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Desahucios
El activista de la PAH de la Safor Joan Cogollos acaba condenado por desobediencia en una sentencia “llena de contradicciones”
El activista de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) Safor-Valldigna Joan Cogollos finalmente ha sido condenado a una multa de 2.400 y 180 euros por los delitos de resistencia a la autoridad y lesiones en una sentencia dictada por la jueza titular del Juzgado Penal 1 de Gandia que la defensa del veterano activista de 74 años califica de “llena de contradicciones”. El dictamen rebaja la pena de año y medio de prisión solicitada inicialmente por la Fiscalía, pero falla condendando al activista al considerar probado que insultó a un policía local de Oliva en septiembre de 2018 durante el intento de paralización del desahucio de una familia con cuatro menores a su cargo.
Según han detallado en un comunicado desde la PAH Safor-Valldigna, Joan Cogollos, de 74 años, 72 en el momento de los hechos, ha sido condenado en primer lugar por un delito de resistencia/desobediencia grave contra agente de la autoridad, a una multa de 10 euros diarios durante 8 meses, es decir 2.400 euros; y en segundo lugar por un delito leve de lesiones a una multa de 6 euros diarios durante un mes, equivalente a 180 euros, además de las costas procesales.
Desahucios
Represión Comienza el juicio contra el activista de la PAH acusado de agredir a un policía local durante un desahucio en Oliva
Tal como recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, el policía local interpuso una demanda contra Cogollos y contra dos miembros de la familia desahuciada alegando haber sufrido durante su actuación “insultos y frases amenazantes” entre las que se incluyen expresiones como “no tenéis derecho a hacer esto, no tenéis por qué estar aquí, iros a la mierda ¡Policía de mierda que hay en este país!”. A ello se suma la narración de un supuesto forcejeo en el instante en que los agentes accedieron al inmueble en el que Cogollos, con 72 años de edad en ese momento, habría “lanzado contra una pared” y causado daños, de forma violenta, en el hombro y en el uniforme del agente municipal.
Cogollos ha asegurado que el hecho de que se considere probado que insultara a un policía es para él “inadmisible, nunca en mi vida he empleado ese vocabulario y mucho menos cualquier tipo de violència”
No obstante, la jueza finalmente ha rebajado a una multa la petición de un año y seis meses solicitada por el Ministerio Público por el delito de resistencia/desobediencia a la autoridad, reduciendo a su vez la multa de 915 euros a 180 por las lesiones. Según indican desde la PAH, este resultado igualmente condenatorio ha “indignado” al activista, reconocido defensor del pacifismo y los Derechos Humanos en el País Valencià, quien ha asegurado que el hecho de que la sentencia considere probado que insultara a un policía es para él “inadmisible, nunca en mi vida he empleado ese vocabulario y mucho menos cualquier tipo de violència”, asegurando que es un “hombre de paz”.
“Contradicciones” en la sentencia
Así, según han destacado desde la PAH, la sentencia otorga veracidad al testimonio de los funcionarios del Estado sobre otros testimonios aportados por la defensa de Cogollos, y recuerda que en el juicio, celebrado el pasado 1 de diciembre, se aportó una grabación del día de los hechos realizada por la Guardia Civil en la que la misma jueza no advierte que el activista cometiera los delitos imputados, indicando textualmente que en el vídeo “no se observa ningún tipo de acometimiento que éste pudiera haber infligido a agente alguno”, apuntando que “muy al contrario cuando se encuentra en la puerta se va retirando y es él quien finalmente en el tumulto cae al suelo”.
Ante esto, desde la PAH señalan que la versión de la acusación es que los hechos que sustentan los delitos imputados se cometieron justo después de la grabación, versión que la jueza ha admitido a pesar de las “versiones contradictorias” que dieron los testimonios de las diferentes fuerzas y cuerpos de seguridad, recogidas en la sentencia refiriendo que uno de los policías municipales “no vio golpes directos” de Cogollos a los otros agentes, mientras que otro guardia civil explicó que Cogollos estaba “en medio de la multitud, pero no recuerda verle lanzar patadas o manotazos”.
Desde la PAH de la Safor-Valldigna han manifestado que se encuentran “profundamente decepcionadas” con un sistema que transmite “inseguridad e inequidad judicial”
Por todo ello la defensa de Joan Cogollos, ejercida por el abogado Raúl Burgos, ha anunciado que ya ha recurrido la sentencia ante la Audiencia Provincial de València para que dirima sobre una decisión judicial que el letrado considera “llena de contradicciones”. Desde la PAH de la Safor-Valldigna han manifestado que se encuentran “profundamente decepcionadas” con un sistema que transmite “inseguridad e inequidad judicial”, señalando que “ante la palabra de un agente de las fuerzas y cuerpos de seguridad, parece que poco vale la palabra de testimonios, ni tan solo de pruebas tan irrefutables como grabaciones realizadas por los mismos funcionarios”, asegurando por ello que se sienten “huérfanas ante la impunidad con la cual parece que puede actuar la policía”.
En ese sentido, desde la PAH Safor-Valldigna lamentan que “desgraciadamente tienen más ejemplos de esto en los movimientos sociales de todo el Estado”, por lo que sugieren la creación de una red de afectadas para hacer “más visibles los abusos”, respecto a lo cual ya han avanzado que se movilizarán “para denunciar los excesos policiales y un sistema judicial que no garantiza la equidad cuando una de las partes es un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad”.
Ya en diciembre de 2018, más de 400 personas y colectivos mostraron su apoyo a Joan Cogollos a través de la campaña #JoTambéSócJoan, creada en coordinación con todas las PAH del País Valencià, y el 1 de diciembre decenas de activistas y vecinos acudieron a mostrar su apoyo al veterano activista.