Insólita Península
Benjamin en un recuerdo

El lugar en el que estuvieron los restos de Walter Benjamin era un rincón desnudo y humilde. Sin embargo, la presencia de su recuerdo lo ocupaba, diría que incluso le daba forma.

Javier de Frutos
25 jul 2020 06:00

Desde que inicié esta serie de postales insólitas, me fijé algunas reglas no escritas. Una de ellas decía que tenía que visitar los lugares sobre los que iba a escribir en unas fechas no muy distantes al momento de la escritura. A veces un mismo viaje me ha servido para reunir varios textos cuya publicación he ido espaciando en el tiempo. Lo que no he hecho ha sido recuperar fotos y recuerdos de viajes antiguos. Otra regla decía que solo podía escribir un texto por provincia. Esta segunda regla me obligaba a viajar, a salir del entorno cómodo de Madrid y sus alrededores. He cumplido ambas reglas hasta la fecha, pero, ahora, las circunstancias del confinamiento —llevo tres meses sin salir de la Comunidad de Madrid por imperativo del estado de alarma— me obligan a romper una de estas máximas: o escribo sobre Madrid o escribo sobre un recuerdo. No sé muy bien por qué, he preferido escribir sobre un recuerdo.

Recuerdo una carretera sinuosa desde la localidad francesa de Collioure hasta Portbou (Girona). Las curvas se sucedían asomadas al mar y, en algún momento, atravesamos una frontera ya desdibujada, un límite que en otro tiempo marcaba las vidas de quienes trataban de franquearlo. Tal vez olía a pino y las rocas tenían un tono rojizo. Puede que los coches que deambulaban por aquel trazado imposible lo hicieran con la gracia de los veraneantes indolentes. Era la primavera del año 2008.

Recuerdo la estación de Portbou, que se expandía en vías para trenes en espera y que parecía ocupar el núcleo de la población. Alrededor de la estación pululaban grupos de hombres de edades indeterminadas. Esos grupos de fumadores con ropa deportiva y amarrados a bolsas de plástico, que daban la impresión de no tener ningún destino salvo el que el azar les deparase en la media hora siguiente, daban vida a los terrenos adyacentes a la estación de Portbou. Puede que algunos turistas despistados se dirigieran a la playa. Puede incluso que esos turistas cruzaran alguna mirada con los grupos de diletantes inofensivos.

Recuerdo que ascendimos hasta algún lugar que he olvidado y tuvimos una visión panorámica de la localidad, colgada sobre el mar, extraída con esfuerzo de su destino de pequeño puerto pesquero para convertirse en un nudo de comunicaciones ferroviarias. Y allí, de eso casi estoy seguro, pregunté por Walter Benjamin y me indicaron un recorrido con carteles a modo de hitos que seguía los últimos pasos del escritor alemán, los días y horas previos a su muerte.

Recuerdo que seguimos el camino dictado por los carteles y conocimos detalles lúgubres de aquellos últimos días, en septiembre de 1940. Quizá nos acercamos a la desesperación del perseguido, al miedo brutal de quien se siente acorralado, a la derrota íntima del que no desea seguir huyendo. No lo sé. En todo caso, al menos nos acercamos hasta un monumento que recordaba a Benjamin y puede que a todos los perseguidos: se trataba de una escalera inserta en una estructura de hierro oxidado cuyo final estaba marcado por un cristal, una pared tranparente al otro lado de la cual solo quedaba el precipicio y el mar.

Sé que fotografié el lugar y creí que el vértigo de aquel descenso al abismo quizá sí se aproximaba al vértigo del perseguido. En aquel instante no quise quedarme allí demasiado tiempo. Necesité tomar aire, adquirir una perspectiva distinta. Portbou parecía una acuarela marina agitada con trazos inexplicables.

Visitamos el cementerio, también asomado al mar como si el ruido de las olas fuera la mejor compañía para los muertos. El lugar en el que estuvieron los restos de Walter Benjamin era un rincón desnudo y humilde

Recuerdo que visitamos el cementerio, también asomado al mar como si el ruido de las olas fuera la mejor compañía para los muertos. El lugar en el que estuvieron los restos de Walter Benjamin era un rincón desnudo y humilde. Sin embargo, la presencia de su recuerdo lo ocupaba, diría que incluso le daba forma.

Recuerdo que compré una postal de la escalera infinita y se la envié a un amigo, por cuya culpa habíamos leído algunos textos de Benjamin en los últimos años de la universidad. Al cabo de un tiempo supe que la había recibido y me gustó pensar que había compartido con él la visita. No sabía que doce años después iba a compartirla en esta página en los últimos días del estado de alarma de la primavera de 2020.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Insólita Península
Insólita península El Imperio del Sol se pone en Trebujena
¿Qué hacer cuando llegas a un lugar que has imaginado y soñado? Supongo que no queda más remedio que mirarlo de mil formas distintas para tratar de recordarlo.
Insólita Península
Nacimiento de un río rojo
La NASA se interesó por las formas de vida del río Tinto debido a la probable similitud entre sus condiciones ambientales y las del planeta Marte.
Insólita Península
Insólita Península En la ría del Nautilus
La isla de San Simón se asemeja a un pequeño barco encallado. Ante la isla se distingue una escultura que parece caminar sobre las aguas. Es una estatua del capitán Nemo, el personaje inagotable creado por la imaginación de Jules Verne.
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
Palestina
Genocidio La ONG anti-UNRWA lanzada por exespías y marines de EEUU siembra el caos en el reparto de alimentos en Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) creada a comienzos de este año y vinculada a agentes del ejército y la inteligencia estadounidense ha sido acusada de desaparecer a una persona y disparar a quienes estaban esperando ayuda.
Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.
Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.

Últimas

Universidad
Genocidio Las universidades españolas han firmado 44 proyectos con Israel desde septiembre de 2024
Los acuerdos dentro del programa Horizon Europe se han sucedido a pesar de las declaraciones de decenas de universidades de suspensión de relaciones con Israel.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.