo viviremos?”, se pregunta.

“Nunca nos habían notificado que esto iba a pasar”, denuncia D. S., quien hasta este momento se encontraba en negociaciones con la entidad para obtener un alquiler justo. Las familias aseguran que nunca fueron notificadas oficialmente de su desahucio y que, en algunos casos, descubrieron que sus viviendas eran propiedad de la Sareb meses después de haberlas alquilado a intermediarios que les ofrecieron contratos fraudulentos. “Siempre quisimos llegar a un acuerdo y pagar un alquiler social, pero nunca nos dieron respuesta”, explica la afectada.

Los procedimientos judiciales abiertos en los juzgados n.º 1, 3 y 4 de Moncada aseguraban la permanencia de estas familias, pero el desahucio se llevó a cabo por vía del juzgado n.º 2 de la misma población

Ante esta situación, la SHV denuncia que la Sareb, como propietaria de los inmuebles, conocía la existencia de un procedimiento judicial en curso y, a pesar de esto, interpuso una nueva demanda por la vía penal a un juzgado diferente. Los procedimientos judiciales abiertos en los juzgados número 1, 3 y 4 de Moncada aseguraban la permanencia de estas familias, pero el desahucio se llevó a cabo por vía del juzgado número 2 de la misma población valenciana. Esta estrategia legal se llevó a cabo mientras la Sareb mantenía negociaciones con las familias sobre la posibilidad de firmar contratos de alquiler social.

Además, el SHV denuncia que la Guardia Civil concedió un plazo de tres días a las familias para abandonar sus viviendas, pero finalmente ejecutó el desahucio el día siguiente, lo cual ha provocado acusaciones de un posible delito de prevaricación.

Una victoria parcial: las familias vuelven a sus casas

Ante esta situación, el Sindicato de Vivienda de València inició una campaña de presión para denunciar públicamente lo ocurrido y movilizar a organizaciones y medios de comunicación. Según el sindicato, la orden de desahucio fue revocada el mismo 24 de enero por el mismo juez que ordenó la ejecución del desalojo, después de considerar que el procedimiento había vulnerado los derechos de las familias y que existían casos de especial vulnerabilidad.

El juez Guillermo Alegre reconoció la ilegalidad del procedimiento y ordenó que se hiciera efectivo el retorno de las familias a sus viviendas. Sin embargo, denuncian que la Sareb se negó a cumplir la resolución y presentó un recurso para evitar el reingreso de las familias. Una solicitud que finalmente fue desestimada por la Fiscalía.

Los procesos judiciales que algunas familias ya tenían abiertos continuarán en marcha. “Ahora nos dan la casa pero, aun así, es temporal. Tenemos que volver a pasar por eso otra vez?”, se pregunta María

Después de 13 días de incertidumbre y sin un techo estable, este 5 de febrero las familias han podido volver a sus viviendas. El SHV califica el hecho como “una victoria sin precedentes en la lucha por el derecho a la vivienda”, aunque advierte que el problema no está resuelto. Los procesos judiciales que algunas familias ya tenían abiertos continuarán en marcha. “Ahora nos dan la casa pero, aun así, es temporal. Tenemos que volver a pasar por eso otra vez?”, se pregunta María.

El sindicato ha hecho públicas sus exigencias a la Sareb: la suspensión de todos los procedimientos civiles y penales contra las familias, la regularización de los alquileres sociales, la compensación económica por las pérdidas materiales sufridas durante el desalojo y la reparación de los desperfectos a las viviendas. También exigen la restitución inmediata de los suministros básicos, como por ejemplo el agua, que según denuncian fue cortada antes del desahucio.

“Somos la clase trabajadora que le da de comer a esa gente que ahora nos echa”, reivindica María. Tanto ella como la resta de las familias insisten que no buscan vivir sin pagar, sino acceder a un alquiler social justo que los permita estabilidad. “Queremos pagar un alquiler y vivir tranquilos. No somos delincuentes, somos trabajadores”, concluye I. A. Ahora, con estos precedentes se negociarán futuros alquileres sociales, si bien, todavía no hay una fecha fijada.

A pesar de que el SHV considera esta decisión judicial una victoria en su lucha contra los desalojos, advierten que su compromiso no acabará hasta que estas familias tengan acceso a una vivienda digna y segura. “Mientras el negocio inmobiliario esté por encima del derecho a la vivienda, la clase trabajadora tiene que organizarse en instituciones que defienden sus intereses”, reivindican desde el sindicato. Su reivindicación es clara: la lucha continuará hasta que se garantice el derecho a la vivienda para todas las personas afectadas.

València
Cinc famílies tornen a les seues llars després d'un desnonament il·legal a Rocafort

Després de 13 dies al carrer i una batalla judicial, cinc famílies afectades per un desallotjament il·legal aconseguixen tornar a les seues vivendes.
Desahucio ilegal Rocafort
Desnonament del passat 23 de gener al carrer Carbonell, 16
Correcció versió valencià: Cora Bartual
7 feb 2025 06:00

Tot just 10 dies després d'una cesària, D. S. es trobava en repòs quan agents de la Guàrdia Civil i la Policia Local de Rocafort van entrar a la seua vivenda per procedir al seu desnonament. “Empaqueteu el que pugueu”, li repetien.

Així ho explica D. S., una de les afectades pel desallotjament de Rocafort, qui amb una nounada i la seua altra filla de 7 anys, va ser desallotjada junt amb la seua parella i ara es troba sense un lloc estable on viure. Com ella, unes altres quatre famílies han passat 13 dies sense un sostre fix, denunciant la injustícia del procés.

El Sindicat d’Habitatge de València (SHV) i aquestes cinc famílies han aconseguit una ordre de reallotjament després d'un desnonament que consideren il·legal

El Sindicat d’Habitatge de València (SHV) i aquestes cinc famílies han aconseguit una ordre de reallotjament després d'un desnonament que consideren il·legal. Encara que aquesta resolució judicial suposa un triomf contra la Sareb, continua deixant les famílies en una situació d'incertesa i vulnerabilitat.

Les cinc famílies, segons denuncia el sindicat, van ser víctimes d'un desallotjament il·legal el passat 23 de gener a Rocafort. Les afectades van ser expulsades de les seues llars, en un procediment “ple d'irregularitats”. Segons el sindicat, la Sareb —propietària dels immobles— va dur a terme l'ordre en col·laboració amb la Guàrdia Civil, la Policia Local i l'Ajuntament de Rocafort, els jutjats de Moncada i l’empresa Securitas Direct, i va deixar al carrer menors, dones en situació de vulnerabilitat i persones treballadores sense alternativa habitacional.

Un desallotjament sense notificació prèvia

El passat 22 de gener, la Guàrdia Civil va notificar a diverses famílies dels carrers Carbonell número 16 i Conde de Cirat número 15 que serien desnonades en tres dies. Malgrat això, el 23 de gener, a les 8 del matí, un desplegament policial, incloent-hi la Guàrdia Civil i la Policia Local de Rocafort, va fer efectiu el desallotjament. Aquest operatiu va expulsar al carrer cinc famílies, entre les quals hi havia huit menors, sense oferir-los cap alternativa residencial.

“Ens van donar tres dies per a anar-nos-en, però al matí següent ja estaven tocant a la porta”. María, que viu amb els seus dos fills de 15 i 16 anys, compta que després del desnonament ha estat dormint al saló d'una amiga. “Però hi ha famílies que ni tan sols tenen això”, lamenta. El seu fill va patir al setembre un atac epilèptic per primera vegada i, des de llavors, la situació d'estrés ha empitjorat la seua salut. La pressió policial va ser constant durant l'any que va estar a la vivenda, fins que el 23 de gener van executar el desallotjament. “Em sent molt cansada de lluitar”, expressa desesperada.

“Mai ens havien notificat que això anava a passar”, denuncia D. S., qui fins a aquest moment es trobava en negociacions amb l'entitat per a obtindre un lloguer just

Per a I. A., la situació va ser un nou colp després d'anys d'inestabilitat. “Ens van fer un contracte fals i el firmem. Créiem que era un lloguer legal”, relata. Ella, els seus fills de 2, 5 i 10 anys i la família de la seua germana van arribar a Rocafort després de passar per un alberg. “Sempre hem buscat alternatives, però ens demanen nòmines i contractes fixos que no tenim. Com viurem?”, es pregunta.

“Mai ens havien notificat que això anava a passar”, denuncia D. S., qui fins a aquest moment es trobava en negociacions amb l'entitat per a obtindre un lloguer just. Les famílies asseguren que mai van ser notificades oficialment del seu desnonament i que, en alguns casos, van descobrir que les seues vivendes eren propietat de la Sareb mesos després d'haver-les llogat a intermediaris que els van oferir contractes fraudulents. “Sempre vam voler arribar a un acord i pagar un lloguer social, però mai ens van donar resposta”, explica l'afectada.

Els procediments judicials oberts als jutjats nº 1, 3 i 4 de Moncada asseguraven la permanència d'aquestes famílies, però el desnonament es va dur a terme per via del jutjat nº 2 de la mateixa població

Davant aquesta situació, l’SHV denuncia que la Sareb, com a propietària dels immobles, coneixia l'existència d'un procediment judicial en curs i, malgrat això, va interposar una nova demanda per la via penal a un jutjat diferent. Els procediments judicials oberts als jutjats nº 1, 3 i 4 de Moncada asseguraven la permanència d'aquestes famílies, però el desnonament es va dur a terme per via del jutjat nº 2 de Moncada. Aquesta estratègia legal es va dur a terme mentre la Sareb mantenia negociacions amb les famílies sobre la possibilitat de firmar contractes de lloguer social.

A més, l’SHV denuncia que la Guàrdia Civil va concedir un termini de tres dies a les famílies per a abandonar els seus habitatges, però finalment va executar el desnonament l'endemà, la qual cosa ha provocat acusacions d'un possible delicte de prevaricació.

Una victòria parcial: les famílies tornen a les seues cases

Davant aquesta situació, el Sindicat d’Habitatge de València va iniciar una campanya de pressió per denunciar públicament l'ocorregut i mobilitzar a organitzacions i mitjans de comunicació. Segons el sindicat, l'ordre de desnonament va ser revocada el mateix 24 de gener pel mateix jutge que va ordenar l'execució del desallotjament, després de considerar que el procediment havia vulnerat els drets de les famílies i que existien casos d'especial vulnerabilitat.

El jutge Guillermo Alegre va reconéixer la il·legalitat del procediment i va ordenar que es fera efectiu el retorn de les famílies a les seues vivendes. No obstant això, denuncien que la Sareb es va negar a complir la resolució i va presentar un recurs per evitar el reingrés de les famílies. Una sol·licitud que finalment va ser desestimada per la Fiscalia.

Els processos judicials que algunes famílies ja tenien oberts continuaran en marxa. “Ara ens donen la casa però, així i tot, és temporal. Hem de tornar a passar per això una altra vegada?”, es pregunta María

Després de 13 dies d'incertesa i sense un sostre estable, aquest 5 de febrer les famílies han pogut tornar a les seues vivendes. L’SHV qualifica el fet com a “una victòria sense precedents en la lluita pel dret a la vivenda”, encara que advertix que el problema no està resolt. Els processos judicials que algunes famílies ja tenien oberts continuaran en marxa. “Ara ens donen la casa però, així i tot, és temporal. Hem de tornar a passar per això una altra vegada?”, es pregunta María.

El sindicat ha fet públiques les seues exigències a la Sareb: la suspensió de tots els procediments civils i penals contra les famílies, la regularització dels lloguers socials, la compensació econòmica per les pèrdues materials patides durant el desallotjament i la reparació dels desperfectes a les vivendes. També exigixen la restitució immediata dels subministraments bàsics, com ara l'aigua, que segons denuncien va ser tallada abans del desnonament.

“Som la classe treballadora que li dona menjar a eixa gent que ara ens tira”, reivindica María. Tant ella com la resta de les famílies insistixen que no busquen viure sense pagar, sinó accedir a un lloguer social just que els permeta estabilitat. “Volem pagar un lloguer i viure tranquils. No som delinqüents, som treballadors”, conclou I. A. Ara, amb aquests precedents es negociaran futurs lloguers socials, si bé, encara no hi ha una data fixada.

Tot i que l’SHV considera aquesta decisió judicial una victòria en la seua lluita contra els desallotjaments, advertixen que el seu compromís no acabarà fins que aquestes famílies tinguen accés a una vivenda digna i segura. “Mentre el negoci immobiliari estiga per damunt del dret a l’habitatge, la classe treballadora ha d’organitzar-se en institucions que defensen els seus interessos”, reivindiquen des del sindicat. La seua reivindicació és clara: la lluita continuarà fins que es garantisca el dret a la vivenda per a totes les persones afectades.

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