Arte
La Escocesa: un muro de contención frente a la Barcelona sin memoria colectiva

Esta antigua fábrica textil del siglo XIX del Poblenou barcelonés resiste desde hace dos décadas como un centro de creación artística autogestionado. Toda una rareza en este antiguo barrio obrero, hoy un objeto codiciado por las multinacionales tecnológicas y las garras del turismo.

La Escocesa
Una de las salas de trabajo del centro de arte La Escocesa. Álvaro Minguito

@pjarandia

17 ago 2019 06:07

La Escocesa ha vivido siempre en los límites de Barcelona. Si no más allá. Los mapas de la época dicen que, cuando se levantó sobre un solar en los años 50 del siglo XIX, este recinto industrial se ubicaba varios kilómetros al noreste de la Ciutadella, el punto que marcaba entonces la frontera entre la ciudad y el campo.

El crecimiento de la capital catalana acabó engullendo a la antigua fábrica y la integró en el Poblenou, la nueva ciudad de chimeneas y obreros que casi tocaba con el río Besòs. Desde hace dos décadas, La Escocesa es un espacio de arte y creación. A finales de la década de los 90, un grupo de artistas encontró aquí su lugar tras ser expulsados de otro local del barrio, en plena excitación urbanística de la Barcelona postolímpica.

Juan Francisco Segura fue uno de los integrantes de aquella expedición. Este pintor de risa fácil recuerda sentado en su estudio “el curro de meses” que afrontaron al llegar a la histórica fábrica de productos químicos para la industria textil. Aquí se encontraron maquinaria antigua, mucho polvo y un enorme espacio donde seguir trabajando.

Estas naves, propiedad durante casi un siglo de una familia de empresarios de origen escocés —de ahí su nombre—, acabaron en manos de un antiguo trabajador de la fábrica, que aceptó alquilar dos de ellas al grupo de artistas y artesanos que llamaron a su puerta. “Había un chatarrero, unos hermanos que hacían muebles, pintores…”, rememora Juan Francisco. Así comenzó la segunda vida de La Escocesa. Hoy, este recinto se integra dentro de la red de Fábricas de Creación del Ayuntamiento de Barcelona, un plan de política cultural impulsado a comienzos de la actual década para recuperar antiguos espacios fabriles, y del que también forman parte centros culturales muy conocidos en la ciudad como Fabra i Coats, Hangar o la Sala Beckett.

Las particularidades de La Escocesa, sin embargo, comienzan con cómo se llama a sí misma. Esta “fábrica abierta de creación analógica” cuenta con 21 talleres para artistas visuales, tanto nacionales como internacionales, que acceden al centro a través de un concurso público. A diferencia de otros centros parecidos, los artistas aquí no se presentan con un proyecto concreto bajo el brazo, sino que lo desarrollan una vez están dentro.

Durante su estancia, además de un espacio físico para trabajar, reciben apoyo para difundir su obra. También cobertura para lograr acuerdos con otras entidades que les permitan darse a conocer. Adicionalmente, al conseguir plaza en uno de sus talleres, los artistas se integran de manera automática en la Associació d’Idees, la entidad sin ánimo de lucro que gestiona de modo asambleario todas las decisiones relacionadas con el centro.

En los 80 entra en crisis y le ocurre lo que a muchas fábricas en Catalunya y en el Poblenou: hay un empoderamiento de los trabajadores, que se acaban cohesionando como una cooperativa

El filósofo y escritor Enric Puig Punyet dirige La Escocesa desde junio de 2017. Puig Punyet explica el actual funcionamiento de este lugar vinculándolo a su pasado. “En los años 80 la fábrica de productos químicos entra en crisis y le ocurre lo que a muchas fábricas en Catalunya y en el Poblenou: pasa por un momento en el que hay un empoderamiento de los trabajadores, que se acaban cohesionando como una cooperativa”, relata. Este proyecto de autogestión, aunque no logró su objetivo de salvar la actividad de la fábrica, supone para Puig Punyet un momento particularmente interesante, al entroncar a La Escocesa actual con los últimos días de su pasado fabril. “El plan político [de la red de Fábricas de Creación] se ideó con un tinte marcadamente liberal, muy enfocado a la producción. Es interesante reivindicar este concepto si nos centramos en esa etapa en los 80. […] Hacer ese ejercicio y decir: aquí el patrón y la mano de obra se dan la mano, porque hay ese empoderamiento”, reflexiona.

La reivindicación de lo analógico

Otra idea que se repite con insistencia desde este espacio ubicado en el antiguo Manchester catalán tiene que ver con lo “analógico”. Entre las dos decenas de artistas que hoy desarrollan aquí su obra abundan los pintores, los muralistas, los escultores y, en general, los artesanos de la baja tecnología. Es decir, creadores muy vinculados a la “recuperación de tecnologías obsoletas”, según la definición de Puig Punyet.

La reivindicación de lo analógico no es inocente. Un paseo por la desconchada nave que acoge los talleres de los artistas permite ver multitud de folletos, fanzines, pósters y otras publicaciones, algunas de ellas impresas con una vieja imprenta recuperada para su uso.

“La gracia de utilizar estos elementos es que te permite una mirada en perspectiva del tiempo en que esas tecnologías eran punteras y te abre una visión crítica acerca del propio desarrollo tecnológico, que va de la mano del cultural y artístico”, apunta el director de La Escocesa.

Esta reflexión tiene unas connotaciones muy especiales aquí. Colindante con el 22@ —“el distrito de la innovación” de Barcelona, según los responsables políticos que lo impulsaron hace década y media—, este centro de creación parece querer llevar la contraria a su entorno, una red de edificios novísimos y calles muy pulcras que acogen a corporaciones, empresas y startups vinculadas a las nuevas tecnologías. Así es el mapa del Poblenou en nuestros días.

El carácter rebelde de La Escocesa respecto a su contexto urbano también se observa en su pasado más reciente. En 2006, con el ladrillo hirviendo a borbotones, la inmobiliaria Renta Corporación compró el recinto y proyectó un complejo de viviendas de lujo. “Nos dijeron a los artistas y a la gente que vivía aquí enfrente [en las viviendas anexas al viejo espacio fabril] que nos teníamos que ir”, recuerda Juan Francisco de aquellos días.

Nosotros le dijimos al Ayuntamiento que seguiríamos pagando el alquiler. Y ese dinero se invirtió para que La Escocesa siguiese funcionando bajo su supervisión

Sin embargo, un grupo de ellos halló un recoveco legal que obligó a los nuevos dueños a ceder al Ayuntamiento dos de las antiguas naves de la fábrica, catalogadas desde entonces como patrimonio industrial. La maniobra, relata Juan Francisco, echó abajo los planes del grupo inmobiliario y convirtió al Consistorio en el nuevo casero de los artistas que resistían. “Nosotros le dijimos al Ayuntamiento que seguiríamos pagando el alquiler. Y ese dinero se invirtió para que La Escocesa siguiese funcionando bajo su supervisión”, explica.

El último movimiento que garantiza la supervivencia de esta fábrica de creación, al menos por ahora, tuvo lugar hace dos años. En el verano de 2017, el gobierno de Ada Colau se hizo con las tres parcelas del recinto que todavía estaban en manos de la banca, una herencia de los tiempos del boom del ladrillo.

Los planes del Consistorio, que todavía han de hacerse efectivos, pasan ahora por rehabilitar las tres naves del recinto e impulsar proyectos de economía social y sostenible en los espacios hoy inutilizados, explican fuentes del Ayuntamiento de Barcelona. También por convertir en vivienda pública el edificio restante, hogar originario de los antiguos obreros de la fábrica y habitado aun a día de hoy por varias familias.

Capital tecnológico y hoteles

La azotea de esta vieja fábrica de tejidos, hoy coloreada con murales, grafitis y un pequeño jardín, ofrece una vista completa de la zona norte del Poblenou barcelonés. A diferencia de los terrenos al sur de la avenida Diagonal, más cercanos al mar y completamente urbanizados, en esta parte del barrio siguen existiendo amplios solares cubiertos de hierbajos que se combinan con edificios altos de viviendas y antiguas fábricas, algunas de ellas rehabilitadas.

Una de las últimas intervenciones de este tipo se encuentra enfrente de La Escocesa. En 2018 se reabrió parcialmente el recinto de Ca l’Alier, una industria de pinturas levantada en el siglo XIX. Allí se ubican desde hace meses, compartiendo espacio, un centro de innovación urbana gestionado por el Ayuntamiento y una sede de la multinacional de telecomunicaciones Cisco.

El aterrizaje de Cisco simboliza bien, en opinión de Puig Punyet, el proceso gentrificador en el que está inmersa esta zona de la ciudad. “Las empresas tecnológicas traen una población que reinventa el barrio, pero de una forma que no tiene en absoluto en cuenta su historia. Y que está completamente desvinculada de la realidad del lugar y de sus capas”, reflexiona.

La transformación de esta parte del Poblenou está muy vinculada a los esfuerzos de la administración pública y la empresa privada para atraer capital del sector tecnológico. Pero, como en todo el centro de la capital catalana, la industria turística también ha encontrado aquí un terreno fértil para sus negocios.

La plataforma vecinal Taula Eix Pere IV pelea, junto a otras entidades del barrio, desde el verano pasado contra la construcción de un hotel de trece plantas en la calle Cristóbal de Moura, a apenas una manzana de La Escocesa. El establecimiento, de dos estrellas y 400 habitaciones, ya ha recibido luz verde desde la comisión de Urbanismo del Consistorio. El Plan Especial Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), que impone una moratoria a cualquier nuevo hotel en buena parte de Barcelona, sí permite su construcción en esta zona.

Arte conectado con el entorno

Daniel de la Barra es uno de los artistas residentes más jóvenes del centro. Originario de Lima (Perú), al llegar a Barcelona se sorprendió del efecto devastador del turismo sobre la memoria histórica de la ciudad. En la búsqueda de respuestas se topó con una antigua revista de comienzos del siglo XX editada por la Sociedad de Atracción de Forasteros —una entidad pionera en la promoción turística de la ciudad— que vendía “una imagen idealizada de la Barcelona de la época, negando su realidad social”, explica.

A partir de la reedición en formato fanzine de este boletín y de intervenciones públicas en lugares icónicos de la ciudad como el Castillo de Montjuïc, este artista busca una aproximación crítica a los orígenes de la Barcelona actual y sus problemas. “Esta Sociedad de Atracción de Forasteros estaba financiada con el capital de los indianos catalanes, quienes hicieron parte de su fortuna a través del tráfico de esclavos”, asegura De la Barra.

Es un espacio viejo que no es fácil. Lo quieras o no, el espacio te va a contaminar en un sentido muy real, no solo desde una concepción poética

Los talleres de La Escocesa se reparten por los dos pisos de la nave hoy en uso. Pasillos estrechos, marcos sin puerta y amplios espacios dibujan el lugar de trabajo de los 21 artistas de esta fábrica. Aquí no hay calefacción en invierno ni aire acondicionado en verano. Y, cuando llueve, las goteras son habituales. “Es un espacio viejo que no es fácil. Lo quieras o no, el espacio te va a contaminar en un sentido muy real, no solo desde una concepción poética”, reflexiona Puig Punyet. “Que tu taller haya sido una fábrica textil del siglo XIX te condiciona para siempre. Es un recinto que no ha sido reformado y en el que se han hecho reestructuraciones básicas para que siga estando en pie”, comenta De la Barra.

Como demuestran las chimeneas y las paredes de ladrillo que han sobrevivido al paso del tiempo, La Escocesa ya estaba allí antes de que Barcelona extendiese sus tentáculos hacia el río Besós. Desde entonces, esta zona de la ciudad ha pasado de ser un barrio obrero sin interés para el gran capital a una zona codiciada por sus amplios solares vacíos y su cercanía con el centro.

Dentro de este contexto, la antigua fábrica textil aparece, en opinión de Jordi Callejón, miembro de la Taula Eix Pere IV, como “un foco de defensa del barrio” y “un punto de encuentro” para los vecinos. Callejón insiste aun así en la necesidad de abrir aun más al público espacios como este, que representan una “resistencia a las megaoperaciones capitalistas” que tienen lugar en el entorno del 22@.

El director de ‘La Esco’, como la conocen artistas, vecinos y la gente vinculada al centro, entronca esta idea de “resistencia crítica” con la manera en que se trabaja aquí y con cómo se organizan. “Un espacio como éste crea las condiciones para que sean posibles otras formas de pensamiento, más críticas, y otras formas de establecimiento comunitario, de hacer frente a la precariedad sin pasar por las exigencias de una lógica de industria cultural”, reflexiona.

Francisco Segura, el más veterano de los residentes, reivindica también la voluntad que La Escocesa ha tenido siempre para que el barrio la considere suya. Y recuerda una anécdota curiosa sobre cómo este lugar ha resistido las arremetidas que han tratado de tumbarlo.

A mediados de la década de los 2000, en su intento por echar al grupo de artistas que entonces había y de construir pisos de lujo en el recinto, Renta Corporación contrató a varios guardias de seguridad. El objetivo era vigilar una de las puertas de acceso a la antigua fábrica para impedir el acceso de sus inquilinos. Con lo que no contaban en la inmobiliaria, cuenta riéndose Francisco Segura, es con que al cabo de un mes los guardias estarían del lado de los artistas. “Entraban a tomar café con nosotros y nos explicaban todo. Nos decían: si viene alguien, tranquilos, que os avisamos”, rememora.

Arquivado en: Barcelona Arte
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Energía
Península ibérica Apagón masivo en toda España: “entre 6 y 10 horas” para restituir la energía en todo el territorio, según REE
El cero eléctrico de origen desconocido afecta a la España peninsular, Andorra y Portugal desde las 12.38 de este 28 de abril. Parte del Gobierno está reunido en la sede de Red Eléctrica. El Ejecutivo ha convocado el Consejo de Seguridad Nacional.
Barcelona
Barcelona Activistas de los derechos humanos piden la retención de un barco dispuesto para armar a Israel
La naviera Maersk está transportando estos días componentes para los cazas F-35. El Estatuto de Roma sobre genocidio contempla acciones legales contra las empresas que favorecen las masacres.
Barcelona
Derecho a la vivienda Primera conquista del 5A: acuerdo para regular los alquileres de temporada en Catalunya
El Govern junto con ERC, las CUP y Comuns pactan una ley que regulará los alquileres de temporada y por habitaciones, y creará un cuerpo de inspectores de vivienda, medidas pioneras en España.
Investigación
Investigación Varios refuxiados denuncian á ONG Rescate Internacional por explotación laboral e agresión sexual
A Garda Civil investiga o centro de Mondariz-Balneario tras varias denuncias por parte de voluntarios migrantes que aseguran traballar sen contrato a cambio de 50 euros semanais. A ONG xestiona 1.700 prazas do programa estatal de acollida.
Comunidad de Madrid
Luis A. Ruiz Casero “Durante la transición la cárcel de Carabanchel albergó a más presos que en algunos años del franquismo”
De los presos franquistas que construyeron el penal, pasando por los que fueron fusilados, hasta los revolucionarios que pusieron patas arriba el centro penitenciario con iniciativas como la COPEL, Luis A. Ruiz Casero ofrece en 'Carabanchel. La estrella de la muerte del franquismo', un documentado homenaje a las luchas de las personas internas.
Industria armamentística
Genocidio Las relaciones armamentísticas de España e Israel han sido “más lucrativas que nunca” desde octubre de 2023
Un informe del Centre Delàs señala diferencias significativas en las armas que España dice que ha vendido a Israel y las que Israel registra. Las empresas israelíes han firmado 46 contratos con las administraciones por más de mil millones.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'Os Pecadores' loitan contra montruos reais e mitolóxicos no novo episodio de 'O Teleclube'
O dúo do director Ryan Coogler e o actor Michael B. Jordan estrean unha película sobre a experiencia afroamericana cunha ameaza sobrenatural engadida.
Opinión
Opinión ¡A la mierda Europa!
Hay otra Europa que es víctima de la Europa neoliberal y belicista que apuesta por la industria de las armas a costa de los derechos sociales, es una Europa que se muere de vergüenza cada vez que ve imágenes de Gaza o Cisjordania.
Laboral
Laboral Al borde de la huelga en la educación pública vasca
Los cuatro sindicatos convocantes denuncian que el Departamento de Educación vasco no se han sentado a dialogar hasta este viernes pocos días antes de los paros
Laboral
Laboral Los sindicatos convocan huelga en Mediapro durante las últimas jornadas de la liga de fútbol
El final de la liga de fútbol podría no verse en televisión si la empresa HBS, nueva adjudicataria de la producción de La Liga, no garantiza la subrogación del personal. Los sindicatos han convocado huelga del 13 al 27 de mayo en el grupo Mediapro.
Palestina
Ocupación Isarelí Primera movilización unitaria contra el genocidio en Palestina y por el fin del comercio de armas con Israel
Este sábado 10 de mayo se espera en Madrid una asistencia multitudinaria de personas venidas desde cientos de municipios de todo el Estado español para concentrar la protesta de los ataques indiscriminados del Israel contra la población palestina.
Tribuna
Tribuna Para acabar de una vez con las nucleares: sobre el último intento de prolongar la vida de las centrales
Los voceros de la nuclear han encontrado la oportunidad ideal para difundir sus bulos con el apagón del 28 de abril. Quieren generar polémica para mantener operativa una infraestructura innecesaria, peligrosa y que genera residuos incontrolables.
Análisis
Análisis ¿Existe una identidad europea?
El 9 de mayo se celebra el “día de Europa”, que conmemora la paz y la unidad en el continente y que coincide con la declaración presentada en 1950 por Robert Schuman que sentó las bases de la cooperación europea. Pero, ¿qué es Europa realmente?
Estados Unidos
Libertad de expresión Canadá recomienda al profesorado LGTBQ+ o crítico con Trump no viajar a Estados Unidos
Una circular de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT) recomienda “encarecidamente” que el personal académico viaje a los EEUU “solo si es esencial y necesario”.
El Salto Radio
El Salto Radio Malismo
Hacerse el “malote” aporta beneficios: entrevista con Mauro Entrialgo, autor de Malismo, un ensayo sobre los mecanismos de ostentación del mal

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.