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Ayuntamiento de Madrid
Sin campamento urbano a menos de una semana del fin del cole
Las vacaciones escolares llegan a Puente de Vallecas con un problema añadido para 250 familias que habían logrado inscribir a sus hijos e hijas menores en la primera semana de campamentos urbanos infantiles. A menos de dos semanas del comienzo del servicio, que estaba previsto para el lunes 24 de junio, las familias inscritas se enteraron a partir del día 10 de junio de que esa primera semana sin cole no habrá campamento. La mayoría de las beneficiarias, que acceden por sorteo, tienen derecho a una quincena de campamento, con lo cual el retraso deja sin la mitad del campamento a las familias que hubieran solicitado esa primera semana.
Un problema con la licitación del servicio, paralizado por el recurso de una de las empresas que optaba al contrato, ha hecho que estos días muchas de esas familias que ya tenían por lo menos una semana resuelta se vean sin recursos, tirando de abuelos o adelantando sus vacaciones. La Junta Municipal, de la que dependen estos contratos, confirma a El Salto que ha habilitado un recurso de urgencia en un centro multiusos del barrio de Palomeras, pero solo dispone de 70 plazas, cubre menos horario y no tiene comedor.
El retraso en una semana de los campamentos afecta a un servicio distribuido este año en dos colegios públicos de la zona, el Palomeras Bajas y el Fray Junípero Sierra, este último en el barrio de Numancia. Con un horario amplio (de 7.30 horas a 16.30 horas), desayuno, comida y merienda, actividades y excursiones, era una buena solución –aunque limitada: este año ofrece 250 plazas por quincena para más de 2.100 solicitudes: 1.500 en total- que va más allá de la conciliación familiar en periodo no lectivo, según Jorge Nacarino, de la asociación vecinal de Puente de Vallecas. “Los campamentos tienen un componente muy importante de socialización con otros chavales”, señala, algo especialmente importante por la mayor “segregación escolar” que Nacarino atribuye a la escuela concertada.
“Me arriesgo a que no me acepten el cambio de vacaciones, y tenga que decidir si voy a trabajar o me quedo cuidando a las niñas, o si me aceptan el teletrabajo”, señala una madre
En conversación con El Salto, Mercedes, una madre de dos niñas de 10 y 3 años, oficinista a jornada reducida, resume su situación tras perder esa semana: “Me arriesgo a que no me acepten el cambio de vacaciones, y tenga que decidir si voy a trabajar o me quedo cuidando a las niñas, o si me aceptan el teletrabajo”. Los abuelos, señala, “no están para cuidar a los niños y al final siempre recae en ellos”. Y en un distrito con un 20% de población inmigrante, estos ni siquiera son una opción para un alto porcentaje de familias. “Creo que con el tiempo que dan de adelanto para hacer la solicitud que avisen con tan poco tiempo de que no hay campamento en junio no das margen a buscar nada más. Hay personas que no pueden permitirse el pagar otros campamentos y que no tienen con quién dejarlos”, señala por Whatsapp Gema, otra madre del distrito que no se ha visto afectada por el anuncio por no haber pedido la primera semana de campamento.
El runrún desde mayo
En los grupos de Whatsapp de los colegios, el runrún de que algo pasaba con los campamentos urbanos ya había comenzado en la segunda mitad de mayo. Mediante carteles en los distintos centros de servicios sociales, la Junta venía informando de que un recurso había paralizado el proceso, y que el servicio en su totalidad –desde la última semana de junio hasta la primera semana de septiembre- estaba en el aire. Las listas de admitidos se publicaron en la última semana de mayo, terminando con días de incertidumbre.
Apenas dos semanas después, el miércoles 12 de junio las familias seleccionadas reciben en sus correos electrónicos un email remitido por JCMadrid, la empresa que finalmente va a prestar el servicio, la información de que entre el 24 y el 28 de junio no habría campamento. Algunas de ellas se enteraron en persona al acudir a las primeras reuniones informativas con representantes de esa misma empresa, que se venían celebrando desde el lunes 10. Nacarino confirma a El Salto que la última comunicación de la asociación al respecto con la Junta era que se había solucionado todo.
“Yo me he enterado por correo electrónico cuando me tenía que haber informado mi trabajadora social”, señala Mercedes, que forma parte del pequeño contingente de familias que no accede al servicio por el sorteo sino a través directamente de servicios sociales. La empresa adjudicataria señalaba en su correo que los listados definitivos de admitidos serán publicados el día 26 o 27 de junio. En las reuniones informativas con las familias, según ha podido saber El Salto y según ha confirmado la junta municipal, JCMadrid detalló que, de hecho, no firman el contrato con el distrito hasta el 25 de junio
Una de las empresas consideró, y el Ayuntamiento terminó dándole la razón, que la oferta económica presentada por JCMadrid, la ganadora del contrato, estaba en el límite de lo que la legislación considera oferta temeraria
Un portavoz de la junta municipal explica a El Salto que todo se ha hecho según los plazos de la ley de contratación de las administraciones públicas, que para este tipo de contratos da un periodo de 15 días para que otras empresas puedan recurrir la decisión. En este caso, una de las empresas consideró, y el Ayuntamiento terminó dándole la razón, que la oferta económica presentada por la ganadora del contrato estaba en el límite de lo que la legislación considera oferta temeraria. Según este portavoz de la Junta, la licitación original se comunicó el 10 de abril, y partir de ahí, entre el recurso, el estudio del caso por los equipos municipales, la decisión final (y su correspondiente periodo de alegaciones) han llevado a perder la primera semana del servicio.
Nacarino entiende que las empresas contendientes tienen “derecho a un procedimiento con garantías”, pero observa que para este tipo de contratos la ley está produciendo “fallos” que acaban no garantizando la prestación del servicio. Tras ser avisada del retraso por uno de los padres afectados, la asociación vecinal tenía previsto pedir más explicaciones a la Junta. En juego está la calidad de un servicio por el que las asociaciones vecinales vallecanas han estado presionando durante años, y que fue dotado de más recursos en el periodo de Paco Pérez (Ahora Madrid) al frente de la concejalía.