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Los feminismos están teniendo un rol muy importante a la hora de frenar el avance de la ultraderecha en las elecciones de Argentina de cara a la segunda vuelta entre Javier Milei y Sergio Massa el próximo 19 de noviembre. Esta situación, que se venía advirtiendo desde antes de la primera vuelta del 22 de octubre, quedó en evidencia con los resultados en mano: de los 36,7 puntos que obtuvo el candidato oficialista Sergio Massa (Unión por la Patria), un 45% correspondió al voto del padrón femenino, frente a un 30% del masculino. En contraposición a esto, el voto al ultraliberal Javier Milei (La Libertad Avanza) es predominantemente de varones jóvenes.
Esto, en gran parte, lo explican las propuestas de Milei, que abogan por recortar todo tipo de derechos —muchos de los cuales tienen que ver con la agenda de género—; y que en la campaña de Massa las cuestiones de género fueron ganando terreno y se fueron haciendo explícitas muchas propuestas que conciernen a los cuidados, la crianza o la brecha de género, entre otras. Tanto la micro militancia como los espacios de organización más formales de las mujeres y diversidades fueron y son claves frente a la amenaza, y el retroceso, que implica la posibilidad de la ultraderecha en el poder.
Varones
Hace tiempo que se sabe que el perfil del votante de Milei es, predominantemente, de varones jóvenes. Sin ir más lejos, una encuesta nacional online sobre subjetividades políticas realizada por la Universidad de Quilmes, anterior a las PASO de agosto, determinó que el 56% tiene menos de 30 años, y sólo un 35% son mujeres. “El activismo digital libertario, con señas de identidad ‘antifeministas’, son algunas de las razones que explican el avance de Milei entre los votantes jóvenes hombres”, declaró al portal Letra P, Facundo Nejamkis, director de Opina Argentina. Allí se destaca que “las mujeres fueron fundamentales para el triunfo de Luiz Inácio Lula da Silva en la segunda vuelta contra Jair Bolsonaro; y que también fueron determinantes en el resultado de las elecciones generales del 23 de julio en España: hubo 12,7 puntos de diferencia entre las que votaron al bloque de la izquierda (PSOE+Sumar), y las que apoyaron a la derecha y la ultraderecha (PP+Vox), mientras que en la población masculina la diferencia fue de apenas un punto.”
“Las mujeres son un obstáculo para Milei” o “el límite de Milei es el voto femenino” son algunas de las frases que se escuchan aquí y allá en esta campaña argentina. Luego de las PASO, y para ganar las elecciones, Milei necesitaba el voto de las mujeres, una tarea prácticamente imposible. En la previa a la primera vuelta del 22 de octubre, cuando todo era estrategia, cuentas y especulación, para ver de donde podían sacar votos unos y otros, quedó claro que quienes podían definir si Milei ganaba o no en primera vuelta eran las mujeres (o el electorado del padrón femenino), ya que, aun sumando casi todos los votos que podía obtener del electorado masculino, no le alcanzaba.
Alerta
El triunfo de Milei en las primarias de agosto puso en alerta a los colectivos feministas. El movimiento “Ni una menos” realizó una asamblea pocas horas después de las PASO y se pronunció por “no permitir que se arrebaten los derechos” logrados bajo la consigna “estamos en alerta colectiva. Necesitamos pensamiento, articulación política y acción, frente a la ultraderecha”. En ese marco, la coordinadora de las asambleas del movimiento, Lucía Caballero, en diálogo con la agencia de noticias Télam, sostuvo: “Queremos impedir que la derecha o que la ultraderecha sean gobierno en este país”. También señaló que “frente a los resultados de las elecciones primarias (PASO), se generó una sensación de mucho resquemor, ganas de juntarnos, de generar una instancia organizativa, pero también de elaboración política de la coyuntura, donde claramente los candidatos más votados, son candidatos que han señalado al movimiento feminista como enemigo y han amenazado con la quita de derechos”.
Milei no solo no tiene agenda de género en su plataforma electoral, ni le habla a las mujeres, sino que lo caracteriza una profunda misoginia que se traduce en un constante desprecio hacia ellas
Milei no solo no tiene agenda de género en su plataforma electoral, ni le habla a las mujeres, sino que lo caracteriza una profunda misoginia que se traduce en un constante maltrato (y desprecio) por las mujeres, algo que se ha puesto en evidencia, una y otra vez, cuando lo entrevistan mujeres. A su hermana Karina, su principal aliada, le reconoce ese rol, pero la llama “el Jefe”. El ultraderechista se pregunta, además, porque no existe un ministerio de hombres, y su vice, la negacionista Victoria Villarruel, ya anunció que, de ganar, va a cerrar el Ministerio de las Mujeres, Género y Diversidades para refinanciar el Ministerio de Seguridad y Defensa. En la entrevista que le dio al ex presentador de la cadena estadounidense Fox News, Tucker Carlson, Milei no solo se preguntó por la falta de un ministerio de hombres sino que sostuvo que “si tenemos igualdad ante la ley, necesitamos que la ley se cumpla y no un Ministerio de la Mujer”.
Pero por si hacía falta pruebas de que vienen por todo, en la semana previa a las elecciones de primera vuelta, la ahora diputada electa Lilia Lemoine, lo dejó más claro que nunca cuando anunció un proyecto de ley “de renuncia de la paternidad” que les permitiría a los hombres decidir si quieren, o no, hacerse cargo económicamente de sus hijos. “A mí no me parece justo que un hombre tenga que hacerse cargo económicamente de una criatura hasta los 18 años cuándo no lo quiso tener”, declaró Lemoine. “Ya que las mujeres tienen el privilegio de poder matar a sus hijos y renunciar a ser madres” —agregó en referencia a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo—, “¿por qué los padres por ley tienen que mantener a una criatura?”.
Para muchas personas, las declaraciones de Lemoine pueden haberle costado una buena cantidad de votos a su fuerza política en un país donde la cuota alimentaria es un asunto pendiente. Según un informe del Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, en 2022 el 66,5% de las madres bonaerenses encuestadas para ese estudio, señalaron no haber recibido el dinero en concepto de cuota alimentaria, o haber percibido sólo una suma parcial de forma irregular.
Según datos oficiales, la mitad de los asesinatos que se cometen en el país son con armas de fuego que, por lo demás, representan un 27% de las armas que se utilizan en los femicidios
Otro de los temas más controversiales, y que afecta de modo especial a las mujeres y disidencias, es la libre portación de armas. “Sobre la tenencia de armas de fuego planteamos la desregulación del mercado legal y proteger su uso legítimo y responsable por parte de la ciudadanía”, señala el punto 17 sobre “Seguridad Nacional y Reforma Judicial” de la plataforma electoral de La Libertad Avanza. Tal y como lo expone la periodista Victoria de Masi en un artículo para eldiarioar.com, la de la libre portación de armas es un tipo de política que no sólo incrementa el índice de homicidios, sino que expone particularmente a las mujeres y disidencias. Según datos oficiales, la mitad de los asesinatos que se cometen en el país son con armas de fuego que, por lo demás, representan un 27% de las armas que se utilizan en los femicidios.
Campañas
Las amenazas que se ciernen sobre las mujeres y las disidencias también conciernen a políticas como las del aborto legal, seguro y gratuito, y la educación sexual integral (ESI), entre otras conquistas. Esto ha motivado que, tanto desde las organizaciones como desde iniciativas individuales, surjan convocatorias y propuestas que buscan contener esta arremetida por derecha inédita en la Argentina post dictadura.
Una de estas iniciativas es la campaña #denosotrasdepende, que expone la preocupación de las mujeres ante el escenario electoral y pone de manifiesto el riesgo que implica el avance de este tipo de fuerzas políticas que prometen privatizar la salud y la educación, y cuestionan derechos como el del aborto o la ESI. A través de sus cuentas de Twitter, Instagram o Tik Tok, decenas de mujeres de todo el país dan testimonio de sus vidas y del impacto negativo que un eventual gobierno de ultraderecha podría tener en su realidad. Allí dan cuenta de lo que significa para ellas, sus familias y sus hijos e hijas, poder contar con los servicios de salud y educación públicos y gratuitos, la protección del medio ambiente, los planes asistenciales, los subsidios al transporte y una infinidad de derechos que ven amenazados y sobre los que se manifiestan profundamente preocupadas.
La campaña también pone el foco en la realidad de las disidencias, las familias monoparentales y las personas que padecen enfermedades crónicas que se verían doblemente afectadas por la ausencia del Estado. “Soy madre de un niño con autismo. Como muchas mujeres, dedico gran parte del día a las tareas de cuidado y me preocupa que en la situación en la que estamos se pongan en riesgo los derechos de las personas con discapacidad: terapias, tratamientos y toda la cobertura que tienen que tener las personas con discapacidad, y que hoy, gracias a la salud pública, la tienen. Me parece que, en estas elecciones, el voto de las mujeres es clave, y que depende de nosotras”, reflexiona Florencia.
“Cuando mi mamá fue diagnosticada con Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) sabíamos que era una enfermedad que no tenía cura. Había una droga que estaba en la etapa de investigación y, a través del Hospital Rivadavia y del PAMI, ella entró en ese protocolo de investigación. Cuando la droga se aprobó, le dieron la droga de manera gratuita hasta el fin de sus días. El costo de ese medicamento que aún se sigue utilizando supera al de la canasta básica alimentaria”, se cuenta en otro de los testimonios subidos a Instagram.
Voto útil
Si bien uno de los mayores cuestionamientos que se han hecho sobre el gobierno, a lo largo de toda la campaña, es lo difícil que resulta defender el voto hacia un gobierno que no ha hecho más que profundizar la crisis económica —y que esto incluye la falta de presupuesto para la educación o la salud públicas—, con el correr de los días se hizo cada vez más evidente la necesidad de un “voto útil” (a Massa), capaz de frenar una ultraderecha que ya se ha pronunciado en contra de los consensos más básicos.
El temor ha provocado que se hayan manifestado, incluso, colectivos que no suelen hacer explícitas sus posiciones políticas, como referentes de la cultura (músicos, actores, directores de cine, escritores), etc. Pero sí se trata de poner una nota de color, los más llamativos han sido los comunicados de las swifties (comunidad de seguidoras de Taylor Swift), que manifestaron que Milei representa un peligro para las mujeres y diversidades, señalaron que no lo van a votar y lo compararon con Trump: “Como dijo Taylor: tenemos la necesidad de estar en el lado correcto de la historia”, sentenciaron. En el mismo sentido, emitieron sendos comunicados, los rolingas (seguidores de los Rolling Stones), y los otakus, estos últimos advirtieron sobre los efectos de la dolarización y en cómo podría impactar en los precios de los mangas.
Quien también se percató de esta situación y la supo aprovechar a su favor fue Sergio Massa. Según una encuesta del estudio de Proyección Consultores, realizada entre el 23 y el 24 de octubre (horas después de la primera vuelta), las mujeres votarían en el balotaje, un 51,3% a Massa y un 29,2% a Milei. En su primera reunión con la prensa extranjera horas después de la victoria del 22 de octubre, el candidato oficialista expresó: “El apoyo de las mujeres fue muy importante. Espero que sean cada vez más protagonistas”. También señaló que ese voto era consecuencia del temor de “esas madres que están preocupadas por el futuro de sus hijos, o la venta de órganos, o la libre portación de armas”.
En esa misma reunión Massa anunció que impulsará medidas para reducir la brecha salarial de género, promoverá la creación de un sistema integral de cuidados para niñas y niños de entre 45 días y tres años, y ampliará la oferta de jardines maternales en todo el país. El ministro de Economía fue de menos a más respecto de su agenda de género a lo largo de toda su campaña. Se encargó de mencionar el tema en el debate presidencial y, en el acto de cierre antes de la primera vuelta, les dedicó un párrafo aparte: “Las mujeres son las grandes protagonistas de este siglo y, sin embargo, hoy en el mercado del trabajo, por el mismo trabajo, cobran un 23% menos en promedio. Vamos a imponer la idea de la igualdad en remuneración por la misma tarea”.
Los feminismos vinieron a poner en agenda los cuidados, la violencia de género y toda una serie de reivindicaciones, fundamentalmente en materia económico
Los feminismos vinieron a poner en agenda los cuidados, la violencia de género y toda una serie de reivindicaciones, fundamentalmente en materia económica, que, como quedó demostrado, no están dispuestos a resignar. Aunque no con la misma potencia, ni el nivel de organización, de la pre pandemia, el movimiento feminista salió al cruce de los discursos de la ultraderecha con consignas como “podemos darlo vuelta” o “hacé valer tu voto”, al mismo tiempo que reivindica el rol de la participación política de las mujeres en tiempos tan complejos como este.
De esta manera, no sólo se destacan los avances producto de la lucha de los feminismos de los últimos años, sino también el rol histórico de las mujeres en el 1951, cuando se efectivizó el voto femenino en la segunda presidencia de Perón; la feminización de la política con la lucha de las Madres y las Abuelas de Plaza de Mayo; o su participación en las crisis económicas de los 80 y los 90 en las que tuvieron un papel fundamental al sostener no sólo la economía de los hogares, sino la lucha en las calles. Esta conciencia, tanto de la realidad cotidiana como de las crisis históricas (y cíclicas) no sólo preparan en mejor medida a las mujeres, sino que las ponen en alerta respecto de los peligros que acecha (y acarrea) un eventual triunfo de un gobierno de extrema derecha.