Líbano
En el Líbano, agroecología para sobrevivir en tiempos de crisis

En respuesta a la explosión de pobreza e inflación que hace inasequibles las importaciones, los agricultores y activistas están desarrollando un sector ecológico. Todavía a muy pequeña escala y subvencionada en gran medida por la ayuda internacional, está, sin embargo, atrayendo un interés creciente.
libano 1
Loulou Amiouny Rouayheb, directora del centro Wahat al-Faraha que ha desarrollado una finca agroecológica en 2019. Copyright Inès Gil/Reporterre
Traducción: Helios E.M. @Helios_EM
8 ago 2021 08:37

En la terraza de una cabaña de barro y paja, Julia limpia semillas de lechuga siria. “Las obtuvimos del banco nacional de semillas alemán”, dice, concentrada en su tarea. “Son parte de un conjunto de semillas recogidas por todo el mundo. Gracias a ellas la granja Buzurna Juzurna [”nuestras semillas, nuestras raíces“ en árabe] trabaja con una gran variedad de plantas”, añade, señalando el huerto. Detrás de la casa se cultivan conjuntamente pimientos, quinoa, maíz, flores y calabazas.

“Todo es ecológico, sin productos químicos. Y reutilizamos las semillas de un año para otro”, explica Lucas, un francés que trabaja en la granja desde hace varios años. Situado en el fértil Valle de la Becá, en el este del Líbano, el proyecto Buzurna Juzurna tomó forma en 2016. Dieciocho  libaneses, sirios y franceses, agricultores y activistas, formaron una red informal para fomentar el uso de semillas locales. Crearon su ONG en 2018: “Queremos difundir el conocimiento de las técnicas de agricultura sostenible para promover la autosuficiencia”, afirma Lucas.

En el Líbano, el interés por la agricultura ecológica comenzó hace unos diez años, tras el escándalo por el uso de pesticidas altamente cancerígenos en 2009. En su momento, la prensa local denunció también los niveles anormalmente altos de fertilizantes químicos encontrados en la mitad de las frutas y hortalizas analizadas. En 2015 la crisis de los residuos, durante la cual la capital libanesa quedó inundada bajo ríos de basura, reforzó el activismo ecológico. Sin embargo, la concienciación seguía siendo limitada, según Lucas: “Cuando empezamos en 2016, nuestras acciones no tuvieron eco. Pero, con el aumento de los precios de las importaciones debido a la crisis, la gente se dirige cada vez más a Buzurna Juzurna”.

En el Líbano, el interés por la agricultura ecológica comenzó hace unos diez años, tras el escándalo por el uso de pesticidas altamente cancerígenos en 2009

Desde 2018, la ONG ha quintuplicado la venta de semillas. En el supermercado local todavía se pueden encontrar las llamadas semillas convencionales. Pero las semillas importadas son muy caras porque siguen los precios del mercado negro. Por eso, los agricultores de la región prefieren recurrir a las semillas locales de Buzurna Juzurna: “Nuestros precios han subido muy poco porque producimos localmente”, explica Lucas.

Las importaciones se vuelven inaccesibles por la inflación

En el Líbano la inflación es muy alta desde 2019. La pérdida de valor de la libra libanesa ha hecho que los precios de las importaciones se disparen. Al tipo de cambio oficial fijado por el Banco Central del Líbano, un dólar equivale a 1.500 libras libanesas. En el mercado negro, un dólar valía 24.000 libras a mediados de julio. Sin embargo, la economía libanesa se basa en los servicios bancarios y el turismo: el país produce poco e importa más del 80% de sus bienes, que deben pagarse a precios del mercado negro. Los pesticidas, las semillas... los productos importados para la agricultura se han vuelto demasiado caros para muchos agricultores como Ali Ghazzwi. Originario de Mansour, en la Becá, desde hace dos años está muy endeudado comprando pesticidas: “Ya no puedo llegar a fin de mes”, afirma.

libano 2
Las tierras cultivadas por los miembros de Buzurna Juzurna. Copyright Inès Gil/Reporterre

Pocos agricultores recurren a la certificación ecológica, considerada ineficaz y, sobre todo, muy cara en estos tiempos de crisis: “Varios cientos de dólares al año”, asegura Samer Azar, un agricultor que vive cerca de Trípoli. Pero las técnicas ecológicas, que permiten cultivar sin tener que importar productos químicos, son cada vez más frecuentes en el mundo agrícola. En la ciudad de Marj (en la Becá) Salim Alazwak, agricultor de Siria y miembro de Buzurna Juzurna, empezó a utilizarlas hace bastantes años. Especializado en el cultivo de rosas, está ahora muy satisfecho con esta elección: “No utilizo ningún producto químico y reutilizo las semillas de las flores que planto cada año”, dice. “No compro productos importados, lo cual es una verdadera ventaja”.

Este fenómeno no se limita al sector agrícola. Con los confinamientos sucesivos debidos a la crisis sanitaria y sobre todo a causa de la violenta crisis financiera que azota al país, parece que una ola de “retorno a la tierra” recorre el Líbano. El fenómeno es difícil de cuantificar, pero algunos elementos muestran el alcance del interés por la agricultura ecológica entre los particulares. En enero de 2020, un grupo de ingenieros agroalimentarios y activistas medioambientales crearon Izraa إزرع (“Planta”) para articular una comunidad de libaneses en torno a la puesta en común de conocimientos sobre agricultura ecológica. El grupo de Facebook, muy activo, cuenta ya con casi 128.000 miembros.

Con la inflación de la moneda libanesa, los precios al consumidor aumentaron más del 150% entre la primavera de 2020 y la primavera de 2021. Más de la mitad de la población libanesa vive por debajo del umbral de la pobreza y la tasa de pobreza extrema pasó del 8% al 23% entre 2019 y 2020. La alimentación se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la población. Ziad Abi Chaker lo ha entendido al fundar la empresa Cedar Environmental. El ingeniero medioambiental propone instalar granjas verticales en viviendas particulares, cuyos recipientes, creados a partir de productos reciclados, están destinados a la siembra de frutas y verduras ecológicas.

Con la inflación de la moneda libanesa, los precios al consumidor aumentaron más del 150% entre la primavera de 2020 y la primavera de 2021

La demanda aumenta a medida que los libaneses se preocupan por la subsistencia alimentaria: “Acabo de montar una granja para un padre de familia. Tiene seis hijos y teme no poder comprar comida. Es una inversión para que su familia tenga suficiente para comer en los próximos años”. Según Ziad Abi Chaker, esta técnica puede ser una buena respuesta a la crisis: ”Los materiales se reciclan, por lo que el coste es bajo“. La empresa ha instalado seis granjas en un año: ”Podemos satisfacer las necesidades de toda la población si instalamos estos recipientes en los tejados de las grandes ciudades“.

libano 3
Tony Al Bouti es ingeniero agrícola. Asesora al centro sobre las técnicas ecológicas a utilizar para el huerto. Copyright Inès Gil/Reporterre

Este tipo de proyectos los llevan a cabo principalmente empresas locales u ONG apoyadas por donantes internacionales. “La administración pública se ha derrumbado”, dice Ziad Abi Chaker. “Sólo podemos contar con nosotros mismos”. El presupuesto destinado a la agricultura es realmente irrisorio. Según Chadi Mohanna, director de desarrollo rural y recursos naturales del Ministerio de Agricultura libanés, “supone entre el 0,25% y el 0,30% del presupuesto nacional”.

En el pueblo de Bkeftine, en el norte de Líbano, el centro Wahat al-Farah [centro para personas con discapacidad intelectual] puso en marcha una granja agroecológica en 2019. “El proyecto está financiado en gran parte por la GIZ, la agencia de desarrollo alemana”, explica Loulou Amiouny Rouayheb. La directora del centro recorre el huerto de 3.800 m²: “Compost natural, hierba muerta para ahuyentar las plagas. Todo está diseñado para crear un ecosistema sano, sin productos químicos”, dice, “nada habría sido posible sin la ayuda internacional”.

Desde sus oficinas en Jeideh, en los suburbios del Este de Beirut, Riad Fouad Saade, presidente del Centro Libanés de Investigación y Estudios Agrícolas, sigue con pesimismo la evolución de la agricultura en el Líbano. Para él, los proyectos ecológicos que han surgido en los últimos años son ”beneficiosos“, pero no evitarán que la agricultura se hunda: “Sigue limitada al nivel artesanal”. A pesar de las ventajas de la agricultura ecológica en tiempos de crisis, la transición sigue siendo limitada, ya que la mayoría de los agricultores sólo conocen los métodos ”convencionales“. Por ello, las ONG se centran ahora en la formación.

En Saadnayel, Buzurna Juzurna organiza sesiones de 3 a 45 días para formar en técnicas agroecológicas: “También hemos imprimido un libro traducido al árabe en el que se detallan nuestras prácticas: el compost, la ecoconstrucción, la gestión de colmenas o la elaboración de pan casero”, dice Lucas. En el almacén de la granja hay cientos de botes apilados: ”Aquí tenemos las semillas de Palestina, Túnez y Siria“. Repasa unas cuantas decenas de los preciados granos de sésamo recogidos por todo el mundo: “Hay para alimentar a todo el Líbano”, asegura, “sólo hay que convencer a todos los agricultores de que los planten”.

Arquivado en: Líbano
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cine
Cine Recuperar la memoria de las mujeres a través de una película clásica sobre la historia de Palestina y Líbano
La Mostra Internacional de Films de Dones de Barcelona proyecta una copia restaurada de ‘Leila y los lobos’, un viaje en clave de ficción por la memoria colectiva femenina y feminista en el Oriente Próximo.
Oriente Medio
Oriente Medio ‘Aliadas’, un libro para imaginar otra Shatila y recordar Palestina
Hablamos del libro, el deporte, la vida en Shatila y el genocidio en Gaza con la autora, Txell Feixas, junto a Majdi y Razan, padre e hija que protagonizan esta historia de rebeldía y amor por la vida en el campo de personas refugiadas del Líbano.
Bea
8/8/2021 11:02

D gran interés. Tan agradecida

0
0
Xunta de Galicia
Política A Xunta recibe ao embaixador de Israel en funcións mentres Gaza agoniza ao bordo da fame
O Goberno de Alfonso Rueda escenifica a súa boa sintonía coa Administración de Benjamín Netanyahu apenas unhas horas despois de que Israel bombardease unha escola que servía de refuxio e ordenase unha evacuación masiva en Gaza.
Palestina
Genocidio La ONG anti-UNRWA lanzada por exespías y marines de EEUU siembra el caos en el reparto de alimentos en Gaza
La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF) creada a comienzos de este año y vinculada a agentes del ejército y la inteligencia estadounidense ha sido acusada de desaparecer a una persona y disparar a quienes estaban esperando ayuda.
Alemania
Litigio climático Un tribunal alemán abre la puerta a que grandes emisores puedan ser responsabilizados de daños climáticos
El jurado descarta la demanda del agricultor peruano Saúl Luciano Lliuya por entender que el riesgo a su propiedad es demasiado bajo, pero esta misma argumentación podría llevar a condenas en otros casos.
Madrid
Derecho a la vivienda Victoria contra la Sareb: 16 familias consiguen firmar contratos después de años de lucha
Un bloque en lucha de Casarrubuelos (Comunidad de Madrid) consigue formalizar contratos con el banco malo, al que acusan de actuar “como un fondo buitre”. En Catalunya, diez ayuntamientos apoyan los reclamos de 62 hogares en huelga contra La Caixa.

Últimas

Universidad
Genocidio Las universidades españolas han firmado 44 proyectos con Israel desde septiembre de 2024
Los acuerdos dentro del programa Horizon Europe se han sucedido a pesar de las declaraciones de decenas de universidades de suspensión de relaciones con Israel.

Recomendadas

Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.