Opinión
Poco sosiego en este verano de transición

El descanso estival es cruel, solo descansan quienes puedan permitírselo. Mientras aprendo a habitar en la incertidumbre pienso que de este modo viven miles de personas en Mozambique y en todo el mundo.

Maputo, Mozambique.
Dos niños en Maputo, Mozambique. Álvaro Minguito
Nos gobierna la sospecha y la tristeza,
en lugares donde,
la vida y la muerte aparecen cuando quiebras las normas.
Somos nómadas del tiempo,
esclavas de la pandemia,
y de la antigua normalidad.
¿Reprimir la vulnerabilidad nos hará más fuertes?

El caos exterior es contaminante, al menos para mí. Reflexiono sobre esta realidad con cierta abstracción, entre la nostalgia y la inquietud del porvenir. Hace una semana me autoconfinaba a la espera de los resultados del PCR de una amiga. Al final todo quedó en falsa alarma. No hay fugas posibles, nuestros días serán así y por mucho que pretenda invocar a la antigua normalidad, tarde o temprano, un hecho, una llamada de rastreo o cualquier limitación más allá de llevar mascarilla a cuarenta grados o de la distancia social, me recuerda que nuestra cultura veraniega ha desaparecido, y que este es el verano de la transición hacia una extraña forma de vida sucumbida al virus. Solo ahora empiezo a comprender que vivir en medio de una pandemia es como habitar una metamorfosis constante en la que las repeticiones mutan, los hábitos se alteran y las normas imperan.

Disiento, con cierto temor, de los límites que nos impone la pandemia, porque nos han educado esperando el tiempo de ocio estival. Ahí volcamos todas nuestras ilusiones y frustraciones del año. De pequeña me fascinaba ir a la playa, a la piscina, deseaba estar con los amigos, visitar a la familia en Maputo, ver lugares nuevos, conocer a gente, vivir el primer amor… Cuando me convertí en trabajadora, las vacaciones y el verano dejaron de ser sinónimos y, aun siendo consciente de que su fin último es fomentar la productividad el resto del año, el romanticismo veraniego persistió, quizás porque entendí que estaba atrapada en un esquema del que no podía escapar. Pero en medio de rastreos y confinamientos esporádicos, todo sabe diferente; un verano sin gente ni planes cerrados, sin buenos conciertos y con comercios fantasma, hoteles tapiados y chiringuitos vacíos, es un verano extraño, aunque por suerte, también está exento de las horrorosas jarras de sangría y paellas precocinadas en las Ramblas, y sin la maldita canción o cualquier muestra de un modelo turístico caduco.

El descanso estival es cruel, y no deja de ser otra manera de darwinismo social, otra forma de señalar la clase y las regalías sociales, porque solo descansan quienes puedan permitírselo. Ahora ante la imposibilidad de coger un avión y viajar al extranjero, ya sea con un pack vacacional de pulsera, con la mochila o a los grandes hoteles, ahora el pueblo, las segundas residencias y la posibilidad de alquilar casas con piscina es lo que está marcando, en este particular estío, las nuevas fronteras de la desigualdad. Es imposible no atender a la que está ocurriendo, es como si retrocediéramos cuarenta los años.

Intentar sobrevivir a la desazón colectiva consumiendo lo mínimo de la actualidad del coronavirus mientras aprendo a habitar en la incertidumbre

Intentar sobrevivir a la desazón colectiva consumiendo lo mínimo de la actualidad del coronavirus mientras aprendo a habitar en la incertidumbre, es una tarea ardua. Sin embargo, también reflexiono que de este modo viven miles de personas en Mozambique y en todo el mundo, que tienen que salir cada día a vender lo que sea para poder comer. El caos y la muerte forman parte de su normalidad. Pero aquí nos asustamos, sentimos una aversión especial por lo trágico y las emociones extremas, somos como niños opulentos que viven entre algodones, incapaces de afrontar la gravedad de la situación. Por esta razón el desconcierto se apodera de nuestros cuerpos y nos empuja a relacionarnos entre la inseguridad y la ansiedad por no saber qué va a ocurrir. Nos aterra la angustia de tener que intimar con la muerte.

Las peores pesadillas africanas llaman a las puertas de Europa mientras, por otros umbrales, penetra el neoliberalismo más extremo

Transitamos en la incerteza, peregrinamos hacia la desigualdad y ahí el humanismo cae a la deriva y la vida se hace más complicada. Intento soñar e imaginar el futuro, quiero ilusionarme, pero me cuesta. Me viene a la cabeza Mozambique, mis largas estancias en Maputo, porque ahí entendí lo que es la pobreza y la desesperación, descubrí el sadismo de la deuda en el día a día, fui testigo de su ensañamiento con la vida. Ahora advierto cómo las peores pesadillas africanas llaman a las puertas de Europa mientras, por otros umbrales, penetra el neoliberalismo más extremo clamando la americanización de la existencia.

La escritora estadounidense, Siri Hustvedt, afirma que el tiempo se ha colapsado debido a la emoción y los recuerdos tienen ahora una índole alucinatoria. Está en lo cierto, además habría que añadir que cuesta divisar el final de este delirio. Nos hemos convertido en nómadas del tiempo, pero vivimos el ciclo estacional que sigue ajeno a nuestras desgracias. La espiral temporal que somete a nuestros cuerpos al curso de la degradación y de las repeticiones, sigue activo.

Así que la vida sigue, en pocas semanas caerán las hojas de los árboles, empezará el frio y volveremos a entrar en la rueda del tiempo. Dicen que otro pico nos espera, que volverá la COVID-19 con más fuerza para recordarnos que somos seres vulnerables. Lo cierto es que no estoy preparada para un segundo round y pienso qué futuro me espera en septiembre con los niños si no hay colegio.

 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Portugal
Juicio a 11 activistas climáticos La revolución portuguesa está vieja, ¿verdad hijo?
En vísperas del cincuentenario de la Revolución de los Claveles, 11 activistas de Climáximo estarán en los tribunales por haberse levantado para detener la guerra contra la sociedad que es la crisis climática.
Opinión
Opinión ¿Sirve de algo la condena internacional del genocidio?
Somos nosotros, países testigos de cuanto ocurre, los que somos juzgados con cada vida humana a la que negamos la justicia.
#66504
31/7/2020 14:20

Precioso artículo. El coronavirus nos ha echo abrir los ojos y darnos cuenta de las farsa cultural con la que está contruido el capitalismo,cel consumo, la vitalidad y el verano. Todo queda arruinado y al abrir esos ojos vemos la verdadera desigualdad y falta de perspectiva para los pueblos

2
0
#66632
3/8/2020 0:05

¿De verdad ha hecho falta el coronavirus para llegar a esta conclusión?

1
0
#66875
5/8/2020 17:12

Creo, y lamentablemente, `pienso que es cierto que si. Mucha gente carece del tiempo ni de las herramientas socioculturales para darse cuenta del tremendo engaño que supone el sistema económico capitalista y la desigualdad y control que genera. Y uno de los motivos de ello, es el consumir la misma información y cultura que el capitalismo diseña para mantener su orden oligarquico

2
0
#66962
7/8/2020 14:17

Claro que no... Solo es poética del desazón

1
0
Sanidad pública
Ribera Salud Hospital del Vinalopó: el último rehén de la privatización del PP valenciano
La vuelta del PP al gobierno valenciano ha supuesto un balón de oxígeno para la principal beneficiaria de la privatización sanitaria, que mantendrá la concesión de Elx-Crevillent a pesar del malestar social.
Palestina
Flotilla de la Libertad Los cargos públicos integrantes de la Flotilla a Gaza regresan a España
Mientras la flota que llevará ayuda a Gaza permanece en Estambul por los impedimentos de Israel para que zarpe, las políticas españolas deciden retornar a España, ante el anuncio de Pedro Sánchez.
Derecho a la vivienda
Derecho a la vivienda Vivir y resistir en Andalucía, la comunidad con más desahucios del Estado español
En Andalucía, la comunidad con mayor número de desahucios, se producen 11 al día. En todo el territorio surgen experiencias que luchan por la vivienda digna en un lugar donde tener un techo “se ha vuelto una utopía”.
Galicia
Redes clientelares Todas las veces que la Xunta de Feijóo contrató a sus familiares y a los de otros altos cargos
Mientras Sánchez reflexiona sobre su dimisión tras el ‘lawfare’ contra su mujer, el líder del PP ha prometido que no consentiría a su pareja contratar con un Gobierno del que él formase parte, pero sí lo permitió con su hermana, su prima y su cuñado.
Cine
Estíbaliz Urresola “El cine no debe quedar impasible ante las atrocidades que suceden”
La directora de ‘20.000 especies de abejas’ sigue recibiendo reconocimientos por su película, pero pide que se transformen en aplicación de mejoras concretas para el colectivo trans.

Últimas

Lawfare
Guerra judicial Las izquierdas brindan el apoyo unánime a Sánchez que él les negó durante la era del ‘lawfare’
Todos los partidos con representación en el Parlamento y ubicados a la izquierda del PSOE, también los soberanismos, han mostrado sus posiciones públicas en solidaridad con el acoso mediático y judicial contra el presidente del Gobierno.
Gobierno de coalición
Lawfare Sánchez cancela su agenda y para a “reflexionar” tras los ataques de la derecha y la imputación de Gómez
El presidente del Gobierno denuncia una operación contra él y su pareja, Begoña Gómez, por parte de la derecha y la ultraderecha, así como los medios afines que ha desembocado en la denuncia de Manos Limpias.
Sanidad pública
Sanidad a la madrileña Vecinas y vecinos de Madrid acampan frente al Hospital Doce de Octubre de Madrid
El colectivo prevé permanecer frente al gran hospital madrileño para mostrar su rechazo al deterioro de la sanidad pública y programa actividades para los próximos tres días.
Lawfare
Justicia a la derecha Pedro Sánchez no está solo: estos son los precedentes a su caso de ‘lawfare’
El presidente del Gobierno aseguraba en su carta que el suyo era un caso de lawfare “sin precedentes”. Lo cierto es que esta estrategia de judicializar la vida política se ha enraizado durante los últimos años.
Madres protectoras
Madres protectoras Escúchalas
Si un niño o niña le cuenta a su madre que su padre le toca, lo más probable es que al cabo de unos años ella acabe perdiendo a su hijo. Mira a tu alrededor, porque es posible que alguna de tus conocidas esté a punto de vivir algo como esto.
Racismo
Delitos de odio La fiscalía pide tres años de cárcel para el excomisario que vinculó migración y delincuencia
Ricardo Ferris, en un acto organizado por Vox en el Ateneo de València en 2022, incitó a los “españoles a dejar de ser pacíficos" después de haber equiparado la inmigración con la delincuencia.
Opinión
Opinión Cuando la mierda nos come
El panorama mediático se ha convertido en una amalgama de espacios a cada cual más insano. Basura fabricada por gabinetes ultras, aceptada por jueces afines y amplificada por pseudomedios de propaganda regados con dinero público. Hay que pararlo.
Migración
Migración València suprime el Consejo municipal donde se abordaban las problemáticas migrantes
La supresión de este órgano consultivo pone en riesgo las iniciativas realizadas para facilitar la relación de la administración con el 22% de la población local.
Justicia
Juana Rivas El Tribunal Supremo italiano anula el juicio civil que separó a los hijos de Juana Rivas y obliga a repetirlo
La corte de Casación ha respondido al recurso de apelación de la madre reconociendo la violación del principio básico de no separar a los hermanos y la carencia de un informe que analice en profundidad el interés superior de los menores.

Recomendadas

Política
Lawfare ¿Qué decisiones puede tomar Pedro Sánchez tras amagar con dimitir?
Tras el anuncio del presidente, se abren varias posibilidades que no se resolverán hasta el lunes: ¿Una moción de confianza? ¿La convocatoria de elecciones? ¿Un cambio de marco? ¿Dimitir y dar el salto a la presidencia del Consejo Europeo?
Derechos reproductivos
Luciana Peker y Cristina Fallarás “El aborto se ha apartado del relato feminista porque genera consenso”
Las periodistas Cristina Fallarás y Luciana Peker forman parte del grupo motor de una campaña europea que quiere blindar el derecho al aborto mediante una iniciativa ciudadana que necesita un millón de firmas para llegar a ser debatida.
Pensamiento
Kristen Ghodsee “Necesitamos soluciones que podamos llevar a cabo sin la ayuda del Estado”
Esta escritora y etnógrafa estadounidense explora experiencias utópicas del pasado y del presente en su último libro ‘Utopías cotidianas’ (Capitán Swing, 2024).