Carro de combate
Recuperando el aroma: una revolución en el sector de las flores

El 80% de las flores que se compran en España es de importación y está asociada a un alto uso de fitosanitarios y explotación laboral. Pero cada vez hay más iniciativas que buscan cambiar el modelo.
21 ago 2024 06:00

“Cuando la gente compra una flor, la asocia con algo natural. Y no se lo creen cuando les hablo de todos los químicos que les echan”. Natalia Molina, una productora de flores sostenibles de Tenerife, cree que la belleza de las flores esconde una realidad mucho más desconocida que la de otras industrias. “Hay un desconocimiento grande sobre los impactos de esta industria”, asegura Molina. 

Impactos que en muchos casos se producen a miles de kilómetros del lugar de venta porque, a diferencia de lo que se suele pensar, la mayor parte de las flores que se venden en España no se han producido en el país, explica Nerea Abengoza, otra productora de flores ecológicas, que tiene su proyecto, Carochinha, en Pontevedra. “La mayoría de las flores que se venden en floristerías son de Colombia, de África o de Holanda”, asegura. 

Aproximadamente un 80% de la flor cortada que se comercializa en España es de importación y solo el 20% es de origen nacional

Aproximadamente un 80% de la flor cortada que se comercializa en España es de importación y solo el 20% es de origen nacional, según la Asociación Española de Floristas. La mayoría, un 50%, procede de Países Bajos, un país que se ha especializado en la intermediación de flores llegadas de todo el mundo. Así, incluso muchas flores producidas en España pasan primero por Holanda antes de ser vendidas en floristerías aquí. 

España también importa una gran cantidad de flores de países no europeos, como Kenia, Ecuador, Etiopía o Colombia. Y sus impactos no son menores. En Kenia, la producción de flores ha hecho descender el nivel del agua del lago Naivasha, conocido por su gran riqueza biológica.

Las condiciones laborales son también una de las principales denuncias contra la industria. En Colombia, por ejemplo, el sector está asociado a jornadas laborales con una alta carga de trabajo donde, en los picos de trabajo, se superan las 16 horas diarias, según una investigación de la Universidad Javeriana. Muchas trabajan además sin contrato o con contratos temporales y los salarios se sitúan por debajo del mínimo digno. Las trabajadoras tienen además problemas respiratorios y dermatitis por el uso de fitosanitarios dentro de los invernaderos. En algunos casos incluso se les prohíbe llevar guantes, para no dañar las flores, lo que empeora los problemas. En el caso de Ecuador, la Organización Internacional del Trabajo ha detectado la presencia de mano de obra infantil en las plantaciones.

El objetivo final es no solo una flor más barata sino también más estandarizada, explica Molina. “Buscan la homogeneización de la flor, como si no fuera un ser único y diferente. Quieren que todas tengan los mismos tallos, el mismo color, la misma altura”, asegura Molina, cuya familia lleva más de 25 años ofreciendo rosas cultivadas de una manera más respetuosa con la naturaleza con Floresiendom. 

Ante esta industrialización de las flores, cada vez surgen más proyectos independientes que buscan una relación más respetuosa con la naturaleza

Sin embargo, ante esta industrialización de las flores, cada vez surgen más proyectos independientes que buscan una relación más respetuosa con la naturaleza. “Hay un interés cada vez mayor en la flor producida aquí. Lo valoran porque se dan cuenta que las flores llegan en perfecto estado, que hay una persona que las está seleccionando, que tienen un aroma. Un montón de cosas que no pasan cuando pides las flores desde Holanda”, explica Nerea Abengoza. 

Aunque para Abengoza la preocupación social o medioambiental es todavía secundaria, y la mayor parte de la clientela se mueve porque sus flores tiene “un aspecto silvestre o campestre”, cada vez hay más floristas que se están uniendo y están ofreciendo flores de proximidad. “Creo que es fundamental que las consumidoras se interesen por esto. Solo con que pregunten en las floristerías de dónde vienen ya se darán cuenta de que es algo que importa”, concluye.

* Carro de Combate es un colectivo de periodistas que investiga los impactos sociales medioambientales de productos de uso cotidiano.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Greenwashing
FAST FASHION Lavado verde en la industria de la moda
El informe de CECU identifica alguna de las estrategias más comunes de lavado verde desarrolladas por las grandes empresas del sector textil.
Carro de combate
Carro de combate Un mundo adicto al plástico
Cada año se producen unas 430 millones de toneladas de plástico, buena parte de ellas destinadas a productos de un solo uso que alimentan el sistema de ‘usar y tirar’ provocando enormes impactos medioambientales.
El Salto Radio
El Salto Radio Mucho más que flores
Erika González Briz, coordinadora de la Confederación de Ecologistas en Acción y Laura Villadiego, del blog Carro de combate nos hacen entender que un ramo de flores puede ser un símbolo de explotación laboral y ambiental.
Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Medio ambiente
Medio ambiente Iberdrola proxecta un parque eólico que pon en risco un dos maiores xacementos fortificados de Galiza
A Xunta vén de declarar a utilidade pública para o parque eólico Castro Valente, a pesar de que a súa construción está suspendida cautelarmente polo Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Filosofía
Brais Arribas, filósofo “Non se trata de empoderar senón de disolver o poder”
Durante a conversa, o profesor reflexiona sobre a saúde da filosofía galega, o poshumanismo, as novas masculinidades ou a experiencia da pandemia.

Últimas

Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.

Recomendadas

LGTBIAQ+
LGTBIAQ+ Unha casualidade, unha resposta masiva e un debate incómodo: a sentenza de Samuel Luiz en contexto
O 22 de maio, o TSXG ratificaba o veredicto do xurado popular e recoñecía que o asasinato de Samuel Luiz foi un crime motivado por LGTBIfobia. O caso supuxo unha mobilización sen precedentes.
Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.