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Crisis climática
Activistas de Rebelión Científica se pegan al suelo de la sede de BlackRock en Múnich
Siguen sucediéndose las acciones disruptivas para alertar de la crisis climática. Esta vez ha sido en Múnich, y no han salido dañados lienzos ni bastidores. 28 personas, militantes de dos colectivos, Debt for Climate y Scientist Rebellion, han alterado la cotidianeidad de la sede de BlackRock en la ciudad alemana para alertar de las “consecuencias mortales de las inversiones en combustibles fósiles para el Sur Global”.
En un comunicado hecho público poco antes de las 17h, la organización Rebelión Científica ha detallado que en el momento del envío, la policía alemana estaba procediendo a la detención de los activistas.
La acción llevada a cabo ha consistido en bloquear la puerta de la sede de BlackRock, grupo financiero con expansión internacional, mientras 12 de los activistas se pegaban al suelo de la oficina. La acción ha consistido también en verter aceite artificial, simulando petróleo, para denunciar las inversiones de la compañía dirigida por Larry Fink en proyectos que aceleran el calentamiento global.
“Los pueblos indígenas llevan años señalándola como el mayor criminal ambiental actual, al no cumplir con los objetivos claros de descarbonización que recomienda la ciencia”, señalan los activistas de Scientist Rebellion en su comunicado. En agosto, un informe de la organización “Déjalo en el Suelo” (Lingo) denunció las inversiones multimillonarias de BlackRock en proyectos basados en los hidrocarburos en territorio ruso.
La paralización de la oficina de este fondo en Múnich ha seguido a un octubre lleno de acciones por parte de la coalición “Unite Against Climate”. Dentro de ”Unidos contra el fracaso climático“, se activaron la alarma contra incendios durante la Cumbre Mundial de la Salud que se celebraba en Berlín. El pasado martes 18 de octubre, junto con ”Padres contra la industria fósil", protestaron frente al Ministerio de Transporte alemán para exigir un límite de velocidad y la reintroducción del billete de nueve euros para el transporte público.