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Catalunya
Un cementerio en la vía de Montcada i Reixac
Un tren de la línea R2 de la vía de Montcada i Reixac (Barcelona) atropelló a la víctima 172 del municipio hace solo una semana. La Plataforma Tracte Just Soterrament Total y el Ayuntamiento advierten al Ministerio de Fomento y a Adif que, o cumplen los plazos para el soterramiento de la vía, pactado para el año 2020, o se convocarán nuevas movilizaciones.
La noche del 22 de febrero de 2017, centenares de vecinos de Montcada i Reixac cortaban durante horas la vía de la línea R2 en protesta por el atropellamiento de un chaval de 16 años, tras dos días de movilizaciones. Era la víctima número 168 que se cobraba la vía que parte por la mitad este municipio del Área Metropolitana de Barcelona. En los días posteriores al atropellamiento, el Ministerio de Fomento retomaba las conversaciones con el Ayuntamiento, después de nueve meses de inmovilismo, y en mayo de ese mismo año pactaba con las autoridades locales el inicio del soterramiento para el 2020, con un presupuesto de 300 millones de euros. Una reivindicación de 40 años de lucha de calle y de consenso político municipal.
Hoy, las víctimas ascienden a 172 después de un nuevo atropellamiento de un hombre de 71 años en el paso a nivel de la calle Pascual, el pasado miércoles. El segundo en dos semanas. Ese mismo día, el Ayuntamiento debía reunirse con la comisión técnico-política sobre el soterramiento que hace el seguimiento del proyecto pero, por tercera vez en tres meses y arguyendo el cambio de gobierno central, fue aplazada por el Ministerio de Fomento y Adif.
El Teniente de Alcalde y regidor de Urbanismo del Ayuntamiento, Jordi Sánchez, asegura que “Montcada tiene un histórico de incumplimientos del Estado, especialmente desde el año 2007, que se acordó el soterramiento y el proyecto quedó en nada. No estamos dispuestos a que, de nuevo, no se siga el calendario pactado. Esta reunión era importante para estar coordinados a nivel técnico pues el proyecto afecta, por ejemplo, a la red hidráulica del Rec Comtal. Comenzamos a estar cabreados y preocupados. Exigimos que se fije una fecha ya”.
La gente cruza con las barreras bajadas por los pasos a nivel, uno de los puntos más peligrosos, porque no tiene otra si quiere vivir. Hemos interiorizado que se vive así”, puntualiza el portavoz de la plataforma, Ramón Bueno
La alcaldesa de Montcada i Reixac, Laura Campos, ha explicado en rueda de prensa: “hemos entendido que con el cambio de gobierno había una reestructuración del Ministerio, pero queremos saber en qué punto está el estudio informativo y el estudio constructivo del proyecto del soterramiento”. Campos también ha enfatizado que “no soportaremos que se demoren las medidas de seguridad en los pasos a nivel prometidas para gestionar el ‘mientras tanto’, y hace muchos meses que las esperamos. Esto es un ultimátum. Si no se cumple el calendario nos movilizaremos. Montcada i Reixac necesita justicia histórica”.
Actualmente, dos pasos a nivel en superficie regulan el cruce de la vía, con una barrera que sube y baja 158 veces al día y menos de medio metro de distancia que separa los coches de los transeúntes, donde se suelen crear atascos. “Durante el día pasan más de 200 trenes, muchos de ellos semidirectos, y a 120 km por hora”, explica Ramón Bueno, portavoz de la Plataforma Tracte Just, Soterrament Total. “La gente cruza con las barreras bajadas por los pasos a nivel, uno de los puntos más peligrosos, porque no tiene otra si quiere vivir. Hemos interiorizado que se vive así”, puntualiza el portavoz.
Entre las medidas de seguridad del proyecto del soterramiento, está pactada la separación del espacio de paso de transeúntes y coches y la mejora del sistema de cerramiento de vallas. Desde el año 2013, un monolito recuerda a las víctimas del tren en el cruce de la calle Bogatell con Colom, popularmente conocido como el Cruce del Soterramiento, lugar de concentración del vecindario tras cada accidente.
En enero de este año, la redacción del estudio informativo y del proyecto constructivo se adjudicó a la Unión temporal de Empresas (UTE) formada por Teccuatro, TREN TRayet y Geocontrol. El proyecto cubrirá tres kilómetros de vías desde Vallbona hasta el cruce bajo la autopista C-33 y el río Ripoll.
EL PROYECTO QUE NUNCA ACABA
A finales de los años 90, el Ministerio de Fomento planteó que el AVE desembocara en Montcada i Reixac, iniciando un conflicto con el Ayuntamiento de Montcada que permitió poner sobre la mesa la problemática del municipio con la vía de la R2, al mismo tiempo que se pactaba el soterramiento del AVE a 60 metros. En noviembre del año 2007, el Ayuntamiento llegó a un acuerdo con Fomento, Adif y la Generalitat de Catalunya mediante el cual, en compensación por el paso del AVE, se iniciaría el soterramiento de la R2 con la misma tuneladora. “La Plataforma Tracte Just Soterrament Total, creada el año 2005, tenía el objetivo de hacer el seguimiento de ambos soterramientos y la gente de Montcada, desde una cierta ingenuidad y desconocimiento técnico aceptaron que esa era una posibilidad”, explica Ramón Bueno.A comienzos de 2016, el atropellamiento de cuatro personas desató movilizaciones de casi 4.000 vecinos y la ministra de Fomento del momento, Ana Pastor, retomó los acuerdos de 2007
Con la llegada de la crisis en 2008, “de lo dicho nada que no hay un duro, la tuneladora desapareció y a partir de aquí se abrió un periodo de movilizaciones mientras se sucedían las negociaciones del Ayuntamiento con el Ministerio para dividir el proyecto en fases”, explica el portavoz. En octubre del año 2010, el entonces secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Víctor Morlán, anunció que las obras del soterramiento comenzarían en 2012, “sin embargo los Presupuestos de los siguientes años no contemplaban partidas para el soterramiento. Junto al Ayuntamiento presentamos una demanda judicial pero no sirvió de nada porque los acuerdos de 2007, que eran la base de la negociación, no tenían fecha de caducidad”, apunta Bueno.
A comienzos de 2016, el atropellamiento de cuatro personas desató movilizaciones de casi 4.000 vecinos y la ministra de Fomento del momento, Ana Pastor, retomó los acuerdos de 2007, creando la comisión político-técnica para hacer el seguimiento del proyecto. Ese mismo año, el Ayuntamiento de Montcada, gobernado por ICV-EUIA, ERC y Círculo, junto al Ayuntamiento de Barcelona, “pidió una revisión del proyecto a la Agencia de Desarrollo Urbano Barcelona Regional (BR) y vimos que se podía reducir el coste del soterramiento, presupuestado entonces en 400 millones, a la mitad, porque al no tener tuneladora el soterramiento se podía hacer con trinchera y a cielo abierto, proyecto que fue aceptado por el Ministerio de Fomento. Y, finalmente, el año pasado se consiguió una fecha. Las obras comenzarán en 2020 y tendrán un periodo de ejecución de 40 meses”, explica Jordi Sánchez.
Actualmente, el proyecto se ha incrementado a 300 millones de euros “porque la Generalitat ha pedido que, ya que se hace el soterramiento que no se haga de dos vías de tren sino de tres y se ha aceptado”, añade Sánchez. “Pero ya no nos creemos nada del Estado hasta que veamos las obras comenzadas”, puntualiza.
LA VIDA PARTIDA POR LAS INFRAESTRUCTURAS
Montcada i Reixac es un mosaico de barrios dispersos, trinchados por infraestructuras, como si fuesen pueblos distintos. Así lo explica Antoni Mollet, portavoz de la Plataforma por el soterramiento: “en una franja de 400 metros, entre el Besós y el Turó de Montcada, pasan tres líneas de tren, la C-17 y dos autopistas”. Todo en 400 metros. “La presión sobre el territorio es insoportable”, añade Ramón Bueno.
Jordi Sánchez coincide: “también tenemos cinco estaciones activas, doce polígonos industriales, un Ecopark, la cementera Lafarge, que además actúa como incineradora, y una depuradora de aguas. Todo pasa por Montcada y es una oportunidad malograda porque, al ser la entrada norte de Barcelona, las infraestructuras están pensadas desde y para la ciudad, sin apenas consideración con el municipio”. Según el regidor de Urbanismo, “tenemos una situación estratégica, pero estamos muy poco cohesionados a nivel urbano, social y territorial. Necesitamos el soterramiento y es inaplazable, no sólo por seguridad, sino también por movilidad, cohesión, aire limpio y bienestar acústico. No podemos ser un municipio digno con la R2 partiéndonos”.
Quizás, tras más de 40 años de lucha por el soterramiento, “el concepto que mejor define a Montcada i Reixac es singular”, puntualiza Mollet. Una municipio singular con un cementerio en la vía.