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Serbia
Sin sorpresas en Serbia: Aleksandar Vucic vuelve a ganar la presidencia en unas elecciones no exentas de irregularidades
El día ha amanecido nublado, frío y tranquilo. Un domingo electoral en Serbia que parece saber su destino de antemano. Las calles de Belgrado, la capital, están vacías a primera hora de la mañana, la misma hora que los colegios electorales abrían sus puertas. Desde las siete de la mañana hasta las ocho de la tarde, más de seis millones de votantes podrán decidir el futuro de la Asamblea Nacional y doce municipios serbios, así como la presidencia de su país por los próximos cuatros años.
El actual líder, Aleksandar Vucic, y su partido, el Partido Progresista (SNS), parten como favoritos sin un rival consolidado. Desde a fragmentación del Partido Democrático, la oposición no ha sido capaz de crear un frente unido y sólido que pueda suponer una amenaza al actual líder. La carrera por la presidencia, además de Vucic, quien ha votado muy temprano en la mañana, la juegan otros seis candidatos, cuatro de los cuales provienen de la parte nacionalista del espectro político. El rival más fuerte del todavía presidente es Zdravko Ponosh, un general militar retirado de ideología conservadora, quien representa la coalición Serbia Unida. Las encuestas no le dan buenos resultados a los oponentes de Vucic, como tampoco la población.
Stefani es una joven serbia que se mudó a Belgrado al empezar la universidad, ella admite no haber votado pero está segura de la victoria de Vucic. Stefani no ha dejado de votar por falta de esperanza sino más bien por comodidad, debe ir a su pueblo para hacerlo y este está a horas en coche. Ella misma expresa lo obvia que es la victoria de Vucic cuando se le pregunta, “todos saben que va a ganar él”.
Es normal que la victoria de Aleksandar se dé por segura si se analizan las maniobras que ha protagonizado el presidente serbio desde su entrada al poder en 2014, cuando se hacía con el cargo de Primer Ministro hasta 2017. Desde entonces ostenta la presidencia, y no son pocos los que aseguran que la Primer Ministra en el poder desde ese mismo año, Ana Brnabić, no es más que mera imagen, siendo el presidente el que sigue manejando los hilos.
A lo largo de su mandato, Vucic se ha hecho con el control de medios de comunicación y agencias de publicidad, y ha atacado a cualquier plataforma independiente que fuese en su contra
La Oficina de Instituciones Democráticas y Derechos Humanos (ODIHR) de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) ha señalado que el “compromiso continuo” del presidente Vučić como jefe de Estado y líder del SNS “le permite una exposición pública sin precedentes, sin una clara diferenciación de sus roles.” A lo largo de su mandato, Vucic se ha hecho con el control de medios de comunicación y agencias de publicidad, y ha atacado a cualquier plataforma independiente que fuese en su contra, en forma de multas, sanciones o haciendo que las agencias de publicidad dejasen de comprar espacios en estas.
Organizaciones sociales han sufrido numerosos ataques en los últimos años a manos de simpatizantes de su partido, incluso en campaña electoral, como informaba hace cinco días la plataforma Gradjanske. Las últimas elecciones se celebraron en 2020 y fueron boicoteadas por la oposición como llamada de atención a la inutilidad de las mismas. La organización Freedom House registró varias de las irregularidades en estas, tanto durante la campaña como en el día de las elecciones. Los partidos progubernamentales se beneficiaron de la preponderancia de la cobertura televisiva, mientras que los votantes, especialmente los trabajadores del sector público, fueron presionados para apoyar al gobierno, según los observadores ciudadanos. Se utilizaron listas de votantes paralelas para rastrear a los votantes durante la votación, mientras que también se informó sobre la compra de votos y la emisión de votos múltiples por parte de los votantes. El SNS terminó ganando el 75% de los escaños parlamentarios, mientras que solo otros dos partidos superaron el umbral del 3% para ingresar a la Asamblea Nacional. Esta falta de representación en la Asamblea Nacional impulsó un proceso de negociación que se proponía acordar una serie de medidas para dirigir la ronda de elecciones, corregir la falta de supervisión en la financiación de la campaña electoral y asegurar sanciones a delitos electorales. Y aunque la oposición calificó este proceso como “vacío”, sí que se creo un nuevo marco legal con 16 nuevas medidas que pretenden mejorar el sistema electoral, y que han marcado los comicios de ayer.
A las cuatro de tarde y desde uno de los colegios electorales en el centro de Belgrado, Ivan y Ratko descansan su turno; ambos son encargados de mesa, y ambos están sorprendidos de “la cantidad de gente que ya ha venido a votar”. Ni Ratko ni Ivan han presenciado ningún altercado en su puesto, y no esperan gran cambio con respecto a la situación actual. Lo contrario dicen los ojeados de la organización CESID quienes registraban varias irregularidades en más de diez colegios electorales: votación en grupo, fotografías a papeletas y al proceso de votación, registro paralelo de votantes y ataques a líderes de partidos de la oposición por parte de simpatizantes del SNS.
Tomas acaba de salir de votar, y el sí que espera alguna diferencia “pero solo en el resultado de Belgrado”. Aleksandar Vucic busca mantener un mandato que se extiende ya más de ocho años, y las encuestas se lo dan por más de un 60% de los votos. Con una oposición dividida incapaz de crear un frente sólido, y una campaña que enfocada en los logros conseguidos hasta ahora: construcción de carreteras de alta velocidad, crecimiento del PIB más alto de Europa (7,4%), finalización del primer ferrocarril de alta velocidad en Serbia, alabados incluso por mandatarios europeos como la ex canciller alemana, Angela Merkel, su victoria, como bien manifestaba Stefani, no es una sorpresa y la razón de esta tampoco.
La victoria de Aleksandar Vucic es y ha sido siempre clara en Serbia. Ahora bien, el líder tiene unos cuantos frentes abiertos para los próximos cuatro años, entre ellos su posición en la comunidad internacional
Al cierre de urnas a las ocho de la tarde, la Comisión anunciaba que alrededor del 50% de la población había votado. La ONG CESID ha anunciado resultados preliminares, los cuales dan la victoria a Aleksandar Vucic con el 59,8% de los votos, y este ya ha declarado su victoria. Por su parte, Zdravko Ponos, obtuvo el 17 por ciento de los votos. Y Vucic ya ha clamado su victoria, “esto demuestra, algo de lo que estoy inusualmente orgulloso, que después de Nikola Pasic (primer ministro serbio y yugoslavo a principios del siglo XX), seré el serbio que estuvo más tiempo en el poder en nuestro país”, ha dicho en rueda de prensa.
La victoria de Aleksandar Vucic es y ha sido siempre clara en Serbia. Ahora bien, el líder tiene unos cuantos frentes abiertos para los próximos cuatro años, entre ellos su posición en la comunidad internacional: la actitud neutral ante el conflicto en Ucrania no ha sido vista con buenos ojos desde Occidente quien le avisó que no podría “seguir sentándose en dos sillas” por mucho más tiempo. Por otro lado, el índice de jóvenes que huyen del país sigue siendo uno de los más altos del continente (51.000 jóvenes al año según la Oficina de Estadística Europea), y el país sigue siendo uno de los principales focos de corrupción y lavado de dinero en la región.