Música
El k-pop, las fans y la tumba de Franco

Mientras las canciones de reguetón suenan en todas partes y sus artistas reciben buena parte de los premios más importantes de la industria musical, el k-pop no suena en la radio, no recibe reconocimiento internacional y sigue siendo visto como un género minoritario, incluso de frikis.

26 ene 2021 06:00

Donald Trump quería hacer una demostración de fuerza. Había elegido la ciudad de Tulsa, conocida por haber sido el escenario de uno de los actos de violencia racista más brutales de la historia de Estados Unidos. El mensaje estaba claro: con las calles todavía ardiendo por el asesinato de George Floyd, Trump se iba a dar un baño de masas en la ciudad donde se había producido una masacre contra la población negra. El presidente estaba eufórico, dos días antes anunciaba por Twitter que había más de un millón de solicitudes para asistir a los actos de ese día. Sin embargo, cuando llegó el momento, las imágenes que recogieron las cámaras eran muy distintas. Con la excepción de unas pocas filas en la parte baja, el pabellón estaba vacío.

Aquella fue la primera vez que muchos de nosotros oímos hablar del k-pop. Los responsables de la campaña de Trump dieron todo tipo de justificaciones al fracaso de Tulsa, pero en las redes sociales se podía encontrar la verdadera explicación: la comunidad de seguidores de esta música había boicoteado el acto reservando los asientos de forma masiva. No era la primera vez que lo hacían: a principios de ese mismo mes habían tirado una aplicación de la policía de Dallas que permitía denunciar a los participantes en las protestas antirracistas. En el Estado español también se habían organizado para atacar la cuenta oficial de Vox en Twitter con vídeos de grupos de k-pop bailando sobre la tumba de Franco.

Aquellas acciones dieron una gran visibilidad en redes al género, pero en realidad el pop coreano estaba lejos de ser un fenómeno minoritario. Grupos como BTS llevaban ya más de tres años acumulando ventas millonarias de discos en el mercado internacional, hasta el punto de que han alcanzado cuatro veces el número uno del Billboard en dos años, algo que solo habían hecho los Beatles. Lo mismo en Spotify y YouTube: el single “Dynamite” rompió todos los récords de la plataforma de vídeo con cien millones de visitas en las primeras veinticuatro horas de su lanzamiento.

Masculinidades
K-Pop, las nuevas masculinidades en tierras confucianas

En Corea un nuevo formato de hombre, los kkonminam, pone sobre la mesa formas más laxas de entender la masculinidad. Lo hace a través del k-pop, los dramas, el cine… Y bajo la atenta mirada del capital.

Las cifras de escuchas en plataformas y ventas de entradas y discos permiten considerar al k-pop el gran género musical del momento junto con el reguetón. No obstante, mientras las canciones de reguetón suenan en todas partes y sus artistas reciben buena parte de los premios más importantes de la industria musical, el k-pop no suena en la radio, no recibe reconocimiento internacional —la nominación a los Grammy de este año ha sido la única excepción hasta el momento— y sigue siendo visto como un género minoritario, incluso de frikis.

Esta negativa a considerar al k-pop parte del mainstream tiene varias razones. Una de ellas tiene que ver con el rechazo que suele generar cualquier música que no provenga del ámbito occidental, aunque musicalmente sea idéntico al pop que se consume aquí. También se suele esgrimir como una razón para descalificar al género el nivel de explotación de la industria musical coreana y el hecho de que las bandas son creadas de forma artificial por agencias. Se ha criticado, además, la sexualización a la que se somete a las cantantes, que suelen aparecer vestidas con ropa como tops, arneses y faldas cortas. Estas críticas son legítimas, pero deben tener en cuenta que la diferencia con la industria occidental es, en todo caso, de grado: aquí también se crean bandas, se modifica el físico y la apariencia de sus miembros, se sexualiza a las intérpretes femeninas y se somete a los cantantes a una explotación extrema. Por poner un ejemplo que todos conocemos, basta recordar al mánager de Amy Winehouse forzándola a salir del resort en el que se estaba recuperando de su adicción a las drogas para que cumpliese sus contratos.

Pero, además, el desprecio también tiene que ver con que se asocia con un público adolescente y fundamentalmente femenino. Los géneros musicales y las bandas cuyos oyentes son en su mayor parte mujeres jóvenes suelen recibir un trato bastante condescendiente, cuando no directamente de burla. A esto se une el desprecio con el que se suele mirar al fenómeno fan cuando son mujeres jóvenes las que lo protagonizan, a veces por los mismos que han hecho horas de cola para entrar a un festival o que han puesto tuits entre lágrimas por la muerte de Maradona. Los mismos que también olvidan que las mujeres jóvenes fueron el público mayoritario en su momento de bandas y solistas que ninguno de ellos se atrevería ahora a sacar del olimpo de la música occidental, como los Beatles o Elvis. Como cualquier otro grupo social, las adolescentes pueden escuchar música mala, buena o regular, pero creer que si les gusta a ellas es necesariamente mala es solo misoginia.

Arquivado en: Corea del Sur Música
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Música
Festival de Valdencín Música y reivindicación: así fue el II Festival Tejiendo Redes en Valdencín
Reivindicando el espacio de las mujeres en la música, Valdencín (Cáceres) se convirtió el 9 de noviembre en el escenario de una celebración que trascendió lo meramente musical: la segunda edición del Festival Tejiendo Redes.
Euskal Herria
Kortatu El “Sarri, Sarri” suena en la cárcel de Martutene y el Gobierno Vasco no volverá a permitirlo
Tras las críticas de Covite, PNV y PSE-EE apuestan por una postura unitaria que pasa porque el departamento de Justicia y Derechos Humanos endurezca los requisitos para los actos culturales dentro de las penitenciarías.
Opinión
Opinión Quan isc a buscar l'alegria (carta de amor a València)
Muchas aprendimos a amar València a kilómetros de distancia gracias a una cultura musical y antifascista llena de luz y de sal, de ardor y de dulzaina, de voces que pusieron letra y sonido a nuestros malestares.
#87681
19/4/2021 17:54

No

0
0
#81482
31/1/2021 13:36

El capitalismo me quiere gobernar
y yo le sigo, le sigo la corriente.
Y luego me extraña que diga la gente
que el capitalismo me quiere gobernar.

1
0
#81448
30/1/2021 23:34

Es incomprensible la obsesión que tiene este medio con el K-Pop. Que no tiene nada de malo, pero a ver, son cuatro adolescentes en Twitter y Tumblr haciendo mucho ruido sobre unos grupos de música comerciales a saco, niños guapos moldeados a medida por la discográfica. Pretender leer en ello algo revolucionario... que sí, que las fans son de izquierdas, lo contracultural suele atraer a la izquierda, y en occidente el K-Pop es contracultural. De verdad, por el bien de vuestra salud mental, salid de vuestra burbujita stanner en Twitter y ya de paso escribís sobre otra cosa. Tanto K-Pop no puede ser sano.

0
1
#81336
29/1/2021 11:35

Madre mía... menudo despropósito el de algunas/os creadores/as de opinión progres. No sé desde que marco ideológico se escribe este artículo, pero cualquiera que tenga un mínimo criterio musical y político no puede más que situarse en contra del K-pop.
El K-pop no es más que música comercial (música basura) en su máxima expresión, diseñada por productores corporativos con el objetivo único de vender, con calidad musical muy escasa y nulo mensaje de compromiso político alguno. Además, las estrellas del K-pop no son más que juguetes rotos que son explotados desde su infancia en academias preparadas para ello. Muchas/os son empujados/as al suicidio por las condiciones extremeas en las que les hacen trabajar para poder llegar a triundar.
Reivindicar el K-pop es como reivindicar el McDonalds como cultura culinaria, la Barbie como jueguete emancipador, o los Back Street Boys/Spice Girls como buena música (el K-pop no es más que un refrito de dichos grupos).
Mercancías basura para mentes basura.

5
1
#81114
27/1/2021 0:31

Pijoprogres burgueses al gulag.

3
7
#81108
26/1/2021 22:39

¡Muchas gracias por dar otro punto vista!

5
5
Genocidio
Genocidio El TPI emite la orden de detención contra Netanyahu y Gallant por crímenes de guerra
La Sala de Cuestiones Preliminares del TPI rechaza las impugnaciones de competencia formuladas por el Estado de Israel y emite órdenes de arresto contra Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Los sindicatos denuncian a la Comunidad de Madrid por exponer a sus sanitarios a “gravísimos” riesgos
Solicitan la mayor indemnización económica pedida contra una administración por no contar con un verdadero plan de prevención de riesgos laborales para atención primaria.
COP29
Cumbre del clima La COP29 encara su última jornada con un final agónico sin acuerdo en los temas clave
Los borradores de los textos de negociación sobre la mesa quedan muy lejos de un acuerdo sobre financiación climática en línea con las necesidades para que el planeta no rebase los 1,5ºC de calentamiento medio.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Estados Unidos aprueba la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso aprueba una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
Violencia machista
25 de noviembre Con el lema “Juntas, el miedo cambia de bando”, el movimiento feminista llama a organizarse este 25N
En un año en el que ha vuelto al primer plano el debate público sobre la violencia patriarcal sistémica que siguen padeciendo las mujeres, la marcha del 25 de noviembre vuelve a las calles el próximo lunes.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.

Recomendadas

València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.
Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.