Crisis económica
Gamonal, un antes y un después

La izquierda debe aprender de sus errores, volver a tomar la calle y los centros de trabajo, preocuparse de los temas importantes que preocupan a la clase trabajadora y presentar una alternativa valiente que impugne al sistema de una vez por todas.

Gamonal 1
2 nov 2020 15:45

En enero de 2014, los vecinos de Gamonal, barrio obrero (y más poblado) de la ciudad de Burgos, abrieron los noticiarios de los principales medios de comunicación por el levantamiento que protagonizaron en protesta al proyecto de obras del ayuntamiento que convertiría la calle Vitoria en un boulevar, reduciendo la calzada de 2 carriles a 1, eliminando plazas de aparcamiento públicas y creando en su lugar plazas de pago. Todo ésto con un elevado coste público y a manos de un constructor sobre el que ya pesaban anteriores acusaciones de corrupción.

Las protestas fueron especialmente virulentas, y las imágenes de encapuchados enfrentándose a la policía lanzando piedras se convirtieron en símbolo del levantamiento de un barrio de clase trabajadora contra una administración que lejos de resolver sus problemas, los agravaba. En cierto modo, su protesta recordaba otros levantamientos similares como la famosa Intifada del Besós en la Barcelona preolímpica (y que fue maravillosamiente recogida en el documental Besos al Besós, que se puede encontrar fácilmente en la red). En ambos casos, el levantamiento vecinal se saldó con victoria y paralización de las obras que los provocaron, señal de que la lucha sirve y la unidad es esencial.

En el caso de la lucha de Gamonal, cabe hacer un pequeño hincapié en el contexto en el cual se dio. El lustro 2010-2015 se marcó por vivir las consecuencias más duras de la crisis económica internacional, agravada en España por la crisis del ladrillo. Padecimos varias reformas laborales y políticas de recortes —tanto del Gobierno del PSOE como del PP— que ocasionaron una oleada de huelgas generales, fortalecimiento de los movimientos sociales, la aparición del 15M y en general diversas manifestaciones de lo que viene a ser una crisis de régimen en toda regla. Tanto el bipartidismo como la monarquía vivían sus horas más bajas en cuanto a popularidad, y por si fuera poco el dogma de la unidad de España comenzaba a resquebrajarse también con la cuestión catalana. Los tres pilares fundamentales del régimen del 78 comenzaban a estar tocados. En esas hizo su aparición Podemos, y en su órbita y en la de IU comenzaron a articularse procesos de confluencia que en 2015 alcanzaron el poder en muchas ciudades importantes, como Madrid y Barcelona entre otras.

Volvemos a la clásica tesitura de ir tirando de buena voluntad para sacar adelante algunas medidas de izquierdas (no negaremos que importantes), pero absolutamente encorsetados en las limitaciones propias de ser socios minoritarios de Gobierno

Tras este lustro cabe detenerse, puesto que se inició lo que parece ser el proceso de institucionalización de los movimientos políticos que se proponían dar respuesta a la crisis de régimen. Tras una legislatura de acción municipales con grandes alegrías y varias decepciones, algunas elecciones generales y una moción de censura, llegamos a la situación en que la alternativa ha quedado reducida a algunos resquicios de poder municipal y ser parte minoritaria de algunos gobiernos con el PSOE autonómicos y del gobierno estatal. Es decir, volvemos a la clásica tesitura de ir tirando de buena voluntad para sacar adelante algunas medidas de izquierdas (no negaremos que importantes) pero absolutamente encorsetados en las limitaciones propias de ser socios minoritarios de Gobierno y de la propia arquitectura institucional de la política española. Lo de siempre, pero ésta vez a lo grande.

La escuela marxista nos enseña que en las crisis de régimen se abre una oportunidad para las opciones revolucionarias, pero cuando éstas no saben aprovecharlas o no están en condiciones de hacerlo, son las opciones reaccionarias las que acaban recogiendo el guante del descontento para presentar una alternativa populista que al fin y al cabo tiene por finalidad proteger los intereses de los más poderosos, canalizando la ira de las clases populares hacia objetivos que son ajenos a sus intereses.

Gamonal, seis años más tarde, nos muestra la misma foto pero con diferente fondo, simbolizando el declive ideológico

Acabamos de ver cómo en el barrio de Gamonal volvía a haber disturbios. Encapuchados lanzando piedras a la policía de nuevo en la oscuridad de la noche. Sólo que, en ésta ocasión, los disturbios se enmarcaban en la ola de protestas negacionistas del covid-19, alentadas por una extrema derecha a la que no le importa poner en peligro la salud pública con tal de alcanzar sus objetivos políticos. Los movimientos sociales están en las horas más bajas de las últimas décadas, el discurso crítico con el capitalismo tiene un eco muy bajo entre las clases populares y tampoco parece que las medidas tomadas por el gobierno de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos sea capaz de solventar las necesidades de un pueblo masacrado por una pandemia.

Gamonal, 6 años más tarde, nos muestra la misma foto pero con diferente fondo, simbolizando el declive ideológico. La izquierda debe aprender de sus errores, volver a tomar la calle y los centros de trabajo, preocuparse de los temas importantes que preocupan a la clase trabajadora y presentar una alternativa valiente que impugne al sistema de una vez por todas.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.
#73547
5/11/2020 9:06

Tachar lo de Gamonal de simples negacionistas y de pérdida de ideología vendiéndose a los influjos que marca la extrema derecha, es de un simpleza que machaca el sentido común. Si no se acaba de comprender que desde una posición de izquierda pueda mantenerse una postura crítica de cómo se está gestionando toda esta crisis epidemiológica que afecta a todos los niveles sociales, económicos, políticos y culturales, es que estamos perdiendo el norte.

2
1
#73502
4/11/2020 10:29

Si la izquierda no tiene una visión de cómo cambiar las cosas para el bien de la clase trabajadora, ésta no tendrá otra forma de canalizar su descontento sino a través de la plataforma que le da la extrema derecha.

1
0
#73428
3/11/2020 12:21

La izquierda es parte del mantenimiento de la dictadura del Capital en un proceso en que el sistema se haya colapsado por las disfunciones de la ley del valor y su superación práctica. No contempla ya el antagonismo sino el consenso, busca la estabilidad en el sistema, no la ruptura. Impulsa la cooperación con las fuerzas del Capital, no incide en sus contradicciones para superarlas. La izquierda , todo ese lastre que nos hunde cada vez mas en las profundidades del sistema capitalista debe de ser de una vez liberado. Su identificación con la administración y las instituciones que ya son meros apéndices del mercado y de los centros de producción hace que sea ya, actualmente, el enemigo de cualquier posición revolucionaria y de superación de este sistema.

9
1
#73362
2/11/2020 19:37

Gamonal, como excusa para contar la situación de la izquierda durante los últimos 10 años. Pues no tiene mucha relación. Gamonal, como excusa para contar la desmovilización de los moviminentos sociales... En gamonal sigue habiendo un gran tejido social y comunitario. Dejad de mitificar, y utilizar Gamonal para contar historias ajenas a su realidad. No es real.

8
6
Opinión
Opinión Sobre la cancelación de Georgina Orellano en el Foro ESPAL 2025
La cancelación de Georgina redunda en esta incapacidad para escuchar a las trabajadoras sexuales y en el pánico que tienen de que se las escuche. Denota inmadurez política, cerrazón dialéctica y pacatería moral.

Últimas

Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar llegan a un acuerdo para que el SMI no tribute el IRPF
Pese a adelantar la ministra de Trabajo que se habían roto las negociaciones, finalmente las personas que cobren el salario mínimo no tendrán que declarar en 2025.
Madrid
Derecho a la vivienda Consumo abre expediente a Alquiler Seguro por prácticas abusivas contra los inquilinos
La decisión del Ministerio de Pablo Bustinduy, según el Sindicato de Inquilinas, “abre la puerta a la devolución de millones de euros a las inquilinas que reclamen sus derechos”.
Notas a pie de página
Notas a pie de página Mansiones encantadas y casas sin cocina
La casa encantada como símbolo de la opresión del espacio doméstico recorre la literatura de muchas escritoras. Pero hubo un tiempo en el que algunas feministas trataron de imaginar otro hogar posible, en el que se liberase el trabajo doméstico.
Economía
Análisis Europa, ¿última defensora del liberalismo o cómplice de un orden fracasado?
El peligro no proviene únicamente de líderes externos “autoritarios”, sino de la erosión interna de la democracia bajo un sistema que pone al mercado por encima de la gente.
Comunidad de Madrid
Comunidad de madrid El taxi advierte de que las nuevas licencias a Cabify van a “reventar el mercado”
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid da la razón a las plataformas de VTC y obliga a la Comunidad de Madrid a concederles más de 2500 nuevas licencias en la comunidad.
Sevilla
Proyectos estratégicos Ilegalidades pasadas y peligros futuros de la mina que la Unión Europea quiere revivir en Sevilla
Las Cruces tiene un historial de más de 6,5 millones de euros en sanciones e indemnizaciones por extracciones ilegales de agua. El espaldarazo de la UE y del Gobierno al proyecto podría empeorar los vertidos que ya realiza la mina en el Guadalquivir.
El Salto Radio
El Salto Radio Algoritmo y precariedad
Acostumbrados ya sin remedio a pedir por teléfono, a comprar chismes que nos llegan desde el otro lado del planeta en dos días, o comida que, aunque sea diluviando, nos traen a casa en 15 minutos… ¿Nos asomamos a lo que hay detrás?
En saco roto (textos de ficción)
En saco roto Trayecto
“El objetivo principal de cualquier reunión es dejar convocada la siguiente”, dijo uno de ellos. Y el otro estuvo de acuerdo y añadió una anécdota sobre un encuentro en una casa palaciega que tenía de todo excepto una sala para reunirse.

Recomendadas

Contaminación
Contaminación Un municipio galego demanda á Xunta pola contaminación do encoro das Conchas
A veciñanza das Conchas, na comarca da Limia, leva á Xunta ao Tribunal Superior de Xustiza de Galicia pola contaminación provocada debido á cría intensiva de gando porcino e avícola.
América del Sur
América del Sur La batalla por el litio: pueblos originarios resisten un “genocidio medioambiental y cultural”
Sudamérica se ha convertido en la proveedora mundial de materias primas para la transición energética. Las comunidades afectadas se revelan ante una actividad que genera desposesión de tierras, contaminación, sequía y conflictos internos.
El Salvador
Ivania Cruz “El estado de excepción se está utilizando en El Salvador para gobernar en base al miedo”
A esta defensora de derechos humanos y comunitarios le allanaron su casa mientras se encontraba en un viaje internacional. Desde el exterior, denuncia la persecución del gobierno salvadoreño hacia su organización y hacia las comunidades que defiende.
Yemayá Revista
México Sobrevivir en la frontera: el cuerpo como moneda de cambio
En Tapachula, punto clave de la frontera sur de México, miles de mujeres migrantes permanecen atrapadas sin poder seguir su camino hacia Estados Unidos.