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Música
Martín Morales: “La magia se está acabando en Europa”
Martín Morales, el principal divulgador de las músicas populares del Perú, no es periodista ni académico ni ejecutivo en una gran discográfica, sino cocinero.
Antes de establecerse en Londres, la familia de Martín Morales (Lima, 1973) pasó por distintas localidades del Reino Unido. Los Morales llegaron desde Perú huyendo de la amenaza que Sendero Luminoso había lanzado sobre el padre, oriundo de Leicester.
El cocinero peruano recuerda haber vivido la xenofobia en carne propia durante los primeros meses de residencia en el país y, ahora, tres décadas después, se ha convertido en uno de los chef mejor valorados de Inglaterra.
Melómano empedernido, Morales conjuga su trabajo en el ámbito gastronómico con la dirección de Tiger’s Milk, sello discográfico que indaga en la tradición musical de Perú con vocación didáctica y envidiable anchura de miras.
Su último lanzamiento hasta la fecha, el recopilatorio Andina. The Sound Of Peruvian Andes, es una deslumbrante guía de sonidos que recoge incunables de la música popular peruana de los años 60 y 70. El recopilatorio se defiende por sí mismo gracias a lo irresistible de su repertorio, pero tiene el valor añadido de documentar un contexto desbordante de creatividad, desconocido para la mayoría, con géneros y estilos en constante colisión y diálogo. Además, tiene como apetecible complemento culinario el libro Andina. The Heart of Peruvian Food: Recipes and Stories from the Andes, exquisitamente presentado.
Antes de fundar Tiger’s Milk trabajaste en sellos discográficos y compañías tecnológicas como iTunes, viviendo en primera persona el cambio de modelo del negocio discográfico. ¿Qué supusieron estas experiencias para ti?
Apple es un sitio innovador, con gente muy enfocada y con excelente experiencia y actitud. Lo pase muy bien ahí. Aprendí los primeros pasos del mundo digital desde dentro y además conocí mucho la música de todos los géneros y de todos los países de Europa.
El Reino Unido atraviesa un momento complejo. Ya se ha puesto fecha y hora al Brexit y la incertidumbre ante sus consecuencias es inevitable. ¿Dirías que la cultura y sus distintas manifestaciones pueden jugar un papel en ese contexto tan complicado?
La cultura gastronómica y musical muchas veces no tiene [un componente de] política y es por eso que puede ser un alivio y salvación. Y cuando la tiene [esa implicación política] es una fuente de expresión importante y poderosa. A la cultura y a la obra artística —que es la raíz de la cultura— todavía no se la ha corrompido ni explotado negativamente por idiotas egoístas ni por políticos corruptos.
La marca que aglutina tus propuestas culinarias es Ceviche. De alguna manera este plato tradicional peruano se ha convertido en principal embajador cultural del país. ¿Por qué es tan poderoso algo tan sencillo?
Porque es el plato más sano, más colorido, más simple, más ancestral, más cultural, más rico, más nutritivo, más hermoso, más sexy, más guapo, más sensual, más profundo que existe en el mundo de todos los otros platos de todos los países del mundo. Pruébalo, enamórate, y olvídate de todo lo que paso antes.
¿En qué momento decides poner en marcha Tiger’s Milk y por qué?
Nuestros clientes demandaban poder comprar la música que seleccionábamos en nuestros restaurantes. Funk, punk, jazz, chicha, cumbia, huayno, afro. Todo peruano.
Mi primer contacto con el sello fue el recopilatorio Perú Boom! Bass, Bleeps & Bumps from Electronic Peru’s Electronic Underground. En principio poco tiene que ver con el reciente Andina, pero en realidad están íntimamente conectados por la misma tradición, al margen de su sonido. ¿Estás de acuerdo?
Perú Maravilloso. VintageLatin, Tropical & Cumbia (2013) vino primero. Luego Perú Bravo. Funk, Soul & Psych from Peru’s Radical Decade (2014). Luego Perú Boom! (2015). Todos cuentan historias de momentos importantes de la música en el Perú. Momentos que eran desconocidos hasta que nosotros contamos la historia a través de recopilatorios. Perú Boom! y Andina sí se relacionan en el sentido de que son historias de momentos y de migración, de fusión y experimentación, de la sierra y costa, de música del margen, no de música súper comercial y accesible. Son álbumes muy originales de música que no escucharás en ningún otro lado y que hasta en el Perú es difícil de encontrar.
Andina es deslumbrante. Impresiona comprobar la riqueza de la música popular peruana y de los Andes en los 60 y 70. ¿Estas canciones formaban parte de la discoteca familiar, de tus recuerdos de infancia?
Algunas canciones sí. De mis viajes a los Andes a ver mi abuela Andina.
¿Cómo ha sido tu proceso de búsqueda y selección para el recopilatorio, cuál era el criterio a seguir?
Con Duncan Ballantyne y Andrés Tapia nos unimos para escoger canciones que son divertidas, con gran personalidad y carácter, de diferentes regiones andinas, de una década fija, entre 1968 y 1978. Cada una de ellas tenia un swing, un carácter muy original.
Imagino que se quedaría mucho material interesante fuera, ¿planeas ya una nueva entrega de Andina o te gustaría tocar otra faceta de la música peruana en el próximo volumen de Tiger’s Milk?
Podríamos hacer muchas Andinas. Esto es tan solo el comienzo. Crear un álbum representativo de nuestro punto de vista del mundo andina-peruano. Nuestro próximo viaje será a otro mundo musical del país.
Llama la atención encontrarse con la versión de “Todos vuelven” de Los Walkers, que en su momento popularizó Rubén Blades. ¿Echas de menos que figuras como la suya apuesten más a menudo por la recuperación y reivindicación de esta tradición?
La versión de Rubén me gusto muchísimo. Sí, me gustaría que grandes intérpretes trabajen más con composiciones de peruanos y latinos destacados. La letra de los grandes escritores tiene una calidad que dura toda una vida. Es un sabor que se queda en tu boca y corazón para toda tu vida. La del pop latino es como el chicle: se mastica, se saborea y se tira a la basura después de treinta minutos porque te causa dolor en las mandíbulas.
Hace pocos meses entrevistamos a Camilo Lara, el jefe de Instituto Mexicano del Sonido, sobre la resistencia de la cumbia en el ámbito de las músicas populares latinoamericanas. Decía que, pese a que los medios nunca se hicieron eco de ella, pervivió en los barrios porque tiene un espíritu combativo similar al del rock, una esencia compartida. ¿Algún comentario?
A Camilo lo quiero mucho y lo conozco desde hace veinte años. Tiene mucha razón y es un gran musicólogo. Todos los géneros del pueblo, del trabajador, de la mujer, del campesino, del que ama la tradición, todos, tienen un espíritu combativo. Para sobrevivir a la maquina de industrialización, del comercio, de la política, del desprecio, del margen, del perjuicio contra ella, todos tienen que ser combativos.
¿Cómo se explica el creciente interés por ritmos como estos entre el público europeo?
Buscan magia. Porque la magia se esta acabando en Europa.