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América Latina
Denuncias de fraude y protestas tras las elecciones en Paraguay
El pasado 30 de abril el candidato oficialista del Partido Colorado, Santiago Peña, era electo como presidente del Paraguay con el 43% de los votos superando al candidato opositor Efraín Alegre quien con un 27,4% sumó su tercera derrota consecutiva como candidato opositor.
Al día siguiente, el lunes 1 de mayo, el candidato Paraguayo Cubas, quien con el 23% de los votos ocupó el tercer lugar en la contienda electoral llamó a desconocer los resultados denunciando un supuesto fraude electoral.
En las últimas semanas, importantes protestas se desataron a lo largo del país, corte de rutas, disturbios y enfrentamientos con la policía que dejaron como saldo varias personas heridas, alrededor de 208 detenidas y más de 100 imputados con prisión preventiva.
La principal concentración se registró frente al Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE), lugar hasta donde numerosas personas se agruparon exigiendo la nulidad de las elecciones. También el candidato opositor, Efraín Alegre, pese a haber reconocido su derrota anteriormente, terminó sumando su voz a la denuncia y solicitó el cómputo manual del 10 % de mesas elegidas aleatoriamente de distintos colegios electorales de todo el país y una auditoría internacional del sistema electrónico de votación.
Detención de Paraguayo Cubas
El pasado viernes, 5 de mayo, el ex presidenciable, Paraguayo Cubas Colomés fue detenido por agentes de la Policía Nacional, mientras se dirigía hacia Asunción, capital del país, para encabezar las movilizaciones convocadas frente al TSJE.
Desde entonces está recluido en la Agrupación Especializada, centro de formación táctica de la policía que pasó a convertirse en una prisión para presos de alta peligrosidad ante la falta de penitenciarías de máxima seguridad en el país.
En medio de este escenario, la figura de Paraguayo Cubas irrumpía al presentarse él como la opción independiente, anticorrupción y antisistema. Con casi 700.000 votos (23%) quedó tercero en las elecciones. Ahora se encuentra detenido
Acusado por el ministerio público de los presuntos delitos de “perturbación de la paz pública, amenaza de hechos punibles, tentativa de impedimento de las elecciones, tentativa de coacción a órganos constitucionales y resistencia”, en estos momentos Cubas se encuentra aguardando su traslado a una cárcel del interior del país.
Las sospechas de fraude y las dudas sobre el voto electrónico
Desde 2018 en Paraguay se encuentra vigente la votación electrónica, las denuncias de fraude dan cuenta de una falta de transparencia por parte de la empresa Magic Software Argentina (MSA) que no permitió a los partidos políticos una auditoría externa a las máquinas de votación. También apuntan al sistema de transmisión de resultados TREP, cuyo cómputo de votos no coincidía con las actas originales, según denuncias.
Antecedentes de fraude y falta de legitimidad
El Partido Colorado gobierna el Paraguay desde 1947, con una única excepción en los últimos 76 años, cuando en el año 2008, resultó electo Fernando Lugo al frente de una coalición opositora. Durante 35 años, entre 1954 y 1989, sostuvo la dictadura militar de Alfredo Stroessner, periodo durante el cual se realizaban elecciones fraudulentas con supuestos contrincantes que se prestaban para montar una “farsa electoral” y partidos de oposición que estaban prohibidos.
Durante la última jornada de votación, medios locales difundían numerosas denuncias que trascendían principalmente en redes sociales sobre irregularidades durante el proceso: voto asistido, compra de votos, conformación irregular de las mesas de votación y agresiones por parte de operadores del Partido Colorado. La poderosa maquinaria electoral de la fuerza oficialista se ponía una vez más en marcha.
Finalizada la jornada electoral, los resultados arrojaron que con una participación que se mantuvo en el 63,24% del padrón nacional, número que se repite desde el 2003, triunfaba el candidato colorado, Santiago Peña. Con un total de 1.292.079 votos, apenas 87.000 más de lo que obtuvo su partido en el 2018, frente al crecimiento del 12,8 % del padrón nacional.
Horacio Cartes, actual presidente del Partido Colorado, expresidente de la república y principal impulsor de la candidatura de Santiago Peña fue declarado “significativamente Corrupto” por Estados Unidos
Estos datos confirmaron que el partido colorado volvió a reafirmarse en el poder movilizando los “votos duros” de su eficiente maquinaria clientelar construida a partir de lo que se conoce como sistema de “prebendas”, práctica que premia con cargos públicos en el Estado a quienes muestran “lealtad” hacia el partido. El mismo Peña, en el último tramo de su campaña electoral había asegurado frente a funcionarios de la Itaipú Binacional que los cargos en la función pública se obtienen gracias al Partido Colorado y no por tener títulos universitarios.
A la sombra de Cartes
En enero de este año, Horacio Cartes, actual presidente del Partido Colorado, expresidente de la república y principal impulsor de la candidatura de Santiago Peña fue declarado “significativamente Corrupto” por Estados Unidos y sancionado por el Departamento del Tesoro de este país. Se lo vincula al tráfico internacional y contrabando de cigarrillos, vínculos con grupos terroristas como Hezbollah, manipulación de la Justicia, sobornos a legisladores y miembros del partido colorado para apoyar su candidatura de las elecciones del 2013 y de haber realizado promesas de pago de hasta 1 millón de dólares para comprar los votos de legisladores en su intento de reelección presidencial en el año 2017.
Pese a estas acusaciones, Santiago Peña reafirmó su lealtad mostrándose junto a Cartes el día de la victoria. Aseguró que dichas acusaciones no provienen de Washington, sino desde el mismo gobierno paraguayo, encabezado por el actual presidente Mario Abdo Benítez, adversario de Cartes en las internas del Partido Colorado, en connivencia con la embajada norteamericana en Paraguay.
Demandas populares postergadas
Paraguay es un país agroexportador de materia prima, principalmente de soja y carne, con escasa o nula industrialización. Esta matriz productiva genera altos niveles de concentración de la tierra y las riquezas. Se estima que el 90% de las tierras se encuentra en manos de 12.000 grandes propietarios, mientras que el 10% se reparte entre 280.000 pequeños y medianos productores. Además de la deforestación de bosques y la destrucción de hábitats por la fumigación con agroquímicos utilizados para la producción de soja, principalmente.
Con estos niveles de concentración la población paraguaya se encuentra en situaciones críticas, con brechas de desigualdad que se hacen abismales. 1.817.000 personas (24,7%) viven bajo la línea de la pobreza y 1.805.000 personas aproximadamente (64,2%) subsisten en la informalidad.
Toda esta situación genera el desplazamiento de poblaciones rurales enteras que se instalan en la capital y sus periferias, sitios que, a raíz al hacinamiento y la falta de planificación urbana, no se encuentran condiciones de asimilar productivamente a nadie.
El fenómeno Payo: capitalizando el descontento
Paraguayo (Payo) Cubas, un disruptor de la corrección política, logró captar la atención de miles de seguidores a través de su peculiar manera de hacer política y manejo de las redes sociales. Durante su breve periodo parlamentario vació una botella con agua a una de las principales figuras del Partido Colorado, Juan Carlos Galaverna, lo que le valió la expulsión del parlamento. También defecó en la secretaría de un juzgado. Acciones de tinte populista que fueron transmitidas en vivo y se viralizaron rápidamente generando gran adhesión por parte del público digital.
El descontento acumulado por los sectores más desprotegidos es capitalizado por este actor político de ultraderecha que logró desencadenar protestas a nivel nacional desde el día posterior a las elecciones.
Se estima que el 90% de las tierras se encuentra en manos de 12.000 grandes propietarios, mientras que el 10% se reparte entre 280.000 pequeños y medianos productores
Pese a que se presenta como una figura nueva e independiente, es ya un experimentado político que se sostiene sobre discursos demagógicos para imponer una agenda política de ultraderecha. Se declara seguidor de Najeeb Bukele, habla de expulsar a brasileños que ocupan parte del territorio del país y recuperar tierras públicas, implementar la pena de muerte para políticos corruptos y ladrones, prohibir los partos por cesáreas y realizar reformas constitucionales que implicarían la disolución del Congreso Nacional.
También fue presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Asunción (1986-1987), electo Diputado Nacional para el periodo 1993/1998, candidato a gobernador de Alto Paraná en 1998, y candidato a intendente de Ciudad del Este en el 2001. Senador electo en el 2018 y expulsado un año después. En su profesión como abogado estuvo ligado a poderosos grupos empresariales en el Este del país, acusados de lavado de dinero.
La debacle opositora
La oposición Concertación Nacional (CN), presentó la dupla presidencial compuesta por Efraín Alegre, del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) y a Soledad Núñez, ex ministra de la Vivienda y el Hábitat durante el periodo de gobierno de Cartes.
Esta articulación de centro derecha logró unir en alianza para las elecciones a 40 organizaciones políticas y 150 organizaciones sociales pero no terminó de convencer ni movilizar voluntades de sectores desencantados con la política tradicional. Alegre, de profesión abogado, fue diputado, senador y exministro de Fernando Lugo, durante este periodo había votado a favor del juicio político al expresidente de la República.
En medio de este escenario, la figura de Paraguayo Cubas irrumpía al presentarse él como la opción independiente, anticorrupción y antisistema. Con casi 700.000 votos (23%) quedó tercero en las elecciones, sin alianzas con otros sectores.
Su partido, Cruzada Nacional se alzó con cinco bancas en el Senado y cinco en la cámara de Diputados. Entre sus candidatos electos se encuentra Rafael Esquivel, alias Mbururú que se encuentra en prisión afrontando un proceso judicial por abuso sexual infantil y a quien Cubas dio su respaldo asegurando que lo haría jurar como senador desde la cárcel.
También desplazó al Frente Guasu, nucleación progresista, de tendencia socialdemócrata, que quedó con una sola banca en el senado, de las siete con las que contaba. El único escaño fue conquistado por Esperanza Martínez, exministra de salud durante el único gobierno de alternancia al frente de Lugo y actual legisladora.
Por su parte, el Partido Colorado se quedó con 15 de las 17 gobernaciones de Paraguay y aseguró el control de ambas cámaras del Congreso.
De esta manera el tablero político cerró filas y terminó de acomodarse por derecha en medio de una aguda crisis política, la casi extinción de representación progresista en el parlamento, una profunda desconfianza hacia las instituciones democráticas y la emergencia de un nuevo actor político de ultraderecha.
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Desastre total en un país donde el agronegocio se expresa nítidamente, con la concentración de tierras y la exportación de monocultivos.
Y mientras el pueblo paraguayo sufre el desempleo y el hambre, las elites políticas crean falsas alternativas como la de Payo Cubas, que visto lo visto no es más que un ultraliberal y reaccionario. Esto unido al partido Colorado hace del Paraguay un sueño para el agronegocio.
La única opción de izquierdas que resiste es el Frente Guasu, por lo que hay que defenderla y llevar su mensaje ante el pueblo paraguayo.