Memoria histórica
La parte oculta de las exhumaciones: la recuperación paso a paso del Fossar d’Alzira

Una exhumación va más allá de desenterrar huesos. Se necesita un equipo de expertos y meses de trabajo para identificar las víctimas del franquismo.
Alzira Fosas
Una técnica de Arqueoantro trabaja en la cripta del Fossar de Alzira. Foto cedida por Eloy Ariza
11 dic 2024 10:59

Con la inocencia de una niña que jugaba con su prima a descubrir tesoros en casa, Amparo Bueno encontró en el fondo de un cajón una imagen muy pequeña con un mensaje en la parte de atrás: “Mi último deseo sería darte un beso a ti y a mis padres, pero ya que no puede ser, cuando recibas este retrato que junto a él va mi corazón, bésame como si me besaras a mí”.

Son las últimas palabras de Plácido Navarro Castell, escritas en una fotografía de cartera que llevaba encima cuando se encontraba encerrado en la prisión de Alzira (València). La estampa muestra un grupo de mujeres, entre las que estaba su pareja, Amparo Naval, quien a pesar de haberse casado después con otro hombre, custodió el recuerdo hasta que su hija lo encontró.

Memoria histórica
Memoria histórica El puzle del olvido: el relato del primer monumento memorialista del País Valencià
La historia que llevó a dos centenares de personas a acabar repartidas en 50 bolsas de plástico bajo un panteón dedicado a los represaliados franquistas

Esta pieza de amor ha ido pasando de generación en generación y así, la memoria de Navarro ha sido heredada. Primero por la hija, Amparo Bueno, quien acabó guardando la estampa de su madre y posteriormente por su nieto, Óscar Albiach, quien ha conservado la carta con la buena voluntad de hacérsela llegar a algún familiar.

Navarro fue uno de los hombres condenados a la pena de muerte en los consejos de guerra del juzgado de Alzira. Junto a él, fueron fusiladas 210 personas más, de edades diversas y diferentes pueblos, aunque con un mismo destino: acabar en una de las fosas comunes más grandes del País Valencià.

La fosa de Alzira tiene una particularidad y es que fue exhumada por primera vez a finales de los años 70. Sacaron a los represaliados de debajo de la tierra y los colocaron bajo el primer monumento memorialista del País Valencià

Esta fosa tiene una particularidad y es que fue exhumada por primera vez a finales de los años 70. Los enterradores de la época, bajo las órdenes del primer alcalde democrático de Alzira tras la dictadura, Paco Blasco, sacaron a los represaliados de debajo de la tierra, con una pala, y los colocaron bajo el primer monumento memorialista del País Valencià. Así, los restos de dos centenares de personas acabaron repartidos en 50 bolsas de plástico, hasta que 44 años después, la asociación Fossar d'Alzira ha logrado realizar una segunda recuperación.

El arqueólogo forense Javier Iglesias, miembro de la asociación Arqueoantro, encargada de la mayoría de las exhumaciones del territorio, menciona que se encuentra ante el procedimiento de recuperación de este tipo más multitudinario que ha visto jamás. “Es complejo porque estamos acostumbrados a recuperar restos que están en conexión anatómica, es decir, que el cráneo, las costillas y el resto de los huesos están unidos, pero en el caso de Alzira, estaban dentro de una cripta y repartidos entre 50 bolsas”, subraya.

laboratorio fosas
Bueno y Gallego trabajando en el laboratorio de la Universidad Autònoma de Madrid Maria Toldrà

Los restos de Navarro se encuentran en la Facultad de Ciencia de la Universidad Autónoma de Madrid donde el equipo del antropólogo Javier Iglesias, formado por los técnicos de laboratorio Gema López, Alba Nistal, Pablo Gallego y la estudiante Bea Bueno, se encarga de analizar los huesos e individualizarlos. Un trabajo que Iglesias describe como la “parte oculta de las exhumaciones” porque nadie la ve.

El proceso de recuperación consta de tres fases. Una primera que es la exhumación o la intervención de todos los restos que estaban dentro de la cripta del monumento, una segunda que permite relacionar todas las piezas óseas de un mismo individuo y una tercera, la identificación genética.

Primera fase, 25.221 piezas óseas divididas en sacos

Durante los días del 5 al 15 y del 26 a 29 de junio del 2023, la Asociación Científica Arqueoantro, financiada por el Ayuntamiento de Alzira, a través de la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, vació por completo el cementerio de Alzira. Los sacos fueron extraídos uno por uno y con “mucha paciencia“, tal como explica López, vestida con una bata blanca mientras trabaja en la reconstrucción de un cráneo en el laboratorio.

La cripta estaba llena de raíces y los sacos se encontraban resquebrajados, por lo que tuvieron que hacer ”toda una operación logística“ para que no se deshicieran. El espacio no daba pie a los arqueólogos a maniobrar ni moverse cómodamente, de hecho, tuvieron que bajar a la cripta con casco y linterna. En posición de cuadrupedia, con esfuerzo y prácticamente a tientas, extrajeron todas las bolsas.

Una vez fuera, las trasladaron a las instalaciones del cementerio con el objetivo de hacer un análisis preliminar. Allí secaron y limpiaron los restos para evitar la proliferación de hongos. Unos días después de acabar la tarea, cuando los huesos habían perdido la humedad, fueron trasladados a otra dependencia para su clasificación y enumeración.

López considera que es “necesario” que haya ojos mirando: “Son víctimas de violaciones de derechos humanos que han sido enterradas con verdades ocultas. Quiero que observen, que graben y, sobre todo, que hablen”

Con todos los ojos puestos en la nuca, López trabajó en la exhumación, un proceso abierto a cualquier persona que quiera seguir los trabajos. Quién lo desea puede estar en la primera fase de cualquier recuperación. En este caso, los presentes observaron desde que sacaron los sudarios del osario hasta la clasificación de los restos. En vez de incomodar al equipo, López considera que es “necesario” que haya ojos mirando: “Son víctimas de violaciones de derechos humanos que han sido enterradas con verdades ocultas. Quiero que observen, que graben y, sobre todo, que hablen”.

Un total de 25.221 piezas estaban divididas entre los sacos, lo que se vendría a traducir en una media de 4,5 personas por sudario, de las que solo se conservan 6.258 huesos completos y de una sola pieza. Hasta el momento, según confirma Iglesias, no se han encontrado casos de tal magnitud, hay algunas excepciones, pero de menor volumen, como en Vila-real (Castellón), donde hay 20 víctimas de los bombardeos y fusilamientos, o el caso de Enguera (València), donde había nueve republicanos bajo el mausoleo del considerado primer político fascista en España, el doctor José María Albiñana. En ninguna de las dos fosas, al contrario que en Alzira, se encontraron los cuerpos divididos en bolsas.

Segunda fase, “una problemática importante”

Los huesos son trasladados a Madrid en cajas de cartón que se enumeran del 1 al 50, cifras que corresponden con los sacos totales extraídos y que han inventariado los expertos meticulosamente por primera vez. Cuando sacaron las bolsas del osario no tenían ninguna identificación, “una problemática importante”, como detalla Iglesias, porque la exhumación se ha convertido en “un verdadero rompecabezas”. Los expertos no saben si los restos de una persona se conservaban en un único sudario o, por el contrario, están repartidos en más sacos.

Para comprobarlo, el primer paso lo ha realizado la asociación Fossar d’Alzira con la creación de una base de datos del libro de defunciones del cementerio. Esta muestra, por ejemplo, que en la 'zona 9' y 'andén 10' había cuatro personas. A partir de esta información, los expertos tratan de averiguar si los funcionarios de la época desenterraron todos los cadáveres juntos y fueron minuciosos a la hora de ponerlos dentro de las bolsas o si, contrariamente, los repartieron indistintamente en diferentes sudarios e incluso se dejaron alguna parte bajo tierra. “Es habitual que, cuando una recuperación no se hace de manera científica o profesional, se dejen un brazo porque está pegado a la pared”, apunta Iglesias.

En un laboratorio minúsculo, ocupado en gran parte por estas cajas, es donde los investigadores encajan los fragmentos de los huesos para reconstruir el esqueleto humano de los asesinados en Alzira. Esta segunda fase de la recuperación, solicitada por la asociación y financiada por la Delegación de Memoria Democrática de la Diputació de València, se realiza también el estudio antropológico forense que consiste en determinar la edad, sexo, estatura, patologías y traumatismos perimortem de las víctimas.

fosas alzira laboratorio
Nistal explica como se clasifican los restos humanos Maria Toldrà

Alba Nistal, quien se encuentra analizando la caja número 22 y sostiene un cepillo entre las manos con el que frota un fémur, señala que para encaminar el estudio han empezado a analizar los huesos largos. Estos son los que mejor se han conservado, determinan el número mínimo de individuos y hacen más fácil la asociación entre sí por el tipo de fractura. “Abrimos la caja, limpiamos los huesos porque están llenos de porquería, tomamos medidas, hacemos fotos, apuntamos los caracteres individualizantes, como serían las fracturas, y después se codifican las piezas para tenerlas localizadas”, apunta.

La técnica registra estas características en una ficha, en la que pone los números de codificación, que siempre empiezan con el número del saco. “La idea es hacer una criba general de todos los sudarios y apuntar lo que falta, por si después, cuando se examine el resto, se encuentra un fragmento que case con los huesos ya estudiados y se asocien las piezas”, añade.

Cuando analiza los restos, Nistal se encuentra con dos tipos de fracturas: las evidencias de violencia por fusilamiento y los traumatismos de la primera recuperación. El equipo se ha encontrado muchos huesos con marcas de picos, una prueba que refleja que la primera recuperación no se hizo con un pincel, sino pala en mano y a socavones. La diferencia entre los dos tipos de rotura, matiza, se ve en cómo se comporta el tejido.

La manera en que se hizo la primera recuperación impedirá hacer una unión íntegra de todos los restos y, por eso, en la mayoría de los casos, las personas quedarán incompletas

Cuando la persona está viva o se encuentra próxima a la muerte, el hueso tiene una especie de recuperación y, por la parte de la rotura, se ve una superficie plana y plástica. En cambio, las fracturas cometidas por las palas se diferencian porque el impacto toma forma de rama, como si el brazo de un árbol muy seco se hubiera partido. Además, la parte por donde el hueso se ha fracturado tiene una coloración diferente, si la rotura es post mortem suele ser más blanquecino.

Esta fase une las piezas, una a una, con el trabajo, el tiempo y el dinero que conlleva. La manera en que se hizo la primera recuperación impedirá hacer una unión íntegra de todos los restos y, por eso, en la mayoría de los casos, las personas quedarán incompletas porque hay ciertas regiones, como pueden ser las costillas o las manos, donde es imposible, según remarca Iglesias, resolver el rompecabezas.

Tercera fase, recuperar el nombre de los restos

Una vez individualizadas el máximo número de restos es hora de ponerles nombre, saber quiénes eran para devolverlos a sus familias. En esta fase, que no empezará hasta febrero de 2025, juega en contra un factor: los 84 años que han pasado desde que las víctimas fueron lanzadas sin miramiento dentro de una fosa. En el caso de Alzira, como matiza Iglesias, les ha sorprendido el estado de conservación macroscópico porque es “muy bueno”, aunque a veces se puede tener un hueso muy conservado y que no contenga absolutamente nada de material genético.

Además, muchos de los familiares que quedan son nietos por lo que esta carga se pierde, especialmente si es de abuelo (hombre) a nieta (mujer): el caso de la familia Mahíques. Entre un padre y una hija la carga teórica genética es de un 50%, y la descendencia de esa hija, heredaría un 25%. Esto se puede traducir en un 0,01% del ADN de su abuelo o un 25%. “En el caso de una nieta buscamos la herencia femenina que viene principalmente de las mitocondrias: orgánulos que tenemos en las células que se heredan exclusivamente de nuestras madres y se transmiten a toda su descendencia, tanto masculina como femenina”, desarrolla Iglesias.

A través del ADN mitocondrial se busca la línea más próxima, pero los investigadores se encuentran con un problema: la constancia del material genético que muchas veces se reparte igual en un nivel generacional muy próximo

Así, a través del ADN mitocondrial se busca la línea más próxima, pero los investigadores se encuentran con un problema: la constancia del material genético que muchas veces se reparte igual en un nivel generacional muy próximo. “Tuvimos un caso en el que pensábamos que se había identificado una víctima, pero por fecha y lugar de soterramiento no correspondía, sería un primo lejano de esa familia que se fue a vivir en el pueblo del lado”, sugiere, a la vez que advierte: “La genética es muy compleja, te lo explican cómo la solución, cuando no lo es”.

El papel de las instituciones

Para hacer una exhumación como esta, lo primero que hace falta es formar una asociación y obtener subvenciones. En este caso, la recuperación empezó cuando el presidente de la asociación de Memoria Histórica de la Ribera Baixa, Jesús Granell, y Josep Bermúdez, se pusieron en contacto porque ambos tenían un familiar fusilado en Alzira. Así pues, decidieron hacer un llamamiento por Facebook y ver cuánta gente se encontraba en la misma situación. Obtuvieron varias respuestas y sacaron un proyecto: el Fossar d’Alzira.

Para hacer las dos primeras fases de la exhumación han conseguido la ayuda de la Diputació de València, aunque la preocupación del presidente de la asociación, Josep Bermúdez, es conseguir una nueva subvención para la tercera fase. Además, la intranquilidad ha aumentado después de que el PP y Vox hayan aprobado la Ley Concordia.

natalia enguix
La vicepresidenta primera de la Diputación de València y máxima responsable del área de Memoria Democrática, Natàlia Enguix Maria Toldrà

Para la diputada de Les Corts la historia es una ciencia social y, si se deja aparte la parte sentimental de un bando u otro, lo que está “claro” es que hay gente que sí ha enterrado de “manera digna” a sus familiares. “A mí cuando la gente de Vox me dice que del bando nacional también mataron a Guardias Civiles, siempre les conteste lo mismo: “si conoces a alguien que quiere venir a presentarnos un estudio de cuánta gente fusilaron y asesinaron de 1931 a 1936, aquí estamos”, reivindica.

Nadie del bando nacional, recalca, ha solicitado a la institución provincial que recuperen los restos de sus familiares porque no están ni en cunetas ni en fosas. Por este motivo, considera que “no tiene ningún sentido meterlo todo en el mismo saco”. Enguix se muestra muy segura de que desde las administraciones públicas “tienen el deber” de difundir todo lo que pasó para que no se repita. Es más, considera que para que España cierre la herida debe hacerse justicia y entender que la dictadura vino después de un golpe de Estado a un régimen democrático.

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Una tècnica d’Arqueoantro treballa a la cripta del Fossar d’Alzira. Foto cedida por Eloy Ariza
11 dic 2024 18:00

Amb la innocència d’una xiqueta que jugava amb la seua cosina a descobrir tresors a casa, Amparo Bueno va trobar al fons d’un calaix una imatge molt menuda amb un missatge a la part de darrere: “Mi último deseo sería darte un beso a ti y a mis padres, pero ya que no puede ser, cuando recibas este retrato que junto a él va mi corazón, bésame como si me besaras a mí”.

Són les últimes paraules de Plácido Navarro Castell, escrites a una fotografia de cartera que portava al damunt quan es trobava tancat a la presó d'Alzira (València). L'estampa mostra un grup de dones, entre les quals estava la seua parella, Amparo Naval, qui a pesar d'haver-se casat després amb un altre home, va custodiar el record fins que la filla el va trobar.

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Aquesta peça d’amor ha anat passant de generació en generació i la memòria de Navarro ha sigut heretada. Primer per la filla, Amparo Bueno, qui va acabar custodiant l'estampa de sa mare i, posteriorment pel net, Óscar Albiach, qui ha guardat la carta amb la bona voluntat de fer-la arribar un dia a algun familiar.

Navarro va ser un dels homes que van ser condemnats a la pena capital en els consells de guerra del jutjat d’Alzira. Juntament amb ell, foren afusellats 210 persones més d’edats dispars i que havien nascut a pobles diferents, però tots van acabar al mateix destí: a una de les fosses comunes més grans del País Valencià.

La fossa compta amb una particularitat i és que va ser exhumada per primera vegada a finals dels anys 70. Van traure els repressaliats de baix de terra, amb una pala, i els van posar sota el primer monument memorialista del País Valencià

Aquesta fossa compta amb una particularitat i és que va ser exhumada per primera vegada a finals dels anys 70. Els soterradors de l’època, sota les ordres del primer alcalde democràtic d’Alzira després de la dictadura, Paco Blasco, van traure els repressaliats de baix de terra, amb una pala, i els van posar sota el primer monument memorialista del País Valencià. Així, les restes de dos centenars de persones van acabar repartides en 50 bosses de plàstic fins que, 44 anys després, l’associació Fossar d’Alzira ha aconseguit fer una segona recuperació.

L’arqueòleg forense Javier Iglesias, membre de l’associació Arqueoantro, l’encarregada de la majoria d’exhumacions, esmenta que es troba davant del procediment de recuperació d’aquesta tipologia més multitudinari que ha vist mai. “És complex perquè estem acostumats a recuperar restes que estan en connexió anatòmica, és a dir, que el crani, les costelles i la resta d’ossos estan units, però en el cas d’Alzira, estaven dins d’una cripta i repartits en 50 bosses”, subratlla.

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Bueno i Gallego treballant al laboratori de la Universitat Autònoma de Madrid Maria Toldrà

Les restes de Navarro es troben a la Facultat de Ciència de la Universitat Autònoma de Madrid, on l'equip de l'antropòleg Javier Iglesias, format pels tècnics de laboratori Gema López, Alba Nistal, Pablo Gallego i l'estudiant Bea Bueno, s'encarrega d'analitzar els ossos i individualitzar-los. Un treball que Iglesias descriu com a la “part oculta de les exhumacions”, perquè ningú la veu.

El procés de recuperació consta de tres fases. Una primera, que és l’exhumació o la intervenció de totes les restes que es trobaven dins de la cripta del monument; una segona, que permet relacionar totes les peces òssies d’un mateix individu; i una tercera, que és la identificació genètica.

Primera fase, 25.221 peces ossàries dividides en sacs

Durant els dies del 5 al 15 i del 26 a 29 de juny del 2023, l’Associació Científica Arqueoantro, finançada per l’Ajuntament d’Alzira, a través de la Secretaria d’Estat de Memòria Democràtica, va buidar per complet el Fossar d’Alzira. Els sacs van ser extrets d’un en un i amb molta paciència, tal com explica López, vestida amb una bata blanca i mentre treballa en la reconstrucció d’un crani al laboratori.

La cripta estava plena d'arrels i els sacs es trobaven esquerdejats, per la qual cosa van haver de portar a terme “tota una operació logística” perquè no es desferen. L'espai no permetia als arqueòlegs maniobrar ni moure's còmodament, de fet, van haver de baixar a la cripta amb casc i llanterna. En posició de quadrupèdia, amb esforç i pràcticament a les palpentes, van extraure totes les bosses.

Una vegada fora, les van traslladar a les instal·lacions del cementeri amb l'objectiu de fer una anàlisi preliminar, en què es van assecar i netejar les restes per evitar la proliferació de fongs. Uns dies després d'acabar la tasca, quan els ossos estaven completament secs, van ser traslladats a una altra dependència per a la seua classificació i enumeració.

López considera que és “necessari” que hi haja ulls mirant: “Són víctimes de violacions de drets humans que han estat enterrades amb veritats ocultes. Vull que observen, que graven i, sobretot, que es parle“

Amb els ulls de tothom apuntant-li al bescoll, López va treballar a l'exhumació, un procés obert a totes les famílies i a qualsevol persona que vulga seguir les feines. Qui ho desitge pot ser a la primera fase de qualsevol exhumació. En aquest cas, els presents van observar des de l’extracció dels sudaris de l'ossari fins a la classificació de les restes. En compte d'incomodar a l'equip, López considera que és “necessari” que hi haja ulls mirant: “Són víctimes de violacions de drets humans que han estat enterrades amb veritats ocultes. Vull que observen, que graven i, sobretot, que es parle”.

Un total de 25.221 peces ossàries estaven dividides entre els sacs, el que es tradueix en una mitjana de 4,5 persones per sudari, de les quals només es conservaven 6.258 ossos complets i d'una sola peça. Fins al moment, segons confirma Iglesias, no s’han trobat casos de tal magnitud, hi ha algunes excepcions, però de menor volum, com ara a Vila-real (Castelló), on hi ha 20 víctimes dels bombardejos i afusellaments a un monument; o el cas d'Énguera (València), on hi havia nou republicans sota el mausoleu de qui és considerat el primer polític feixista a Espanya, el doctor José María Albiñana. En cap de totes dues fosses, al contrari que en Alzira, es van trobar els cossos dividits en bosses.

Segona fase, “una problemàtica important”

Els cossos són traslladats a Madrid en caixes de cartó que s'enumeren de l'1 al 50, xifres que corresponen amb els sacs totals extrets i que han inventariat els experts meticulosament per primera vegada. Quan van traure les bosses de l'ossari no tenien cap identificació, “una problemàtica important”, com detalla Iglesias, perquè l'exhumació s'ha convertit en “un vertader trencaclosques”. Els experts no saben si les restes d'una persona es conservaven en un únic sudari o, per contra, estan repartides en més sacs.

Per a comprovar-ho, el primer pas l'ha fet l'associació Fossar d'Alzira amb la creació d'una base de dades del llibre de defuncions del cementeri. Aquest mostra, per exemple, que a la 'zona 9' i 'andana 10' hi havia quatre persones. A partir d'aquesta informació, els experts tracten d'esbrinar si els soterradors de l'època van desenterrar tots els cadàvers junts i van ser minuciosos a l'hora de posar-los a les bosses o si, contràriament, els van repartir indistintament en diferents sudaris i si, fins i tot, es van deixar alguna part sota terra. “És habitual que, quan una recuperació no es fa de manera científica o professional, es deixen un braç perquè està pegat a la paret”, apunta Iglesias.

A un laboratori minúscul, ocupat en gran part per aquestes caixes, és on els investigadors enllacen els fragments dels ossos per reconstruir l'esquelet dels assassinats a Alzira. A aquesta segona fase de la recuperació, sol·licitada per l'associació i finançada per la Delegació de Memòria Democràtica de la Diputació de València, es realitza també l'estudi antropològic forense, que consisteix a determinar l'edat, sexe, estatura, patologies i traumatismes perimortem de les víctimes. 

fosas alzira laboratorio
Nistal explica com es classifiquen les restes Maria Toldrà

Alba Nistal, qui es troba analitzant la caixa número 22 i porta un raspall a les mans amb el que frega un fèmur, assenyala que, per a encaminar l'estudi, han començat a analitzar els ossos llargs. Aquests són els que millor s'han conservat, determinen el nombre mínim d'individus i fan més fàcil l'associació entre si pel tipus de fractura. “Obrim la caixa, netegem els ossos perquè estan plens de porqueria, prenem mesures, fem fotos, apuntem els caràcters individualitzats, com, per exemple, les fractures, i després es codifiquen les peces per tindre-les localitzades”, apunta.

La tècnica registra aquestes característiques a una fitxa, on escriu els números de codificació, que sempre comencen amb el nombre del sac. “La idea és fer un garbell general de tots els sudaris i apuntar el que falta, per si després, quan s'examine la resta, es troba un fragment que case amb els ossos ja estudiats i s’associen les peces”, afegeix.

A l'hora d'analitzar les restes, Nistal es troba amb dos tipus de fractures: les evidències de violència per afusellament i els traumatismes de la primera recuperació. L'equip s'ha trobat molts ossos amb marques de pics, una prova que reflecteix que la primera recuperació no es va fer amb un pinzell, sinó pala en mà i fent esvorancs. La diferència entre els dos tipus de fractura, matisa, es veu en com es comporta el teixit.

La manera en què es va fer la primera recuperació impedeix fer una unió íntegra de totes les restes i, per això, en la majoria dels casos, les persones queden incompletes

Quan la persona està viva o propera a la mort, té lloc una mena de recuperació a l’os i, per la part de la fractura, es veu una superfície plana i plàstica. En canvi, les fractures causades per les palades, es diferencien perquè l’impacte pren forma de branca, com si el braç d'un arbre molt sec s'haguera esberlat. A més, la part per on l’os s’ha esquerdejat té una coloració diferent; si el trencament és postmortem, sol ser més blanquinós.

A aquesta fase s’uneixen les peces, una a una, amb la feina, el temps i els diners que comporta. La manera en què es va fer la primera recuperació impedeix fer una unió íntegra de totes les restes i, per això, en la majoria dels casos, les persones queden incompletes, perquè hi ha certes regions, com ara les costelles o les mans, on és impossible, segons remarca Iglesias, resoldre el trencaclosques.

Tercera fase, recuperar el nom de les restes

Una vegada individualitzades el màxim nombre de restes és hora de posar-los nom, saber qui eren per a tornar-los a les seues famílies. A aquesta fase, que no començarà fins a febrer de 2025, juga en contra un factor: els 84 anys que han passat des que les víctimes van ser llançades a la babalà dins d'una fossa. En el cas d'Alzira, com matisa Iglesias, els ha sorprés l'estat de conservació macroscòpic perquè és “molt bo”, encara que de vegades es pot tindre un os ben conservat i que no continga absolutament res de material genètic.

A través de l’ADN mitocondrial es busca la línia més propera, però els investigadors es troben amb un problema: la constància del material genètic, que moltes vegades es reparteix de la mateixa manera en un nivell generacional molt proper

A més a més, s’ha d’afegir que molts dels familiars que queden són nets, per la qual cosa aquesta càrrega es perd, especialment si és d’avi (home) a neta (dona). Entre un pare i una filla la càrrega teòrica genètica és d’un 50%, i la descendència d’aquesta filla heretaria un 25%, el que es pot traduir en un 0,01% de l’ADN del seu avi, o un 25%. “En el cas d’una neta el que busquem és l’herència femenina, que ve principalment de les mitocòndries: orgànuls que tenim a les cèl·lules que s'hereten exclusivament de les nostres mares i es transmeten a tota la seua fillada, tant masculina com femenina”, desenvolupa Iglesias. 

Així, a través de l’ADN mitocondrial es busca la línia més propera, però els investigadors es troben amb un problema: la constància del material genètic, que moltes vegades es reparteix de la mateixa manera en un nivell generacional molt proper. “Tinguérem un cas en què pensàvem que s’havia identificat una víctima, però per data i lloc de soterrament no corresponia, seria un cosí llunyà d’eixa família que se’n va anar a viure al poble del costat”, suggereix, a la vegada que adverteix: “La genètica és molt complexa; t’ho expliquen com a la solució, quan no ho és”. 

El paper de les institucions i associacions

Per a fer una exhumació com aquesta, el primer que cal és formar una associació i poder obtenir subvencions. En aquest cas, l’exhumació va començar quan el president de l’associació de Memòria Històrica de la Ribera Baixa, Jesús Granell, i Josep Bermúdez es van posar en contacte perquè ambdós tenien un familiar afusellat a Alzira. Aleshores, van decidir fer una crida per Facebook i veure quanta gent es trobava en la mateixa situació. Van obtindre diverses respostes i van portar endavant un projecte: el Fossar d’Alzira.

Per a fer les dues primeres fases, han aconseguit l’ajuda de la Diputació de València, encara que la preocupació del president de l’associació, Josep Bermúdez, és aconseguir una nova subvenció per a la tercera fase. S’ha d’afegir que la intranquil·litat ha augmentat després que el PP i Vox hagen aprovat la llei de concòrdia.

natalia enguix
La vicepresidenta de la Diputació de València, Natalia Enguix, a l’entrevista per al reportatge Maria Toldrà

Davant d’aquesta incertesa, la vicepresidenta primera de la Diputació de València i màxima responsable de l'àrea de Memòria Democràtica, Natàlia Enguix, assegura que “passe el que passe” continuarà donant ajudes per a les exhumacions i, sobretot, que continuarà fent memòria.

Per a la diputada de Les Corts, la història és una ciència social i, si es deixa de banda la part sentimental d’un bàndol o de l’altre, el que està “clar” és que hi ha gent que sí que ha soterrat de “manera digna” els seus familiars. “A mi quan la gent de Vox em diu que del bàndol nacional també mataren a guàrdies civils, sempre els conteste el mateix: ‘si conoces a alguien que quiera venir a presentarnos un estudio de cuánta gente fusilaron y asesinaron del 1931 al 1936, aquí estamos’”, reivindica.

Ningú del bàndol nacional, recalca, ha sol·licitat a la institució provincial que recuperen les restes dels seus familiars perquè no estan ni en cunetes ni en fosses. Per aquest motiu, considera que “no té cap sentit clavar-ho tot al mateix sac”. Enguix es mostra molt segura que des de les administracions públiques “tenen el deure” de difondre tot el que va passar perquè no es repetisca. És més, considera que, perquè Espanya tanque la ferida, s’ha de fer justícia i entendre que la dictadura va vindre després d’un colp d’Estat a un règim democràtic.


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Educación pública El Gobierno de Ayuso recula y aplaza hasta junio los despidos masivos en Educación
Integradoras sociales, enfermeras, educadoras, auxiliares y otros perfiles de personal laboral se enfrentaban a la incertidumbre de ser cesados en plenas vacaciones de Navidad.
Comunidad de Madrid
Sanidad Pública Vecindario y trabajadoras se plantan contra la privatización de los servicios en el Doce de Octubre
Denuncian la suspensión de intervenciones quirúrgicas desde que la empresa Croma Gio. Batta gestiona la esterilización del material. Una concentración el próximo sábado 14 de diciembre a las 12 horas se opondrá a esta deriva privatizadora.
O Salto medra contigo
Que non che conten películas Subscríbete a O Salto e leva seis meses de Filmin de agasallo
Este Nadal, fai posible que O Salto chegue máis lonxe cos seus contidos críticos e leva de agasallo medio ano de Filmin. E se xa tes Filmin, subscríbete e regala o acceso a esta plataforma a quen queiras.
Ocupación israelí
Ocupación israelí Un tercio de los asesinatos de periodistas en 2024 fueron obra del ejército de Israel
Reporteros Sin Fronteras documenta la muerte de 18 periodistas en Palestina y Líbano este año “asesinados deliberadamente por hacer su trabajo” y habla de una “masacre sin precedentes” de profesionales del periodismo.

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Galicia Nota de rectificación da CRTVG
En cumprimento da lei Orgánica 2/1984, de 26 de marzo, reguladora do dereito de rectificación, publicamos esta nota enviada pola CRTVG á redacción de O Salto.
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Ibex 35 Las retribuciones de los grandes empresarios multiplican por 118 lo que ganan sus trabajadores
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Personas sin hogar El Ayuntamiento de Granada, APDHA y ‘La Calle Mata’ acuerdan un Plan de urgencia para las personas sin hogar
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¿De qué sirve agobiarse por ciertas pequeñeces si somos un punto mínimo, una huella desdibujada, un puntito sobre un folio en blanco con un boli bic que casi no pinta?
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Derecho a la vivienda La “revuelta de las llaves” echa a andar con tres huelgas de alquileres en Catalunya
Tres promociones de vivienda deciden ir a la huelga de inquilinos, una de las medidas defendidas por las manifestaciones del 13 de octubre y el 23 de noviembre en Madrid y Barcelona para hacer frente a los alquileres impagables.

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