Opinión
Ultraliberales y ultrabanales

Entre los jóvenes está de moda ser ultraliberal y defender sin rubor alguno propuestas económicas y políticas fracasadas ya en el siglo pasado.
Servicios públicos
1 ene 2025 17:08

En buena lógica podría hablarse de una moda retro; como las hombreras o la barba hipster. Por supuesto que no toda la juventud sigue esta tendencia, ni faltan tampoco personas de otras generaciones de más edad que también manifiestan sus simpatías por el liberalismo salvaje que arrasa en el panorama internacional. En este supuesto de las gentes con más recorrido vital se dan incluso casos de hombres y mujeres que, en épocas pasadas, militaron en posiciones situadas en las antípodas de las ideas que ahora defienden.

No faltan teóricos capaces de pronunciar una conferencia o escribir densos ensayos sobre las supuestas ventajas de dejarlo todo en manos del mercado y reducir el Estado de bienestar a su mínima expresión; una casi simbólica presencia en la que, sin embargo, no se ponga límite a los crecientes presupuestos militares que respalden con las armas la colonización capitalista en cualquier rincón del planeta y alimenten aparatos represivos que puedan neutralizar la más elemental disidencia interior en el mundo desarrollado. Pero lo cierto es que la mayoría de estos profetas del culto al libre mercado son oscuros personajes, en muchos casos con tan escasas letras como luces, que desde las tertulias y las redes sociales lanzan todo tipo de barbaridades y mentiras a unas hordas de seguidores que tampoco van sobrados de lecturas y reflexiones sobre los hechos y las ideas que recorren la historia.

Podemos entender que estos elementos que se ganan, y muy bien, la vida defendiendo el sistema que está conduciendo a la humanidad hacia su propia extinción por culpa del cambio climático, el agotamiento de los recursos y las guerras por la hegemonía mundial, intenten vendernos la idea de que los estados no deben interferir en la libertad que practican las empresas para hacer cada vez más y más suculentos negocios ni tampoco gravar esas actividades con impuestos que luego se gastan en servicios sociales para asistir a la población menos favorecida, cuya aportación al crecimiento de la economía capitalista es irrelevante (según esas voces). Lo podemos comprender, aunque no justificarlo, porque ellos pertenecen a ese mundo de las grandes fortunas o porque están comprados por los bancos, aseguradoras o fondos buitres para que nos digan que la lucha colectiva por el reparto de la riqueza ya está pasada de moda y ahora toca disputarse individualmente las migajas que caigan de la mesa de los ricos.

Pero lo que en modo alguno se puede aceptar es que compañeros de nuestra maltrecha clase trabajadora, vecinos de barrios obreros o estudiantes universitarios con beca nos digan la misma sarta de sandeces y falsedades que los tertulianos carcas o los influencers más ultras. Repetir como loros que los pensionistas son una carga y que el sistema de pensiones es insostenible, mantener que los servicios públicos (sanidad, educación, residencias de mayores, guarderías, centros culturales y deportivos, etc.) son una costosa e ineficaz carga burocrática y que lo que de verdad va como la seda son los hospitales o los colegios privados es no tener ni puñetera idea de lo que se está diciendo. De hecho, lo que nos proponen es un modelo donde quien tenga dinero se podrá pagar esos servicios y los que no (la gran mayoría) se verán privados de esos derechos, arrancados justamente para que nadie se quedara sin cobertura.

Hemos hablado ya de esas loas ultras a lo privado, pero no es ese el único campo de sus discursos. Los podemos escuchar igualmente asegurando que los trabajadores inmigrantes tienen muchas más ayudas públicas que los españoles de cuna y que además nos quitan los puestos de trabajo y seguramente vienen a delinquir. Da igual que se les presenten estadísticas rigurosas que desmienten rotundamente esos datos manipulados; ellos seguirán repitiendo su cantinela esperando que los mensajes de odio vayan calando en la sociedad.

Tampoco son más afinadas sus alusiones al mundo del trabajo. Aquí su mensaje es que todos los sindicatos están vendidos y las luchas obreras no sirven para nada, por lo que en esta nueva etapa lo que toca es ser emprendedores y pillar cacho en esa lluvia de millones que está a disposición de las individualidades más aventureras y laboriosas. De un plumazo se olvidan de la explotación capitalista y de siglos de luchas sindicales por mejores salarios y más libertades.

Es evidente que existen ultraliberales que defienden intereses de la que es su elitista clase social o la clase a la que han vendido sus servicios, pero también contamos con seres ultrasimples, ultrabobos o ultrabanales que están proponiendo medidas que representan graves recortes de derechos y condiciones de vida para ellos mismos y sus familias.

Pero, ojo: no caigamos en el error, ante un Capital hegemónico y avasallador, de exigir un Estado fuerte como proponen las izquierdas, tanto la autoritaria como la progresista, sino que la alternativa ha de pasar por construir una sociedad organizada, crítica y empoderada que arrebate cada día a las castas políticas y económicas más parcelas para ser gestionadas colectivamente.

Sobre o blog
Alkimia es un espacio de reflexión donde miembros o personas afines al Anarcosindicalismo dan su punto de vista sobre temas de interés general. En una sociedad en la que los medios de desinformación moldean la realidad al antojo de los poderes económicos y políticos, cualquier nueva vía de contrainformación se hace necesaria para lograr que se pueda conocer la realidad de la vida cotidiana de las personas a la vez que pueda servir para su transformación.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Laicismo Cementerios públicos, enterramientos y ritos religiosos
Que el Estado español se define constitucionalmente como aconfesional parece, más que una realidad, un objetivo que se antoja a muy largo plazo.
Opinión
Opinión Sindicalismo que gana: la clave no es la unidad, sino organizar a las mayorías
Mientras el anarcosindicalismo debate estructuras, las plantillas siguen desmovilizadas. La verdadera batalla es organizar a las mayorías. Sin victorias concretas, incluso el modelo más puro es papel mojado.
Sobre o blog
Alkimia es un espacio de reflexión donde miembros o personas afines al Anarcosindicalismo dan su punto de vista sobre temas de interés general. En una sociedad en la que los medios de desinformación moldean la realidad al antojo de los poderes económicos y políticos, cualquier nueva vía de contrainformación se hace necesaria para lograr que se pueda conocer la realidad de la vida cotidiana de las personas a la vez que pueda servir para su transformación.
Ver todas as entradas
Palestina
Genocidio Israel sigue atacando hospitales, la ONU habla del peor momento en los 18 meses de asedio
No hay tregua en Gaza, donde Israel ha recrudecido las matanzas y sigue sin permitir el acceso de alimentos y productos de primera necesidad. La ONU denuncia asimismo el asesinato de más de 70 civiles en Líbano.
Crisis climática
Balance climático El Mediterráneo se consolida como zona especialmente vulnerable al cambio climático
Las víctimas de la dana suponen dos tercios de las muertes por fenómenos extremos en Europa en 2024, según un informe conjunto de Copernicus y la Organización Meteorológica Mundial que hace un balance climático del continente el pasado año.
Barcelona
Barcelona Activistas de los derechos humanos piden la retención de un barco dispuesto para armar a Israel
La naviera Maersk está transportando estos días componentes para los cazas F-35. El Estatuto de Roma sobre genocidio contempla acciones legales contra las empresas que favorecen las masacres.
Partidos políticos
CIS de abril La ultraderecha recorta votos al PP arrastrada por el efecto Trump
El barómetro de abril vuelve a situar al PSOE como fuerza más votada. La izquierda española sigue su contienda por todo lo bajo.

Últimas

El Salto n.78
El Salto 78 Nueva revista, viejas injusticias: hablemos de Violencia Institucional
En el último número de la revista de El Salto dedicamos la portada y nuestro “Panorama” a una de las violencias que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo, la que aún a día de hoy emana de un sistema irracional y patriarcal.
Ayuntamiento de Madrid
Huelga de basuras Huelga indefinida de basuras en Madrid desde el 21 de abril tras romperse las negociaciones
Los representantes sindicales fuerzan el paro para obligar a las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento a escuchar sus propuestas. El Ayuntamiento fija servicios mínimos del 50 %.
Más noticias
València
València CGT denuncia graves incumplimientos del plan de inundaciones en la dana de València
Un informe incorporado a la causa judicial señala la falta de seguimiento de los propios protocolos autonómicos en el día de la tragedia y la víspera.
Palestina
Palestina La UE apoya a Palestina con 1.600 millones de euros más pero sin entrar en la situación de Gaza
Los ministros de Exteriores europeos, que se han reunido en la mañana del 14 de abril con la Autoridad Nacional Palestina en Luxemburgo, no aumentan las sanciones contra Israel.
Fronteras
Fronteras El Gobierno de Mauritania alerta de que ya son más de cien cadáveres hallados en sus costas en 2025
Desde 2023 Mauritania es el principal punto de salida de embarcaciones hacia las Islas Canarias. El Gobierno reconoce el hallazgo de cuerpos. Mali reclama un trato humanitario a las personas que permanecen varadas en el país vecino.
Andalucía
Memoria histórica La inanición de la memoria andaluza
Las políticas públicas de memoria en Andalucía se encuentran en un estado de paralización que pone en duda la voluntad de la Junta por la reparación efectiva.

Recomendadas

Poesía
Culturas Joan Brossa, el mago que jugó con la poesía para reinventar el poder de la palabra
Casi inabarcable, la producción creativa de Joan Brossa se expandió a lo largo —durante medio siglo XX— y a lo ancho —de sonetos a piezas teatrales, pasando por carteles o poemas objeto— para tender puentes entre el arte, la política y el humor.
República del Sudán
Sudán Cara a. Un Sudán en guerra
Se cumplen dos años de una guerra que ya deja más de 13 millones de personas desplazadas y más de ocho millones de sudaneses al borde de la inanición.
Galicia
Galicia La TVG se gasta 839.772 euros en un programa de Miguel Lago y lo saca de parrilla tras hundirse en audiencia
El programa ‘O novo rei da comedia’ apenas llegó a los 36.000 espectadores de media en su estreno y cayó en picado en su hasta ahora última emisión al 3,4% de cuota de pantalla en una cadena que tuvo de cuota media en marzo un 8,1%.
Globalización
Crisis del multilateralismo El terremoto Trump sacude las instituciones del orden mundial y la “globalización feliz”
Muchas de las instituciones que marcaron la vida internacional desde la caída del Muro han entrado en crisis. ¿Todas? No, especialmente aquellas que intentan regular los derechos humanos, de los pueblos y de la naturaleza.