Opinión
Carta a Risto Mejide: ofendido por una carta que no te has leído

Hace unos días en el programa de Risto Mejide, apareció un personaje que dejó entrever que detrás de los ataques en Madrid a coches 4x4 de ayuda voluntaria, podía haber taxistas. No existió ningún intento por esclarecer de dónde venía esa afirmación tan grave, aún sabiendo que algo así suscita un daño directo a un sector como el nuestro, de por sí ya muy castigado.

Que algo así ocurra en ciertos programas no es extraño y ni siquiera poco frecuente. Hemos visto muchos episodios al respecto y ya no nos sorprende. A raíz de estos hechos, muchos taxistas de Madrid y de toda España, han sentido mucha impotencia y rabia, ha habido cruces dialécticos en las redes sociales, sobre todo cuando han aparecido los propios afectados por los ataques, para desmentir rotundamente que estos ataques tuviesen nada que ver con taxistas, y sí con delincuentes e incluso algún accidente.

Es fácil y gratuito prestar un medio para que alguien suelte un bulo tan dañino contra todo un sector de miles de familias, sin contrastar absolutamente nada

Es fácil y gratuito prestar un medio para que alguien suelte un bulo tan dañino contra todo un sector de miles de familias, sin contrastar absolutamente nada, como si fuese simplemente un juego, porque información desde luego no es.

Por nuestra parte, desde Taxi Project, lanzamos un comunicado dirigido a Risto Mejide, con mucho alcance en las redes, Twitter especialmente, algo que no ha gustado al comunicador, a pesar de ser un comunicado absolutamente respetuoso con el medio y con Risto Mejide, aunque no exento de crítica, más que justificada en este caso, y sobra decir, que el derecho a opinar y criticar desde el respeto, no es propiedad exclusiva de los comunicadores, aunque en ocasiones como ésta, así lo parezca.

A raíz de que muchos taxistas indignados y enfadados se han dirigido a Risto Mejide en las redes sociales, y a raíz de ese comunicado de Taxi Project, en el día de ayer se dirigieron a mí para que entrase en directo.

Vaya por delante que mi relación personal con todo el equipo del programa Todo Es Mentira siempre ha sido de máximo respeto, a pesar de que a la mayoría de mis compañeros no les gusta el cachondeo que hacen a veces, porque sienten que nos ridiculizan. Algo que en mi opinión no es así y que veo totalmente sano. Yo acepto e incluso me gusta entrar en el juego ya que considero que en la vida hay que tener sentido del humor hasta en las peores situaciones.

Ayer jueves el equipo de Todo Es Mentira se puso en contacto conmigo para entrar en directo con la intención de hablar de esa carta pública que le dedicamos. Jamás me he negado a atender a ningún medio de comunicación, y me he visto en muchas situaciones muy pero que muy incómodas, pero aún así considero que es parte de mi trabajo y no puedo dar un no por respuesta.

A las 13h intervinieron a mi hijo y así se lo transmití, que no era buen momento para entrar en un directo, pero por mi compromiso con mi sector y la empatía que tengo hacia la profesión de periodista, accedí después de explicárselo a mi hijo (las cosas de la vida, ya lo veis). El niño, tan contento, ha sintonizado en la tele de la habitación del hospital el programa para ver a su papá, y ya veis lo que se ha encontrado y lo que ha visto...

Mi sorpresa fue observar por parte de Risto Mejide el tono de enfado y soberbia que empleó en todo momento conmigo. Curioso cuando aquí los que están enfadados y hasta lo que no suena, son muchos taxistas y con razón. Es complicado hacer un directo desde el coche en el parking del hospital, desde el móvil sin apenas cobertura y sin poder escuchar bien al que está al otro lado. Es complicado entrar en directo cuando tu cabeza no está centrada en lo que tiene que estar, pero lo mas complicado de todo es intentar comprender cómo un presentador de la talla de Risto Mejide, sabiendo todo esto, se comporta como si el que tuviera delante fuera un abusón de Algete, de esos que se dedican a asustar a chavales  que “gritan por la noche” o algún concursante de algún show al que acaba humillando delante de toda España.

Como me has cortado en tu programa, voy a terminar con esta carta:

Risto Mejide, me has intentado humillar, pero no sé si lo habrás conseguido con esa actitud infantil que ha visto tu audiencia y todos los periodistas que van a leer esta carta y que nos conocen a los dos. No seré yo quien te juzgue como has intentado hacer tú conmigo en un momento como el que estamos viviendo. Las personas no se miden por sus palabras sino por sus actos.

Lo más grave es que hayas tenido que engañar a tu audiencia y decirles que había insultos en el comunicado de Taxi Project, algo absolutamente falso, ya que incluso desde tu equipo te han sugerido que lo leas públicamente y te has negado, como no podía ser de otra manera, porque tu audiencia hubiese comprobado que les estabas mintiendo.

Existen dos tipos de orgullo, el bueno y el malo. El “orgullo bueno” representa nuestra dignidad y nuestro amor propio. El “orgullo malo”, es un pecado mortal de superioridad que apesta a presunción y arrogancia. Y es del segundo de que he visto hoy henchido a Risto durante la conexión.

Mi madre, a quien suelo seguir sus consejos, siempre me dijo que me mantuviera lejos de quien quiera pisar mi dignidad.

Hasta siempre, no es nada personal.