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Aborto
Polonia se revuelve contra la ilegalización de facto del aborto
El jueves 22, el Tribunal Constitucional de Polonia declaró inconstitucional la interrupción del embarazo por malformación fetal, lo que prácticamente significa la prohibición total de aborto, ya que el 98% de los abortos legales se hace bajo esta causa. Mientras tanto, colectivos feministas informan sobre posibles maneras de interrumpir el embarazo en Polonia y en el extranjero.
La respuesta de las mujeres fue rápida. Ya el mismo jueves 22, cuando se hizo pública la sentencia, por varias ciudades polacas, entre ellas Varsovia, Krakow, Poznan, Wroclaw, Szczecin Katowice, se multiplicaron las marchas de descontentas. En Varsovia la manifestación empezó en el Constitucional, pasando por la sede del partido gobernante Ley y Justicia (PiS), para después dirigirse hacia la casa del líder del partido, y desde hace poco, viceprimer ministro, Jaroslaw Kaczynski. Al llegar los manifestantes se encontraron con un cordón policial que estaba impidiendo el paso. Allá la situación se puso tensa, la policía usó gas lacrimógeno y algunas de las personas que participaban de la marcha tiraron piedras. Los agentes pidieron la documentación aleatoriamente, alrededor de 16 participantes en la protesta fueron detenidas.
El viernes se organizaron protestas en más 60 ciudades polacas reuniendo distintos grupos; organizaciones de mujeres, oposición liberal, oposición de izquierda y distintos colectivos. Algunos de ellos apuestan por mantener “el compromiso”, otros demandan aborto libre. Todos están en contra de las restricciones de la ley actual.
Las manifestaciones siguieron el fin de semana. El sábado se registraron protestas en más de 30 ciudades. Según datos de la policía, el domingo hubo 226 convocatorias y manifestaciones de diferentes tamaños. El colectivo feminista Huelga General de Mujeres (OSK), que en gran mayoría es el promotor de la gran movilización, ha presentado un plan de acción; domingo: protestas en las iglesias; lunes: bloqueo de las calles; miércoles: huelga general de las mujeres, viernes: marcha general en Varsovia.
La ley aún más estricta
Abortar en Polonia, como establece La ley de Planificación familiar de 1993, era legal en tres casos: cuando el embarazo amenazaba la vida o la salud de la embarazada, en caso de que las pruebas prenatales u otras indicaciones médicas indiquen una alta probabilidad de una grave e irreversible discapacidad del feto o una enfermedad incurable que amenaza su vida y por último, cuando existe una sospecha justificada de que el embarazo es el resultado de un acto prohibido (violación o incesto). Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 en Polonia se registraron 1110 abortos, de los cuales 1074 se realizó dentro del supuesto que es inconstitucional desde el jueves, 33 cuando la vida de la madre corría peligro y 3 en caso de un acto prohibido.La sentencia se debe a una moción presentada al Constitucional en otoño de 2019 iniciada por Bartlomiej Wroblewski (PiS) y Piotr Uscinski (PiS), y firmada por 119 diputados, en gran mayoría del PiS pero también de otros tres partidos conservadores. Los autores querían que el Tribunal verifique si la interrupción del embarazo en dicho caso es incompatible con la Constitución, violando el artículo 38 (protección de la vida), artículo 30 (protección de la dignidad humana), y artículo 31 punto 1 (principio de proporcionalidad).
El Constitucional, compuesto por 13 jueces (con dos votos en contra) declaró inconstitucional el aborto por malformación fetal, diciendo que la premisa viola dichos artículos y que “la vida humana es un valor en cada etapa del desarrollo y como valor cuya fuente son las disposiciones constitucionales, debe ser protegida por el legislador”.
La opinión disidente la presentaron los jueces Leon Kieres y Piotr Pszczolkowski señalando que el Estado no puede dar prioridad únicamente a la protección de la vida concebida, sin referirse a los derechos, libertades y la dignidad de la mujer. El magistrado Leon Kieres también señaló que el endurecimiento de la ley del aborto se llevó a cabo sin cumplir los rigores del proceso legislativo y sin tomar en cuenta las posibles consecuencias políticas. Esta objeción se refiere a que anteriormente hubo proyectos ciudadanos que apostaron por la restricción de la ley y PiS, que posee la mayoría parlamentaria, tuvo entones la oportunidad de usar su poder legislativo.
Sin embargo en la primera lectura del proyecto en abril 2020, a la que asistieron todos los diputados autores de la moción al Constitucional, la mitad de ellos se opuso al procedimiento inmediato y votó a favor de remitir el proyecto a comisión, es decir, postponerlo. Aquel momento era un tiempo desfavorable para proyectos tan controvertidos pues estaban por disputarse las elecciones presidenciales, en las que PiS intentaba lograr la reelección de Andrzej Duda.
Pro vida, paraguas y perchas
Los intentos de eliminar el supuesto de malformación fetal se remiten al 2016. Es cuando los grupos encabezados por Kaja Godek, la ultraconservadora activista también conocida por su nuevo proyecto “Stop LGBT”, presentaron al parlamento una iniciativa ciudadana de restricción de la ley. Eso causó una movilización masiva de mujeres en alrededor de 141 ciudades y una primera huelga general conocida como “lunes negro”. Es cuando los paraguas se convirtieron en símbolo de lucha —era un día lluvioso y en las fotos de aquel 3 de octubre de 2016 se ve mares de paraguas negros. Otro símbolo de las protestas fueron la perchas, uno de tantos objetos usados históricamente para abortar.La iniciativa fue rechazada por el parlamento poco después, el 6 de octubre. Después, en 2017, hubo otro proyecto ciudadano que primero fue aparcado por el parlamento y posteriormente, en la primera lectura, fue remitido a las comisiones en abril 2020. Esa votación, en el medio de la primera ola de la pandemia por covid19, estaba acompañada por las protestas ajustadas a las actuales medidas —las mujeres, guardando la distancia de seguridad, protestaban poniéndose colectivamente en una cola al supermercado, esta vez sin lluvia pero también con paraguas y pancartas.