La sanidad y la hora de la verdad

La sanidad madrileña lleva dos décadas fomentando el uso combinado de servicios de salud público y privados como algo normal e incluso deseable. Este modelo, que fomenta que los ciudadanos paguemos dos veces por la atención sanitaria, ni es ético ni está funcionando. Y lo estamos viviendo en nuestras propias carnes
Sanidad publica colectivos
Concentración frente al hospital 12 de Octubre en Madrid.
Economistas sin Fronteras
2 sep 2025 09:05

Mi padre siempre ha tenido una salud envidiable. Desde su jubilación, hace ya casi 20 años, ha caído enfermo en contadas ocasiones y apenas ha acumulado horas de hospital. Sin embargo, desde hace ya un par de años ha comenzado a mostrar algo más que olvidos por tantos años de solera mental. Como tantas otras personas de su edad, afronta un deterioro cognitivo en el que estamos inmersos tanto paciente como familia. La investigación en ciencia y medicina ha logrado avances significativos en el diagnóstico y tratamiento de estas afecciones: con un diagnóstico precoz y un tratamiento adecuado, es posible gestionar los síntomas de muchas de estas enfermedades, lo que permite a los pacientes mantener una buena calidad de vida. Con esto en la cabeza, nos lanzamos a ello.

Ha tardado un año en ser diagnosticado por la pública. El gobierno de la Comunidad de Madrid presume de su Sanidad de la que dice, textualmente “es puntera y tecnológica, enfocada a la prevención, innovadora e inclusiva”. Todos sabemos que si el asunto es grave la sanidad pública va como la seda, sin embargo, si no estás en peligro, los periodos se eternizan. Pedimos cita en la seguridad social y nos dieron 6 meses de espera para poder visitar a un neurólogo que le revisara por primera vez. Tras la visita, nos recomendó realizar unas pruebas para acotar el diagnóstico. Realizarlas y volver a ser citados para avanzar completó el año de espera.

Casi veinte años pagando un seguro de salud que ahora no cubre. Mi padre cuenta con un seguro privado de salud. Pedimos cita con el especialista y nos la dieron a los 25 días. Tras la consulta, en la que el neurólogo pudo comprobar en primera persona el deterioro cognitivo mediante unas pruebas básicas, nos prescribió una resonancia específica y un test cognitivo completo -todo por valor de unos 1.000€- para seguir avanzando.

Estimado. . . 

En relación con la Solicitud de Autorización de Prestación Sanitaria que nos has formulado para, debemos comunicarte, a la vista de los datos consignados en la misma, la imposibilidad de autorizar la prestación solicitada debido a que no está cubierta por las garantías contratadas en tu póliza de seguro.

Adjuntamos el condicionado de su póliza ADESLAS PLENA y si tiene alguna duda, le sugerimos que contacte con atención al asegurado a través del 900505040.

Quedamos a tu disposición para cualquier consulta que nos quieras plantear en nuestra Web o App www.adeslassaludybienestar.es.

Recibe un cordial saludo.

Adeslas

Gran parte de los 428 millones de euros de beneficio que Adeslas obtuvo en 2024 proviene de las pensiones de jubilación de decenas de miles de personas mayores. Estas personas, como mi padre, pagaron una porción considerable de su pensión a Adeslas para complementar las deficiencias del sistema de sanidad pública en Madrid que, por cierto, es la Comunidad que menos gasta por paciente de todo el país, casi un 25% menos que la media nacional. Principalmente, estas personas contratan el seguro privado de salud para evitar las largas listas de espera que mal podrían convertirse en un deterioro permanente o ser incluso letales. Mi padre tiene sanidad privada la cual paga religiosamente cada mes desde hace casi 20 años. Actualmente unos 220 euros/mes. Si bien la cobertura ha ido incrementándose con el tiempo, su ingreso total suma más de 35.000€ pagados a Adeslas. Vivimos en un sistema sanitario que mueve 130.000 millones de euros al año, representando el 9,95% del Producto Interno Bruto (PIB) de nuestro país.

Aunque es bien cierto que en España todos los sistemas sanitarios enfrentan problemas similares, existen diferencias notables de modelo y resultados entre las Comunidades Autónomas. La Comunidad de Madrid se distingue por tener el mayor grado de privatización en España. Más del 40% de los madrileños pagan un seguro privado, además de su contribución a la Seguridad Social. Este modelo, que fomenta que los ciudadanos paguen dos veces por la atención sanitaria, contrasta con el de otras comunidades gobernadas por el mismo partido político, como Galicia o Murcia, donde sólo el 16,5% y el 13,2% de la población, respectivamente, tiene seguro privado.

Lo que pasa en Madrid es el resultado de una estrategia persistente -más de dos décadas- que ha conseguido imponer el pensamiento de que la combinación de servicios de salud público y privados es algo normal e incluso deseable.

El hecho de que no todo el mundo pueda permitirse un seguro privado y por tanto una atención sanitaria complementaria a la pública no parece ser un problema, pues también se ha conseguido normalizar el esquema mental de “quién paga más mejor servicio debe tener”. Si así es en general en la vida, ¿por qué no va a serlo también en la sanidad? No existe problema ético para ellos sobre esto. Es el mercado amigos.

Pero lo que los políticos de Madrid seguramente no pensaban es que les terminarían timando a ellos también. Los seguros de salud privada no están respondiendo a los problemas sanitarios de la gente. Se basan en condiciones y coberturas difíciles de entender y que, a la hora de la verdad, como con mi padre, en muchos casos dejan vendido al paciente, generando un sentimiento de indignación y estafa en aquellas personas que, liberales o no, éticamente de acuerdo con la privatización sanitaria en la que vivimos o no, se quedan solas ante un diagnóstico que, mala suerte, no estaba dentro de la cobertura que llevaban pagando durante décadas. Huir de este engaño y volver a la salud pública no mejora las cosas pues, en muchos casos, tardar un año en diagnosticar ciertas enfermedades es también una sentencia.

Cuando recibimos la carta de Adeslas denegando la cobertura de estas pruebas y de cualquier tratamiento futuro relacionado, les llamamos. Nos atendió una señora muy educada que, ante nuestras quejas y lamentos, alargaba sus silencios. Percibí en ella vergüenza y también cierta tristeza. Como si lo que le estábamos contando nosotros en ese momento, en realidad, lo escuchara varias veces al día y no pudiera hacer más que callar.

Cierto es, también, que lo hemos elegido. Votando masiva e ininterrumpidamente por este modelo y pagando unos seguros médicos privados que en realidad sólo pueden crecer a costa de que la sanidad pública vaya cada vez peor.

Y ahora, ahora ya no se salva ni quién pueda.

      

Economistas sin Fronteras no se identifica necesariamente con la opinión del autor y ésta no compromete a ninguna de las organizaciones con las que colabora.


Sobre o blog
Economistas sin Fronteras Somos una Organización no Gubernamental de Desarrollo (ONGD), fundada en 1997 por un grupo de profesores y catedráticos universitarios, activamente comprometidos y preocupados por la desigualdad y la pobreza. Nuestro objetivo principal es contribuir a generar cambios en las estructuras económicas y sociales que permitan que sean justas y solidarias.
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