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Medio ambiente
La futura planta de celulosa en Palas de Rei enerva al vecindario: ni “bio” ni sostenible
La falta de agua en diferentes regiones del Estado español no parece ser óbice para que el Gobierno central impulse una factoría de celulosa en Palas de Rei (Lugo). Las más de 350 hectáreas de hábitat natural que ocupará la planta se verán gravemente afectadas por su actividad, además de que repercutirá en la ganadería y agricultura de la zona. Lo más alarmante: los 640 litros de agua que consumirá cada segundo, las especies animales en peligro de extinción que se verán dañadas y la pérdida de la biodiversidad al expandir el monocultivo de eucalipto.
El vecindario afectado se enteró por los medios de comunicación: “Lo primero que hicimos fue convocar una reunión con Altri como empresa, la Xunta y el concello de Palas como Administración pública y algunos expertos que pudieran dar buena cuenta de qué estaba sucediendo. Tan solo fueron representantes de Palas y los expertos, los demás no se presentaron”, relata Marta Gontá, portavoz de la Plataforma Ulloa Viva, colectivo formado para intentar frenar esta planta de celulosa en la zona.
Aquello sucedió en diciembre de 2022. Poco después, los medios de comunicación informaron a bombo y platillo de los cientos de puestos de trabajo que se crearían. “Una serie de informaciones que no se sostenían en ningún estudio o informe porque todavía no había proyecto presentado alguno”, completa esta vecina de Monterroso y trabajadora en Palas de Rei.
La planta que construirá Altri en Galicia consumirá 640 litros de agua por segundo, con una captación total de 46.000 metros cúbicos al día, es decir, 17 piscinas olímpicas
El tiempo pasaba y la incertidumbre crecía. Ni siquiera en los concellos del lugar tenían mucha más información que la publicada por la prensa. Así llegó noviembre de 2023, cuando la Plataforma se percató de que Altri, a través de una entrevista en la radio con el director del proyecto, afirmó que levantarían una fábrica combinada de lyocell y celulosa. “Poco después se hizo público el proyecto de captación, que es lo único que tenemos ahora, y se nos cayó el alma al suelo”, enfatiza la portavoz.
Romper un ecosistema en dos
Los datos no dejan lugar a dudas sobre la magnitud del proyecto, y más en un momento en el que la sequía acecha a parte de la geografía española: la planta que construirá Altri en Galicia consumirá 640 litros de agua por segundo, con una captación total de 46.000 metros cúbicos al día, es decir, 17 piscinas olímpicas. “Además, aunque Pepe Blanco dijera el año pasado que esa agua volvería apta para el consumo a su ciclo natural, en el proyecto no aparece como tal”, apuntilla Gontá.
Más allá del estratosférico consumo de agua que tendrá la próxima fábrica de celulosa en Galicia, en el proyecto de captación también recogen la creación de una canalización de 12,5 kilómetros de largo que afecta a buena parte de una zona considerada Red Natura 2000 y protegida por la propia Xunta. En total, en buena parte del recorrido, se verían afectados hasta 10 metros de ancho, que es lo que ocuparán las dos tuberías de captación desde el embalse de Portodemouros, y la de vertido, que termina en el río Ulla. Esto tiene una consecuencia directa: los afectados no podrán plantar ni árboles ni arbustivos en ese espacio.
Desde la Plataforma Ulloa Viva denuncian que esas fincas terminarán en desuso. “Con una servidumbre de ese tamaño, la gente no las va a atender porque no se van a arriesgar a que pase la canalización por ahí en cualquier momento y destroce lo cultivado”, señala la portavoz del colectivo. Es decir, de forma previsible la zona empezará a estar desatendida por ganaderos y agricultores.
Gran pérdida de biodiversidad
Más allá de eso, el factor vegetal también juega un papel clave. La planta de celulosa y lyocell se nutrirá de eucaliptos, y “en un eucaliptal no vive nada más que los árboles, apenas hay vida animal”, se queja Gontá algo triste: “Estamos hablando de una zona de gran biodiversidad y un gran bosque autóctono. Si la planta de Altri se construye, en torno a 70 kilómetros a la redonda tan solo habrá monocultivo de eucaliptos”.
En este sentido, hay tres especies de plantas endémicas estrictas, es decir, que de todo el mundo solo se encuentran en esa zona, y catalogadas como en peligro de extinción. Son la Armeria Merioni, Santolina Melidensis y Leucanthemum gallaecicum.
En la parcela que quieren convertir para uso industrial viven animales considerados como amenazados en Galicia
Por otro lado, en la parcela que quieren convertir para uso industrial viven animales considerados como amenazados en Galicia. Entre los invertebrados destacan el caracol Elona quimperiana y la mariposa Zerynthia Rumina, ambos en peligro de extinción. También de especial interés son los grupos de aves propias de hábitats abiertos, en declive tanto en Galicia y España como a nivel europeo, donde en este caso destacan la Tartaña Cincenta y la Gatafornela.
La contaminación del aire es otro de los elementos que no pasan desapercibidos para la Plataforma Ulloa Viva, desde donde se muestran preocupados por este extremo del que ni siquiera tienen información: no saben qué gases o sustancias emitirán a la atmósfera ni en qué cantidades. “Estamos muy preocupados porque creemos que afectará a la salud de las personas”, comenta esta vecina de Monterroso.
Tal será la destrucción de biodiversidad que numerosos científicos e investigadores del Departamento de Botánica de la Universidade de Santiago de Compostela han publicado un manifiesto en el que alertan de la amenaza que supone la planta de Altri en esa zona.
Un polígono industrial rodeado de bosque
Teniendo en cuenta que, según el plano del proyecto, la planta ocupará unas 366 hectáreas, Gontá ilustra la cuestión: “Van a poner un polígono industrial en medio del monte. Una persona cualquiera no puede construir una vivienda en un polígono, pero esta gente sí puede meter un polígono industrial donde hay casas. ¿Dónde queda la ordenación del territorio?”, se cuestiona. De hecho, hay viviendas que apenas quedarán a 50 metros de la factoría, como las aldeas de A Vacariza y Ramil.
Agolada es el municipio que más fincas atravesará la futurible canalización: 218. “Ahí, los ganaderos llevan organizados una década pidiendo una parcelaria, una agrupación de fincas para poderlas trabajar de manera más cómoda, sostenible y rentable, pero no se la han aceptado nunca”, contextualiza Gontá. En cambio, ahora ven cómo sus fincas serán atravesadas por esta instalación para la captación. “A nivel económico, no todo es tan bonito como dicen desde Altri”, destaca la portavoz.
Además, Palas de Rei y Melide, dos de los municipios próximos a la factoría de celulosa, son parada obligatoria en el Camino de Santiago. “Tenemos muchas dudas de cómo va a afectar porque desde ciertos puntos del recorrido se verá la fábrica, con todo lo que significa en cuanto a olor y feísmo”, determina la trabajadora de Palas de Rei.
El enclave del que Altri sacará el agua será el embalse de Portodemouros: “¿Qué va a pasar con los ganaderos que se nutren de ahí para hacer frente a sus fincas y animales? Seguramente, esas explotaciones tengan que cerrar porque no hay nada que sustituya al agua”, se pregunta Gontá. Además, se trata de una zona con una alta ganadería extensiva con vacas tanto de leche como de carne que pastan alrededor del río Ulla.
A pesar de que la Plataforma ha intentado reunirse con los concellos afectados, de poco ha servido. Tan solo Santiso, gobernado por el BNG, ha abierto una oficina para ayudar al vecindario a la hora de realizar las alegaciones pertinentes
A pesar de que la Plataforma ha intentado reunirse con los concellos afectados, de poco ha servido. Tan solo Santiso, gobernado por el BNG, ha abierto una oficina para ayudar al vecindario a la hora de realizar las alegaciones pertinentes. Por otra parte, el proyecto está impulsado por la Xunta y el Gobierno central lo apoya: “No entendemos por qué lo impulsan si no hay ningún beneficio para los vecinos y vecinas”, dice Gontá. Los ministerios a los que se ha dirigido la Plataforma por carta tampoco han respondido.
Lejos de lo “bio”
“Esa fábrica ni es sostenible ni es bio. Son dos palabras que no dejan de utilizar constantemente para engañar a la población, para hacerla dudar. Los recursos que necesita para su actividad no son renovables, gasta mucho más de lo que el entorno es capaz de soportar, así que no es sostenible por definición”, explica una Gontá algo desesperada al ver que los principales medios de comunicación tanto locales como regionales apenas publican noticias sobre la cuestión más allá de relatar las bondades de Altri.
Suso quiere ser presentado como la persona que menos quiere que se contamine el río Ulla. Vecino de Palas de Rei, considera innecesario totalmente una factoría así en el lugar: “Siempre se han olvidado de nosotros, así que ahora que no vengan a vendernos ninguna moto”, expresa. Él es quien detalla que el río Ulla, que estaría contaminado por los vertidos de la planta de Altri, según comenta, desemboca en plena Ría de Arousa, un extremo que le hace pensar “si esta es la herencia y el patrimonio que queremos dejar a las siguientes generaciones”.
Tal y como añade, “muchas aldeas en verano ya no tienen agua, ni siquiera cumplen con la normativa europea de saneamiento y alcantarillado que la inmensa población mundial conoce en el siglo XXI. ¿Y ellos qué pretenden? Pues gastar más agua”, se responde a sí mismo. Suso lo tiene claro: “No nos entiendo, a nosotros como personas, que podamos llegar a dejar un futuro así, tan hipotecado, por dinero”.
Medio ambiente
A futura planta de celulosa en Palas de Rei enerva a veciñanza: nin “bio” nin sustentable
A falta de auga en diferentes rexións do Estado español non parece ser óbice para que o Goberno central impulse unha factoría de celulosa en Palas de Rei (Lugo). As máis de 350 hectáreas de hábitat natural que ocupará a planta veranse gravemente afectadas pola súa actividade, ademais de que repercutirá na gandería e agricultura da zona. O máis alarmante: os 640 litros de auga que consumirá cada segundo, as especies animais en perigo de extinción que se verán danadas e a perda de biodiversidade ao expandir o monocultivo de eucalipto.
A veciñanza afectada enterouse polos medios de comunicación: “O primeiro que fixemos foi convocar unha reunión con Altri como empresa, a Xunta e o Concello de Palas como Administración pública e algúns expertos que puidesen dar boa conta de que estaba a suceder. Tan só foron representantes de Palas e os expertos, os demais non se presentaron”, relata Marta Gontá, voceira da Plataforma Ulloa Viva, colectivo formado para intentar frear esta planta de celulosa na zona.
Medio ambiente
Galiza destingue: os montes perden cor
A lóxica capitalista na xestión forestal está mudando de cor os montes galegos, atacando á biodiversidade e condenando o seu futuro. A Galiza baleirada dificulta unha resposta social, mais hai outros xeitos de relacionarse co monte.
Aquilo sucedeu en decembro de 2022. Pouco despois, os medios de comunicación informaron a bado aberto dos centos de postos de traballo que se crearían, “unha serie de informacións que non se sostiñan en ningún estudo ou informe porque aínda non había proxecto presentado algún”, completa esta veciña de Monterroso e traballadora en Palas de Rei.
O tempo pasaba e a incerteza medraba. Nin sequera nos concellos do lugar tiñan moita máis información que a publicada pola prensa. Así chegou novembro de 2023, cando a Plataforma se decatou de que Altri, a través dunha entrevista na radio co director do proxecto, afirmou que levantarían unha fábrica combinada de lyocell e celulosa. “Pouco despois fíxose público o proxecto de captación, que é o único que temos agora, e caeunos a alma ao chan”, remarca a voceira.
Romper un ecosistema en dous
Os datos non deixan lugar a dúbidas sobre a magnitude do proxecto, e máis nun momento no que a seca ameaza a parte da xeografía española: a planta que construirá Altri en Galiza consumirá 640 litros de auga por segundo, cunha captación total de 46.000 metros cúbicos ao día, é dicir, 17 piscinas olímpicas. “Ademais, aínda que Pepe Blanco dixese o ano pasado que esa auga volvería apta para o consumo ao seu ciclo natural, no proxecto non aparece como tal”, engade Gontá.
No proxecto de captación recollen a creación dunha canalización de 12,5 quilómetros que afecta boa parte dunha zona da Rede Natura 2000.
Máis alá do estratosférico consumo de auga que terá a próxima fábrica de celulosa en Galiza, no proxecto de captación tamén recollen a creación dunha canalización de 12,5 quilómetros de longo que afecta boa parte dunha zona considerada Rede Natura 2000 e protexida pola propia Xunta. En total, en boa parte do percorrido, veríanse afectados ata 10 metros de ancho, que é o que ocuparán os dous tubos de captación desde o embalse de Portodemouros, e a da vertedura, que remata no río Ulla. Isto ten unha consecuencia directa: os afectados non poderán plantar nin árbores nin arbustivos nese espazo.
Desde a Plataforma Ulloa Viva denuncian que eses predios rematarán en desuso. “Cunha servidume dese tamaño, a xente non as vai atender porque non van arriscarse a que pase a canalización por aí en calquera momento e derrame o cultivado”, sinala a voceira do colectivo. É dicir, de forma previsible a zona empezará a estar desatendida por gandeiros e agricultores.
Gran perda de biodiversidade
Alén diso, o factor vexetal tamén xoga un papel clave. A planta de celulosa e lyocell nutrirase de eucaliptos, e “nun eucaliptal non vive nada máis ca as árbores, apenas hai vida animal”, quéixase Gontá algo triste: “Estamos falando dunha zona de gran biodiversidade e un gran bosque autóctono. Se a planta de Altri se constrúe, en arredor de 70 quilómetros á redonda tan só haberá monocultivo de eucaliptos”.
Se a planta de Altri se constrúe, nuns 70 quilómetros á redonda tan só haberá monocultivo de eucaliptos”.
Neste sentido, hai tres especies de plantas endémicas estritas, isto é, que de todo o mundo só se atopan nesa zona, e catalogadas como en perigo de extinción. Son a Armeria merioni, Santolina melidensis e Leucanthemum gallaecicum.
Por outra banda, na parcela que queren converter para uso industrial viven animais considerados como ameazados en Galiza. Entre os invertebrados destacan o caracol Elona quimperiana e a bolboreta Zerynthia rumina, ambos en perigo de extinción. Tamén de especial interese son os grupos de aves propias de hábitats abertos, en declive tanto en Galiza e España como a nivel europeo, onde neste caso destacan a tartaña cincenta e a gatafornela.
Medio ambiente
Eucaliptos: conflitividade, impactos e solucións
A contaminación do aire é outro dos elementos que non pasan desapercibidos para a Plataforma Ulloa Viva, desde onde se amosan preocupados por este extremo do que nin sequera teñen información: non saben que gases ou substancias emitirán á atmosfera nin que cantidades. “Estamos moi preocupados porque cremos que afectará á saúde das persoas”, comenta esta veciña de Monterroso.
Tal será a destrución de biodiversidade que numerosos científicos e investigadores do Departamento de Botánica da Universidade de Santiago de Compostela publicaron un manifesto no que alertan da ameaza que supón a planta de Altri nesa zona.
Un polígono industrial rodeado de bosque
Tendo en conta que segundo o plano do proxecto a planta ocupará unhas 366 hectáreas, Gontá ilustra a cuestión: “Van poñer un polígono industrial en medio do monte. Unha persoa calquera non pode construír unha vivenda nun polígono, pero esta xente si pode meter un polígono industrial onde hai casas. Onde queda a ordenación do territorio?”, cuestiónase. De feito, hai vivendas que apenas quedarán a 50 metros da factoría, como as aldeas de A Vacariza e Ramil.
Agolada é o municipio que máis predios atravesará a futurible canalización: 218. “Aí, os gandeiros levan organizados unha década pedindo unha parcelaria, unha agrupación de predios para podelos traballar de maneira máis cómoda, sostible e rendible, pero non llela aceptaron nunca”, contextualiza Gontá. En cambio, agora ven como os seus predios serán atravesados por esta instalación para a captación. “A nivel económico, non todo é tan bonito como din desde Altri”, destaca a voceira.
Ademais, Palas de Rei e Melide, dous dos municipios próximos á factoría de celulosa, son parada obrigatoria no Camiño de Santiago. “Temos moitas dúbidas de como vai afectar porque desde certos puntos do percorrido se verá a fábrica, con todo o que significa en canto a olor e feísmo”, determina a traballadora de Palas de Rei.
O enclave do que Altri sacará auga será o embalse de Portodemouros: “Que vai pasar cos gandeiros? Seguramente esas explotacións teñan que pechar”.
O enclave do que Altri sacará a auga será o embalse de Portodemouros: “Que vai pasar cos gandeiros que se nutren de aí para facer fronte aos seus predios e animais? Seguramente, esas explotacións teñan que pechar porque non hai nada que substitúa a auga”, pregúntase Gontá. Ademais, trátase dunha zona cunha alta gandería extensiva con vacas tanto de leite como de carne que pacen arredor do río Ulla.
Memoria histórica
Memoria da loita medioambiental na Galiza da transición (I)
A pesar de que a plataforma intentou reunirse cos concellos afectados, de pouco serviu. Tan só Santiso, gobernado polo BNG, abriu unha oficina para axudar á veciñanza á hora de realizar as alegacións pertinentes. Por outra parte, o proxecto está impulsado pola Xunta e o Goberno central apóiao: “Non entendemos por que o impulsan se non hai ningún beneficio para os veciños e veciñas”, di Gontá. Os ministerios aos que se dirixiu a plataforma por carta tampouco responderon.
Lonxe do “bio”
“Esa fábrica non é nin sustentable nin é bio. Son dúas palabras que non deixan de utilizar constantemente para enganar á poboación, para facela dubidar. Os recursos que necesita para a súa actividade non son renovables, gasta moito máis do que a entorna é capaz de soportar, así que non é sustentable por definición”, explica unha Gontá algo desesperada ao ver que os principais medios de comunicación tanto locais como rexionais apenas publican noticias sobre a cuestión máis alá de relatar as bondades de Altri.
Suso quere ser presentado como a persoa que menos quere que se contamine o río Ulla. Veciño de Palas de Rei, considera innecesaria totalmente unha factoría así no lugar: “Sempre se esqueceron de nós, así que agora que non veñan vendernos ningunha moto”, expresa. El é quen detalla que o río Ulla, que estaría contaminado polas verteduras da planta de Altri, segundo comenta, desemboca en plena Ría de Arousa, un extremo que lle fai pensar “se esta é a herdanza e o patrimonio que queremos deixar ás seguintes xeracións”.
Tal e como engade, “moitas aldeas en verán xa non teñen auga, nin sequera cumpren coa normativa europea de saneamento e sobre a rede de sumidoiros que a inmensa poboación mundial coñece no século XXI. E eles que pretenden? Pois gastar máis auga”, respóndese a si mesmo. Suso teno claro: “Non nos entendo, a nós como persoas, que poidamos chegar a deixar un futuro así, tan hipotecado, por diñeiro”.
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Esto es lo que tiene dar una mayoría absoluta al PP , señores de Palas disfruten lo votado!