We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Venezuela
Guaidó amanece en un “alzamiento militar”, intentando reactivar la calle contra Maduro
Los primeros análisis sobre el movimiento de la oposición apuntan a que Juan Guaidó hizo esta jugada en un intento por reactivar la presencia de la militancia opositora en la calle, cuando están por cumplirse cien días de su autojuramentación, en una calle de Caracas.
Venezuela se despertó, una vez más, convulsionada: la información que corría a través de las redes antes del amanecer indicaba que el presidente de la Asamblea Nacional, autojuramentado como presidente encargado de la República, Juan Guaidó, estaba en la base aérea militar de La Carlota (el único aeropuerto en el valle de Caracas) y que tenía apoyo de altos oficiales la Fuerza Armada Nacional Bolivariana para lograr el objetivo en el que trabaja públicamente desde enero: derrocar el gobierno de Nicolás Maduro.
El impacto de la noticia fue mayor porque junto a Guaidó se encontraba Leopoldo López, el líder del partido de derechas Voluntad Popular, quien violó su situación de arresto domiciliario. Con las luces del nuevo día y con el flujo de más información, se aclararon muchos puntos: en primer lugar, Guaidó no estaba dentro de la instalación militar, sino en un distribuidor de tránsito, en la principal autopista de Caracas, que ha sido lugar tradicional de las concentraciones y los disturbios opositores en los últimos años. Tampoco tenía un respaldo militar significativo, ni por el número de efectivos ni por su rango. El de mayor jerarquía resultó ser el coronel de la Guardia Nacional Ilich Sánchez, quien se desempeñaba como comandante del destacamento que custodia la sede de la Asamblea Nacional (Parlamento).
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, en declaraciones telefónicas al canal estatal Venezolana de Televisión dijo que solo estaban participando unos cuantos militares de rango menor
Los rumores al respecto siguieron corriendo. Se dijo que el jefe militar del supuesto alzamiento era el mayor general José Ornellas Ferreira. De haber sido cierto esto, la situación hubiese sido realmente comprometida para el gobierno, pues se trata del segundo en la pirámide del Comando Estratégico Operacional y un oficial muy cercano tanto al fallecido mandatario Hugo Chávez como a Nicolás Maduro. Ornellas Ferreira lo desmintió rotundamente.
El presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, en declaraciones telefónicas al canal estatal Venezolana de Televisión dijo que solo estaban participando unos cuantos militares de rango menor, algunos de los cuales fueron llevados al lugar bajo engaño. El alto funcionario, considerado el más influyente del chavismo en el ámbito militar, aseguró que todas las instalaciones castrenses del país se encontraban en calma, incluso La Carlota, más allá de que en las afueras hubo escaramuzas y lanzamiento de gases lacrimógenos.
Reactivar la calle o provocar reacciones
Los primeros análisis apuntan a que Guaidó hizo esta jugada en un intento por reactivar la presencia de la militancia opositora en la calle, cuando están por cumplirse cien días de su autojuramentación, en una calle de Caracas. En ese lapso, el entusiasmo inicial que despertó su figura ha ido languideciendo por la falta de resultados concretos.El movimiento también podría ser un modo de obligar al gobierno de Maduro a dar un paso que hasta ahora ha evitado: detener a Guaidó. Con una acción como la ejecutada este martes, las autoridades están emplazadas a ponerlo en prisión, lo que le daría a Estados Unidos la excusa que ha buscado para intervenir violentamente en Venezuela.
El desafío tiene el agravante de la presencia de López, quien se encuentra cumpliendo condena de 14 años de prisión por los hechos violentos de 2014 en la capital venezolana, conocidos como las “guarimbas”. López estuvo inicialmente en una prisión para procesados militares, pero, gracias a las gestiones de, entre otros, el expresidente del gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, le fue otorgado el beneficio de arresto domiciliario. En condiciones normales, al haber salido ilegalmente, López debería ser devuelto a la cárcel.
Otra hipótesis que se maneja en altos niveles políticos es que Guaidó y López pretenden usar este evento para acumular fuerza de calle, hasta un momento en que tengan la capacidad de movilizarse hacia el centro histórico de la ciudad
El fiscal general de la República, Tarek William Saab, expresó que a su despacho “no le temblará el pulso” para solicitar las medidas que sean aplicables en este caso, pero advirtió que todo se hará a su debido tiempo. Hasta ahora, la estrategia gubernamental ha sido la de no privar de libertad a Guaidó, bajo la premisa de que su liderazgo, prácticamente creado en laboratorio, se desgastará solo.
Otra hipótesis que se maneja en altos niveles políticos es que Guaidó y López pretenden usar este evento para acumular fuerza de calle, hasta un momento en que tengan la capacidad de movilizarse hacia el centro histórico de la ciudad, donde funcionan todos los poderes públicos, incluyendo el palacio presidencial de Miraflores. La idea sería imitar el más reciente modelo de insurrección popular, el que se llevó a cabo en Sudán contra Omar al Bashir, al menos en lo que respecta a la determinación de los manifestantes de quedarse día y noche en las calles.
Guaidó ha anunciado varias veces su propósito de encabezar una marcha hasta Miraflores para tomar el poder. La última fecha que había dado para ello era la de este miércoles 1º de mayo, a propósito del Día del Trabajador.
Previendo ese tipo de variantes, el gobierno convocó ayer mismo a los militantes del Partido Socialista Unido de Venezuela y a la Milicia Nacional Bolivariana a reunirse en los alrededores de la sede gubernamental. Diosdado Cabello se presentó en el lugar para arengar a las masas. “Aquí que cada quien asuma ahora sus responsabilidades. No queremos lloriqueos”, dijo, encarnando el sentir de la línea dura de la militancia chavista, que clama por un castigo a Guaidó y los otros líderes opositores.
Los voceros habituales del gobierno de Estados Unidos para el tema venezolano estuvieron activados desde temprano. El vicepresidente Mike Pence, el secretario de Estado, Mike Pompeo y el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton hablaron abiertamente a favor del supuesto alzamiento militar. El canciller venezolano Jorge Arreaza, consultado al respecto, comentó que “aquí está demostrado que la factura de este golpe de Estado es estadounidense y son ellos quienes están financiando y promoviendo el golpe de Estado”. Según Arreaza, los pronunciamientos de altos funcionarios del Gobierno de EE UU son una muestra de cómo el país norteamericano ha intervenido de manera abierta en la situación política de Venezuela.
Relacionadas
América Latina
Leandro Morgenfeld “El triunfo de Trump va a empoderar a los Milei y los Bukele”
América Latina
Memoria histórica “A ver si se anima”: la presidenta de México reta a España a que pida perdón por la conquista
Análisis
Análisis Venezuela, la crisis que nadie quiso evitar
Desde el momento en que tienes que engañar a los militares/policía para dar el golpe, éste está abocado al fracaso. Eso lo sabe cualquiera que estudie historia, hacen falta que todos los implicados estén (valga la redundancia) implicados.
Mi pensamiento es el de muchos: Guiado lo sabía, sus asesores también, pero no querían tomar el poder derrocando al gobierno de Maduro con este golpito... querían muertos en las calles para echar sobre el rival y justificar una invasión extranjera "humanitaria" y "democratizante".
Pobre pueblo de Venezuela.
Ella’s no pudieron apoya a guiado como ratas imperialistas que son.