Alcorcón
Limpiar Alcorcón era posible
El nuevo consistorio formado por PSOE y Ganar Alcorcón pone en marcha una serie de medidas para cerrar la crisis de limpieza y avanzar hacia otro modelo de gestión.

Contenedores de basura sin reponer. Camiones comprados cogiendo polvo. Años que pasan por calles sin un baldeo. Toda isla ecológica sin mantenimiento; basura que escala, escapa y conquista la calle. Durante años, la situación de la Empresa de Servicios Municipal de Alcorcón (ESMASA) fue caótica: los residuos campaban las aceras, la insalubridad era un vecino más y, el resto de vecinos, hartos.
Aunque se debía incrementar, no era un problema de escasa financiación. Tampoco fruto de una estrategia meticulosa para una posterior privatización —si bien ACS, Sacry, FCC, Ferrovial o OHL tratan de quedarse con el negocio de los residuos. Para miembros de Ganar Alcorcón, que la basura copara las calles simplemente se debía a que el “equipo de gobierno no sabía hacer las cosas y tiraba siempre hacia adelante”. La lista de neglicencias en la empresa es larga: Consejos de Administración sin inscribir en el Registro Mercantil, no tener técnico de prevención, trabajadores que imaginan unos procedimientos de recogida sin establecer, las islas subterráneas sin mantener...
Con el tema de la limpieza David Pérez decidió “crear un enemigo, afirmando que había una huelga encubierta. Creó un relato en el que existía un comando Pikolín que estaría tirando colchones por la ciudad”.
“Lo vivías con desesperación. Pero los compañeros le echaban ganas, muchas, para sacar adelante sus trabajos más allá de los políticos que viene y van”, dice un antiguo trabajador, ahora encargado de darle la vuelta a la situación.
Pero falta un factor en la ecuación: “la política de guerra” del que hasta hace poco fue su alcalde, David Pérez. El regidor popular hizo del conflicto y la división su política diaria. Algunos hechos transcendieron a la escena estatal, como los insultos machistas. Otros se quedaron en el ámbito autonómico y municipal, como las multas por criticarle, los ataques a los trabajadores funcionariados, a las residencias de mayores... Y, con la crisis de limpieza, ataque también contra una plantilla fuertemente organizada y sindicalizada: ESMASA. “La situación se le fue de control y decidió crear un enemigo, afirmando que había una huelga encubierta” — relata la misma fuente de Ganar Alcorcón—, “creó un relato en el que existía un comando Pikolín que estaría tirando colchones por la ciudad”.
Más allá de la basura
María cruza la calle y atraviesa las basuras de la isla subterránea para llegar a su casa. “La situación de ESMASA era el reflejo de los servicios públicos de la ciudad”, afirma. Y es que, entre otros casos, el Centro Regional de las Artes de Alcorcón (CREAA) —construido por el PSOE— nunca se acabó y acarrea grandes costes de mantenimiento, la Empresa de Gestión Inmobiliaria (Emgiasa) se fundió y cien familias de personas mayores se hubieran quedado en la calle si el nuevo gobierno no se hubiese hecho cargo de sus pisos, espacios públicos usados por empresas privadas sin pagar alquiler o gastos... “Un gobierno que solo se centra en sus promociones personales”, remata María.Con dicho currículum, Díaz Ayuso se fijó en el alcalde de Alcorcón. Los hijos de Aguirre. El hombre de Eurovegas, el hombre involucrado en Púnica, voló hacia a la Asamblea como número dos. Mientras, al sur de la capital, la guerra electoral tiene como batalla la limpieza: “Si en un año no mejora, dimitiré”. El que habla, trabajador de ESMASA en excedencia, encargado ahora de darle la vuelta a la situación, Jesús Santos, es el actual vicealcalde de la ciudad.
Nuevo consistorio
Las elecciones trajeron consigo un nuevo gobierno, formado por PSOE y Ganar Alcorcón-Unidas Podemos, que puso en marcha dos campañas: “Con tu plástico reciclamos un banco” y “Ser amarillo, ser inmortal”. La primera se realizó durante las fiestas del municipio: El plástico recogido retornarnó en bancos, el primero el 25 de noviembre. Para el gabinete de Jesús Santos “es una medida potente porque apuesta por la economía circular desde coordenadas cooperativas, el esfuerzo de reciclar no se pierde en la cadena, se materializa en la devolución de un bien para la comunidad”.“Estamos empezando a gestionar de manera diferente. El descontrol y desborde era tal que necesitábamos un plan de choque, que requiere tiempo y confianza. Los municipios tenemos dos grandes problemas que afrontar: la limpieza y la gestión de los residuos. Apostamos porque lleguen menos residuos a los vertederos”, afirma Jesús.
“Los municipios tenemos dos grandes problemas que afrontar: la limpieza y la gestión de los residuos. Apostamos porque lleguen menos residuos a los vertederos”Realizar un cambio integral en la gestión, tratamiento y reciclaje de residuos es complejo, ya que la infraestructura depende de la Comunidad de Madrid, parte de ella gestionada por la Mancomunidad del Sur —que agrupa a los municipios del cinturón obrero—, como los vertederos y plantas de compostaje. Recientemente, un acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos permitió cambiar la gerencia de dicha institución, hasta ahora regentada por el Partido Popular.
“Falta mucho, pero son los primeros pasos para realizar una transición ecológica en nuestra problemática concreta”, remata Jesús Santos.
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