Música
Música... ¿sí? El estado de las cosas

La música tras la destrucción de la industria discográfica y aquello que la rodeaba.

Música Cinta
Congelación de una cinta de cassete. Redacción El Salto
5 jul 2017 17:16

Esto empezó a ponerse raro hace ya tiempo. Todavía no se había implantado el euro y ya sonaban las alarmas. Pásmense: antes del año 2000 se vendían más libros nacionales que discos nacionales. Dado el volumen de ventas de ambos artículos en nuestro país, era para que los jóvenes más avispados y, al mismo tiempo, los menos llamados por dios al camino artístico en cualquiera de sus variantes, empezaran a pensar rápidamente en una salida alternativa y como más concreta. No sé: una plataforma digital, una publicidad digital, un periodismo digital… o, mira, la política. También digital.

En esos años, asistimos a la destrucción de la industria discográfica y todo lo que la rodeaba. Entraron los ejércitos de internet y las descargas gratuitas de archivos muy comprimidos de música, mediante programas P2P como Napster o Audiogalaxy, de los cuales éramos una potencia mundial en consumo. Asistimos a las famosas campañas de la SGAE contra el top manta, vimos a populares cantantes acusando poco menos que de terroristas a los manteros. Y las autoridades, que no sabían, no contestaban… En fin, un poco como les pasa ahora a los taxistas (que se bajaban filmografías enteras desde Emule de forma muy democrática, como cualquier español o española de bien que, en otro caso, jamás se hubiese sentado delante de un ordenador más de diez minutos), cuando han visto que lo suyo también lo puede llevar una app de internet, y sus protestas han recibido la misma respuesta que los afligidos disqueros y sus representados. Ninguna. La tradicional política de “eso se irá resolviendo solo, con el tiempo, y sálvese quien pueda”.

Música sin soporte físico

Tras la debacle, las cifras han empezado a dar ciertos resultados positivos, pero el sistema ha sufrido tal cambio radical que no lo reconoce ni Miguel Bosé, que nos tiene un poco preocupados, por cierto. La producción y distribución musical han tenido que reajustarse de forma totalmente nueva. Suena diferente, pocas veces tiene un soporte tangible, igual que los artistas y el público: todos forman parte de la misma corriente, cómo decía el filósofo, “líquida”. Salvo un grupo de estrellas muy consagradas, el resto produce a la vez la música, la escucha, se informa, lee y escribe a través de internet. Ya no hay distancia entre creador y oyente. Toda la música (vale, casi toda), y su correspondiente información (imágenes, vídeos, documentales, textos), está disponible para cualquiera con una conexión a internet, algo que era completamente impensable hasta no hace mucho tiempo.

Es lógico que la televisión no tenga la más mínima intención de dedicar un solo programa para promocionar a los grupos e intérpretes actuales o, como hacía veinte o treinta años, invertir en espacios didácticos. Todo eso es innecesario, porque la gente lo puede ver en YouTube o donde quiera. Pero es triste, de todas formas, que la televisión estatal solo aproveche su valioso archivo para explotar la vena nostálgica con un espacio pretendidamente irónico que muestra vídeos cortados para solaz no se sabe de quién.

Con respecto a los nuevos músicos, tienen que buscar otro camino, que pasa por la autogestión de discos y conciertos, participación en esos festivales orientados al turismo, visibilidad en la plataforma de streaming más utilizada, Spotify, y la casi certeza de que, una de dos, o te especializas en un género que tiene una respuesta medianamente segura (flamenco, jazz, funk… que puede ofrecerte cierta continuidad) o que si haces poprock, vas a sufrir los rigores del precariado, como el resto de las personas españolas. Salvo pelotazo casual y determinación posterior ya en voluntad sobrenatural tuya y de unos agentes por seguir en lo más alto.

Luego, la crítica. Están los que se resisten a perder los privilegios de años por un derrumbe de nada del sistema y siguen ahí, explotando conceptos e ideas más quemados que el bolso de caballero, o estos otros que venden conceptos musicales muy antipáticos para su público, pero con su dimensión social y todo (esa música que ha estado ahí toda la vida, por ejemplo, la rumba de suburbio o la baladas de feria ambulante, que parece que las ha descubierto una sensible generación de escritores que antes no salían del postpop más exquisito). Por cierto, la legión de seguidores del trap o el reguetón no leen estas reflexiones, ni falta que les hace. La elitización o apropiación de la música popular para otros fines, esa sí que es antigua.

Por último, está lo de los soportes. Cuando reaparecieron los vinilos en las grandes superficies. No los vinilos antiguos, sino reediciones de discos que en su mayoría ya habían sido remasterizados para su versión en formato digital y que, ahora, con ese sonido del CD o el MP3, volvían a una edición en plástico de 180 gramos o más (esto lo señalan mucho) y, por supuesto, con precio acorde al peso. Luego vino la sorpresa de verlos con las portadas colocadas de frente en estanterías ad hoc, en lugar de estar almacenados en cajones o de canto, como los libros. Este fenómeno de lucir el disco con la portada en un mueble lo vimos por primera vez en un reportaje de la casa de una famosa, con lo que, bueno, podía pasar por una extravagancia de esta clase de personas. Pero poco después nos lo encontramos en la calle, en algunos comercios donde tenías que averiguar qué era exactamente lo que vendían allí, si música, ropa, objetos de decoración o el espacio en sí, quizá para derivas artísticas o simposios sobre la mujer y algunas cosas ligeramente relacionadas.

La música como mero objeto de coleccionismo, y en estas condiciones, se la puede permitir muy poca gente. En España tenemos un concepto muy pobre sobre ella: como hilo musical para el ocio y poca cosa más. Pero como bien cultural está en todas partes y podemos utilizarla como nos guste. Los que la queremos. 

Arquivado en: El Salto n.3 Música
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Música
Música Apoteòsic Muguruza
Barcelona, Palau Sant Jordi. 24 de enero de 2025.
Música
Nakar “¿Quién puede permitirse ir por la vida en plan nihilista y pensando que no hay mañana? Nosotras no”
La banda donostiarra Nakar no se conforma con reflejar el espíritu de la época. Lo invoca para tratar de arrancarlo de las garras del derrotismo con su pospunk electrónico y pasional.
A Catapulta
A Catapulta Poesía, música e sobremesas
O dúo Columna Vegana conxuga na súa proposta o humor, a poesía, o social e a intimidade compartida
#73804
8/11/2020 8:51

Muy buen articulo,como todos los de Grace Morales.

0
0
Estados Unidos
Extrema derecha Trump anuncia un campo de concentración para 30.000 migrantes en Guantánamo en el 80 aniversario de Auschwitz
La estrategia de llevar la detención de migrantes a territorios lejanos, opacos y sin garantías de derechos también ha sido la opción elegida por la Unión Europea en el último año.
Salario mínimo
Pacto bipartito Trabajo y sindicatos acuerdan la subida del salario mínimo en 50 euros sin el apoyo de la patronal
Díaz anuncia un acuerdo con los sindicatos que llevará al Congreso de Ministros de forma “inminente” la propuesta del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos proponían una subida de 66 euros y la patronal, de 34 euros.

Últimas

Crisis climática
Parlamento Ciudadano Climático Un jurado popular ciudadano para combatir la crisis climática y el retroceso democrático
En un momento crítico para la democracia y la acción climática, cinco organizaciones medioambientales reunieron en el Congreso de los Diputados a científicos, actores sociales y asambleístas para impulsar un Parlamento Ciudadano Climático Permanente.
Ayuntamiento de Madrid
Convenio colectivo Las cuidadoras ganan a Almeida: Madrid anuncia nuevos pliegos con la subida salarial pactada
Las trabajadoras de cuidados seguirán en huelga dado que “no hay nada tangible”. El anuncio afectaría a 12.000 personas empleadas por el Ayuntamiento, pero no a las 2.000 trabajadoras más convocadas a la huelga que trabajan para la Comunidad.
Madrid
Justicia El fiscal general del Estado, en el alambre, declara como investigado ante el Supremo
Álvaro García Ortiz acude al alto tribunal a explicar su versión de las filtraciones denunciadas por el entorno de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Es la primera vez que un fiscal de su categoría declara como investigado.
Lavapiés
Madrid Lavapiés gana un asalto a la organización fascista Hacer Nación
La empresa en la que se iban a organizar unas jornadas con figuras de la extrema derecha europea ha confirmado que comunicó a Hacer Nación que no le cedía su espacio.
Más noticias
Pensiones
Revalorización de las pensiones Los pensionistas no se fían y salen a la calle tras el rechazo al decreto ómnibus
La Unidad de Acción de Madrid convoca a manifestarse este viernes 31 frente a la sede del PP tras la “posición negativa de la derecha ultranacionalista, sea española o catalana”.
Energías renovables
Energías renovables en Madrid El Centro Cultural Palomeras quiere ser autosuficiente, los préstamos de sus vecinos pueden conseguirlo
Una universidad pública y una cooperativa de energías renovables lideran el proyecto de préstamos que quiere convertir en autosuficiente al histórico centro educativo vallecano, y que busca reunir 150.000 en financiación ciudadana a un interés ético.
Opinión
Opinión No es Poder Popular todo lo que reluce
VV.AA.
No hay alternativa capaz de cambiar este sistema que no hable claramente de socialismo y de clase trabajadora
Israel
Sionismo Maccabi - Baskonia: no colaboremos con la banalización del mal
El partido de basket en Gasteiz es una oportunidad de oro para mostrar nuestra determinación a no contribuir al blanqueamiento del Estado genocida de Israel, oponiéndonos decididamente.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Sin materiales, sin protección adecuada y sin financiación: los bomberos de Madrid denuncian “abandono”
La contaminación de los equipos de protección de cinco bomberos en un incendio en una nave de reciclaje hace levantar de nuevo la voz de los sindicatos, que ya tienen denunciada ante el TSJ de Madrid, la falta de financiación.

Recomendadas

Laboral
Laboral Investigada unha rede empresarial que explotaba a 82 migrantes nunha granxa de Lugo
Polo de agora, tres persoas responsables da granxa de Begonte centran as investigacións da Garda Civil. As 82 persoas explotadas vivían nun hotel de Ordes (A Coruña) que non tiña sequera licencia de hostalaría.
Literatura
Letras Galegas Da Sección Feminina do franquismo ao Cancioneiro Popular Galego: o pobo é quen canta e baila
As cantareiras protagonizarán o Día das Letras Galegas de 2025. Beatriz Busto e Richi Casás fálannos delas, de Dorothé Schubarth, do Cancioneiro Popular Galego e da dificultade de acceder aos arquivos sonoros que conservan as súas voces.
Medio rural
Reportaxe As mulleres rurais soñan con deixar de ser heroínas
A falta de servizos básicos no rural é a primeira pedra no camiño de quen quere vivir e desenvolver os seus proxectos fóra da cidade. Aínda así, o rural galego atópase á cabeza en canto a titularidade feminina respecto á media do Estado español.