Opinión
¿Aquí está la resistencia trans? El devenir neoliberal del Octubre Trans necesita una respuesta contundente

La consigna “aquí está la resistencia trans” era la más utilizada en los inicios del movimiento por la despatologización de los cuerpos trans. De esas primeras personas que la coreaban quedan pocas, y la idea original de la frase se ha ido diluyendo. De desconfigurar el binarismo de género y resistir a la psiquiatría y al disciplinamiento de los cuerpos ha pasado a un lema casi vacío que remite a perseguir mejoras legales dentro del marco del Estado.
Orgullo crítico 2024 - 8
Manifestación en 2014 de Orgullo Crítico en Madrid, que este año convocó “contra el genocidio y el lavado rosa colonial”. Dani Gago
Militantes de Trans en Lucha
19 oct 2024 09:54

Tras la aprobación de la llamada ley trans, y al carecer muchos colectivos trans de un objetivo más allá de las cambios legales, parece que el activismo de las disidencias de género se ha convertido en innecesario para algunes y victorioso para otres. Ambas posturas deben ser problematizadas, tanto por el hecho de que es más necesario que nunca continuar poniendo el cuerpo -ya no solo por la liberación trans, sino por muchas otras cuestiones-, como porque los límites de la ley trans son los propios de cualquier intento de mejora de las condiciones de vida de las personas a través de reformas socialdemócratas.

Uno de los primeros grupos en gritar la consigna de “aquí está la resistencia trans” fue Guerrilla Travolaka, un colectivo autogestionado que utilizó la acción directa y la movilización a pie de calle para luchar contra la patologización de los cuerpos trans, pero también contra la psiquiatrización, el control y el disciplinamiento de las personas. Para elles, la resistencia trans era el acto contestatario de desconfigurar el binarismo de género con nuestros propios cuerpos, de oponernos a las exigencias capitalistas y homonormativas, y de tender puentes con otras luchas.

Ley trans y cuerpos equivocados

Ante la oleada tránsfoba que acompañó al debate y tramitación de la ley trans, muchos colectivos trans se replegaron en discursos que podían llegar mejor al gran público. Así, dejaron de lado la crítica al sistema sexogenérico para hablar de cuerpos equivocados y  cerebros de hombre y mujer. Los discursos mediáticos querían víctimas, y eso aportaron los colectivos: relatos de eterno sufrimiento y vidas no vivibles.

Estos activismos dejaron claro que despatologización sí, pero que a su vez debía continuar existiendo alguna explicación científica para eso de la transexualidad. El Octubre Trans que construyeron nuestres compas de la Guerrilla Travolaka difería mucho de los planteamientos transnormativos en los que esta movilización fue mutando. Este Octubre Trans, el que debemos recuperar, se fundamentaba en una crítica al sistema psiquiátrico en su totalidad, y en la superación del esencialismo identitario trans y cis.

La nueva ley trans no es el gran triunfo de la revolución trans ni el desmantelamiento del género porque sigue enmarcada en un sistema capitalista, binarista y cisnormativo

Miquel Missé, activista trans que formó parte de la Guerrilla Travolaka, asegura en su libro A la conquista del cuerpo equivocado (Egales, 2018) que elles querían plantear “una crítica al esencialismo de género”. “Ahora, el concepto de despatologización ha sido reinventado por discursos medicalizadores”, añade en el texto.

La nueva ley trans no es, ni de lejos, el gran triunfo de la revolución trans ni el desmantelamiento del género. Esta ley sigue enmarcada en un sistema capitalista, binarista y cisnormativo que impone unos cánones de belleza y expectativas de género represivos. Que una reivindicación que se inició llevando a cabo acciones directas en las puertas de las entonces llamadas Unidades de Trastornos de Identidad de Género (UTIG) haya acabado convirtiéndose en una manifestación financiada por sindicatos institucionales y con una duración de unos escasos veinte minutos es digno de ser problematizado. 

Contra la psiquiatría e Israel

Comprender la historia de las personas trans implica concebir que si algunes no hemos pasado por un escenario de psiquiatrización ha sido solo por una cuestión de contexto histórico. La resistencia trans debe solidarizarse con cada persona —trans o no— psiquiatrizada, y entender que cualquier intento de encierro y disciplinamiento de los cuerpos obedece a las mismas lógicas de hipervigilancia social que se proyectan sobre los cuerpos trans.

Desde nuestro lado del Mediterráneo asistimos a uno de los ejemplos más brutales de los dispositivos de control de los Estados sobre la población: el genocidio en curso perpetrado por el ente sionista de Israel. Lo que está ocurriendo en Oriente Próximo es la eliminación de la otredad en su versión más sanguinaria y, como tal, no podemos no sentirnos aludides como personas trans.

Las lógicas sionistas desactivan el potencial político de las disidencias transmaribibolleras con un relato de miedo al salvaje y un discurso de falsa igualdad y aceptación

El Estado de Israel utiliza como argumento propagandístico para apoyar su limpieza étnica el lavado de cara rosa y el homonacionalismo. Su retórica LGTBfriendly es un discurso que asimila a los cuerpos que antes rechazaba para unirlos a su causa: acabar con la población palestina. Las lógicas sionistas desactivan el potencial político de las disidencias transmaribibolleras con un relato de miedo al salvaje y un discurso de falsa igualdad y aceptación, cuyo objetivo es deshumanizar al pueblo palestino para legitimar su masacre. No caeremos en la trampa; nuestres hermanes de lucha son les mártires palestines.

Un Octubre Trans crítico

A la luz de la transmutación que ha sufrido el activismo trans en las últimas dos décadas, nos preguntamos ¿dónde ha estado la resistencia trans en las múltiples manifestaciones por el fin del genocidio?, ¿dónde ha estado en la manifestación por la vivienda?, ¿y en la manifestación por la descolonización del 12 de octubre? La resistencia trans no estaba porque este concepto venido a menos solo se enfrenta a la transfobia y le importa poco el resto de ejes de discriminación. 

Es necesario dar un giro radical. La resistencia transmaribibollera de hoy debe mirar a los primeros frentes de liberación homosexual y a los colectivos posteriores y críticos como Queer Ekintza o Guerrilla Travolaka. Hay que ir más allá de las reivindicaciones legislativas y abogar por una transformación total de la sociedad de la mano de todos los sujetos subalternizados. Echar la vista hacia otro lado con problemáticas que no sean puramente la cuestión trans no es el camino.

Ser trans no es revolucionario en sí mismo. Lo revolucionario es activarnos políticamente y organizarnos colectivamente; es necesario estar presentes en todos los lugares donde se lucha

Con este artículo queremos invitar a la reflexión, pero también a la organización. Ser trans no es revolucionario en sí mismo. Lo revolucionario es activarnos políticamente y organizarnos colectivamente. Invitamos a todas las personas trans a organizarse en colectivos transmaribibolleros, en sindicatos de inquilinas, en plataformas propalestina, en coordinadoras antirracistas, en centros sociales o en asociaciones de vecinas. Donde sea, pero es necesario estar presentes en todos los lugares donde se lucha.

Este Octubre Trans, sin convocatoria de manifestación por parte de las asociaciones mayoritarias, marchamos en Madrid en un Oktubre Trans Crítico que rompa los discursos que se adhieren a la respetabilidad visibilizando un “somos igual que ustedes”. Llamamos a levantarnos en guerrilla y sin la ponzoña normativa. Gritemos que viva la lucha del pueblo palestino, mostremos que seguimos siendo cuerpos insumisos, que queremos hormonarnos cuando y cómo nos de la gana, que estamos hasta la genitalidad de los rentistas y del robo de nuestros barrios y que queremos poner fin a las violencias y al disciplinamiento psiquiátrico y clínico. Porque todas estas luchas son la lucha de la resistencia trans.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión La rabia y la mirada larga
Se celebra en estos días el juicio contra los acusados del asesinato a patadas de Samuel Luiz al grito de “maricón”. ¿Es legítimo, lícito, útil, éticamente correcto o bueno el que se estén compartiendo las fotos de los acusados en redes?
La mirada rosa
Opinión Leer a cara des-cubierta
Roca Editorial acaba de publicar un libro de temática LGTBI... pero no quiere que lo sepas.
LGTBIAQ+
Octubre Trans El Octubre Trans marcha contra la asimilación: “El objetivo del movimiento trans es abolir el sistema”
En un año sin llamada a la protesta callejera por parte de las asociaciones mayoritarias, colectivos autogestionados han convocado una manifestación para recuperar el espíritu crítico de esta fecha.
Xunta de Galicia
Exclusiva A Xunta de Alfonso Rueda pagou 36.000 euros a dedo á canle ultra de Javier Negre en apenas seis meses
O presidente de Galiza repartiu dous contratos de publicidade institucional sen concurso ao medio de comunicación de extrema dereita para “promocionar” o turismo galego. Un deles, a dous meses dos comicios dos que Rueda saíu vitorioso.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Los sindicatos de inquilinas plantan a Pedro Sánchez
El viernes a la tarde, el presidente del Gobierno invitó a una treintena de organizaciones a una reunión en Moncloa hoy a las 12h, con el objetivo de hablar sobre vivienda justo un día antes de la comparecencia de la ministra en el Congreso.
Ocupación israelí
Ocupación israelí 300 personalidades del mundo de la cultura piden a Pedro Sánchez un “embargo integral de armas” a Israel
Una carta al Gobierno español pide el fin de las relaciones militares entre España e Israel, un comercio que “perpetúa la ocupación y financia el genocidio sobre el pueblo palestino”.
Macrogranjas
Balears Sineu, el pueblo mallorquín que ha conseguido frenar, de momento, una macrogranja de 750.000 aves
Avícola Son Perot proyecta a un kilómetro de Sineu una instalación para gallinas ponedoras que consumiría un tercio del agua de esta población. La plataforma Macrogranges No pide al Govern que prohíba este tipo de instalaciones en Balears.
Cine
Constanze Ruhm “Tenemos que conocer el canon para saber enfrentarnos a él”
Preguntada por cómo define su propio cine, la artista y directora Constanze Ruhm responde con firmeza: “Yo soy una directora de cine feminista, mis películas son feministas”.
Actualidad
CIS de octubre El PSOE crece un punto en intención de voto a costa de Sumar y Podemos
El barómetro del CIS de octubre arroja un leve crecimiento del partido socialista mientras el PP recorta distancias y los partidos de Yolanda Díaz y Ione Belarra pierden apoyo.

Últimas

Formación El Salto
Formación El Salto Del Magreb al Golfo Pérsico: ¿cómo informar(se) sobre el llamado mundo árabe?
El Salto Formación trae para octubre el primero de sus cursos orientados a la información internacional. Una propuesta en la que revisaremos de forma crítica cómo (nos) informamos sobre los países árabes y otros estados históricamente relacionados.
Comunidad El Salto
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate ‘El Estado feroz’, el primer libro de Pablo Elorduy
El responsable de Política de El Salto firma este ensayo donde recoge la historia política de las últimas dos décadas y la “restauración del orden tras el estallido de lo inesperado”.
Más noticias
Biodiversidad
Cumbre de biodiversidad COP16, una cita para salvar un millón de especies
A día de hoy, jornada de comienzo de la Cumbre de Biodiversidad de Cali, solo una treintena de países ha presentado sus planes nacionales de biodiversidad, un instrumento clave para lograr la protección de un 30% del planeta en 2030.
Minería
Análisis No hay agua en Cáceres para lavar tanta falta de escrúpulos
La promotora de la mina desinforma y altera análisis técnicos mientras la Confederación Hidrológica del Tajo le niega el agua indispensable para su proyecto extractivista. Los datos desmontan su estrategia.
Opinión
Opinión La rabia y la mirada larga
Se celebra en estos días el juicio contra los acusados del asesinato a patadas de Samuel Luiz al grito de “maricón”. ¿Es legítimo, lícito, útil, éticamente correcto o bueno el que se estén compartiendo las fotos de los acusados en redes?
Tribuna
Tribuna Las tres mil viviendas. Hoy hablamos de seguridad
Las metrópolis postfordistas, representativas del modelo securitario, se constituyen a sí mismas como dispositivos de vigilancia.

Recomendadas

Literatura
Manuel Rivas “A maquinaria pesada da manipulación está a arrasar co significado das palabras”
O escritor galego de maior proxección internacional vén de publicar 'Tras do ceo', unha novela negra e coral que afonda na cartografía do poder, nas loitas ecoloxistas e que non para de ferver.
Barcelona
Genocidio El PSC de Illa y Collboni abre las puertas de la Fira de Barcelona a las armas israelíes
La próxima semana, dos eventos autorizados por instituciones dependientes de los socialistas van a contar con la presencia de empresarios de las armas vinculados al ejército que lleva a cabo las masacres de Gaza y Líbano.
Literatura
Literatura Luisa Carnés y las otras grandes autoras obreras de las que casi nunca escuchas hablar
La segunda vida de la obra de la autora de ‘Tea Rooms’ y otras como la novelista y periodista anarquista Cecilia García de Gilarte plantea la cuestión del porqué la doble ocultación histórica de las escritoras coetáneas de las Sinsombrero.
Extrema derecha
Joaquim Bosch “Si tenemos menos Estado social, tendremos más Estado Penal”
La deriva autoritaria mundial ha ido creciendo en los últimos años hasta llegar a las puertas de democracias liberales consolidadas como España. El jurista progresista Joaquim Bosch analiza este fenómeno y propone soluciones en su último libro.