Feminismos
Las invisibles y los náufragos del sistema

La clausura del Centro para mujeres Geranios, el único centro para mujeres en situación de calle y vulnerabilidad, esconde unas estrategias que muestran la mercantilización de la vida. Al parecer se plantea abrir un nuevo centro solo para mujeres en noviembre, quizás como estrategia política al ver acercarse el 25N, pero ¿qué ocurre con la vida de estas mujeres durante estos meses?
Centro de acogida Los Geranios
Centro de acogida Los Geranios
Integrante de Feminismos Tetuán
26 may 2021 10:13

Ante el cierre del Centro para mujeres Geranios, me gustaría alzar la voz y destacar que supone un nuevo ataque a la esfera de lo público desde este gobierno neoliberal. Para ello le robo el nombre a la película francesa de Louis- Julien Petit porque parece retratar perfectamente lo que se está viviendo. Esta película está protagonizada por una serie de mujeres en situación de calle y por las trabajadoras sociales que ven acercarse el cierre de su centro por los recortes institucionales y que se autoorganizan para buscar una salida al margen de un sistema que les da la espalda, que no ve en ellas más una cifra y que las juzga desde una mirada paternalista y neoliberal. La película es un canto al empoderamiento de dichas mujeres, una crítica a un sistema en el que cuentan más los números que las personas, en el que se cataloga a la gente según su nivel de productividad, como si fuéramos piezas de una gran máquina. 

Lo que cuenta la película es lo que se está viviendo ahora en el barrio de Tetuán con el cierre del Centro Geranios, el único centro solo para mujeres en situación de calle y vulnerabilidad. Lo que esconde de fondo este cierre es la invisibilización con la que juega el neoliberalismo de aquellas personas que están en una situación más vulnerable, aquellas que han quedado en el margen de este sistema, llamado por Amaia Pérez Orozco “esa cosa escandalosa”. Escandaloso es un sistema que va dejando en sus márgenes los cuerpos y las vidas de aquellas personas que nacieron sin privilegios, sin el privilegio de haber nacido varón, blanco, burgués, hetero y con, lo que la sociedad considera, una funcionalidad normal. Y así normalizamos que las personas mueran en el Mediterráneo por tratar de alcanzar este falso paraíso que es Europa o normalizamos y justificamos que se cierre un centro para mujeres en situación de calle, dejando a esas personas sin medios para seguir adelante. Todo porque el mercado, esa gran máquina que está arrollando todos los derechos y las vidas a su paso, sobreviva.

¿Quién ha elegido estas reglas de juego donde la vida de las personas, su libertad y sus derechos están subordinados a los mecanismos del mercado? ¿Quién decide qué vidas son dignas de ser tenidas en cuentas y hay que salvaguardar y defender de ese colapso, ese abismo al que nos acercamos cada vez a mayor velocidad, producido por el propio sistema?  ¿Y qué vidas, como las de las mujeres de este centro, no merecen ser rescatadas ni consideradas?

En este juego, que vemos cada día en las pantallas de nuestras televisión, en los periódicos y redes sociales, cada vez más vidas son marginadas son dejadas de lado, como les ocurre ahora a las mujeres del Centro Geranios

Se produce así una apropiación de la vida de ciertas personas, que no es más que un esclavitud encubierta, con la que juega constantemente Occidente, lazándose como juez y verdugo de todo el mundo, tratando de disfrazar sus decisiones de éticas para crear una legitimación frente a la sociedad, cuando la realidad es que la vida, la libertad y los derechos de la mayoría de la población mundial no cuentan, solo importa la mal entendida libertad de las clases privilegiadas y la justificación del neoliberalismo. Y en este juego, que vemos cada día en las pantallas de nuestras televisión, en los periódicos y redes sociales, cada vez más vidas son marginadas son dejadas de lado, como les ocurre ahora a las mujeres del Centro Geranios.

La clausura de este centro esconde unas estrategias que muestran la mercantilización de la vida. Al parecer se plantea abrir un nuevo centro solo para mujeres en noviembre, quizás como estrategia política al ver acercarse el 25N, pero ¿qué ocurre con la vida de estas mujeres durante estos meses? Desde esta perspectiva son solo un instrumento político, una herramienta con la que sumar votos en una “democracia” vendida a la economía, una “democracia” que ha dejado de lado los derechos humanos para hablar de rentabilidad, de producción, de eficiencia, una “democracia” que ya no merece ese nombre, porque no es el gobierno del pueblo ni la defensa de unos derechos inalienables, sino la ley del más fuerte. Este sistema tiene poco de democrático y se asemeja cada vez más al estado de naturaleza hobbesiano, donde triunfa el más fuerte y el débil es despedazado.

Estas mujeres en situación de calle, a las que no se les está encontrando una salida y que han vivido muchas de ellas abusos y acosos sexuales, se asemejan a los náufragos de los que habla Proudhon. El autor anarquista pone el ejemplo de una isla en la que los habitantes rechazaran a los náufragos que tratan de alcanzar la orilla para salvarse. En este momento tenemos muchos náufragos, tantos que parece que no hay otra cosa en el mundo, tenemos a los inmigrantes jugándose la vida en el Mediterráneo, pueblos como el colombiano saliendo a luchar por sus derechos, tenemos a un precariado engordado por las sucesivas crisis que vivimos y tenemos a estas mujeres, a las que se les está echando al mar. Pero ante esto cabe preguntar: ¿qué clase de civilización hemos construido y defendemos que pone precio a las personas, que valora el capital por encima de la vida?

Dirán algunxs que el sistema público no puede mantenerse, que cómo esperamos que el Estado pueda con todo con las crisis vividas. Y entonces, como los ecos de la sirenas, se entonan de nuevo los discursos, que ya se vieron en la crisis del 2008, que hablan de recortes y de que hay que hacer sacrificios. Pero estos sacrificios los pagamos siempre las mismas personas, estos recortes afectan a nuestras vidas, eliminando poco a poco los derechos que se han conseguido con siglos de luchas. Los recortes no van encaminados a contener el consumismo de esta sociedad, que se apoya en el expolio de los recursos, la explotación laboral y la contaminación globalizada, sino a eliminar lo público. De ahí los recortes que sufren los ambulatorios de atención primaria en la Comunidad de Madrid, las deficiencias que se vieron en los centros de mayores la primavera pasada, que llevó a dejar morir a nuestrxs ancianxs en una situación de abandono, o el recorte que lleva al cierre del Centro Geranios. 

Cabe preguntar dónde quedan las pancartas que se veían en los balcones durante el encierro producido por el covid que pedían la defensa de la Sanidad Pública. Cuando hemos vuelto a las urnas hace unas semanas la gente ha votado al mismo partido que ha hecho posible estos recortes, que favorece la privatización de la sanidad, la educación o cualquier otro aspecto de la vida, del que puedan lucrarse las empresas y clases privilegiadas. La memoria y la conciencia crítica se han disuelto frente a un emblema vacío, el de la Libertad. Pero esta libertad es la libertad del neoliberalismo, que se entiende sólo en un sentido consumista e individualista, mientras privatizan más ámbitos de la vida y permiten que este monstruo racista, machista, capacitista y un largo etcétera, siga engullendo más vidas a su paso. Esta libertad es sólo para algunxs, para que aquellxs que salen ganando, mientras la libertad real, que vendría de la mano de una igualdad y de unos derechos para todxs queda olvidada.

¿Por qué los recortes implican que las clases privilegiadas vivan cada vez mejor, mientras aumentan las vidas que naufragan? ¿Por qué no hacemos nada cuando son nuestros derechos fundamentales los que se están viendo vulnerados? ¿A qué esperamos para reaccionar? Quizás cuando nos demos cuenta de lo que supone este ataque a la esfera de lo público, ya sea tarde y muchas vidas se hayan perdido por el camino, como las de lxs ancianxs que murieron víctimas del covid y de los recortes en sanidad o la de estas mujeres del Centro Geranios. ¿A qué esperamos para darle la vuelta a este sistema antes de que quedemos todxs arrolladxs por él? Retomemos los eslóganes de hace un año y gritemos que lo público se defiende, no se vende.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Instituciones culturales
Culturas Los agentes culturales comunitarios exigen al Gobierno que actúe contra el cierre de espacios como Harinera
La Red de Espacios y Agentes de Cultura Comunitaria denuncia “los atropellos de los gobiernos conservadores a la cultura”, con el ejemplo del final de Harinera anunciado por el Ayuntamiento de Zaragoza, y exige al ministro Urtasun que tome medidas.
Centros sociales
Centros sociales en Madrid Detienen el desahucio del centro social La Bankarrota, amenazado de desalojo
A pesar de que la propiedad solicitó presencia de la UIP para desahuciar esta mañana a los integrantes del centro social ubicado en el distrito de Moratalaz detienen el desalojo y esperan nueva fecha.
Antifascismo
Antifascismo Prisión provisional para tres de los detenidos por la agresión fascista en Castellón
La jueza ha decretado prisión incondicional y sin fianza para tres de los ocho detenidos, el resto ha sido puesto en libertad provisional, aunque con medidas cautelares.
#91121
27/5/2021 17:25

Yo soy un desaparecido. Consto. Pero no estoy.

Yo soy un automarginado. Tengo amigos. Pero no los veo.

Yo soy un superviviente. Estoy atrapado. Pero soy libre.

Yo soy la típica persona a la que desprecias. Pero he hecho todo por ayudarte.

Yo no soy tu enemigo. Pero tú lo crees.

Mi crítica:

_,/@.¿€=/%)

0
0
#91029
26/5/2021 10:35

No seria mas igualitario que el centro sea de PERSONAS y así no se discrimina a nadie?

2
4
#91042
26/5/2021 12:48

Son personas las mujeres del Centro Geranios.

3
0
#91049
26/5/2021 14:14

Nadie dice que no lo sean, solo que es discriminatorio para quien no sea mujer. Es mas inclusivo que contemple a todas las personas desfavorecidas

1
2
#91066
26/5/2021 17:03

Es un centro para mujeres que han sufrido abuso, acoso e, incluso, agresión sexual. Se sienten más seguras en un lugar en el que no pueden cruzarse con sus maltratadores. Esa suele ser la razón de los espacios no mixtos, crear lugares seguros para las mujeres en una sociedad patriarcal.

3
0
1 de mayo
1 de mayo La transición ecosocial y frenar el genocidio de Palestina, ejes de la clase trabajadora de Bilbao
En una ciudad acostumbrada a buscar consensos y apartar las siglas abrazando un eslogan común y caminar detrás de una sola pancarta, hoy es el día de sacar pulso, ondear bandera propia y tomar la Gran Vía, el Arenal y la plaza Santiago.
Derecho a la vivienda
Elecciones catalanas El futuro de la regulación de los alquileres en Catalunya se juega el 12M
El decreto que regula los alquileres de temporada que lanzó el Govern era la pieza que faltaba para que funcionen los topes de los precios. Pero la norma debe ser revalidada con los votos socialistas y convergentes, que se han opuesto a la medida
Reducción de jornada
Laboral Los convenios colectivos del País Vasco tienen la jornada anual más baja y los de Canarias, la más alta
La jornada anual varía muy lentamente desde que el Ministerio de Trabajo tiene una serie histórica, apenas 22 horas desde 2001. El País Vasco aventaja en 49 horas a esa media estatal en los convenios colectivos firmados.
Genocidio
Genocidio Las acampadas por Gaza se expanden mientras Netanyahu espera noticias de La Haya
Desde que estudiantes de la Universidad de Columbia levantaran la primera acampada, iniciativas similares se están repitiendo llamando al fin del genocidio. En Gaza, Israel castiga a la población superviviente a una muerte silenciosa, denuncia MSF.
En el margen
Francisco Godoy Vega “El ojo del blanco es como el ojo de Dios: es abstracto, es superior y puede verlo todo”
Doctor en Historia del Arte, Francisco Godoy Vega forma parte del colectivo de arte colaborativo Ayllu. Este activista antirracista aborda las consecuencias del supremacismo blanco. En 2023 publicó el libro ‘Usos y costumbres de los blancos’.
Laboral
Laboral Xavier Minguez: “Ni la rabia contra la empresa ni el orgullo de éxito de una huelga son solo tuyos”
Xavier Minguez es profesor de psicología social y análisis de resolución de conflictos en la UPV/EHU y ha realizado para el sindicato ELA la investigación ‘Un acercamiento psicosocial a la huelga’.
Tribuna
Tribuna Se trata de recuperar nuestra vida
Pese haberse demostrado que la productividad aumenta con la disminución de la jornada, seguimos teniendo la misma jornada laboral.

Últimas

Poesía
Galiza Morre aos 92 anos a poeta, activista e revolucionaria Luz Fandiño
O falecemento foi anunciado publicamente pola súa amiga e alcaldesa de Santiago de Compostela, Goretti Sanmartín.
Obituario
Obituario | Luz Fandiño Ata sempre, comandanta!
Luz Fandiño era unha punky, inamovible nos seus ideais e no seu discurso. Unha muller que, a pesar de ter vivido as peores miserias, chegou ao final da súa vida coa súa enerxía adolescente e co seu espírito de loita intacto.
1 de mayo
1 de mayo Un centenar de sindicalistas de CGT ocupan el edificio de la patronal catalana en Barcelona
“Ahora que la tecnología, la digitalización y los medios de producción han avanzado, es el momento de poner encima de la mesa la reducción de la jornada laboral sin recorte salarial en todos los centros de trabajo”, han reclamado.
Sidecar
Sidecar La izquierda gana terreno en Corea del Sur
El 10 de abril, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, y su conservador Partido del Poder Popular sufrieron una sorprendente derrota a manos del progresista Lee Jae-myung y su Partido Democrático.
Gobierno de coalición
Política institucional Pedro Sánchez no dimite: “He decidido seguir”
El presidente del Gobierno vuelve a sorprender y anuncia que no se va. Sánchez se encarama como cabeza visible de un movimiento cívico contra la intoxicación política.
Opinión
OPINIÓN Snt from my ihpone
Sobre la serie de Richard Gadd se han dicho muchas cosas desde que se estrenó hace apenas tres semanas, ya ha recibido elogios, pero sobre todo críticas. Muchas con ánimo de cancelación.
El Salto Radio
El Salto Radio Barrios e identidad
Salimos a pasear por los barrios onubenses y palpamos en este recorrido local una verdad universal: que los barrios son siempre escuelas de cooperación y solidaridad.
1 de mayo
1 de mayo “Nuestro mundo, en el que cabemos todas, es la única alternativa”, reivindican desde el 1M Interseccional
Por cuarto año consecutivo marchan, de manera festiva y sin incidentes, colectivos del sindicalismo social de toda la región madrileña en el Día Internacional de las y los trabajadores.
Cuidados
Cuidados Lavar el cuerpo de una anciana
Ir contra el pudor impuesto es sin duda una acción feminista, como también lo es defender el derecho al mismo en distintos contextos o situaciones.

Recomendadas

Política
Política Redes clientelares, falta de autogoberno e consensos neoliberais: as claves do novo Goberno galego sen Feijóo
Políticas e analistas debullan a folla de ruta da primeira lexislatura galega da era post-Feijóo: reforzamento dos fíos de poder locais, falta de vocación autonómica, complexo de inferioridade e a axenda marcada polos grandes consensos neoliberais.
Genocidio
Genocidio Rebelión en las universidades y acampadas: ¿una primavera antisionista?
Los principales aliados de Israel, Estados Unidos y Alemania, están siendo testigo de un desborde en las protestas contra el genocidio.