Crisis climática
No hay justicia climática en las elecciones de 2024

El movimiento por la justicia climática debe intervenir activamente en las elecciones para dejar bien claro que no hay ningún programa de justicia climática en las papeletas.
João Camargo

Investigador en crisis climática y militante de Climáximo.

5 feb 2024 06:00

En 2024 la mitad de la población mundial podrá votar en elecciones nacionales o regionales, en lo que será el año con más elecciones de la historia. Estos comicios tienen lugar en un momento de disminución de la confianza en la democracia y en las instituciones que surgen de los procesos electorales. La desconfianza está justificada, ya que décadas de apoyo popular a la justicia social e incluso a la acción por el clima han sido rechazadas, repudiadas y frustradas por partidos políticos y gobiernos en nombre del poder económico, y esto se repetirá este año. El movimiento por la justicia climática debe actuar.

En 2023 volvimos a batir el récord de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y registramos el año más caluroso de la historia. En ninguna de las elecciones de este año se presentarán soluciones a esta situación catastrófica, ya sea por servicio directo al capitalismo fósil o por miedo político. Estos hechos convierten la democracia actual en un ejercicio de teatro que conduce a la elección de parlamentos-simulacros, impedidos por voluntad propia y por la forma en que fueron diseñados de resolver la situación catastrófica en la que vivimos, en nombre de la “estabilidad”.

En 2024 habrá elecciones en Pakistán, Indonesia, Bielorrusia, Senegal, Irán, Portugal, Rusia, Corea del Sur, Panamá, Lituania, México, Bélgica, Ruanda, Mozambique, Uruguay, Estados Unidos, Austria, Croacia, India, Namibia, Sudáfrica, Venezuela, posiblemente el Reino Unido y para el Parlamento Europeo. Más de 3.000 millones de personas tendrán, al menos teóricamente, la oportunidad de votar para cambiar algo. Pero no tendrán la oportunidad de votar para detener el camino hacia el caos climático. El giro hacia la derecha y la extrema derecha siempre iba a estar ahí cuando la degradación social y medioambiental se hiciera más evidente, y sólo va a empeorar en los próximos años.

Ninguna elección, ningún partido propone nada que sea compatible con lo que se necesita

Una de las muchas razones para desconfiar de la democracia es el catastrófico estado del debate sobre la justicia climática. En la mayoría de los países habrá quienes empujen la cuestión del cambio climático bajo la alfombra, eliminando del debate la mayor crisis de la historia de la humanidad. En otros, donde el tema está presente, se están formando dos grandes polos. Por un lado, el negacionismo o negación de cualquier acción relevante, que corresponde en Europa y Estados Unidos a la alianza de los conservadores con la extrema derecha. Por otro, los remiendos y los negocios climáticos, que corresponde a la alianza del centro con los verdes y la izquierda.

La razón por la que el estado del debate sobre la justicia climática es catastrófico es simple: sea cual sea el resultado de un debate en este sentido, el resultado necesario sería la catástrofe, el caos climático.

El afán de la izquierda por aliarse con el centro para tratar de evitar gobiernos en los que participe la extrema derecha no hará sino alimentar el atrincheramiento de ésta en las sociedades, como han puesto de manifiesto los últimos años. Al abdicar de los programas de transformación radical de la sociedad mientras ésta se derrumba, la izquierda ha cedido el sentido de “alternativa” a la extrema derecha.

Es irrelevante lo apasionadas que sean las palabras y lo gritadas que sean las promesas de compromiso con la acción climática. Hace muchos años que sabemos lo que hay que hacer para detener la crisis climática: reducir el 50% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero para 2030, tomando como base las emisiones de 2010. En los países ricos del mundo, es mucho más que eso. Ninguna elección, ningún partido propone nada que sea compatible con lo que se necesita. El resultado de las elecciones que tendrán lugar en 2024 en teoría es un mandato que durará 4 o 5 años, terminando a uno o dos años de 2030. Al no presentar programas que sean compatibles con la reducción de la mayoría de las emisiones en este periodo, lo que los partidos nos están diciendo es que rechazan la ciencia climática y esperan que la física, la química y la biología se acomoden a su defectuoso análisis político.

La polarización entre extrema derecha y extremo centro, la que se perfila en la mayoría de las elecciones de este año, es un apaño político para el suicidio civilizatorio a causa de la crisis climática

El movimiento por la justicia climática se encuentra en una situación peculiar. Por un lado, tiene el impulso de pedir o proponer algo a los partidos con los que simpatiza, aunque se nieguen a asumir la emergencia climática y a hacer lo necesario. Por otro lado, no puede contemplar desde la barrera estas elecciones, en las que pueden participar miles de millones.

Los periodos electorales son momentos en los que se producen pequeñas rupturas hegemónicas en la sociedad, sólo para que poco después todo siga más o menos igual, con nuevas caras continuando el negocio del capitalismo. El movimiento por la justicia climática debe intervenir activamente en las elecciones para dejar bien claro que no hay ningún programa de justicia climática en las papeletas, para dejar claro que no sólo las soluciones a la crisis climática no están en las papeletas ni en los debates, sino que estas soluciones están siendo activamente rechazadas por el aparato político y mediático. Debe intervenir para dejar claro que, sea cual sea el resultado, el rumbo hacia el caos no se habrá visto alterado por una nueva coloración política.

La polarización entre extrema derecha y extremo centro, la que se perfila en la mayoría de las elecciones de este año, es un apaño político para el suicidio civilizatorio a causa de la crisis climática. No hay sobre la mesa ninguna política de transformación industrial y económica justa. Es imprescindible un campo antisistema por la justicia social y climática que denuncie y se oponga al debate suicida entre el centro y la extrema derecha, y construirlo es una de las tareas más urgentes del movimiento por la justicia climática.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Aviación
Travel Smart Las multinacionales españolas, a la cola de la reducción de emisiones por vuelos de negocios
Un estudio publicado este martes por organizaciones ecologistas señala que las emisiones por vuelos de negocios a nivel global se han reducido un tercio, pero las empresas españolas van a la zaga y suspenden en transparencia u objetivos concretos.
América del Sur
América del Sur La batalla por el litio: pueblos originarios resisten un “genocidio medioambiental y cultural”
Sudamérica se ha convertido en la proveedora mundial de materias primas para la transición energética. Las comunidades afectadas se rebelan ante una actividad que genera desposesión de tierras, contaminación, sequía y conflictos internos.
Crisis climática
Inversiones 'marrones' España gastó más de 23.000 millones de dinero público en actividades nocivas para el medio ambiente en 2024
Un estudio analiza el impacto climático de las subvenciones otorgadas por el Gobierno español. Solo el 14% del monto total de las ayudas se destinó a actividades o proyectos que fomentan la transición ecológica.
Estados Unidos
Estados Unidos Estudiantes de Columbia luchan contra las amenazas de deportación
Los estudiantes de Columbia se unen mientras el ICE y el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) atacan el activismo palestino. “[Columbia] está dispuesta a concederle al gobierno de Trump todo lo que quiera”, declara un estudiante a Mondoweiss.
Culturas
Culturas Lorca fue también un visionario que intuyó los vínculos entre la música negra y el flamenco
La 24ª edición del Festival de Flamenco de Nueva York abrió un espacio de debate para analizar el impacto que tuvo el movimiento cultural del Renacimiento de Harlem en la obra del poeta granadino.
Ecuador
Hacia el 13 de abril Acuerdo histórico de la izquierda y el movimiento indígena para la segunda vuelta de las elecciones en Ecuador
La alianza entre la Revolución Ciudadana y Pachakutik, el brazo político del movimiento indígena, no se producía desde 2006 y podría ser determinante para la victoria de la candidata correísta, Luisa González, en las elecciones del 13 de abril.
Análisis
Análisis Algunas preguntas incómodas sobre el rearme europeo
Si la UE ha de librar un conflicto con Rusia o China, no sería convencional y en teatro europeo, sino con más seguridad en África, donde se desplazarán con toda probabilidad gradualmente buena parte de las contradicciones del sistema.

Últimas

Aviación
Travel Smart Las multinacionales españolas, a la cola de la reducción de emisiones por vuelos de negocios
Un estudio publicado este martes por organizaciones ecologistas señala que las emisiones por vuelos de negocios a nivel global se han reducido un tercio, pero las empresas españolas van a la zaga y suspenden en transparencia u objetivos concretos.
Universidad
Educación El Gobierno anuncia el endurecimiento de la normativa para la creación de universidades privadas
El Consejo de Ministros aprueba la tramitación urgente de una modificación en la legislación que regula la creación de centros privados de enseñanzas universitarias.
Represión
Policía infiltrado La Directa destapa un nuevo caso de policía infiltrado, esta vez, en el activismo de Lleida
Bajo la identidad falsa de Joan Llobet García, un agente de la trigesimosegunda promoción de la Academia de Ávila, pasó dos años infiltrado en espacios independentistas, estudiantiles y ecologistas.
Maltrato animal
Maltrato animal Lidl denuncia a los animalistas que detectaron afecciones en la carne de pollo de la cadena
El Observatorio de Bienestar Animal asegura que el departamento legal de la cadena les pidió que eliminaran todas las publicaciones sobre ellos y creen que es una estrategia legal para silenciarles.
Madres protectoras
Madres protectoras Una madre, condenada a tres años y medio por secuestrar a su propia hija, solicita su indulto
La libertad de Jewel Lázaro depende de la respuesta del Ministerio de Justicia de España a su petición de indulto con el fin de no separarla de otro bebé de nueve meses.

Recomendadas

Violencia obstétrica
Violencia obstétrica Helena Eyimi, matrona: “El parto es un misterio y queremos controlarlo todo, pero no podemos”
Consentimiento informado, trato personalizado y libertad de elección. Para Helena Eyimi (Madrid, 1975) , matrona asesora de Naciones Unidas, es fundamental que las mujeres se sitúen en el centro de las decisiones durante el parto y esos tres conceptos son clave.
Redes sociales
El asesino de los CEO El fenómeno fan Luigi Mangione, ¿por qué tanta gente apoya a un asesino?
El caso del chico de clase alta que disparó sobre un CEO de una aseguradora médica ha desatado una ola cultural y de apoyo como no se había visto antes.
Militarismo
Alejandro Pozo “El oportunismo de la industria militar española aprovechando lo que pasa en Gaza es grave”
Este investigador sobre paz, conflictos armados, desarme y acción humanitaria denuncia que el rearme ya está teniendo lugar y que el Ejecutivo escamotea información sobre las relaciones comerciales de la industria con Israel.
Literatura
Silvia Nanclares “Moratalaz nace como barrio franquista, solo que no contaban con la presión vecinal”
Con ‘Nunca voló tan alto tu televisor’ la escritora madrileña regresa a su barrio y examina lo que quedaba debajo de la cáscara de progreso que supuso la construcción del edificio de Torrespaña, aun hoy uno de los más reconocibles de la ciudad.