We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Economía
Presupuestos Generales del Estado… ¿de reparto de la riqueza social?
Si nos atenemos a la partida del gasto, pareciera que las pensiones, el personal de las Administraciones Públicas y la deuda pública[1] (tanto intereses como amortización), se llevan casi el 50% de todo el gasto[2]. Es decir, se reparte socialmente la mitad de todos “los dineros” presupuestados.
El Gobierno de PSOE/UP en la “puesta de largo” de los PGE, consideran, y así venden su retórica, que son “los más beneficiosos para la mayoría de la población, ya que tienen un claro carácter social…seis de cada diez euros se destinan a gasto social… “las pensiones crecerán un 11,4%[3]; la atención a la dependencia un 152%; ayudas a la transición hacia las energías renovables con un 17,9% de aumento; la gratuidad en el transporte de los trenes de cercanías y media distancia; o las ayudas a I+D+i y digitalización que aumentarán un 22,8%...”
El “gobierno más progresista de la historia”, no puede esconder (por más trucos que inventen) que la OTAN y la U€ “mandan” y así aumentan el presupuesto del Ministerio de Defensa para 2023 un 25,3% hasta alcanzar los 12.827 millones de euros, frente a los 9.791 millones de 2022. El militarismo y su entrega incondicional al bloque imperialista representado por EEUU, supone que el gasto militar crezca de manera expansiva en inversiones en armamento un 69% hasta alcanzar 7.743 millones.
Si se analiza seriamente las partidas que deben ser consideradas como “gasto militar”[4] y que se encuentran camufladas en otras partidas asignadas a otros ministerios, el gasto militar del Estado español para 2023 sumará la increíble cifra de 27.617 millones[5], es decir, cada día se gasta 75 millones y alcanza el 2,12% del PIB superando el deseado 2% de Pedro Sánchez y su ministra de la “guerra” Margarita Robles, a la vez que se da amplio cumplimiento a lo acordado en la OTAN.
Esta gran partida del presupuesto, con una inversión significativa en armamento (carrera armamentística) a mayor gloria del complejo industrial armamentístico de EEUU, Europa, España, etc., para utilizar en “guerras”, nada tiene que ver con lo social y mucho menos con las necesidades sociales de las poblaciones, las cuales son empobrecidas por la inflación que producen las “guerras” y ven como una gran parte de su riqueza sirve exclusivamente para aumentar el dividendo de los complejos industriales-militaristas.
¿De donde proviene el dinero presupuestado? ¿Quién aporta la mayor parte de los ingresos?
Se espera recaudar 389.297 millones de €, que supone un incremento del 3,4% que lo que se presupuestó recaudar en este año 2022[6].
El 69% de todos los ingresos, es decir 269.000 millones, provienen directamente de los Impuestos Directos y de las Cotizaciones Sociales.
Y el impuesto directamente abonado por todas las personas asalariadas activas y las jubiladas, se llama IRPF que aportaremos a la caja común 113.123 millones de euros, lo que supone que las personas que dependemos de un salario y/o pensión, aportamos el 42% de esos ingresos (69%) y el empresariado aportará a través del Impuesto de Sociedades 28.519 millones de euros, es decir el 10,60% de esos ingresos (69%).
Sumemos los Ingresos por los Impuestos Directos de las dos partidas, la que corresponde al capital (IS) y la que corresponde al trabajo (IRPF):
Y ahora vayamos a la otra gran fuente de ingresos, las cotizaciones sociales, que se encuentran en las cuentas de la seguridad social.
Las cotizaciones sociales son los pagos a la Seguridad Social que realizan empresarios y personas trabajadoras de manera directa, por varios epígrafes de contingencias[7]: comunes (23,60% la empresa y el 4,70% la persona trabajadora); enfermedades profesionales y accidentes de trabajo (depende del tamaño de la empresa y corre exclusivamente a cargo del empresario); horas extraordinarias (a cargo de la empresa y del trabajador, siendo los tipos desde el 12% para el empresario y el 2% para la persona trabajadora en las horas de fuerza mayor, hasta el 23,60% empresario y el 4,70% trabajadoras en el resto de horas extras); desempleo (empresario 5,50% y el 1,75% trabajadoras)… existen otras cotizaciones según contratos (parciales, etc.), regímenes especiales (empleadas de hogar, régimen agrario, otros), etc.
Estas cotizaciones sociales tienen unos ingresos presupuestados para el 2023 de 152.075 millones de euros.
Las cotizaciones a la seguridad social, tanto las realizadas por el empresario, como por el estado en las situaciones de desempleo por prestaciones bien contributivas, bien asistenciales fundamentalmente, son consideradas como “salarios diferidos”, con lo cual debemos llegar a una primera y simple conclusión: el 89,40% de todos los ingresos que recibe la “caja común del estado”, por impuestos directos (269.000 millones de euros), es decir, 239.410 millones de euros, lo aportamos las personas trabajadoras.
El relato que nos venden, siempre oculta la realidad: quien crea riqueza es el trabajo y quien se la apropia o expropia, es el capital. De reparto a la inversa si se puede hablar, pero de contribución y reparto bajo criterios de justicia social, se convierte en una falacia.
[1] La deuda pública nos pertenece a todas las personas y no son sino los dineros que el Estado tiene que pedir prestado ante la insuficiencia de ingresos.
[2] Las pensiones (contributivas, no contributivas, viudedad, invalideces, orfandad…), supondrán 190.687 millones de euros (39,2% del total); la deuda pública 31.275 millones (6,4%) y los gastos de personal de las Administraciones Públicas 20.502 millones (4,2%). En total se gastarán en estas tres partidas 242.464 millones de los 485.986 millones aprobados por el Ejecutivo.
[3] Pensiones: 190.687 millones. Servicios sociales y promoción social:7.117 millones.
[4] “Pensiones militares; la mutua sanitaria de los militares; los cuerpos militares como la Guardia Civil; las pensiones de guerra o los costes por participar en organismos militares internacionales; más los intereses de la deuda del Estado (servicio de deuda), pues si el Estado se endeuda para llevar a cabo inversiones militares, es de justicia que los intereses de ese endeudamiento se incorporen como gasto militar”.
[5] Según Juan Carlos Roig publica en “EL Salto” en un estudio pormenorizado considera que España gastará en 2023 más de 48.800 millones de euros en gasto militar.
[6] Según documento enviado a Bruselas y debido a la mayor recaudación que se esta produciendo en este año 2022, el Gobierno parece contar con un colchón de casi 20.000 millones de euros que utilizaría si la “coyuntura económica de 2023” se deteriora y los ingresos -que se prevén-, en consecuencia, disminuyeran.
[7] La materialización de un riesgo que provoca un estado de necesidad protegido por la Seguridad Social es una Contingencia. Las Contingencias Profesionales se derivan, directa o indirectamente, del trabajo. Son los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales y la enfermedad común.