Explotación laboral
Las trabajadoras del hogar denuncian a las empresas Darucama y Cruz Azul por fraude y abuso laboral

Desde 2020 las empresas se dedican a captar a trabajadoras para que formen parte de la “cooperativa” para después darle de alta como autónomas sin su consentimiento.
Empleada de hogar
Una trabajadora de hogar en Madrid. Álvaro Minguito

El pasado 7 de noviembre distintos colectivos de empleadas del hogar enviaron una carta a la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en la que denunciaron públicamente las acciones fraudulentas de las empresas Darucama Coop y Cruz Azul. Según recoge el escrito, Darucama “se dedica a captar principalmente a trabajadoras de cuidados. Su estrategia consiste en ofrecer tentadoras oportunidades laborales, pero con la condición de imponer el status de socios cooperativistas”. La empresa prometía estabilidad laboral, mientras se formase parte de la supuesta cooperativa. “Obligan a las candidatas a solicitar el Certificado Digital FNMT y hacer entrega del mismo a la Cooperativa”, plasma la carta dirigida a la ministra. Después, la carta explica que la empresa daba de alta a la trabajadora en el régimen de autónomos “sin darle ninguna información ni constancia sobre el trámite”.

Jaqueline Amaya forma parte de la Asociación de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar de Sevilla. Comenta que desde el año 2020 llevan recibiendo denuncias de trabajadoras de estas empresas. “Al principio nos encontramos con tres casos seguidos, hubo una compañera que no se dio cuenta de que estaba como autónoma hasta que le vino una deuda de 800 euros”, explica. Amaya insiste en que, a pesar de que ya hay varias trabajadoras en Andalucía y en el resto del Estado que han denunciado, muchas no se atreven a hacerlo públicamente “por miedo a no tener trabajo o por no poder realizar ninguna acción hasta que se celebre el juicio”.

“Lo que queremos es que dejen de engañar a las trabajadoras y trabajadores del hogar y de otros sectores”, afirma Jacqueline Amaya

La asociación Cruz Azul, en cuyo escrito de fundación se encuentran las mismas personas que forman parte de Darucama, se encarga de “captar familias que requieren servicios de cuidados para sus mayores o bien tareas auxiliares de ayuda domiciliaria”, labor que realizan las trabajadoras de Darucama. Amaya comenta que el precio que pagan las familias por el servicio es mucho mayor al salario final que recibe la trabajadora “En algunos casos la trabajadora ha cobrado 800 euros mensuales cuando la familia ha pagado hasta 3.000 euros al mes”. Además, Amaya insiste en que la asociación Cruz Azul pone muchas trabas a los clientes a la hora de darse de baja del servicio. “Impiden contratar directamente a la trabajadora a riesgo de ser penalizado”, añade.

En portales de opinión acerca de empresas encontramos distintos comentarios negativos por parte de trabajadoras y usuarias del servicio que han llevado a Darucama a ser la peor empresa de España en el mes de marzo de 2022, según el portal GoWork. Los testimonios de las trabajadoras inciden no solo en el fraude que supone trabajar como falsas autónomas, sino en el retraso en los pagos, las condiciones precarias y meses en los que no han tenido un día de descanso. “Les pides tu dinero, el que tú has ganado trabajando, y no te pagan. Les llamas para comunicar que te vas y te retienen amenazando que no te pagan si te vas antes; aparte de no pagarte te retienen en contra de tu voluntad”, comenta en el portal una ex trabajadora. Amaya insiste: “Se trata de un empleo del hogar sumergido, un total fraude”.

La carta enviada al Ministerio de Trabajo insiste en señalar la práctica fraudulenta de la empresa. “Consideramos que en estos casos existe una relación laboral encubierta que utilizar fraudulentamente la figura de cooperativa y socios cooperativistas; denunciamos también la existencia de impago de salarios, cuotas de cotización a la Seguridad Social, vacaciones no disfrutadas, pagas extras, etc.”. La STSJ CL 2019/2022 del Tribunal de Justicia de Burgos ha reconocido “el carácter de relación laboral ordinaria al vínculo generado entre Darucama y sus trabajadores, a pesar de que aquella pretende encuadrarlo arteramente en una relación societaria de cooperativistas”. Actualmente, se encuentran en proceso diversas denuncias realizadas por trabajadoras. “Animamos a todas las trabajadoras a que denuncien esta situación que se está dando de forma sistemática”, insiste Amaya. En ninguno de los casos la empresa se ha puesto en contacto con las trabajadoras que han denunciado, y en las sesiones de conciliación anteriores a los juicios no se ha presentado ningún representante de Darucama, según comentan desde la Asociación de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar de Sevilla, asociación que apunta que uno de sus compañeros cuenta ya con dos sentencias que le dan la razón, pero la empresa ha apelado al Tribunal Supremo. 

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Según recoge la carta de las trabajadoras del hogar, la Inspección de Trabajo tiene conocimiento de la situación, pero no han implementado “ninguna medida para evitar que estas entidades sigan operando en fraude de ley, violentando de modo flagrante los derechos de innumerables trabajadoras y trabajadores del hogar y los cuidados a lo largo y a lo ancho de todo el país”.

La Asociación de Trabajadoras del Hogar Bizkaia Etxebarrukoak denuncia la actitud de inacción de las instituciones del Estado. “Mientras las altas autoridades del Gobierno, que se dice progresista y feminista, prometen hacer justicia a las trabajadoras de hogar y cuidados con la próxima ratificación del Convenio 189 de la OIT, hacen oídos sordos a las denuncias de organizaciones y trabajadoras particulares contra la estafa masiva de la falsa Cooperativa Darucama y la agencia de servicios domésticos La Cruz Azul”, lamenta desde esta asociación.

Las trabajadoras cierran su carta con una petición urgente a Yolanda Díaz para que actúe inmediatamente para impedir que se sigan vulnerando los derechos laborales de muchas trabajadoras. “Lo que queremos es que dejen de engañar a las trabajadoras y trabajadores del hogar y de otros sectores”, sentencia Amaya.

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