Opinión
Lo político es lo privado

Una tarde para un amigo. Cinco semanas para conocer a tu hijo. Y si no puedes con ello, si no lo asumes, si la mentira se te hace excesivamente dura, tendrás dos días de baja y cuatro tipos de pastillas.

Infancia 1
La precariedad como norma es uno de los signos de esta época. David F. Sabadell
Paula Llaves
21 feb 2019 20:00

El vagón avanza a través del túnel. Te distraes observando el reflejo del interior en los cristales. Estamos ahí, todos, en teoría, voluntariamente, a las seis de la mañana, cada uno encajado en el rol que lo alimenta. Aunque no lo parezca a simple vista, todos uniformados. Apretaditos. Incómodos. Disfrazados. Preparados para mentir. La gente miente. Tú mientes. Constantemente. Todos los días. Estamos obligados a mentir y a mentirnos. Si quieres tener un techo que te cubra, es muy probable que la mentira, que la credibilidad de la pose, sea directamente proporcional a tus posibilidades de acceder y mantener a un trabajo.

A veces puedes ver en ese reflejo lo perverso de todo esto. Es tan real, tan irrefutable, que casi parecería natural, que está ahí desde siempre, que estará siempre… Sin embargo, apenas tiene cien años. El tren, que avanza con la pesada carga de nuestra subsistencia, es el absoluto triunfo de la ideología.

Miras de reojo el mapa de las estaciones, la estructura subterránea que cruza el interior de la ciudad hecha a base de subvenciones, contratos y licitaciones, eligiendo cuidadosamente las paradas, de dónde a dónde, conectando con líneas de autobuses el centro y los suburbios, los colegios, los hospitales, los polígonos industriales, los empresariales y las zonas de ocio prefabricadas, el horario laboral, el salario base, el precio de la vivienda, el sexo de los viernes —porque el sábado no se madruga—, los códigos sociales, tu angustia de los lunes, el coste de la vida, tu tiempo de lectura, las mañanas que no disfrutaste… Podría ser una metáfora, pero no hay aquí nada de poesía, solo es una parte minúscula de un contrato social. De un contrato firmado de antemano. Antes siquiera de que tú hubieras nacido.

Conoces el pacto. Tendrás la certidumbre de un camino trazado. A cambio, acatarás las limitaciones laborales y burocráticas de tu existencia

Conoces el pacto. Tendrás la certidumbre de un camino trazado, que no es garantía de ningún éxito. A cambio, acatarás las limitaciones laborales y burocráticas de tu existencia. Aceptarás que te rompan el corazón a las siete menos cuarto y, a las ocho y media, estar con un cliente, intentando sostener una sonrisa, que el duelo por la pérdida es de dos días laborales, y el tercero se te permite alguna lágrima mientras te dan el pésame junto a la fila de mesas modulares donde pequeños objetos de contrabando emocional (un cactus, un portalápices, una foto de una niña de tres años que sonríe ajena a toda esa brutalidad hecha tedio…) dejan revelar los pequeños resquicios de identidad permitidos. Tolerarás, por ley, dos días y medio para olvidar que tuviste una madre, un hermano.

Una tarde para un amigo. Cinco semanas para conocer a tu hijo. Cuatro meses si eres madre, el mínimo de lactancia necesaria para garantizar algo de inmunidad en su organismo. Una desconocida oirá sus primeras palabras, verá sus primeros pasos y guardará silencio, que es otra forma de mentir, para que tú creas que su primera vez es la primera vez que estabas presente. Y si no puedes con ello, si no lo asumes, si la mentira se te hace excesivamente dura, tendrás dos días de baja y cuatro tipos de pastillas para que, aunque sigas sin asumirlo, porque es inasumible, seas al menos capaz de cargar con la ficción que se te exige.

Vives (lo sabes) en el mejor de los mundos posibles, pero en el reflejo negro del cristal no parece gran cosa. Decía Curzio Malaparte que “la lucha contra la muerte es heroica; la lucha por la supervivencia, miserable”. No se trata de una conspiración, es solo una consecución de decisiones en las que nadie como tú ha tomado parte. El ganadero no busca el sufrimiento de las reses, es simplemente que no lo tiene en cuenta si no es para maximizar su beneficio. Extraño cataclismo el de lo imperceptible. Pasó vertiginosamente despacio, empezó en los albores del siglo XX, cuando el automóvil, el urbanismo y la especulación confluyeron en la primera gran crisis del capitalismo moderno. Roosevelt decidió invertir en infraestructuras y en industria automovilística. Le Corbusier, fascinado con el edificio de Fiat y por Henry Ford, empezó a diseñar ciudades organizadas a la medida de la humanidad. De su humanidad de prócer, de varón de su tiempo bien remunerado. Arrinconó todo aquello que afeaba su paisaje y puso las viviendas de los asalariados —monótonas, minúsculas, apiladas en los márgenes—, confinó la infancia a los espacios conocidos, recluyó a las amas de casa y los ancianos, diseñó una ciudad inabarcable caminando, a una hora en coche de cualquier sitio.

Por otro lado, el Plan Marshall y la deuda como fuente de beneficio fueron dibujando las cláusulas de tu hipoteca, el precio de tu alquiler. Las Naciones Unidas y el Banco Mundial redactaron tu convenio laboral, la televisión, internet, tu idea de fracaso, del triunfo personal, las manifestaciones del amor, el orden familiar, la normalidad aceptada, tu capacidad de resilencia, el límite de tu paciencia… Nada que ver contigo. Y, sin embargo, ahí está, todo el paradigma ideológico de la globalización, delimitando tus afectos, tu código postal, lo que sabes, aquello de lo que hablas, todo lo que te preocupa, tu estado de ánimo, la hora a la que comes… Nada que ver contigo. 

Llegarás a casa de noche, prepararás las cosas del día siguiente, cenarás algo, verás una serie, leerás las noticias mortalmente aburrida, pensando si esta desazón es culpa tuya

Dice McMihail que “una es y la hacen ser”. En esa frase resume un siglo de literatura política, sociológica, psicológica, que nos habla de que el ser humano necesita un hábitat habitable. Eso tan simple. Podríamos hablar de la sociedad líquida de Bauman, del psicoanálisis social de Fromm, del panoptismo de Foucault, de esos estudios de psicología comunitaria que confirman que las ciudades-dormitorio son lo opuesto a las comunidades, que el aislamiento crea individuos desarraigados, que el desarraigo genera ansiedad, miedo, frustración, que cuando esto se prolonga se vuelve patológico… O podemos decir que vives mal y por eso levantarás la voz, perderás la paciencia, te comportarás como un perfecto gilipollas.

Y llegarás a casa de noche, prepararás las cosas del día siguiente, cenarás algo, verás una serie, leerás las noticias, sustituyendo una cerveza con tus amigos por el Facebook, jugando a una aplicación idiota, mortalmente aburrida, pensando si esta desazón es culpa tuya, si deberías apuntarte a un gimnasio, o al psicólogo, o a bailes de salón. Si el problema es que el amor de tu vida no te satisface. O que la vida está en otra parte.

“La vida tiene razón y el arquitecto se equivoca”, confesó Le Corbusier en su lecho de muerte. Pero ya no le escuchaba nadie.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión ¿Qué Europa queremos hoy?
Los resultados de las próximas elecciones europeas pueden derivar en un importante punto de inflexión para la razón de ser de la Unión Europea.
Opinión
Refugio fiscal vasco Hacia una Reforma Fiscal en Euskadi
Euskadi necesita una fiscalidad transparente, libre de fraude, de economía sumergida y de evasión de capitales y beneficios a refugios fiscales.
Opinión
Opinión Cuando los jueces se alían con los especuladores: anatomía de un desahucio en Alacant
El papel que juegan los jueces en los procesos de desahucios, que en algunos casos acaba favoreciendo al negocio de la especulación, es un asunto controvertido que no ocupa muchas portadas.
Nolmea
19/3/2019 22:32

Curiosa invectiva contra un sistema que hace imposible la vida humana y sin embargo posibilita la erudición más o menos lacrimógena y humana, demasiado humana, de la autora.

1
0
#33198
19/4/2019 13:24

¿Posibilitar la erudición es algo del sistema o de la naturaleza humana? Cualquiera diría que no hubo lectores antes de revolución tecnológica.

1
0
#31396
8/3/2019 10:50

Gràcies

0
0
berzal.alvaro
7/3/2019 16:24

Muy fan de los artículos de opinión de Paula. Me hice socio después de leer uno de ellos.

0
0
Adriana
28/2/2019 15:10

Gracias por expresar en palabras lo que siento des de que nací, la mayoría de gente no lo entiende o no lo quiere entender, una verdad algo incomoda, he intentado salir de la rueda pero siempre hay algun motivo que me empuja a volver,
Es una perla de artículo, mil gracias y fuerza para seguir escribiendo

4
0
#31042
27/2/2019 16:39

Un texto muy difícil de digerir por la cantidad de verdades que contiene. Gracias por escribir lo que a muchos, nos da vueltas en la mente.

2
0
David
25/2/2019 10:47

La verdad es que este tipo de textos sin salida, más que despertar conciencias, ayudan a apuntalar la sensación de falsa inmanencia del sistema. Quejidos de feligreses a la salida del templo. O mal de muchos consuelo de tontos como dice el refranero.

Existen personas dentro del sistema que han visto los primeros pasos de sus hijos, sus primeras palabras, que rechazan el cole de al lado de casa y les educan fuera de la lógica del sistema, que priorizan los afectos y el tiempo sobre la excusa del trabajo de superviviencia, que no es más que asumir la mentalidad del esclavo. Que se buscan las vueltas para hacer estas cosas posibles, que estan sindicados, que luchan...

Más ejemplos a imitar y menos obviedades a asumir, por favor.

6
3
Paula Llaves
25/2/2019 14:18

Realmente era un llamamiento a desenmascarar todo ese discurso en el que tratan de minimizar la ideología como si fuera algo inexistente, para precisamente, con la ideología en la mano, combatirlo.

No era una obviedad a asumir sino el intento de crear un plano general de la realidad existente. Lamento que se haya interpretado como un llanto a favor de la pasividad.

11
0
Tate Kieta
24/2/2019 10:39

https://www.youtube.com/watch?v=utNyayqDzpQ

0
0
#30911
23/2/2019 11:37

Dios, gracias por expresar algo que yo he sido incapaz de expresar desde mis 16 años. Qué horror, y gracias. Gracias. No estoy loca. Gracias.

7
0
#30902
22/2/2019 23:25

gracias

4
0
#30899
22/2/2019 19:12

Gracias.

3
1
Investigación
Migracións Mulleres ao fronte dende o sur global
Nace unha iniciativa de investigación, intervención e acción participativa na Galiza para potenciar o diálogo e intercambio de saberes entre as voces subalternizadas das mulleres do sur global.
Palestina
Genocidio Israel ataca a Irán y EE UU veta que Palestina se convierta en un miembro de pleno derecho de la ONU
Alerta ante una posible escalada entre Irán e Israel tras el ataque sionista a Isfahán. Mientras, Estados Unidos usa su poder de veto contra Palestina y la ofensiva sionista contra Rafah se ve cada vez más cerca.
Ley de Memoria Histórica
Memoria democrática La ofensiva legislativa de PP y Vox contra la verdad, justicia y reparación
Las asociaciones memorialistas del estado hacen frente común en la Unión Europea y no descartan acudir a los tribunales para defender los derechos de las víctimas del franquismo.
Especulación urbanística
Turistificación Canarias dice basta: activistas organizan una movilización histórica en las islas frente a la turistificación
Precarización, pobreza, desigualdad y dificultad de acceso a la vivienda, así como la enorme contaminación de los espacios naturales causada por el modelo turístico, son algunas de las problemáticas por las que Canarias sale a la calle el próximo 20 de abril.
Violencia policial
Violencia institucional Iridia consigue reabrir judicialmente el caso de una muerte por pistola taser policial
Es uno de los 56 casos en los que ha litigado la entidad de derechos humanos en 2023 y en los que hay un total de 156 agentes o funcionarios encausados.
Cine
Cine RTLM, la radio del odio que alentó el genocidio en Ruanda
Cuando se cumple el 30º aniversario de la tragedia en Ruanda, llega a las pantallas ‘Hate Songs’, que se estrena el viernes 19 de abril, una metaficción que transcurre en los estudios de la emisora controlada por los hutus.

Últimas

A Catapulta
A Catapulta A Catapulta recibe o presidente da AELG, Cesáreo Sánchez
O poeta e presidente da Asociación de Escritoras e Escritores en Lingua Galega conversa con Samuel L. París no episodio 12 do programa.
Genocidio
Rumbo a Gaza La Flotilla de la Libertad se prepara para zarpar hacia Gaza
Un carguero con 5.500 toneladas de ayuda humanitaria y tres barcos más cargados con cientos de personas, entre ellas observadores de los derechos humanos, personal médico, periodistas y políticos —incluida Ada Colau—, integrarán la Flotilla.
Personas sin hogar
Personas sin hogar “Una noche por todas sus noches” en protesta por las personas sin hogar en Granada
El cierre de un centro de acogida nocturno en el centro de la ciudad, que acogía a más de 50 personas, ha agravado la ya precaria situación de acogida de las personas sin hogar
EH Bildu
Elecciones vascas EH Bildu se abre a un pacto abertzale en campaña electoral que no convence al PNV
Los ofrecimientos de la izquierda abertzale han sido constantes estas dos semanas y, frente a ello, los jeltzales han mantenido una postura beligerante. En la práctica, ambos partidos se han entendido en distintas materias.
País Vasco
Los audios del PNV Las presiones de Unai Rementeria a un alcalde: “Le tienes que exigir que se pringue"
Hordago destapa nuevos audios sobre una operación del PNV para torcer el brazo de un funcionario de la administración local y un técnico de la Diputación Foral de Bizkaia y revestir de legalidad contrataciones públicas.
Más noticias
Opinión
Opinión ¿Qué Europa queremos hoy?
Los resultados de las próximas elecciones europeas pueden derivar en un importante punto de inflexión para la razón de ser de la Unión Europea.
El Salto n.74
Revista 74 Cuando los algoritmos te explotan: no te pierdas el número de primavera de la revista de El Salto
De cómo los algoritmos y la IA gestionan el trabajo de cientos de millones de personas con ritmos y condiciones del siglo XIX, y de mucho más, hablamos en nuestro número de primavera. Ya disponible para socias y en los puntos de venta habituales.
Análisis
Desigualdad ¿Millennials Vs boomers? ¡No, es lucha de clases, amigo!
Aunque el discurso habitual enfrenta a los millennials con los baby boomers, este panorama general oculta la disparidad económica dentro de la generación de los millennials.
Culturas
Culturas La FILMIG reflexiona sobre hacia dónde se dirige la producción cultural migrante en el Estado español
La primera edición de la Feria Itinerante del Libro Migrante convoca a Vivi Alfonsín, Moha Gerehou, Dagmary Olívar y Silvia Ramírez para dialogar sobre la creación y participación en la cultura de las personas migrantes y racializadas.

Recomendadas

Cárceles
Carabanchel Tele Prisión, memoria audiovisual de una cárcel
Además de varias películas que se han acercado a la cárcel de Carabanchel, Tele Prisión fue un canal de televisión interno en el que participaron numerosos reclusos y algunos educadores de esa prisión madrileña. Emitió de 1985 a 1987.
Historia
Historia Rubén Buren: “La memoria debe ser aquello que nos construye y nos une como ciudadanía”
El historiador y polifacético Rubén Buren coordina el libro 'La Segunda República', una oportunidad para dar a conocer este periodo a un público no especializado.
Culturas
Xirou Xiao “Mi mirada artística es constructiva y, por tanto, tiene en la educación su aliada”
La compañía de performers Cangrejo Pro; la exposición ‘Zhōngguó. El País del Centro’ o la película de Arantxa Echevarría ‘Chinas’ son algunos de los proyectos en relación a la comunidad china en Madrid con la impronta de Xirou Xiao.
Violencia sexual
Clara Serra “Legislar el sexo con arreglo al deseo es la vía directa al punitivismo”
En ‘El sentido de consentir’, Clara Serra defiende que el concepto de consentimiento es precario y ambiguo. Pese a su utilidad jurídica para hacer leyes, argumenta, no puede convertirse en la receta mágica.