En la historia del cannabis, el cultivo en interior, bajo luces artificiales, es una innovación reciente. Durante millones de años la planta creció bajo los rayos del sol y firmemente plantada en la tierra. En parte por avances tecnológicos, y en parte por la necesidad (después de todo, se trata de un cultivo ilegal en muchísimos países y tener las plantas a la vista puede tener graves consecuencias) muchos cultivadores prefieren actualmente hacer crecer y florar su cannabis en espacios especialmente acondicionados. Esto puede ser muy práctico para evitar problemas, y es además una solución para quienes no disponen de un lugar al aire libre. Sin embargo, no es lo mismo cultivar en exterior que bajo techo. Cada cual tiene sus ventajas y desventajas, y conocerlas permite elegir mejor el método que mejor resulte para cada uno.
Cultivo en Exterior
Primero que nada, es completamente natural. Las plantas tienen mucho más acceso a nutrientes y humedad a partir de su medio de cultivo, y si bien puede ser necesario aportar algún alimento extra, en general una planta en exterior no necesitará de mucho más que agua y sol. Dado que la luz del sol es más compleja que las lámparas artificiales, y puede proporcionar 1000 vatios por metro cuadrado, estamos hablando de una fuente de energía mucho más completa y poderosa, que suele incrementar la producción de cannabinoides y terpenos. Además, el cultivo hecho directamente en tierra permite a la planta expandir su sistema radicular en busca de agua y nutrientes, lo que la hace más grande y frondosa. Su interacción con los elementos la hará también más resistente a las fluctuaciones de temperatura y a las enfermedades.
El cultivo en exterior es mucho más económico, ya que no requiere la compra de luces ni equipos, ni gasto en electricidad. Esto conlleva también una menor huella de carbono, dado que se requiere tanta energía para producir un porro como para 18 jarras de cerveza, según publicó el Evan Mills, científico de la Universidad de California y el Departamento de Energía de los Estados Unidos en Energy Policy.
Las desventajas son, por un lado, las que se desprenden de los elementos, ya que una planta a la merced de vientos o tormentas puede ser fácilmente afectada e incluso destruida. Por otro lado, es algo casi imposible de hacer para quien vive en un departamento o no dispone de espacio. Además, puede quedar a la vista de cualquiera, con los peligros que esto conlleva para el cultivador. La planta que está en exterior, si bien tiene una resistencia natural mayor, también tiene más riesgo de contagio de plagas y enfermedades, así como de ataques de animales. Finalmente, al estar sujeta al clima local y los fotoperiodos, el tiempo de cultivo suele ser mayor, y a veces solo se consigue una cosecha al año.
Cultivo en Interior
Si en el cultivo en exterior la naturaleza es la que manda, en interior son la ciencia y la tecnología las que hacen que se llegue a buen puerto. Es un método práctico, accesible para una gran mayoría, y mucho más discreto, con el que se puede mantener un control mucho mayor de las condiciones del medio de cultivo. Horas de luz, humedad, temperatura, pH, niveles de CO2, todo es mucho más sencillo de medir y controlar. Hay menos riesgo de enfermedades (siempre y cuando se mantengan las condiciones adecuadas), y gracias al manejo de la iluminación, se puede decidir cuál es el mejor momento para la floración, y puede producirse durante todo el año más allá de las condiciones externas. Para el cannabis medicinal o las variedades de genéticas seleccionadas, es una mejor manera de estandarizar la calidad final y conseguir siempre los mismos resultados, lo que es especialmente necesario a la hora de realizar pruebas clínicas o estudios científicos.
Sin embargo, como ya se ha mencionado, puede resultar muy caro para el ciudadano de a pie comprar todos los equipos necesarios, además de que el gasto en electricidad puede resultar realmente elevado. El cultivo de interior requiere también muchos cuidados, y dependerá del cultivador que la planta tenga todos los nutrientes y la humedad necesarios. Si bien es mucho más difícil de detectar, requiere de buena ventilación y filtración para asegurarse de que esto sea así.