Dinero
El retorno del pleno empleo

El silencio en los partidos y sindicatos participantes en las marchas del 1 de mayo fue bochornoso. Sin embargo, éste fue quizás el acontecimiento político más relevante para desarmar el neoliberalismo de las últimas décadas: el retorno del pleno empleo a la agenda política.

Bernie Sanders
Bernie Sanders en un discurso para la presidencia Gage Skidmore / Wikipedia
Red MMT España
14 jul 2018 10:00

Con gran audacia, el senador por Vermont y aspirante a la candidatura demócrata para la presidencia de los Estados Unidos, Bernie Sanders, ha anunciado un plan que ofrecerá a toda persona que desee trabajar un empleo retribuido con un salario de quince dólares a la hora y prestaciones sociales tales como seguro médico y vacaciones. El Plan de Trabajo Garantizado es el mecanismo opuesto a la regulación neoliberal de la economía, la herramienta antagónica a una estrategia basada en el desempleo y la precariedad. La propuesta de Sanders es recibida en España en silencio entre aquellos que sueñan con alcanzar la zanahoria de la redistribución: solo hay que perseguir al dinero allá donde está con mayor convicción y echar a los corruptos de las instituciones. Hay un problema de corrupción y habrá que afrontarlo con las herramientas judiciales adecuadas, pero el problema a nivel macroeconómico no es la corrupción. Seguramente podamos achacar esta falta de interés por el terremoto que ha producido en los medios y el debate político del mundo anglosajón la propuesta de Sanders al compromiso de la izquierda europea con la Unión Económica y Monetaria. Esta impermeabilidad hacia el plan de garantía de empleo de Sanders contrasta con, por ejemplo, cómo buena parte de la izquierda se subió al carro de Syriza, los cantos de sirena que llegan desde Portugal, o el abortado experimento finlandés de Renta Básica Universal. 

El Plan de Trabajo Garantizado se deriva del análisis de la teoría monetaria moderna (TMM). El senador Sanders cuenta entre sus asesores con la economista Stephanie Kelton, una de las principales exponentes de esta corriente y eso se nota. De ser una escuela heterodoxa y desconocida antes de la crisis, aspectos de la TMM han empezado a ser asumidos por el mainstream económico, especialmente aquellos que son una mera descripción de la realidad del funcionamiento de los sistemas monetarios. 

La TMM expone fielmente el funcionamiento de nuestro sistema monetario. Puede resultar inaudito, pero un Estado emisor de la divisa en régimen de monopolio no está sometido a ninguna restricción presupuestaria. No necesita sacarles a los ricos los recursos que financian políticas sociales, en primer lugar, porque esto es una confusión en torno a la operatividad del circuito monetario, de los flujos y reflujos que tienen lugar desde que se introduce el dinero en la economía hasta que es retirado. El sector público puede sostener el gasto total que permite no despilfarrar nuestras energías dejándolas paradas, comprando todo aquel trabajo a la venta en su propia moneda que no encuentre acomodo en el sector privado. Esto es una limitación real, no financiera, que por supuesto afecta de forma diferente a cada país. 

¿Qué es el plan de trabajo garantizado (TG)?

Si es usted un parado de larga duración ¿vendería su fuerza de trabajo al sector público si le ofrecieran un empleo retribuido con un salario de, digamos, 10 euros la hora? El Plan de Trabajo Garantizado es sencillamente eso: el compromiso de que el Estado, de forma descentralizada, diseñe programas de empleo socialmente útiles donde puedan integrarse todas aquellas personas que no consigan encontrar un trabajo en el sector privado. El Estado se convierte así en empleador de último recurso. Se trata de resolver de forma directa un problema que ni las subvenciones, ni las ineficaces políticas activas de empleo, ni la adaptación de los currículos universitarios al mercado laboral, ni las reducciones de cuotas de cotización a la Seguridad Social consiguen resolver de forma indirecta. Ninguna de estas medidas es capaz de acabar con un fenómeno monetario como es el desempleo, síntoma de que el gasto total en la economía es insuficiente; solo aspiran a reorganizar la cola del paro o, como está pasando, dividir entre varios el empleo que ya existe. 

Como se pueden imaginar, el anuncio de Bernie Sanders ha sido recibido con feroces críticas desde el conservadurismo y el neoliberalismo. El establishment no puede soportar la idea de que el Estado desarrolle políticas a favor de la mayoría social, dotando a la democracia de herramientas que permitan construir el proyecto social que decida la ciudadanía. Los programas de empleo garantizado socializan la inversión, arrebatan a las decisiones privadas el monopolio sobre a qué se dedican nuestras fuerzas, permitiendo que no sea más rentable derrochar nuestras energías que utilizarlas. Esto suplantaría la guía inmanente del lucro por el bienestar social; y destronaría la relación parasitaria que promueve la competencia entre empresas bajando costes laborales primando en su lugar la innovación. Si una empresa no puede retribuir dignamente a sus trabajadores no debe existir, y si se les presenta a los trabajadores una alternativa la explotación propia o ajena deja de ser justificable. Supondría el fin de la precariedad tanto en su forma tradicional como en su moderna versión “colaborativa”. La uberización de la economía sería desactivada de raíz. 

Un Estado emisor de la divisa en régimen de monopolio no está sometido a ninguna restricción presupuestaria

La propuesta ha sido tildada de comunista, ignorando que el desempleo es un fenómeno monetario que solo puede darse en un régimen capitalista y que, ya en los años 30 del siglo pasado, Roosevelt aplicó recetas similares como el Works Progress Administration. Podemos aceptar esta caricaturización como algo positivo. Reconocemos que este ajuste institucional podría ser un paso hacia el socialismo, ahora desactivado mediante la imposición de restricciones al presupuesto público para neutralizar la voluntad popular. Equipándola de una herramienta como el Trabajo Garantizado, las prioridades de la sociedad podrían hacerse efectivas: se recuperarían entornos naturales degradados en vez de incentivar fiscalmente la construcción de proyectos del estilo de Eurovegas; se cuidaría de las personas desvalidas en lugar de acometer una devaluación interna para atraer empresas de atención al cliente en las que las multinacionales externalizan sus servicios; se reconstruiría el valioso patrimonio cultural de nuestros pueblos para crear un turismo diferente a los negocios que crecen alrededor del turismo de borrachera estimulado por los precios bajos; o se podría implantar un programa de traslado gratuito a centros de salud de personas necesitadas de atención sanitaria.

Los programas de Trabajo Garantizado permitirían acometer proyectos que fueran carbono-neutrales y sostenibles, sustituyendo procesos productivos que esquilman el medioambiente. La implantación de negocios privados debería responder a las demandas de los consumidores, no ser auspiciados bajo la iniciativa pública devaluando nuestra sociedad con la excusa de que crean empleo, inflando las expectativas de beneficios a demanda de los inversores a costa de los trabajadores. 

También se ha reprochado que la garantía de empleo sería inflacionista. En realidad, es un potente instrumento de estabilidad macroeconómica que proporciona un anclaje a los precios y el valor de la moneda en base a una sustancia común a la producción de bienes y servicios: el trabajo. Si el Estado dice que paga 10 euros por hora de trabajo está fijando el valor de su moneda (1 euro=6 minutos de trabajo). Funciona también como un mecanismo automático de gestión del ciclo económico al expandirse o contraerse en función de las expectativas privadas. La cantidad de gasto destinada a estos programas no es discrecional pues dependerá de la demanda que surja del sector privado al citado salario. En un ciclo bajista los empresarios despedirán trabajadores que podrían incorporarse a uno de estos programas estabilizando el gasto agregado. En un ciclo alcista los empresarios podrían contratar trabajadores entre las personas productivamente empleadas por el sector público y, por tanto, con sus capacidades sociales y técnicas actualizadas, en lugar de personas desganadas y con habilidades oxidadas tras un período de paro prolongado. Mientras se mantengan o aumente la productividad de los trabajadores no tiene por qué producirse ninguna tensión inflacionista. 

La denuncia principal sobre cómo financiar estos programas de garantía laboral es por definición descabellada, dado que es imposible que el monopolista de la emisión de la moneda caiga en la insolvencia. En cualquier caso, insisten los críticos, garantizar el pleno empleo es tan costoso que sería inasumible. ¿De verdad pretenden que mantener recursos ociosos, despilfarrando las fuerzas productivas del país, es más “eficiente”?

Ya estamos pagando altísimos costes por culpa del desempleo, tal y como siempre insiste Pavlina Tcherneva, una de las investigadoras sobre Trabajo Garantizado más notables. No nos referimos solo a la prestación de desempleo en la que el cicatero estado social español gastó algo más de 18.600 millones de euros en 2016 (el 1,8% del PIB).

En la cuenta del desempleo hay que sumar otros costes de oportunidad como los años de vida saludable perdidos por culpa de enfermedades que podían haberse evitado, puesto que es sobradamente conocido que las situaciones de desempleo prolongado y precariedad acaban socavando la salud mental y física de las personas víctimas de la depresión, el estrés y la exclusión social. También pagamos un precio en forma de mayor criminalidad. España tiene 130,7 personas encarceladas por cada 100.000 habitantes, cuando la mediana europea es de 117. Aunque hemos reducido gradualmente las tasas de encarcelamiento gracias a reformas del código penal, España mantenía en 2016 a más de 60.000 personas encarceladas en un sistema penitenciario al cual se dedicaron más de 1.546 millones de euros. Es decir, por cada preso gastamos 2.000 euros al mes, más que los 800 euros que reciben de media los parados beneficiarios de una prestación. No afirmamos que todos los encarcelados lo sean por culpa del deterioro de la economía durante la crisis, pero sí que una gran parte de ellos no habrían delinquido si hubiesen tenido otras alternativas. Pero el coste es aún mayor si computamos los años de producción potencial perdidos, los proyectos personales suspendidos, los hogares y familias que han dejado de formarse, la merma de las capacidades productivas de la fuerza de trabajo, y podríamos seguir. Estos son los costes reales, los daños irreparables ocasionados por no disponer del acceso a los instrumentos para movilizar nuestras fuerzas simplemente por la oposición de las élites a los cambios sociales que ello ocasionaría. Quieren trabajadores disciplinados y simples consumidores, no una sociedad de ciudadanos que toman las riendas de cómo y en qué sociedad vivir.

Los ataques acaban de empezar y el senador Sanders no podía ignorar que llegarían. Sin duda, Sanders es un político hecho de una pasta especial. Le habría resultado más fácil ajustar su discurso a la actualidad sensacionalista, a propuestas descafeinadas que la maquinaria de la oligarquía no concibe como amenazas, o a cuestiones identitarias que se centran en lo que diferencia a las clases populares desviando el foco de atención desde las condiciones que las someten los designios de las élites. La capacidad de Sanders para alejarse de la mojigatería centro-izquierda debe valorarse, más si la comparamos con aquella izquierda que habla de soberanía y hacienda solo para aceptar una austeridad light y crear un falso dilema entre partidas presupuestarias y regiones, buscando torpemente encontrar el dinero allá donde se esconde en vez de ir a su origen. Necesitamos una Hacienda Funcional para alcanzar el pleno empleo transformando nuestra sociedad democráticamente, no unos confundidos aspirantes a Robin Hood.

Arquivado en: Desempleo Dinero
Sobre o blog
El espacio para pensar sobre qué es el dinero, cómo nos domina y alternativas reales e imaginarias
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Economía colaborativa
Crecimiento económico ¿Cuánto dinero necesitas para ser feliz?
La paradoja que toma el nombre del recientemente fallecido Richard Easterlin señala que el dinero no siempre garantiza la felicidad. La economía del bienestar nos invita a reflexionar sobre cuánto dinero necesitamos realmente para ser felices y cuále
Economía
Economía Bancos centrales independientes y el régimen de dominancia de la política monetaria
Los Bancos Centrales son unos de los responsables últimos de los problemas alrededor de dos de sus funciones básicas: evitar espirales inflacionistas; preservar la salud del sistema bancario
Análisis
Lobby bancario Sacrificar el euro digital para que nada cambie
Ante una adopción masiva del euro digital sin límites, los bancos dejarían de ser esenciales y verían disminuida su capacidad para seguir creando dinero.
#20538
16/7/2018 18:16

Bueno tampoco Nada asegura que esa emisión adicional de dinero para pagar el TG acabe acumulándose igual que ahora en pocas manos. Precisamente porque la desigualdad se crea por quien tiene poder para hacerlo. Por otro lado carga al Estado con toda la responsabilidad y facilita aún más los despidos en las crisis. Y finalmente ‘obliga’ como Estado a aceptar trabajos no demandados o a prestarlos sin cualificación adecuada. Tiene sentido combinado con una RBU.

1
2
Salyana
15/7/2018 11:29

En la concepción liberal, cada cual se las averigua como puede. Las condiciones de partida (privilegios y discriminación de todo tipo) son profundamente desiguales y el resultado es, no sólo el refuerzo de la discriminación y la dominación, sino una cultura basada en el individualismo extremo y extremadamente competitivo. En la concepción democrática se parte de la conveniencia y necesidad de que la construcción personal se imbrique en la construcción colectiva (no necesaria ni preferiblemente estatal). Dicho de otro modo más imperfecto: los "derechos" individuales son garantizados por la colectividad. En la concepción estatal, por un poder central en el que la autogestión es imposible o muy limitada. En la concepción comunitaria, por las propias comunidades reales (en las que las personas pueden interactuar "cara a cara") en las que la autogestión tiene su lugar idóneo.

5
2
Sobre o blog
El espacio para pensar sobre qué es el dinero, cómo nos domina y alternativas reales e imaginarias
Ver todas as entradas
Memoria histórica
Memoria histórica Cultura, exilio e loita das bibliotecarias galegas na Segunda República: a vida de María de los Ángeles Tobío
Durante os primeiros anos trinta, as bibliotecas tornaron en espazos de traballo ideais para un modelo de muller que aspiraba ser independente e que manifestara un claro compromiso político. A Guerra Civil remataría con todas as súas aspiracións.
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.
Cine
Kamal Aljafari “Palestina está en la raíz de la situación actual del mundo”
Kamal Aljafari lleva toda su carrera trabajando con materiales de archivo, indagando en las imágenes e interviniendo en ellas para preservar memorias en desaparición y para oponerse al proyecto colonial sionista y su falseamiento del pasado.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Opinión
Opinión ¡Que vivan los aranceles!
Que Trump propugne aranceles no debe hacernos caer en la trampa de defender los intereses de los grandes oligopolios.
Paterna
Paterna Vandalizan el muro de Paterna donde el franquismo fusiló a 2.238 personas
El paredón amaneció este viernes con grandes letras pintadas con spray negro donde se podía leer “Sagredo eres maricón y tarado”, en referencia al alcalde del municipio.
Más noticias
Opinión
Derecho a la vivienda Flex Living: el caballo de Troya de la precarización del alquiler
No es una respuesta moderna a las nuevas formas de habitar la ciudad. El ‘flex living’ no es más que la última jugada del sector inmobiliario y los grandes fondos de inversión para maximizar beneficios a costa del derecho a la vivienda.
Opinión
Opinión La unidad del anarcosindicalismo es la acción conjunta
Al hilo de supuestos movimientos desde la CGT hacia la unificación con CNT es necesario diferenciar entre lo que es una relación en clara mejora y lo que sería un proyecto real en marcha.
Galicia
Memoria histórica Cultura, exilio y lucha de las bibliotecarias gallegas durante la Segunda República
Durante los primeros años treinta, las bibliotecas se convirtieron en espacios de trabajo ideales para un modelo de mujer que aspiraba ser independiente y que había manifestado un claro compromiso político. La Guerra acabó con todas sus aspiraciones.

Recomendadas

Líbano
Ocupación israelí Israel incumple el acuerdo de paz y mantiene tropas en el sur de Líbano para “vigilar” a Hezbollah
El Ejército sostiene la ocupación de cinco colinas a lo largo de la frontera tras evacuar sus soldados de decenas de municipios. Miles de civiles regresan a sus casas para descubrir que lo han perdido todo.
Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.