Opinión
Bastión de ternura

El archivo de cotizaciones dice que eso nunca fue trabajo, que no merece demasiada atención, pero es una obviedad que el oficio del amor no descansa.
7 mar 2022 06:00

“Canta, oh diosa, la cólera funesta”. Así empieza el canto apócrifo de La Ilíada y sobre la divina cólera se vertebra el héroe, así nace la épica y así la concebimos. Una ofensa terrible, una traición, despierta la ira de Aquiles y el griego mata, y otra vez mata, casi invulnerable, mata, y después muere. Así se pasa a la Gran Historia desde entonces y desde siempre. Poco o nada han cambiado la lista de virtudes necesarias para poder ascender al Monte Olimpo. Los medios y las ficciones, los grandes oradores, los medianos y los mediocres. Todos entonan odas al heroísmo entendiéndolo como el momento fugaz de la lucha, fetichismo de lo macho que dibuja el perfil del lobo solitario, peligroso e inexpugnable. Pero qué chiquitos se me hacen los “superhéroes de hora y media”: los momentos épicos, las defensas airadas, las detonaciones exageradas, melodramáticas, absurdas en su mayoría, inútiles a veces, nefastas casi siempre. Disparar debe de ser fácil, yo nunca he disparado. Debe de ser fácil también lanzar un misil, poner una bomba, apalear a alguien. Debe de ser más fácil de lo que parece torturar a otro. Lo sé porque he trabajado con demasiadas personas que han sufrido eso. Nunca he apretado un gatillo, pero sé que es una cuestión de segundos, un mecanismo. Clic. Así de fácil es romper a un hombre. Lo difícil es cortar la hemorragia, salvar la vida, devolver el sosiego, la sonrisa y la oportunidad de existir. Lo difícil es rehacerlo. Lo difícil es hacerlo.

Sin embargo, fuera de las pantallas y de las grandes gestas, conozco otro tipo de heroísmo, uno más sólido, cocido a fuego lento, que sabe que no recibirá medallas, ni beatificación, ni favores, ni puestos de quienes hacen lo que hay que hacer porque alguien ha de hacerlo y no esperan a que se presenten más voluntarios. Diga lo que diga el Ministerio de la Seguridad Social, las pruebas son irrefutables. Artritis en las manos de tanto usarlas, varices como cordilleras azules que atraviesan los empeines de quienes estuvieron de pie, quienes resistieron de pie día tras día, año tras año… Hay una cadencia perfectamente reconocible en el paso oscilante de aquellas que se dejaron la espalda, las rodillas, las caderas, cargando con su vida y la de otros.

En las más ancianas la historia empezó pronto. Algunas, ya desde niñas, se encargaban de mantener la casa limpia y ordenada, la ropa del trabajo y los domingos, la olla que llegaba al huerto o a la siega. Apenas levantaban tres palmos del suelo y tenían la imperiosa orden de alimentar hombres, garantizando que ni el hambre ni la casa supusieran un impedimento para las jornadas brutales de trabajo en campo ajeno. Hay quien se olvida de que eso también es plusvalía. Después pasaron de atender a los consanguíneos para atender a los conyugales. Y los hijos, las noches sin dormir: y educar, y criar a ese futuro ciudadano y productor y consumidor. Y ahorrarle a la Seguridad Social los cuidados y la atención de la madre senil, del suegro enfermo, levantarlo de la cama y lavarlo, y vestirlo, y peinar para atrás el poco pelo blanco que aún queda, y preparar la comida y dársela, despacio, con una cucharilla de postre en una mano y una paciencia milenaria en la otra, y siéntalo en la silla, y bájalo al parque, y soporta estoicamente el insulto que nace absuelto por la demencia, y devuélvelo con un beso en la frente antes de dormir. Y a veces el nieto, que lo adoro y no da casi trabajo y qué guapo es, que me lo como, y es que su madre la pobre, qué va a hacer, pero los años pesan y ahí seguimos, de pie, a la puerta del colegio, con el bocadillo y el tetra brik de zumito y una botellita de agua y un kleenex por si acaso, metidas en el bolso de polipiel negra y cierre de latón. Y esto sería lo normal. Sin desgracias abruptas ni enfermedades repentinas que alterasen el esperado ciclo de la vida. Toda esa guerra eterna sin más autoridad ni más armas que la confianza y el respeto ganado por ellas mismas.

El archivo de cotizaciones dice que eso nunca fue trabajo, que no merece demasiada atención, pero es una obviedad que el oficio del amor no descansa. Y que de ese amor, que apuntala la vida, de ese bastión de la ternura, se ha nutrido el mundo entero.

Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Conversamos coa investigadora América Navarro sobre o desprazamento forzoso en Chiapas.
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Salto medra contigo
O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Crónica visual de como unha enorme multitude encheu de diversidade o centro da cidade de Vigo.
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
O Teleclube
'O Teleclube' pecha a temporada cos supervivintes de '28 anos despois'
Danny Boyle e Alex Garland volven ao mundo dos infectados que inspirou o renacemento dos 'zombis'.

Recomendadas

Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Tras o progresivo desmantelamento de varios dispositivos de acollida, moitos refuxiados foron trasladados a outros puntos do Estado sen aviso previo. Outros son simplemente desaloxados trala denegación da súa solicitude de asilo.
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...