Huelga feminista
Nos quieren sumisas, nos tienen combativas: hacia el 8M2019

Y después del 8 y del resacón emocional que nos dejó, ¿¿qué?? Van aquí algunas ideas lanzadas sin haberlas pensado mucho y sin ninguna certeza; todas ellas dudas que solo buscan sumarse a la reflexión común que tenemos abierta. Cuando se habla de construir realmente se debe leerse seguir construyendo; esa construcción ya está en marcha desde hace tiempo (¿desde siempre?) y con especial fuerza en el último año.

8M2019
12 mar 2018 13:05

Construir feminismo

La pregunta está ahí y no acertamos a responderla: por qué ahora, por qué aquí. Lo indudable es la efervescencia. El 8 de marzo se expresó un sentimiento muy hondo y muy compartido de enfado y rebeldía. Se pusieron voz y cuerpo colectivos a un malestar profundo. Y esta expresión, no solo colectiva, sino masiva, es algo muy potente. Pero es un sentimiento muy en bruto. Ahora toca politizarlo: entender todas de dónde surge nuestro malestar, el porqué de la injusticia, qué implica rebelarse. En otras palabras, saber todas a qué nos referimos cuando gritamos aquello de “no es un caso aislado, se llama patriarcado”. Hemos afirmado siempre que “lo personal es político”. El 8M2018 trascendimos juntas y masivamente lo personal; ahora toca construir juntas y masivamente lo político.

Construir feminismo radical

Sin volver al estéril debate sobre dónde empieza y acaba el feminismo, sí necesitamos apostar por un feminismo que no es cualquiera, que no nos acomoda a todas por igual, y que escuece porque saca conflictos a la luz. Un feminismo que por supuesto es ideológico y no un mero tecnicismo ni una cuestión de buena voluntad. Más aún, que afirma una ideología en ruptura directa con un sistema que denuncia como heteropatriarcal, capitalista, colonialista, racista y ecocida; como esta cosa escandalosa en la que sabemos que no cabemos todxs, por eso no hay igualdad ni libertad posibles en él.

Esa radicalidad entendida como ruptura directa apunta al menos en cuatro direcciones: Necesitamos teñir de feminismo al anticapitalismo para leernos desde nuestro terreno, el de la vida común y encarnada. Necesitamos teñir de anticapitalismo al feminismo y recuperar la dimensión de clase. Necesitamos combatir el heteropatriarcado en su imbricación con el (neo)colonialismo y el racismo, que es profundo e histórico a la par que se actualiza cada día. Necesitamos plantear un feminismo que asuma como propio el reto de abordar el inevitable colapso ecológico y el decrecimiento de la esfera material de nuestras sociedades.

Construir feminismo autónomo

Entre todas las cosas increíbles de este pasado 8 de marzo, quizá la más increíble sea que todo lo que sucedió estuvo organizado desde la base misma, por un movimiento feminista que carece de grandes estructuras, personal liberado, financiadores y partidos. Por eso puede permitirse ser libre y radical. Quizá porque no tiene una estructura cerrada en la que encorsetarse y porque solo existe en la medida en que fluye en las calles y se mete dentro de nuestros cuerpos sea el motivo por el que lo ha permeado todo. Es un feminismo que no tiene liderazgos claros. Obvio que hay una gente más visible que otra y obvio que no todo es horizontalidad estupenda y que las relaciones de jerarquía ahí están. Pero no hay cabezas indiscutibles y nadie es imprescindible.

Mantener esta autonomía y este carácter callejero y razonablemente horizontal es imprescindible. Al mismo tiempo, se nos abre la pregunta de si precisamos de estructuras de coordinación más estables. Y nos queda el reto de avanzar más en horizontalidad y diluir (aún más) los liderazgos: que no solo muchas, sino todas, nos sintamos legitimadas y preparadas para las portavocías, para aparecer en un medio, para tomar decisiones.

Otro par de asuntos clave en la organización de este 8M2018: En muchos lugares, la coordinación histórica del feminismo autónomo ha sido desbordada por una marea de gente joven. A esto no cabe sino darle una muy bienvenida y, en todo caso, asegurarnos de que los aprendizajes históricos fluyan y alimenten, en lugar de bloquear. Esta coordinación no ha tenido como eje gravitatorio Madrid (ni Catalunya, ni Euskal Herria). Una vez más (como lo vimos, por ejemplo, en Córdoba en 2001 y en Granada en 2009), hemos visto que la mayor potencia aglutinadora surge cuando el feminismo se descentraliza. Necesitamos un feminismo autónomo, horizontal y descentralizado.

Construir un nosotras*

Como feministas, hace tiempo que dejamos de apostar por la mujer, un sujeto político único y homogéneo. Vimos que las desigualdades nos constituyen (somos las mujeres no solo diversas, sino desiguales). Y que esa categoría mujeres está políticamente construida en el marco del binarismo heteronormativo (somos mujeres*: mujeres, bolleras y trans). Vimos también que el sujeto disidente no preexiste, sino que lo construimos en la lucha, cuando identificamos juntxs problemas comunes a la par que lidiamos con los ejes de opresión/privilegio que nos conforman; cuando no tenemos miedo de nombrar nuestras desigualdades para poder así encontrar lo que nos une y la forma de hacernos cargo de nuestras responsabilidades asimétricas.

El debate más encendido a este respecto quizá sea el del feminismo decolonial. A algunas, nos toca la tarea de reconocer en qué medida algunos feminismos hemos sido cómplices o parte del (neo)colonialismo, y la actualización constante del racismo (¡y ver cómo dejar de serlo!). Pero necesitamos hacerlo desde el lugar de la responsabilidad, y no de la culpa. Y desde la comprensión de que el nosotras* que ha construido este 8M2018 no es solo blanco, porque hay mucho feminismo racializado que es desde hace largos años parte del movimiento feminista autónomo.

Abordar preguntas abiertas

Esta huelga ha desbordado lo laboral tanto en el contenido (al entretejer la dimensiones de cuerpos, economía, fronteras y violencia) como en la forma (huelga laboral, de cuidados, de consumo y estudiantil). Ha sido una huelga donde el sujeto político, ¡por fin!, no era el asalariado (en masculino). Hemos logrado una huelga pensada desde la vida, no desde los mercados. Y aquí se ha hecho palpable lo que ya intuíamos: es muy difícil mirar desde la vida un mundo donde los mercados son el centro. Por eso, en todo este proceso, nos han surgido mil y una preguntas. Algunas se han ido resolviendo desde lo aterrizado y con inteligencia colectiva. Otras han quedado sin respuesta; solo habríamos podido resolverlas cerrándolas en falso.

¿Una huelga de cuidados es dejar de cuidar y/o cuidar de otro modo, en colectivo, en lo público y con otras prioridades? ¿Una huelga de consumo es hacer consumo responsable y/o no gastar? ¿Cuál es el papel de ellos, aparte de ir a la cola de la manifestación? Si un padre no puede ir a currar porque debe quedarse con su críx, ¿debe decir que se suma a la huelga o llamar y decir que lo lamenta mucho, pero que hoy se ausentará? ¿Por qué ha habido sindicatos que han convocado paros y no huelga general y cuándo esto ha sido una muestra de compromiso (para movilizar realmente a sus bases) y cuando un menosprecio a la profundidad de las reivindicaciones feministas? ¿Cómo repensar la relación sindicalismo-feminismo? ¿Cómo romper con un marco de diálogo social patronal-gobierno-sindicatos en el que no somos sujeto político más que como mano de obra?

Abordar estas y otras mil y una preguntas, va a ser un paso crucial. Quizá lo primerito de todo sea anotarlas, ¡que no se nos olviden!

¿Una agenda de política institucional urgente?

Como pasó en el 15m, surge la duda: ¿hay que volcarse ahora en la elaboración de una agenda de política institucional? En ese caso, ¿quién la negociaría? Es dudoso que esta sea la prioridad. Poner las energías y las fuerzas en lo institucional suele ser una forma directa de desactivar la consolidación de una política sólida de base. Habernos expresado con fuerza una vez no significa que seamos fuertes; significa que podemos llegar a serlo. Y ahí hay que volcarse.

No centrarse en la elaboración de una agenda de política institucional no implica dejar vacío ese escenario. Sobre todo, porque ya hay muchas compañeras que están trabajando en ello (y muchas vienen justo de este movimiento; la lucha multinivel ha sido fundamental para la expansión). Y porque los canales de comunicación ya están abiertos, y seguirán estándolo. Y funcionarán mejor cuanto más funcionen con tiempos y apertura respetuosos con el carácter autónomo y desbordante de la movilización.

Pero, si hay que construir una agenda política de emergencia, aquí va un punto para sumarlo: la prohibición inmediata del empleo de hogar interno acompañada de un plan de choque para responder a las situaciones de emergencia social que este trabajo está cubriendo (gente que no se vale por sí misma y no tiene alternativa) y a las que se generarán si esa forma de trabajo desaparece (mujeres migrantes que de repente se quedarían sin curro, sin casa y en muchos casos sin papeles).

Hacia la huelga general en 2019, con relevo

La potencia de esta huelga hunde sus raíces en toda una genealogía de lucha que se ha sabido reinventar. Y con especial fuerza hunde su raíz en el 8 de marzo de 2017: nada más salir del paro de media hora que se convocó entonces, se apostó por la huelga para 2018. Hagámoslo ahora igual: que nuestra primera decisión sea convocar a la huelga general feminista el 8 de marzo de 2019. No buscando repetir la de este año, sino profundizarla: pasar de los paros a la huelga en todos los territorios y por parte de todos los sindicatos de clase; afinar las huelgas de cuidados y de consumo como formas novedosas de lucha que han pasado de la fantasía (¿qué pasaría si las mujeres dejaran de cuidar?) a la materialidad; reforzar el éxito de la huelga estudiantil.

Pero todo ello con relevo: las compañeras que lo han dado todo este 8M2018 están agotadas, emocional y físicamente. Ahora nos toca a las que hemos estado de manera periférica. Ese nosotras* que protagoniza la lucha feminista y se construye en ella necesita fuerzas nuevas. Porque no podemos funcionar sobre militancias incompatibles con la vida. Porque queremos que nadie sea imprescindible y que los procesos sean verdaderamente colectivos.

El éxito de esta huelga ya había sido el 7 de marzo. Y va a seguir siéndolo. Porque “ahora que estamos juntas, ahora que ya nos veis, ¡abajo el patriarcado que va a caer!, ¡arriba el feminismo que va a vencer!”

---------------------------------------------------------------

(Este texto se ha enriquecido de los comentarios de Sira del Río, Sara Lafuente Funes, Amaia Agirresarobe, Silvia L. Gil, Jone Bengoetxea y Valentina Longo; gracias a todas por ayudar a escarbar en los debates)

Sobre o blog
Hoy, en medio de una de las tantas tormentas de la lluvia ácida del capital, mezclamos voces, deseos y miradas feministas para interrogar la realidad desde otros lugares que no sean el sujeto obrero-blanco-heterosexual-urbano que hace tiempo dejó de representarnos. Aquí nos encontramos amaia orozco, Haizea M. Alvarez, Martu, Sara LF y Silvia L. Gil, partiendo de nuestros cotidianos para conversar entre nosotras y con otras en las fugas y resistencias que visibilizan conflictos y generan otras formas de vida.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Huelga feminista
Represión Siete participantes de la huelga feminista del 2018 son condenadas a un año y medio
La sentencia exige a las activistas catalanas más de 26.000 euros de indemnización a la empresa ferroviaria, así como hacer frente a las costas judiciales.
8 de marzo
8 de marzo Los feminismos andaluces llenan las calles un 8M marcado por el apoyo al pueblo palestino
Decenas de miles de mujeres se movilizan en las convocatorias del 8M de los feminismos diversos centrados en denunciar el genocidio en Palestina y la defensa de los derechos de las mujeres trans
Represión
Euskal Herria Denon Bizitzak Erdigunean Donostia celebra un guateque para pagar las multas de la huelga feminista general
El goteo de multas ha empezado esta semana. La primera asciende a 800 euros, 400 con pronto pago. El 30 de noviembre hubo 24 identificadas y 5 detenidas solo en la capital guipuzcoana.
Arnau Montserrat
13/3/2018 12:27

Pues lo de las militancias incompatibles con la vida pone el dedo en la llaga... (también para los hombres heteronormativos precarizados, y especialmente en cuando mas tareas reproductivas asumen). Es un problema mas derivado de la "cosa escandalosa", pero hacer del defecto virtud es la clave. Entiendo que una de las salidas es reinventar la militancia, que esta sea un replanteamiento integral de como vivimos y trascienda la dedicación de unas horas libres, siempre agarradas por los pelos. Otra de las salidas es por supuesto el reparto de los cuidados, sin mas. En general, solo veo salidas consolidables en la "creatividad poscapitalista": la renta básica (en especies mas que en dinero), el emprendimiento en economia social y solidaria (cuando logra trascender las dinámicas de autoexplotación), la colectivización de los recursos (desde compartir lavadora en un piso hasta montar una coope de consumo). Caminos..

5
0
Sobre o blog
Hoy, en medio de una de las tantas tormentas de la lluvia ácida del capital, mezclamos voces, deseos y miradas feministas para interrogar la realidad desde otros lugares que no sean el sujeto obrero-blanco-heterosexual-urbano que hace tiempo dejó de representarnos. Aquí nos encontramos amaia orozco, Haizea M. Alvarez, Martu, Sara LF y Silvia L. Gil, partiendo de nuestros cotidianos para conversar entre nosotras y con otras en las fugas y resistencias que visibilizan conflictos y generan otras formas de vida.
Ver todas as entradas
Salario mínimo
Salario mínimo PSOE y Sumar intentan llegar a un acuerdo para no perjudicar con el IRPF a los trabajadores con el SMI
La ministra de Hacienda ha confirmado que sería “algún tipo de medida que permita compensar a aquellos pocos trabajadores” en la situación de tener que tributar con el salario mínimo.
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Opinión
Opinión Bretón no es un monstruo, ni Martín el nuevo Capote
Frente a la libertad sin peros que defienden unos, la responsabilidad de muchos: la de ciudadanos y librerías que se niegan a comprar o vender, respectivamente, el libro que Anagrama ha tenido a bien materializar.
LGTBIfobia
Manifestación Plataforma Trans planta cara a la transfobia con una manifestación contra el odio
La convocatoria el 29 de marzo denuncia un contexto internacional antiderechos. La organización pide a partidos y sindicatos que se sumen a la marcha porque la transfobia es un problema social, y por lo tanto también político, explican.

Últimas

AGANTRO
Agantro Tatuaxe: terapia e tendencia
Da marxinación á moda, o carácter simbólico e ritual da tatuaxe atópase actualmente erosionado polas dinámicas capitalistas.
Música
Música Pervertidos y puritanos, a los pies de Ethel Cain
Proyectos musicales como ‘Perverts’ de Ethel Cain son capaces de imponer silencio en medio de tanto ruido para pensar en un momento en que las redes sociales son herramientas tendenciosas para la difusión de propaganda de ultraderecha.
Gasto militar
Gasto militar “No nos resignamos a la guerra”: 70 organizaciones rechazan la deriva militarista de la UE y el Gobierno
Más de 70 organizaciones y personalidades de la cultura y el activismo firman un manifiesto que rechaza la escalada belicista y el rearme frente a una posible agresión rusa.
Palestina
Cisjordania Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Minería
Minería estratégica en Extremadura La Comisión Europea declara “estratégicos” tres proyectos mineros en Extremadura
Las Navas (Cañaveral), Aguablanca (Monesterio) y La Parrilla (Almoharín) obtendrán financiación, verán facilitados sus procesos de tramitación y se beneficiarán de plazos más reducidos. La mina de Valdeflores no es considerada estratégica.
Más noticias
Obituario
Obituario Jesús Santos, el basurero que se ganó el corazón de Alcorcón
Alcorconero de toda la vida, teniente alcalde, activista social y sindicalista, Jesús Santos hizo que aquellos que le acompañaron en su camino se ilusionaran por la política.
Israel
Genocidio Mercadona vende tampones y patatas procedentes de Israel
En 2024 se produjo una reducción de las importaciones de tampones y patatas israelíes. Mercadona es una de las plataformas que trabajan con estos productos.
Madrid
Madrid La Sareb amenaza con el desahucio a dos jóvenes activistas en Carabanchel
Cadete 7, el bloque en lucha del que el ‘banco malo’ prevé desalojarles de forma inminente este jueves 27, fue el primero recuperado por el movimiento de vivienda de Madrid en 2013 tras haber permanecido deshabitado desde 2008.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente Milleiros de persoas enchen A Pobra do Caramiñal para berrar contra a celulosa de Altri e a mina de Touro
Unha grande multitude por terra e centos de embarcacións por mar esíxenlle ao Goberno de Alfonso Rueda que “recúe” ante o potencial desastre ambiental que sobrevoa Galiza.
Guerra en Ucrania
Guerra en Ucrania Colegios underground en Járkov después de tres años de guerra
La ciudad ucraniana construye escuelas subterráneas, preparadas para aguantar ataques balísticos y nucleares.
Feminismos
Irene García Galán “La memoria feminista hay que construirla desde abajo, desde nuestras casas”
‘Hilaria’ (Errata Nature, 2025) es un libro dedicado a la tatarabuela de Irene García Galán, pero también un ensayo político que navega a través de la memoria feminista, el antipunitivismo y el anarquismo.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.