Protestas en Minsk
El 15 de agosto, en la estación de metro Pushkinskaya en Minsk, se despidieron del manifestante muerto Alyaksandr Tarkouski durante una manifestación de protesta el 10 de agosto. Foto: spring96.org

Bielorrusia
¿Son el nacionalismo y el neoliberalismo las únicas opciones en Bielorrusia?

Por desgracia, la respuesta a la pregunta del título parece ser afirmativa. Esas son las ideas por las que estos días fluye el poder.

Traducción: Àngel Ferrero
20 ago 2020 06:00

Días agitados en Bielorrusia: las protestas contra unas elecciones presidenciales amañadas han dado pie a una dura y sangrienta represión de los siloviki [N. del T.: políticos vinculados a los cuerpos y fuerzas de seguridad en el espacio postsoviético], primero, y a un movimiento político mucho más amplio, después, que ha debilitado a Alexander Lukashenko, el decano líder cosplay sovok. [Literalmente “recogedor”. Término derogatorio, por su similitud con “soviético”, para referirse a una persona que añora la Unión Soviética o tiene una mentalidad soviética].

Estados Unidos y la Unión Europea tratan desde hace años de interferir, entrenando y apoyando a la oposición en Bielorrusia como parte de la vieja estrategia imperialista de separar a las antiguas repúblicas soviéticas de Rusia

No he escrito nada sobre el conflicto porque, como es obvio, la situación cambia rápidamente y además es muy difícil obtener información decente de él. Evidentemente, Estados Unidos y la Unión Europea tratan desde hace años de interferir, entrenando y apoyando a la oposición en Bielorrusia como parte de la vieja estrategia imperialista de separar a las antiguas repúblicas soviéticas de Rusia, una estrategia de la que son testimonio toda una serie de las ahora infames “revoluciones de colores”. Esto es un hecho. Y Lukashenko ha utilizado este hecho para sonsacar concesiones y subsidios a Rusia y Vladímir Vladimírovich [Putin].

Así que, cuando veas a los comentaristas y políticos estadounidenses ofrecer su apoyo a las aspiraciones democráticas del pueblo bielorruso, es importante recordar que a nuestros burócratas imperiales no les importan los bielorrusos, del mismo modo que no les importan los ucranianos, los georgianos o los armenios. Lo único que quieren es desestabilizar a Rusia de la manera que sea, y si la desestabilización termina con un desplome de la economía, provoca una oleada de trabajadores inmigrantes, desesperados y explotables, hacia la UE y privatiza la riqueza industrial y agrícola del país, tanto mejor. No hay más que ver cómo ha ayudado la injerencia estadounidense al pueblo de Ucrania. Por si quedaban dudas, lo ha señalado uno los comentaristas rusos de nuestra corte: en el fondo, de lo que se trata, es de Putin y Rusia. ¡Gracias, Julia [Ioffe]!

Ahora que hemos aclarado el aspecto externo, es importante comprender que no se trata de un conflicto puramente fabricado, sin más. Es bastante obvio que la desafección y el aborrecimiento hacia Lukashenko y su camarilla de administradores del Estado y siloviki es muy real y ha ido en aumento estos últimos años. Esto, en combinación con la represión violenta de los manifestantes, su respuesta a la pandemia de covid-19 —“somos más fuertes que los confinamientos”— y el deterioro de la situación económica en el país han llevado a una disminución del apoyo entre buena parte de la ciudadanía, incluso entre los obreros industriales, un segmento de la población que normalmente ha sido un apoyo pasivo a Lukashenko o, al menos, lo ha apoyado a regañadientes.

El poder de Lukashenko descansaba en su habilidad para mantener la extraña combinación de un Estado satélite soviético light, centralizado y nostálgico, con grandes corporaciones industriales y agrícolas nacionalizadas

El poder de Lukashenko descansaba en su habilidad para mantener la extraña combinación de un Estado satélite soviético light, centralizado y nostálgico, con grandes corporaciones industriales y agrícolas nacionalizadas. También dependía de proporcionar a la gente estabilidad y seguridad económica. Pero parece que ambas cosas se han erosionado con el paso de los años, y con ellas, su base social.

Justamente hoy [por 17 de agosto] Lukashenko ha sido despachado con abucheos cuando intentaba hablar a los obreros de la Fábrica de vehículos de motor de Minsk (MZKT), que produce autobuses, camiones pesados y maquinaria, así como componentes para el ejército. Meduza ha entrevistado a varios trabajadores de la fábrica que aseguran que la mayoría de la plantilla quiere que Lukashenko renuncie y se convoquen unas elecciones justas. Este es un cambio importante, del que intentaré escribir más adelante. Pero por ahora me gustaría recomendar una entrevista publicada por Jacobin que recoge una cuestión de esta ola de protestas que se ha pasado por alto: la ideología. ¿En qué creen los manifestantes, cuáles son las ideas que circulan en este movimiento?

En esta entrevista, Ksenia Kunitskaya, redactora de Poligraf, un medio de comunicación bielorruso de izquierdas, habla de algo importante y muy deprimente: la ideología liberal y nacionalista que actualmente domina el movimiento, incluso entre la clase trabajadora. Estos son algunos de los mejores extractos:

KK: El primer motivo es el cansancio que ha ido acumulándose en la población a cuenta de los veinticinco años de Lukashenko en el poder. Su manera de gobernar es manifiesta en su estilo de comunicación bronco, lo mismo con sus adversarios que sus propios subordinados, que con frecuencia se presenta como una rudeza espontánea y natural. La situación la agrava la indiferencia mostrada por los funcionarios locales, que no siguen el sentir de la población, sino del líder. Estas cualidades se manifestaron a las claras durante la mala gestión del gobierno de la epidemia de covid-19, que ha irritado a la población. Además, el gobierno ha estado desmantelando consistentemente el modelo de Estado asistencial y las obligaciones sociales hacia sus ciudadanos. […] Además, las autoridades han prestado poca atención a su imagen positiva a ojos de la población. Nuestra propaganda estatal es muy endeble y no pocas veces ridícula: “Nunca hemos vivido tan bien como ahora”, afirman. La oposición, sin embargo, ha creado un sistema efectivo y profesional de medios de comunicación modernos y digitales. A través de ellos señalan los defectos del Estado y llevan a cabo propaganda a favor de las reformas neoliberales y una política memorialista nacionalista. Esto ha permitido a la oposición liberal-nacionalista movilizar apoyos antes de las elecciones, descubrir numerosos casos de manipulación electoral por parte de las autoridades y sacar a la gente a la calle. A todo ello se suman que la dura respuesta policial —el uso de granadas aturdidoras, cañones de agua y gases lacrimógenos, las torturas a los detenidos— ha causado indignación no únicamente entre quienes apoyan la oposición, sino que ha conmocionado incluso a quienes nunca antes se habían interesado por la política.

Los colectivos de trabajadores de las grandes factorías han amenazado con ir a la huelga, y este hecho, al menos en el momento de escribir estas líneas, ha obligado a las autoridades a poner coto a la violencia policial. Pero hasta la fecha los trabajadores se han limitado a exigir exclusivamente demandas democráticas generales, en línea con el tono en general liberal de las protestas. Las protestas han marcado claramente una nueva tendencia: los partidos políticos tradicionales, ya sean de izquierdas o derechas, no han desempeñado ningún papel en ellas. La inspiración ideológica y práctica ha venido más bien de los medios de comunicación, incluyendo las redes sociales. Quien tiene unos medios de comunicación fuertes, controla las mentes. Pero ahora estos medios fuertes están en manos de quienes promueven una agenda liberal y nacionalista. Y si los trabajadores son adoctrinados en ella, ¿de dónde habría de surgir un movimiento obrero con conciencia de clase?


Como señala Ksenia, y confirman otras entrevistas con trabajadores bielorrusos, uno de los principales motivos del amplio apoyo al movimiento es que aspectos como clase, política y poder han quedado al margen de los debates y demandas, que se han centrado en cuestiones en las que todo el mundo puede estar de acuerdo: liberar a gente de prisión, celebrar elecciones libres y justas. Todo eso está muy bien, pero las verdaderas preguntas son qué ideas e intereses dominarán si se acaban celebrando esas elecciones libres, quién tiene la organización y el poder de hacer valer su agenda y su gente. Si observamos la historia de los estados postsoviéticos en el áspero vecindario de Bielorrusia no resulta difícil imaginar sino una salida: neoliberalismo, privatización y el dominio de un puñado de intereses empresariales y oligárquicos. Esa es la realidad en el espacio postsoviético y, en verdad, en la mayor parte del mundo: el neoliberalismo y el nacionalismo son la única respuesta. Esas son las ideas por las que fluye el poder.

Los bielorrusos van a darse bastante pronto cuenta de a qué conduce una “revolución” neoliberal, y va a ser una lección brutal

Me entristece decir esto, pero los bielorrusos van a darse bastante pronto cuenta de a qué conduce una “revolución” neoliberal, y va a ser una lección brutal. Por mala que sea la situación para ellos ahora, mucho temo que casi con toda seguridad va a empeorar. En pocas palabras: están jodidos si lo hacen y también si no.

Un par de apuntes más. Bielorrusia no es Ucrania. No tiene un sistema descentralizado de clanes de oligarcas que compiten entre ellos para conseguir el favor externo en sus luchas por el poder doméstico. Pero eso no significa que no tenga intereses que estén presionando para que se aprueben diversas reformas neoliberales o que estén trabajando con potencias extranjeras para conseguir ese fin. Un actor a tener en cuenta en esta historia es el sector tecnológico de Bielorrusia, un sector que está profundamente integrado en las estructuras empresariales y financieras occidentales. Y hasta donde alcanza mi conocimiento, este sector está teniendo un considerable papel en estas protestas.

Un aspecto positivo es que Bielorrusia —a diferencia de Ucrania u otros vecinos como Polonia, Lituania o Letonia— no cuenta con una historia de nacionalismo o fuertes movimientos fascistas que puedan ser fácilmente instrumentalizados. Es más, Bielorrusia parece ser el país menos nacionalista de Europa. Si te interesa saber un poco más sobre este tema, te recomiendo que escuches la entrevista de Sean Guillory con Per Rudling sobre su libro sobre la (muy breve) historia del nacionalismo bielorruso, que dura unos treinta minutos.

Eso es todo por ahora.

Arquivado en: Bielorrusia
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Rusia
La memoria de la Gran Guerra Patriótica a través del 9 de mayo
El 9 de mayo es uno de los días más importantes para Rusia. La victoria contra la Alemania nazi ha ocupado un lugar especial en la memoria colectiva del pueblo eslavo, vinculándose con el pasado soviético pero desde una óptica reaccionaria.
Bosques
Consecuencias de la guerra Madera de conflicto y la guerra que no deja ver el bosque
El conflicto en Ucrania está sirviendo como excusa para que algunos países, partidos políticos y 'lobbies' intenten paralizar medidas contra la deforestación y la importación de productos agroindustriales.
#68202
24/8/2020 13:28

Nacionalismo....eso vendrá si gana la oposicion fascista...

0
0
#68730
31/8/2020 0:28

Dios te oiga

0
0
#68087
21/8/2020 23:22

Vaya, qué rápido lo habéis visto venir en Bielorrusia y lo que os costó verlo en el "Procés". Seria interesante hacer un repaso de los artículos editados durante los cuatro últimos años sobre el proceso nacionalista y neoliberal... catalán.

4
3
#67979
20/8/2020 15:44

Sinceramente, si la gente de Bielorus no es capaz de articular una propuesta alternativa que no pase por la injerencia eu/otanista -que subcontratarán nazis, como siempre- a lo mejor es el momento de echarse a pensar un rato, antes de q la cosa se vaya de madre.
Un artículo estupendo y muy necesario. En mi caso particular, como vivo a miles de kilómetros, pues aprecio esta información pero me guío por lo que diga el Partido Comunista local.

3
0
#67948
20/8/2020 11:05

Una farsa, otro nuevo cuento mediatico, elaborado por los mismos poderes que van a generar más pobreza, desempleo y exilio por la competitividad del mercado. Falta una respuesta de clase y el gobierno no es un ejemplo, pero jamás el neoliberalismo será la solución de las clases trabajadoras

7
0
Desahucios
Escudo social Sanitarios y sanitarias de atención primaria se unen contra los desahucios, “un problema de salud pública”
Depresión, ansiedad, empeoramiento de enfermedades crónicas o surgimiento de nuevas afecciones acompañan a los problemas habitacionales. Lo denuncian médicos de Vallecas (Madrid) y lo refrendan los estudios.
Estados Unidos
Extrema derecha Trump anuncia un campo de concentración para 30.000 migrantes en Guantánamo en el 80 aniversario de Auschwitz
La estrategia de llevar la detención de migrantes a territorios lejanos, opacos y sin garantías de derechos también ha sido la opción elegida por la Unión Europea en el último año.
Salario mínimo
Pacto bipartito Trabajo y sindicatos acuerdan la subida del salario mínimo en 50 euros sin el apoyo de la patronal
Díaz anuncia un acuerdo con los sindicatos que llevará al Congreso de Ministros de forma “inminente” la propuesta del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos proponían una subida de 66 euros y la patronal, de 34 euros.

Últimas

Crisis climática
Parlamento Ciudadano Climático Un jurado popular ciudadano para combatir la crisis climática y el retroceso democrático
En un momento crítico para la democracia y la acción climática, cinco organizaciones medioambientales reunieron en el Congreso de los Diputados a científicos, actores sociales y asambleístas para impulsar un Parlamento Ciudadano Climático Permanente.
Ayuntamiento de Madrid
Convenio colectivo Las cuidadoras ganan a Almeida: Madrid anuncia nuevos pliegos con la subida salarial pactada
Las trabajadoras de cuidados seguirán en huelga dado que “no hay nada tangible”. El anuncio afectaría a 12.000 personas empleadas por el Ayuntamiento, pero no a las 2.000 trabajadoras más convocadas a la huelga que trabajan para la Comunidad.
Madrid
Justicia El fiscal general del Estado, en el alambre, declara como investigado ante el Supremo
Álvaro García Ortiz acude al alto tribunal a explicar su versión de las filtraciones denunciadas por el entorno de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Es la primera vez que un fiscal de su categoría declara como investigado.
Más noticias
Lavapiés
Madrid Lavapiés gana un asalto a la organización fascista Hacer Nación
La empresa en la que se iban a organizar unas jornadas con figuras de la extrema derecha europea ha confirmado que comunicó a Hacer Nación que no le cedía su espacio.
Pensiones
Revalorización de las pensiones Los pensionistas no se fían y salen a la calle tras el rechazo al decreto ómnibus
La Unidad de Acción de Madrid convoca a manifestarse este viernes 31 frente a la sede del PP tras la “posición negativa de la derecha ultranacionalista, sea española o catalana”.
Energías renovables
Energías renovables en Madrid El Centro Cultural Palomeras quiere ser autosuficiente, los préstamos de sus vecinos pueden conseguirlo
Una universidad pública y una cooperativa de energías renovables lideran el proyecto de préstamos que quiere convertir en autosuficiente al histórico centro educativo vallecano, y que busca reunir 150.000 en financiación ciudadana a un interés ético.
Opinión
Opinión No es Poder Popular todo lo que reluce
VV.AA.
No hay alternativa capaz de cambiar este sistema que no hable claramente de socialismo y de clase trabajadora
Israel
Sionismo Maccabi - Baskonia: no colaboremos con la banalización del mal
El partido de basket en Gasteiz es una oportunidad de oro para mostrar nuestra determinación a no contribuir al blanqueamiento del Estado genocida de Israel, oponiéndonos decididamente.

Recomendadas

Laboral
Laboral Investigada unha rede empresarial que explotaba a 82 migrantes nunha granxa de Lugo
Polo de agora, tres persoas responsables da granxa de Begonte centran as investigacións da Garda Civil. As 82 persoas explotadas vivían nun hotel de Ordes (A Coruña) que non tiña sequera licencia de hostalaría.
Literatura
Letras Galegas Da Sección Feminina do franquismo ao Cancioneiro Popular Galego: o pobo é quen canta e baila
As cantareiras protagonizarán o Día das Letras Galegas de 2025. Beatriz Busto e Richi Casás fálannos delas, de Dorothé Schubarth, do Cancioneiro Popular Galego e da dificultade de acceder aos arquivos sonoros que conservan as súas voces.
Medio rural
Reportaxe As mulleres rurais soñan con deixar de ser heroínas
A falta de servizos básicos no rural é a primeira pedra no camiño de quen quere vivir e desenvolver os seus proxectos fóra da cidade. Aínda así, o rural galego atópase á cabeza en canto a titularidade feminina respecto á media do Estado español.