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El Carnaval de este año en Brasil gira en torno la campaña #CarnavalEllosPorEllas. "Cuando una mujer te dice que no quiere besarte significa que no quiere besarte"; "Cuando una mujer te dice no, significa que te ha dicho no"; "La diferencia entre el acoso y el tonteo está en el respeto". Estas frases contra el acoso han llenado este año Brasil para intentar cambiar las estadísticas que avergüenzan el país: sólo en el período de cinco días que duró el carnaval del año pasado en Rio de Janeiro, una mujer fue agredida cada tres minutos, según los registros oficiales de la Policía Militar de la ciudad.
No besar a la fuerza, no tocar sin permiso, no tirar del pelo, no arrimarse por detrás... ¡no es no! Este año, miles de activistas se han unido para hacer de este Carnaval un evento libre de agresiones sexuales. Junto otras iniciativas para concienciar sobre el problema del acoso, se han distribuido calcomanías con la frase "No es no”.
Esta iniciativa empezó en internet con un objetivo inicial de recaudar 7.500 reales (unos 1.859 euros), pero la repercusión fue tan grande que se recaudó un total de 20.457 reales (unos 5.070 euros) que les ha permitido repartir su mensaje por las ciudades de Río de Janeiro, Sao Paulo, Salvador, Belo Horizonte, Recife, Olinda y Brasilia.
Los números de la violencia de género en Brasil son alarmantes.Según el último informe del Forum Brasileño de Seguridad Pública, que contiene datos de 2016, una mujer fue asesinada cada dos horas ese año. Durante esas mismas dos horas, diez mujeres fueron víctimas de una violación, suponiendo un aumento del 3,5% con respecto al año anterior.
El mismo informe señala que al menos 42% de las mujeres brasileñas reconocen haber sufrido acoso sexual en algún momento. En el carnaval los hombres se aprovechan de que es un momento en el que todo el mundo está feliz y bailando para manosear, y la sociedad y las autoridades públicas minimizan los casos de acoso, muy comunes durante el carnaval.
Otro aspecto invisible del Carnaval de Brasil es los peligros que viven los niños y jóvenes durante la celebración, alerta Unicef. La organización habla de alcohol, drogas, negligencia, abandono, trabajo infantil, violencia sexual y acoso online aunque lamenta la falta de datos públicos fiables sobre la vulneración de los derechos de la infancia. En una campaña del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia invita a “usar las manos” para contribuir a protegerlos, denunciando los abusos a través de Proteja Brasil, una app gratuita directamente conectada con Dial 100, la línea de teléfono de defensa de los derechos humanos del Gobierno Federal.
La app, que la organización desarrolló junto con la pequeña empresa de software Ilhasoft y que se lanzó de forma piloto en 2013, permite formular una denuncia de manera anónima, localizar lugares de interés como, comisarías, juzgados de menores, embajadas o ayuntamientos de las principales ciudades y dónde buscar información sobre estos abusos. La herramienta ya cuenta con más de 100.000 usuarios.
El carnaval de Brasil acoge millones de personas en las calles de todo el país. Una celebración que este año lleva un aire reivindicativo de genero junto con otros temas como LGBT, la desigualdad social, el trabajo informal, las bandas de narcotraficantes en las favelas o la corrupción de la clase política.