Un puñetazo del actor que representaba a Drago, el boxeador de la URSS, llevó a Sylvester Stallone cerca de la muerte durante el rodaje de 'Rocky IV'.
Un puñetazo del actor que representaba a Drago, el boxeador de la URSS, llevó a Sylvester Stallone cerca de la muerte durante el rodaje de 'Rocky IV'.

Opinión
Me cago en Spielberg o cómo aprendimos a amar la OTAN

Hollywood nos dibuja un mapa del mundo que hacemos propio sin saber cuál podría ser el nuestro.

Doctor en Historia y profesor de filosofía

9 feb 2022 13:12

Permítanme contar una anécdota. A raíz de la lectura del libro ¡Me cago en Godard!, del periodista Pedro Vallín, me acordé de haber preguntado años antes a mis alumnos de Valores éticos (3º de ESO) dos cosas: a) ¿Cuál es el número de la policía, 911 ó 091?; y b) ¿Es el FBI parte de la policía nacional? Las respuestas no sorprenderán a nadie. Un 35% del alumnado respondió que el número de la policía era el 911, mientras que un 25% afirmó que el FBI era una agencia de seguridad española. Los resultados me llevaron a preguntar, en 4º de ESO, quién había ganado la Segunda Guerra Mundial. El 70% respondió los “americanos”; el 10%, los rusos. De esta manera se salvó al soldado Ryan, pero se perdió un continente en el camino.

Mi intención, sin embargo, no es echar un lamento ciceroniano sobre estas costumbres y aquellos tiempos. Esta visión de la historia es la que cabe encontrarse en cualquier provincia del imperio, como saben las poblaciones de los antiguos mandatos británicos en Oriente Próximo, que aprendían las penas de la Guerra de las dos Rosas en vez de las suyas propias. En Francia, a pesar de su insistencia en seguir sentada a la mesa del Gran Juego geopolítico, las encuestas nos dejan un resultado igualmente distorsionado. En 1945, recién terminada la guerra, se realizó un sondeo en el que un 20% de los preguntados afirmó que Estados Unidos había sido la potencia decisiva, mientras que para el 57% lo había sido la Unión Soviética. En 2004, las posiciones se habían invertido. La Guerra Fría, la OTAN y el desembarco de Hollywood en busca del soldado Ryan habían cambiado la percepción y, por ende, el mundo.

En 1945, recién terminada la guerra, se realizó un sondeo en Francia en el que un 20% de los preguntados afirmó que EE UU había sido la potencia decisiva, mientras que para el 57% lo había sido la URSS. En 2004, las posiciones se habían invertido

Esto no supondría mayor problema de no ser porque de esos aluviones de estrellas en las playas de Omaha vienen estos lodos geopolíticos en los que Europa se enfanga. El cine forja valores, construye mapas cognitivos y nos familiariza con la vida cotidiana de un país, en este caso el estadounidense. Le da al norteamericano un aire de familia, convirtiendo su omnipresencia en las pantallas algo tan normalizado como saludar al vecino de Cuenca. Y así es como su visión del mundo, incluidos sus deseos y miedos, terminan por ser los nuestros. Por eso Breaking Bad, cuya premisa no encajaba bien en Europa, hizo las delicias de los puristas. Por eso la geografía urbana estadounidense, cruzada de suburbios de chalets con jardín y trituradores de melancolías y basuras, se nos aparece como natural y cotidiana. Por eso el alumnado sabe que la capital de Estados Unidos es un distrito federal, pero desconoce cuál es la capital de Austria y quién es el presidente de Italia. Y por eso pensamos que los estadounidenses, cuyos principales rostros de la cultura conocemos mejor que el de nuestros alcaldes y alcaldesas, están de nuestro lado a pesar de sus “americanadas”, cuando, en verdad, estamos nosotros del suyo para lo que ordenen y dispongan. 

El cine, dicho de otra manera, es nuestra cueva de Altamira. Desde Kant sabemos que no vemos la realidad tal como es, sino tal como somos nosotros. Y si la vemos con unas gafas made in USA, no solo lo haremos con unas lentes impostadas, sino que nos buscaremos la ruina en una noche geopolítica en la que todos los gatos son tan pardos que la lechuza de Minerva apenas vuela. Algunos dirán, sin embargo, que Platoon (1986) o Apocalypse Now (1979), por nombrar dos grandes películas, solo podrían haberse hecho en Estados Unidos. Que nadie, en otras palabras, se despelleja a sí mismo como los estadounidenses. Puede ser. Pero en este punto debemos señalar que son filmes hechos después de la derrota y el descenso a los infiernos, cuando se trataba de lamerse las heridas para alzar el vuelo de nuevo. A este respecto, podemos preguntarnos cuántas películas hechas en Vietnam hemos tenido ocasión de ver sobre este conflicto en el que Estados Unidos perdió a 58.000 soldados, pero mató a más de un millón de vietnamitas. O, ya metidos en la harina rusa, cuántas películas de factura rusa han pasado por nuestros cines sobre lo que en Rusia se llama la Gran Guerra Patria, esa en la que murieron más de 20 millones de ciudadanos soviéticos frente a 170.000 estadounidenses.

Cuando hablamos de Rusia, rara vez se hace a partir de un conocimiento de primera mano. El ruso es como el monstruo del Lago Ness: nadie lo ha visto, pero todos le tememos. Porque Rusia, ya lo dijo Serrano Suñer para el recuerdo en 1941, es culpable

Y es que, cuando hablamos de Rusia, rara vez se hace a partir de un conocimiento de primera mano. El ruso es como el monstruo del Lago Ness: nadie lo ha visto, pero todos le tememos. Porque Rusia, ya lo dijo Serrano Suñer para el recuerdo en 1941, es culpable. ¿De dónde sale, por tanto, esa imagen? De la obsesión anticomunista de la Guerra Fría, especialmente lisérgica en España, y de la indigestión provocada por cientos de películas estadounidense. Así las cosas, el ruso ha pasado de ser Iván Drago, la máquina amoral que mata a puñetazos a Apollo en Rocky IV (1985), a Lev Andropov, ese loco genial, borracho y de vuelta de todo, especialmente de asaltar el Palacio de Invierno, que soluciona las cosas a golpes en un derroche de videoclip, sirope y testosterona llamado Armageddon (1998). De la Guerra Fría a la década salvaje y beoda de Boris Yeltsin. ¿Y hoy?

Hoy Rusia es el producto de los años noventa, el decenio en el que estuvo al borde del caos y en el que Yeltsin dio un autogolpe de Estado en octubre de 1993. La Rusia de Putin, ciertamente oligárquica y oscura, es la que viene de aquel golpe y de la guerra carnicera que libró en Chechenia, de la transición al capitalismo perpetrada por la antigua nomenklatura y del saqueo de los recursos estatales a manos de la nueva oligarquía. Tras un breve romance en la cumbre, simbolizado por las risotadas al alimón de Clinton y Yeltsin, Rusia vuelve a ser el ogro de garganta profunda y rostro impenetrable que exige que la OTAN, en la que votamos permanecer por los pelos y con la boca reseca de promesas rotas, no ponga una base más en su frontera. 

Como los seres humanos somos animales que contamos historias para ahuyentar los miedos y dar forma a nuestros deseos, es saludable saber de dónde vienen las que nos creemos a pies juntillas.

Así que unos pueden cagarse en Godard con mucho estilo y amenidad, y otros, si se nos permite, lo haremos como podamos en Michael Bay, Ron Howard y Steven Spielberg. No me malinterpreten. Ni la Rusia de Putin deja de ser truculenta y amenazante para Ucrania, un país soberano, ni Salvar al soldado Ryan es una mala película. Spielberg es un narrador de primera. Pero como los seres humanos somos animales que contamos historias para ahuyentar los miedos y dar forma a nuestros deseos, es saludable saber de dónde vienen las que nos creemos a pies juntillas. No es que Éric Rohmer sea más trepidante que una película de la Marvel, que puede serlo, ni que Andréi Tarkovski sea más espectacular que una película de Batman, que también. Lo que afirmamos es que el waterboarding de nuestras pantallas a manos de Hollywood nos dibuja un mapa del mundo que hacemos propio sin saber cuál podría ser el nuestro, predisponiéndonos a aceptar que, por muchas masacres de My Lai que hayan cometido, los americanos, al final, son los buenos. 

Y lo son porque los llevamos viendo toda la vida conquistar el Oeste, conducir coches descomunales y enamorarse en la Quinta Avenida —de Nueva York, sobreentendemos todos—. Sus penas y miedos son ahora también los nuestros. Su Miami romperá caderas en Eurovisión este año, y nuestra Noche de Difuntos es ahora un trasunto de su Halloween. Todo ello es sincretismo, y toda cultura está hecha de hibridaciones de este estilo. Pero esto también le sirve a Estados Unidos para presentarse como la culminación y el guardián de la cultura grecolatina, la occidental, dicen, la buena. Y Rusia, en cambio, aparece como el bárbaro oriental que está a nuestras puertas como antaño lo estuvieron Gengis Khan y el Imperio Otomano. Pero no teman, el soldado Ryan ha vuelto para salvarnos, como vino en 1999 para bombardear Belgrado. Para eso las bases de EE UU transmutaron en bases de la OTAN, que ahora también son las nuestras, como su paz del cementerio y sus realities de moralina y espanto. Estamos, esta vez sí, se nos asegura, en el lado bueno de la historia, la que apenas sucede, pero es la única que se cuenta.

Arquivado en: OTAN Cine Opinión
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Lanaren Ekonomia Euskal Herriko industria-politikak norabide aldaketa behar du
VV.AA.
Eusko Jaurlaritzaren azken hamarkadetako utzikeriak deslokalizazioak, itxierak eta sektore ezberdinek gainbehera egitea ekarri du, eta horiek berreskuratzeko eta garapen eredu iraunkorra sustatzeko norabide aldaketa behar dugu.
Lobo
Opinión El lobo, la democracia y el infierno
La protección del lobo es una cuestión de interés general y de defensa del equilibrio ecológico, pero también de autodefensa democrática contra los discursos de odio y de polarización extremista que están envenenando la convivencia.
Opinión
Opinión Por los derechos de la infancia, no a los sacramentos católicos (ni a lo equivalente en otras religiones)
De los siete sacramentos, nada menos que cuatro están encaminados, o se utilizan normalmente durante los primeros años de la vida de las personas, para la captación y catequización de nuevos miembros de la Iglesia.
República
Movimiento republicano “Hasta que se vayan”: lema de la segunda Marcha Republicana fijada para 2025
En junio de 2025 la marea republicana se propone llevar a cabo una segunda demostración de rechazo a la monarquía. En la edición de este año se movilizaron miles de personas de distintos puntos del Estado.
Palestina
Palestina “Es nuestra tierra”: colonos israelíes acampan en la frontera con Gaza para lograr un regreso permanente
Envalentonados, un grupo de ultranacionalistas israelíes están acampando cerca de la frontera con la Franja de Gaza para ser los primeros en establecer ahí su nuevo hogar.
Que no te cuenten películas
Comunidad El Salto Suscríbete a El Salto y llévate seis meses de regalo a Filmin
Estas navidades, haz posible que El Salto llegue más lejos con sus contenidos críticos y llévate de regalo medio año de Filmin. Y si ya tienes Filmin, suscríbete a El Salto y regala el acceso a esta plataforma a quien quieras.

Últimas

Comunidad de Madrid
La uni se ahoga Ayuso recula ante una comunidad universitaria en lucha: acepta los 169 millones del Gobierno para profesores
El gobierno de Ayuso está planteando una “propuesta alternativa”, que enviará al Ministerio de Ciencia, quien expresaba por carta que “no es comprensible ni explicable” el rechazo a la inyección económica.
Exclusión sanitaria
Exclusión sanitaria Casi 30.000 personas fueron expulsadas del sistema sanitario en los últimos 32 meses
Un informe de Médicos del Mundo detecta casi 70.000 barreras en la sanidad pública, que sufren principalmente las personas en situación irregular. Mientras, la ley para retornar a la universalidad en la atención permanece en trámite.
Más noticias
Violencia machista
Violencia sexual Las artes escénicas de Granada apoyan a las denunciantes de agresiones sexuales en la escuela de teatro
Organizaciones, profesionales y personas vinculadas a las artes escénicas granadinas firman un comunicado donde expresan su apoyo público y sin fisuras a las denunciantes de abusos sexuales por parte del director de La Seducción, Marcos Julián, y señalan la necesidad de protocolos específicos para lograr espacios escénicos seguros
Sevilla
Palestina Dabke: zapateado colectivo para preservar la identidad palestina ante el genocidio
El grupo de dabke Haweia se encuentra realizando una gira por diferentes ciudades del Estado español para “preservar y promover la identidad cultural palestina utilizando el arte” frente al genocidio que está cometiendo Israel en el territorio.
Urbanismo
Opinión Desordenación del territorio de la mano del Gobierno regional de Madrid
La Comunidad de Madrid impulsa, mediante tramitación de urgencia, un proyecto de ley Omnibus que afecta a diez leyes regionales con cambios de calado.
Lobo
Fauna amenazada La última llamada para frenar la desprotección del lobo pasa por Berna
El Comité Permanente del Convenio de Berna relativo a la Conservación de la Vida Silvestre y del Medio Natural en Europa decidirá esta semana si acepta la propuesta de la UE de rebajar el estatus de protección del 'Canis lupus'.

Recomendadas

Melilla
Melilla Encerradas en la ciudad frontera: las trabajadoras marroquíes en Melilla se han cansado de esperar
Desde que en 2020 se cerrara la frontera con Nador, muchas personas marroquíes que hasta entonces podían desplazarse entre ambas ciudades, se han visto empujadas a un callejón burocrático. Un informe documenta las trabas con las que se encuentran.
Literatura
Gabriela Wiener “Me pregunto si es posible hacer libros que cambien el discurrir del mundo”
La escritora peruana afincada en Madrid ha publicado recientemente ‘Atusparia’, una novela que recorre el pasado, el presente y un posible futuro de su país, un territorio de represión pero también de luchas por el territorio y por el porvenir.
PSOE
Congreso Federal del PSOE Sánchez activa el recambio de barones díscolos y compra tiempo sobre la financiación catalana
El 41 cónclave federal del PSOE confirma que Pedro Sánchez no tiene rival en el partido socialista y que varias federaciones en crisis interna, con Madrid a la cabeza, van camino de tensas primarias.