Feminismos
Dejarse en paz

La pandemia ha arrancado de cuajo discursos de raíces cortas, dejándolos en evidencia. Esto es un exorcismo de duelos, agotamientos y penas poco deconstruidas.
Velas en la Catedral de Barcelona
Escritora, activista, formadora. Autora del libro 'Resistencia bisexual' (Melusina, 2021) y el fanzine 'Mitos del amor romántico'
13 abr 2021 16:56

He empezado a escribir este texto desde el pensamiento de que estoy harta de los discursos feministas, disidentes y de exaltación de la independencia afectiva. Pero es mentira. En el fondo, de quien estoy harta es de mí misma. Estoy enfadada conmigo por lo que he hecho con estos discursos, por haberlos acuerpado desde los mismos viejos moldes: el mandato, el dogma, el llegar a ser, el deber ser. En el último año me he descubierto dependiente, vulnerable, abriendo la puerta a proyecciones de futuro que antes no me he permitido siquiera considerar. ¡Ni de coña! Yo no soy esa, que tú te imaginas. El objetivo es ser siempre más, mejor. ¡Más feminista! ¡Mejor disidente! ¡Muy independiente! ¡Nunca más errando entorpecida por los viejos sentimientos! Así que me he ido construyendo en oposición a «esa», diluyendo lo que deseo y lo que deseo ser hasta que soy incapaz de distinguirlos. Y por supuesto, cuando lo que deseo y lo que deseo ser no cuadran, gana siempre lo segundo, gracias a ese click del capital que nos canta Maria Arnal.

Una mañana no hace mucho me desperté (de nuevo) sumida en una sensación horrorosa de angustia. Me resultaba imposible levantarme de la cama, así que agarré el móvil y empecé a disociar navegando por Instagram. Entonces me di cuenta de que aún tenía en la descripción de mi perfil el taller Viajar solas sin dinero y sin miedo. Se trata de un proyecto que comencé hace años al volver de mi primer viaje sola (que me hizo sentir fuerte y liberada tras una relación de maltrato), enfocado a analizar los viajes en solitario desde una perspectiva crítica. Al verlo, sentí de pronto un impulso rabioso y sin pensarlo lo borré, acto seguido me levanté de la cama y quité el poster del taller que tenía colgado en mi habitación. A mi lado se despertó una amiga: «¿Qué haces?» «No quiero viajar sola más». Ella me abrazó y lloré un ratito.

No es fácil reconocer que las herramientas que en el pasado te han sacado de hoyos pueden convertirse en lastres que no te dejan crecer en otras direcciones. Tampoco es fácil concluir que esas direcciones no son malas per se, ni su opuesto es la solución absoluta y eterna. Pero la (en parte inexacta) certeza de que fueron los feminismos los que me sacaron de situaciones de violencia me ha generado una sensación de deuda. Capitalismo y culpa cerrando un trato en mis entrañas. ¡Cómo vas a hacer esto, a desear aquello, a proyectar lo otro! Y a quienes nos cuesta horrores navegar situaciones en las que solo se puede aceptar que no hay nada que hacer, todos estos discursos nos aprietan aún más las correas porque están basados en la acción, el hacer, el comunicar. Ahora de pronto tenemos que aprender a dejarnos en paz. Y de paso, tal vez pedir disculpas a quienes impusimos nuestras proyecciones, nuestras huidas hacia adelante, incluidas nosotras mismas. La pandemia es un tsunami que ha arrancado de cuajo discursos de raíces cortas, dejándolos en evidencia. ¿Cómo buceamos sin ahogarnos por la renuncia, el duelo, la aceptación de que algo (una herramienta, un proceso, una proyección de futuro) ha terminado sin que una lo haya decidido?

Tías, he convertido el feminismo en ese machi que te dice que te quiere empoderada mientras poco a poco te somete(s) a él. Un policía de la deconstrucción, de uniforme morado y táser arcoiris. A muches, resistir a todo porque debemos y a toda costa nos está consumiendo. Confesión católica: en esta marejada de duelos, mi tabla del Titanic está siendo fantasear con un salón luminoso, estanterías blancas para ordenar mis libros y una butaquita en la que me haya gastado el sueldo mensual de un trabajo que aún no tengo. Mi máxima liberación está siendo contarles a mis amigues— sin sentir vergüenza— anhelos, miedos y deseos de cuestionable deconstrucción. Aceptar que un cuerpo no sostiene todo lo que nos gustaría sostener, porque cuerpo solo hay uno y bastante es poder levantarlo de la cama por las mañanas. De los duelos, de la pandemia, del aislamiento y de la pena ya no quiero aprender nada, solo quiero que pasen. Y si tengo que aprender algo, que sea, por favor, a dejarme en paz.

Sobre o blog
Escribo sobre bisexualidad, feminismos y amigas. Ya no viajo sola.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Medio rural
Juventud y ruralidad Una encuesta revela la conexión entre ecología y bienestar mental
La iniciativa de los jóvenes del Colectivo Dispares ofrece una valiosa perspectiva sobre cómo en los entornos rurales se entiende la conexión entre salud ambiental y salud mental, ayudando a romper prejuicios y estereotipos sobre los más jóvenes.
Argentina
Argentina El Bonaparte: la historia del hospital de salud mental que le torció el brazo a Milei
Es el centro referente en Argentina para tratamientos de salud mental y adicciones. Javier Milei intentó acabar con él, pero los profesionales sanitarios y los pacientes del hospital no lo permitieron. Esta es su historia.
#87567
18/4/2021 17:14

No está mal. Me ha pasado lo mismo. Yo, como chico bisexual, me he encontrado como mis herramientas de lucha contra el machismo y la homofobia, no me han resultado.

Una de ellas es el lenguaje. Usar "e" en vez del neutro castellano me ha supuesto muchos problemas a la hora de hayar mi género.

No es que esté de acuerdo o en desacuerdo con utilizar "x" o "e" como marcador de género neutro. Es que sentía como eso borraba mi género.

Un apunte: el masculino castellano, no es exactamente masculino es un neutro adaptado, y viene de una utilización patriarcal y machista del neutro. Si buscamos en "La Regenta", nos encontraremos un masculino terminado en "io" y un neutro terminado en "o". En cuanto al femenino, la "a" es correcta.

Así que quedaría:

"Chicos": neutro.
"Chiquio": masculino
Y
"Chica": femenino.

Con afecto:

Richie punk

0
23
#87386
16/4/2021 11:11

Increíble ❤️

19
0
Sobre o blog
Escribo sobre bisexualidad, feminismos y amigas. Ya no viajo sola.
Ver todas as entradas
Estados Unidos
Extrema derecha Trump anuncia un campo de concentración para 30.000 migrantes en Guantánamo en el 80 aniversario de Auschwitz
La estrategia de llevar la detención de migrantes a territorios lejanos, opacos y sin garantías de derechos también ha sido la opción elegida por la Unión Europea en el último año.
Salario mínimo
Pacto bipartito Trabajo y sindicatos acuerdan la subida del salario mínimo en 50 euros sin el apoyo de la patronal
Díaz anuncia un acuerdo con los sindicatos que llevará al Congreso de Ministros de forma “inminente” la propuesta del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos proponían una subida de 66 euros y la patronal, de 34 euros.

Últimas

Crisis climática
Parlamento Ciudadano Climático Un jurado popular ciudadano para combatir la crisis climática y el retroceso democrático
En un momento crítico para la democracia y la acción climática, cinco organizaciones medioambientales reunieron en el Congreso de los Diputados a científicos, actores sociales y asambleístas para impulsar un Parlamento Ciudadano Climático Permanente.
Ayuntamiento de Madrid
Convenio colectivo Las cuidadoras ganan a Almeida: Madrid anuncia nuevos pliegos con la subida salarial pactada
Las trabajadoras de cuidados seguirán en huelga dado que “no hay nada tangible”. El anuncio afectaría a 12.000 personas empleadas por el Ayuntamiento, pero no a las 2.000 trabajadoras más convocadas a la huelga que trabajan para la Comunidad.
Madrid
Justicia El fiscal general del Estado, en el alambre, declara como investigado ante el Supremo
Álvaro García Ortiz acude al alto tribunal a explicar su versión de las filtraciones denunciadas por el entorno de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Es la primera vez que un fiscal de su categoría declara como investigado.
Lavapiés
Madrid Lavapiés gana un asalto a la organización fascista Hacer Nación
La empresa en la que se iban a organizar unas jornadas con figuras de la extrema derecha europea ha confirmado que comunicó a Hacer Nación que no le cedía su espacio.
Más noticias
Pensiones
Revalorización de las pensiones Los pensionistas no se fían y salen a la calle tras el rechazo al decreto ómnibus
La Unidad de Acción de Madrid convoca a manifestarse este viernes 31 frente a la sede del PP tras la “posición negativa de la derecha ultranacionalista, sea española o catalana”.
Energías renovables
Energías renovables en Madrid El Centro Cultural Palomeras quiere ser autosuficiente, los préstamos de sus vecinos pueden conseguirlo
Una universidad pública y una cooperativa de energías renovables lideran el proyecto de préstamos que quiere convertir en autosuficiente al histórico centro educativo vallecano, y que busca reunir 150.000 en financiación ciudadana a un interés ético.
Opinión
Opinión No es Poder Popular todo lo que reluce
VV.AA.
No hay alternativa capaz de cambiar este sistema que no hable claramente de socialismo y de clase trabajadora
Israel
Sionismo Maccabi - Baskonia: no colaboremos con la banalización del mal
El partido de basket en Gasteiz es una oportunidad de oro para mostrar nuestra determinación a no contribuir al blanqueamiento del Estado genocida de Israel, oponiéndonos decididamente.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Sin materiales, sin protección adecuada y sin financiación: los bomberos de Madrid denuncian “abandono”
La contaminación de los equipos de protección de cinco bomberos en un incendio en una nave de reciclaje hace levantar de nuevo la voz de los sindicatos, que ya tienen denunciada ante el TSJ de Madrid, la falta de financiación.

Recomendadas

Laboral
Laboral Investigada unha rede empresarial que explotaba a 82 migrantes nunha granxa de Lugo
Polo de agora, tres persoas responsables da granxa de Begonte centran as investigacións da Garda Civil. As 82 persoas explotadas vivían nun hotel de Ordes (A Coruña) que non tiña sequera licencia de hostalaría.
Literatura
Letras Galegas Da Sección Feminina do franquismo ao Cancioneiro Popular Galego: o pobo é quen canta e baila
As cantareiras protagonizarán o Día das Letras Galegas de 2025. Beatriz Busto e Richi Casás fálannos delas, de Dorothé Schubarth, do Cancioneiro Popular Galego e da dificultade de acceder aos arquivos sonoros que conservan as súas voces.
Medio rural
Reportaxe As mulleres rurais soñan con deixar de ser heroínas
A falta de servizos básicos no rural é a primeira pedra no camiño de quen quere vivir e desenvolver os seus proxectos fóra da cidade. Aínda así, o rural galego atópase á cabeza en canto a titularidade feminina respecto á media do Estado español.