Investigador del Departamento de Geografía Humana de la Universidad de Sevilla.

14 sep 2017 16:29

El proceso catalán y su relación con la política del Estado español cuenta sin duda con muchas aristas y está dejando en evidencia muchas cosas. Una de ellas es el creciente protagonismo que adquiere el uso del sistema legal como forma de ocultar las discusiones y los contenidos políticos. Me refiero aquí a la forma en que desde el Estado se ha utilizado, en este caso como en otros, las principales leyes para evitar afrontar de manera política un problema real, como es la existencia de diferentes modelos de estado y diferentes sensibilidades nacionales, que son de partida incompatibles entre sí. También la manera en que los medios de comunicación, los principales aparatos ideológicos en la coyuntura política, están utilizando constantemente el discurso en torno a la legalidad para atacar el proceso. De este uso manipulador de la legalidad no se libran, por supuesto, los que la utilizan para evitar posicionarse políticamente, ni los que la usan como arma arrojadiza contra sus enemigos políticos desde el lado catalán de la trinchera.

El problema que planteamos aquí es el de la judicialización de la política como una de las formas anti-políticas preferidas en la política reciente del Estado. Entendiendo que el contenido sustancial de la política es la capacidad de decidir la forma en que organizamos nuestra socialidad a todos los niveles, podría existir una cierta colonización de los contenidos políticos por parte de los aspectos legales, cumpliendo una función claramente ideológica. Esta anti-política busca opacar esta capacidad, erosionar nuestra capacidad de pensar la transformación de la sociedad o encubrir en muchos casos nuestra incapacidad de hacerlo. Nuestra incapacidad política como sujeto político (sea cual sea ese sujeto en cada caso). El hecho de que gran parte de la política, concretamente de los argumentos progresistas en los últimos años, haya venido ligada a la denuncia de la corrupción es una muestra desgraciada de esto. Ante la dificultad de plantear otro tipo de contenidos, la focalización en la corrupción sirve como un placebo de una política trasformadora. Si se utiliza la corrupción o el cumplimiento o incumplimiento de la legalidad como núcleo del debate político no se habla del modelo económico, sus contradicciones y limitaciones y la necesidad de plantear transformaciones en este sentido, como tampoco se habla del modelo de estado, del derecho de autodeterminación o de las limitaciones de la democracia representativa. Reducir la crisis a un problema de corrupción o reducir la disputa por la ordenación del estado y su significado nacional a un problema de cumplimiento de un determinado orden constitucional permite no hablar de lo que está detrás de ese orden y de sus posibilidades de transformación.

El carácter ideológico, en un sentido manipulador de este término, de tales acciones viene dado precisamente por su apariencia no ideológica, por la apariencia técnica y apolítica de los mecanismos del sistema legal. Sin embargo, el uso oportunista, arbitrario y contradictorio de los argumentos no deja de emerger constantemente, en políticos, gobiernos y aparatos que defienden una cosa y la contraria con los mismos argumentos. El enroque en el orden constitucional tiene poca consistencia frente a la modificación que se realizó del mismo, en plena crisis económica, por mandato alemán, para limitar el techo del gasto público, sin ningún tipo de consulta o atención de cara a la opinión del presunto pueblo soberano. De igual forma, el respaldo incondicional de los partidos conservadores españoles, y por supuesto del gobierno que controlan, al referéndum “ilegal” de Venezuela, choca con la oposición terca a cualquier tipo de consulta al pueblo catalán, a pesar de que es evidente su voluntad de autodeterminación. La política va más allá de un marco legal y, de hecho, los argumentos legalistas que proliferan en la actualidad ocultan que lo político implica a menudo trascender un marco legal establecido. Podríamos decir que, para bien o para mal, un acto verdaderamente político implica siempre en cierta manera una ruptura del orden legal.

Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

Danza
Todo o que podería ser o xénero e como desfacelo dende o escenario
A compañía Disiden.cia rompe os moldes da identidade con 'Bipedestrución' na Mostra Internacional de Teatro de Ribadavia, que cumpre 41 edicións cunha aposta radical pola diversidade, a memoria e o pensamento crítico.
CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Conversamos coa investigadora América Navarro sobre o desprazamento forzoso en Chiapas.

Últimas

Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.
El Salto n.79
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
Ya está disponible el número 79 de nuestra revista, en el que destacamos la investigación y el rechazo social que encuentra el proyecto de macrocelulosa de la multinacional Altri.
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Crónica visual de como unha enorme multitude encheu de diversidade o centro da cidade de Vigo.

Recomendadas

Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Tras o progresivo desmantelamento de varios dispositivos de acollida, moitos refuxiados foron trasladados a outros puntos do Estado sen aviso previo. Outros son simplemente desaloxados trala denegación da súa solicitude de asilo.
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...