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Nicaragua y la herida de la izquierda
Nicaragua es uno de esos cruces de caminos para la izquierda: un sector denuncia que la protesta viene dirigida por el imperio estadounidense, un poder que ya ejerció su dominio en forma de ocupación brutal sobre el país centroamericano.

Hace una semana llegó al correo de la redacción de El Salto un e-mail pidiendo explicaciones sobre el tratamiento del conflicto que tiene lugar en Nicaragua. Nuestro lector y socio estaba disconforme con los artículos y post publicados al respecto. Estos han defendido la legitimidad de las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega y Rosario Murillo. Sostenidas por las voces de miles de luchadores de la Revolución sandinista, las protagonistas del movimiento 19 de abril han denunciado un régimen corrupto que ha sido incapaz de dar una respuesta distinta a la represión y el asesinato policial o parapolicial de opositores. Nuestro lector escribía con cuidado y tacto, pero con firmeza.
La historia encierra a la izquierda en encrucijadas cada cierto tiempo. Nicaragua es uno de esos cruces de caminos. Un sector de la izquierda denuncia que la protesta viene dirigida por el imperio estadounidense, un poder que ya ejerció su dominio en forma de ocupación brutal sobre el país centroamericano. Desde El Salto, sin embargo, siempre estaremos del lado del pueblo que, en este caso, comenzó su lucha y sus propuestas contra un “pensionazo” instado por el FMI y aplicado por el Gobierno Ortega y Murillo. En los debates nos podremos encontrar, pero la represión del pueblo no puede ser bajo ningún concepto defendida por el medio que construimos para una transformación social en positivo para todo el planeta.
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