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Valencia
El desborde en el 112 valenciano: “Éramos 24 trabajando cuando llegó la dana”
Jorge (nombre ficticio) entró a trabajar el pasado martes 29 de octubre a las 15:00 de la tarde en el servicio telefónico del 112 como un día más, con 24 compañeros por turno para atender a todo el País Valencià. La dana aún no estaba en su imaginario pero la precariedad en el servicio ya era una realidad. De repente, les avisaron que había alerta naranja. "Al poco de entrar empezaron avisos por Utiel bastante alarmantes, una persona subida al tercer piso para escapar del agua. Luego llaman del polígono de Ribarroja, que estaban subidos a los techos de las naves... Mucho tiempo después sonaron las alertas de nuestros móviles pero ya estaba pasando lo peor", explica.
Este trabajador, que prefiere mantener su anonimato, trabaja para Ilunion Emergencias, quien gestiona este servicio externalizado por la Generalitat Valenciana y dependiente del Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU). Explica que tienen turnos de 24 personas para atender a todo el País Valencià, y por la noche han llegado a ser seis personas. Y así les pilló ese día, que tuvieron que ir reforzando los turnos a la fuerza. “Quieren sacar el máximo beneficio con el mínimo personal”, añade.
En 2018 la Generalitat sacó a concurso el servicio por 10,7 millones de euros e Ilunion consiguió el contrato por 10,3 millones, esto es, medio millón de de euros menos
Anastasio Borreguero, miembro de CGT y único representante de este sindicato en la plantilla confirma los datos en los turnos habituales. Eso sí, hace hincapié que desde el primer momento reforzaron las plantillas y han llegado a ser 40 personas para atender la avalancha de llamadas. “En ese día se dimensionó todo lo que se pudo, los compañeros estuvimos al lado y hemos hecho turnos de 10 horas de manera voluntaria”, explica Borreguero, quien confirma el colapso vivido en las líneas: “Hemos llegado a tener 400 llamadas en cola”.
Externalización de servicios
Ilunion Emergencias, quien gestiona el 112, pertenece a al grupo Ilunion, a su vez insertado en el Grupo Social ONCE. La mayoría de sus trabajadores y trabajadoras presentan discapacidad. Dicen en su web que son “una demostración de que el trabajo de las personas con discapacidad resulta económica y socialmente rentable y, por tanto, sostenible”.
En 2018 la Generalitat sacó a concurso el servicio por 10,7 millones de euros e Ilunion consiguió el contrato por 10,3 millones, esto es, casi medio millón de euros menos. Una puja a la baja que merma la calidad en el servicio según valora Jorge para El Salto.
“Estamos luchando por intentar conseguir un convenio propio adaptado a nuestra responsabilidad, no somos un servicio de ventas, estamos para responder las llamadas de los ciudadanos”
“El dimensionamiento de la plantilla es bajo, si lo que quieres es una respuesta rápida al ciudadano en picos de llamada se queda corto”, afirma Borreguero, quien indica otro problema: trabajan bajo el convenio de Contact Center, esto es de telemarketing, mientras son un servicio esencial que salva vidas. El producto de esto: salarios mileuristas. “Pese a que se llegaron a acuerdos de mejora, no ha habido muchas actualizaciones, cada vez nos exigen más y el sueldo sigue siendo el mismo. Estamos luchando por intentar conseguir un convenio propio adaptado a nuestra responsabilidad, no somos un servicio de ventas, estamos para responder las llamadas de los ciudadanos”, expresa el portavoz de CGT.
Borreguero se queja también por la “soledad” en la que están trabajando estos días. No han sido visitados por las autoridades, ni salen en los medios, pero no dejan de arrimar el hombro y son el primer contacto para las víctimas. “Yo tenía toda la semana pasada libre de turnos y he estado trabajando. Mi primer día libre es hoy. Había gente que tenía vacaciones y ha estado ahí. Todo el personal del 112 se ha volcado para atender esta tragedia. El trabajo del 112 es muchas veces invisible”, zanja.