Es imposible saber todo sobre un tema, normalmente conocemos muchas cosas, pero poco de cada una. Del mundo de la discapacidad yo sabía lo justo, ni siquiera veía las sillas de ruedas por la calle hasta que me tocó a mí. Ahora las veo por todas partes, como si hubieran salido de su escondite.
Una de las cosas más desconocidas que existen respecto a la discapacidad es la atracción psicosexual hacia este colectivo, la abasiofilia y la acrotomofilia son las más comunes.
La palabra “Abasofilia” está formada por las palabras: a (negación) + basio (andar, ir) + philia (amor). El término fue acuñado por John Money en 1990, en un escrito sobre parafilias, y hace referencia a quien siente atracción sexual hacia las personas con discapacidad física, a los que se les llama, comúnmente, “devotees”.
La palabra “Acrotomofilia” viene del griego: akron (extremidad) + tomo (corte) + philia (amor). Esta atracción hacia las personas con algún miembro amputado fue descrita por primera vez a finales del siglo XIX por Richard Von Krafft-Ebing.
La palabra “parafilia” alude a un amor paralelo a la forma convencional, que se aparta de la norma estadística, que desde hace muchos años es una relación sexual entre un hombre y una mujer, o entra personas del mismo sexo, más aceptado en los últimos años.
COMPORTAMIENTO DE LOS “DEVOTEES”
La psicóloga y sexóloga María Elena Villa Abrille, asegura que “algunos devotees tienden a merodear a la persona con discapacidad y sienten un deseo compulsivo de tener una relación sexual con ellas”.
A algunos únicamente les mueve el poder, el sentirse superior a la persona con discapacidad e intentan establecer, mediante el engaño, una relación conflictiva y problemática, según la psicóloga.
Suele atraerles el asistencialismo y les excita el daño e incluso el sometimiento, llegando a humillar a la persona con limitacionesLos “devotees”, normalmente, aseguran no querer dañar a la otra persona y suelen plantearles relaciones consentidas. Pero su obsesión puede derivar en prácticas nada respetuosas al no poder satisfacer sus necesidades y tener que llevarlo en soledad. Incluso pueden participar en organizaciones de personas con discapacidad sólo para poder estar en contacto con ellas y mirar y fotografiar en secreto.
Este comportamiento les hace sentir vergüenza, ya que no saben explicar a qué se debe tal fascinación por los cuerpos de las personas con discapacidad o por las que necesitan ayudas ortopédicas.
Según los estudios de Nattress, la mayoría de “los devotees” presentan “tendencias problemáticas de comportamiento, como coleccionar fotografías tomadas a escondidas y obtenidas en redes sociales, o guardar direcciones y números de teléfono”.
Existen diferentes cuentas en redes sociales con miles de seguidores “devotees” dedicadas a compartir fotografías de mujeres con discapacidad. Para ellos es un lugar donde poder conocerlas como si se tratara de un catálogo. El abanico de posibilidades se multiplica para poder “seguir”, hablar, comentar, persuadir y engañar.
En los estudios de Nattress el 85% de los encuestados asintió con la declaración: “Si veo una mujer amputada en una tienda la seguiré”; y el 57% con la afirmación: “Si veo una mujer amputada en un negocio seguro intentaré hablar con ella”.
La escasa probabilidad de tener cerca a una persona con discapacidad hace que cometan actos inadecuados y poco respetuosos respecto a estas personas.
OTROS TIPOS DE PARAFILIAS
En el mundo de la discapacidad, también existen los “wannabes”, “pretenders” y “admirers”.
Los “wannabes” sienten que su cuerpo es incorrecto al no tener ninguna discapacidad e intentan imitarles y parecerse a ellos para sentirse completos como si realmente tuvieran una discapacidad.
Los “pretenders” desean experimentar una discapacidad de vez en cuando. Suelen comprarse muletas, bastones e incluso sillas de ruedas para conseguirlo.
Los “admirers” suelen apuntarse a voluntariados o trabajar en algo relacionado con la discapacidad ya que ven en las personas que la tienen un modelo de admiración. Pueden parecer altruistas y sensibles con este tema, llegando a ser admirados por las personas que les rodean.
Parece haber una vinculación entre los “devotees, wannabes, pretenders y admirers”. Bruno (1997) ha formulado la hipótesis de que en todos ellos subyacen mecanismos psicológicos similares.
Este autor sugiere que, dado que comparten estos mecanismos, debería crearse una entidad diagnóstica que podría ser llamada Trastornos de Discapacidad Facticios (FDD), en la que la discapacidad —real o pretendida, propia o de otro— proporciona una oportunidad para que el individuo sea amado y asistido cuando no exista la oportunidad de conseguirlo de otra manera.
EXPERIENCIA PERSONAL
A lo largo de estos años he hablado con diferentes chicos devotos y todos me han dicho que no se atreven a confesarlo a nadie de su entorno ya que se sienten muy avergonzados y temen que les rechacen por ello. Explican que, para ellos, la discapacidad es una cualidad que les hace ver a la persona más atractiva, al igual que para otro chico sea el pelo rubio o unos pechos grandes el principal motivo de atracción.
Una de las preguntas que me surgían es si el hecho de que una persona esté en silla ya es motivo de atracción o si se fijaban también en el aspecto físico, y todos me dijeron que no todas las personas con discapacidad les gustan, como no a otras personas les gustan todas las personas rubias pese a que esa sea una cualidad que les atraiga.
He recibido mensajes de todo tipo, desde el que me pide que le envíe un vídeo poniéndome calcetines, hasta el que intenta engañarme vendiendo anillos para pies, pidiendo previamente una foto de ellos para poder deducir la talla correcta
Utilizan todo tipo de trucos e, incluso, intentan convencerme de que son las personas idóneas para hacerme sentir “mujer de verdad”.
Yo no necesito a ningún hombre que me haga sentir mujer, y menos a un “devotee” pero, desgraciadamente, hay muchas mujeres que, pese a saber que sólo les importa su discapacidad, acceden a relacionarse con ellos por tener una baja autoestima y ver en ellos la oportunidad de tener una relación y placer sexual.
Según Jeffries y Maxifield, 1998, “para muchas personas amputadas, la idea de que alguien encuentre su muñón sexualmente atractivo es sorprendente y desconcertante. Especialmente, cuando el amputado está luchando con aspectos esenciales de su autoaceptación, imagen corporal y autoestima”.
CONCLUSIÓN
¿Dónde está el límite en la atracción sexual? ¿Qué características físicas son aceptadas como motivo de atracción y cuáles no? ¿Es censurable el sentimiento de devoción hacia una persona con discapacidad? ¿Nos encontramos ante un fetiche o ante una parafilia?
Yo no sé contestar a estas preguntas, pero sí creo que cualquier práctica sexual en la que no se vea y respete a la persona con discapacidad en su totalidad, no es aceptable y conlleva un problema para esta.
La Dra. Isabel Boschi asegura que “comprender las parafilias implica saber hasta dónde los hechos del desarrollo del sexo y sus emociones pueden ser uniformes y constantes”.
Entendamos o no las parafilias, no es aceptable el engaño hacia las personas con discapacidad, que pueden llegar a tener relaciones con ellos, sin saber que lo único que les interesa es su discapacidad.
En la sexualidad, todo está permitido, sí, pero siempre que ambas partes sepan el verdadero interés de cada uno y se acepte por ambas partes.
Fuentes:
Qué son los Devotee, wannabe, pretender y admirer
Devotee y wannabe: el nuevo tabú sexual
Devotees: atracción por las personas discapacitadas
Devotees, Wannabes, y Pretenders: parafilias vinculadas a la discapacidad
¿Quién soy yo y cómo descubrí que soy devotee?
Asociación Argentina de Psiquiatras, Lic. Paulina Martínez, Amputee online.
Devotee y wannabe: el nuevo tabú sexual
Money, J. (1990). Paraphilia in Females. Fixation on Amputation and Lameness; Two Personal Accounts. Su influencia fue determinante en la tesis de la identidad de género y el tratamiento hormono-quirúrgico de la transexualidad. Sus posiciones personales sobre el ejercicio de la de sexualidad, en especial de las parafilias y la pedofilia, fueron muy controvertidas y criticadas.
Richard Von Krafft-Ebing- Psychopathia sexualis, primer libro dedicado enteramente a las perversiones sexuales
Bruno, R. (1997). Devotees, Pretenders and Wannabes: Two Cases of Factitious Disability Disorder. Sexuality and Disability
Jeffries, G. y Maxfield, G. (1998). A Special Attraction To Amputees: Amputee Devotees. inMotion Magazine
María Elena Villa Abrille, psicóloga y sexóloga clínica acreditada por la SASH (Sociedad Argentina de Sexualidad Humana).
Isabel Boschi, psicóloga y sexóloga clínica y educadora sexual
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