Barcelona
El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona

La red de reciclaje en la ciudad de Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender los niveles de una economía sumergida que está a la vista de todos.
Recicladores BCN - 6
Un reciclador avanza con su carrito por un carril bici. Markel de Bilbao Catediano Pau Alarcón

El metal choca contra el metal. Cada bache recuerda a toda la calle lo que el carrito contiene. Pero a ojos de la gente, el sonido es indiferente. Mamadou recorre una vez más el Carrer Pujades en dirección a una de las chatarrerías clandestinas que vertebran el sistema de reciclaje informal que, desde hace más de diez años, forma parte del funcionamiento de Barcelona. Desde los migrantes que tiran de los carros hasta el Ayuntamiento, el fenómeno de los llamados “recicladores informales” ya es conocido en toda la ciudad. Aun así, gran parte de esta actividad sigue siendo parte de una economía sumergida que, lejos de ser invisible, continúa siendo una tarea pendiente para las instituciones.

Recicladores BCN - 4
Un reciclador deja un carrito lleno en la entrada de una de las chatarrerías del Carrer Joan D'Austria. Markel de Bilbao Catediano Pau Alarcón

“En Barcelona, alrededor de 3.200 personas se dedican a seleccionar, recolectar, mejorar, transformar y vender de forma informal objetos y materiales provenientes de los residuos”, señala un estudio de la Universidad de Barcelona (UB), enmarcado dentro del proyecto Wastecare del Ayuntamiento, cuyo objetivo es “estudiar la relación entre las personas que se dedican al reciclaje informal y su impacto en la ciudad”.

Vistos por muchos como figuras marginales, esta iniciativa busca ofrecer una nueva perspectiva sobre los recicladores informales, analizando su vínculo con los hogares y de cómo contribuyen al metabolismo urbano de Barcelona. “Un 57% de los recicladores informales encuestados afirman tener contacto frecuente con los vecinos, y un 49% se relacionan a menudo con trabajadores de la construcción”, según el estudio Wastecare.

Es esa relación, la de los recicladores con la ciudad y viceversa, la que configura desde hace más de dos décadas uno de los fenómenos más visibles pero menos comprendidos de la capital catalana. Desde que recogen el material en viviendas y contenedores hasta que lo entregan a las chatarrerías, los recicladores dan, aportan, pero aun y todo, están lejos de recibir algo similar. Así pues, ¿dónde están las chatarrerías a las que transportan el material? ¿Cómo funcionan por dentro? ¿Quiénes son los que tiran de los carros? ¿Cuál es el papel de las instituciones en todo esto?

“Recicladores informales”: Mamadou y el gremio de los chatarreros

Seguimos entonces a Mamadou por el carril bici que va desde Arc de Triomf hasta las puertas de un garaje clandestino situado en la calle Joan d’Àustria. Son las tres de la tarde y parece que hay más carritos de supermercado empujados por recicladores que bicicletas. Justo antes de entrar, Mamadou nos comenta que llegó a Barcelona hace poco menos de seis meses. Es senegalés y habla con fluidez el castellano. Ha pasado la mañana recorriendo el centro con su carrito, que dejará aparcado dentro del garaje junto a unos ochenta más. Un parking de carritos dentro de un parking de metales.

Recicladores BCN - 1
Tras recorrer gran parte de la ciudad, un reciclador avista la entrada de una chatarrería. Markel de Bilbao Catediano Pau Alarcón

Poco antes de llegar, lo intercepta un individuo en bicicleta. Al parecer se conocen. Escuchamos cómo le propone un mejor precio para un electrodoméstico que Mamadou lleva consigo. Negocian hasta que les preguntamos qué está pasando.

Los mediadores juegan un papel fundamental en el negocio de la chatarra. Se trata de personas que interceptan a los recicladores por el camino y tratan de ofrecerles un precio mejor al de las chatarrerías. Buscan comprar objetos de valor como electrodomésticos o metales caros. Así, los recicladores se ven en una encrucijada. El poco dominio del idioma y la insistencia del mediador consigue en más de una ocasión la venta de objetos de valor. El negocio de la chatarra no deja de ser un esquema jerarquizado en el que los recicladores ocupan el último escalón.

Recicladores BCN - 5
Un mediador intercepta a un reciclador de camino a la chatarrería. Markel de Bilbao Catediano Pau Alarcón

Daniel Torrego, autor del estudio Habitando el bug. El urbanismo simultáneo del 22@ y la chatarra en Barcelona, señala que los mediadores no constituían un actor cuando él empezó a investigar el tema: “El ecosistema, como veis, va mutando con el tiempo. Hace cinco años este subgrupo no existía. Es algo completamente nuevo”.

Lo que sí se mantiene es que la mayoría de recicladores informales siguen siendo, en gran medida, provenientes del Sur global. Tanto quienes conducen los carros como quienes trabajan, en este caso, en el garaje clandestino donde Mamadou venderá su recolección. Aun así, los dueños del local distan mucho de este origen.

Estos datos coinciden con el estudio del proyecto Wastecare“Los resultados muestran que los recicladores en Barcelona son predominantemente migrantes: el 75 % proviene de África (principalmente Senegal); el 17 % son romaníes de Rumanía y el resto, de Latinoamérica y Asia. La mayoría son hombres (94 %) y jóvenes, con el 62 % por debajo de los cuarenta años. El 78 % se encuentra en situación administrativa irregular, sin acceso al NIE, lo cual limita significativamente sus oportunidades de empleo formal”. Los datos revelan la homogeneidad en la demografía y origen de los recicladores.

Victoria Ferrer, directora general del Gremi de Recuperación: “No hay mecanismos desde un Estado del bienestar que les puedan favorecer. Algunos trabajadores seguían recolectando mientras estaban de baja y eso mina la viabilidad de la cooperativa”
Recicladores BCN - 7
De camino a la chatarrería, un reciclador se cruza con viandantes enfrente de la Ciutadella. Markel de Bilbao Catediano Pau Alarcón

A pesar de que los recicladores informales realizan un papel fundamental en la limpieza de la ciudad, sus condiciones de vida están marcadas por la precariedad. “Trabajan en promedio sesenta horas semanales [...] y ganan menos de quinientos euros al mes, apenas el 40 % del salario mínimo en España”, indica el estudio de la Universidad de Barcelona. Y aunque sus ingresos individuales son bajos, “suman grandes cantidades colectivamente en términos de actividad económica no formalizada”, añade.

Paradójicamente, los intentos de regularización han resultado en ocasiones contraproducentes. En un estudio impulsado por el Gremi de Recuperació de Catalunya, su directora, Victoria Ferrer, señala que muchos recicladores consideraron que regularizarse implicaba pagar cuotas a la Seguridad Social, lo que reduciría aún más sus ingresos, por lo que preferían seguir en la informalidad. Aun así, el estudio de la Universidad de Barcelona reveló que un 68 % de los recicladores piensan que el Ayuntamiento los tendría que contratar. Esto deja ver la predisposición que existe a la regularización, y la poca adaptabilidad de las normativas a la situación de los chatarreros.

Además, el fracaso de iniciativas como la cooperativa Alencop ilustra los límites estructurales: “Hay que tener en cuenta que la mayoría del dinero que hacen estas personas lo mandan a sus países de origen, con lo que el Estado del bienestar que tenemos aquí no les es suficiente para que las iniciativas perduren en el tiempo”, indica Ferrer.

Por si fuera poco, el Gobierno central ha amenazado con prohibir la compra en metálico de estos materiales, una medida que podría acabar con la actividad, ya que muchos recicladores no disponen ni siquiera de cuentas bancarias.

¿Cómo funciona el negocio?

Ilustra Recli BCN - 1
De los balcones a los carritos. Elena García Cánovas.

Además de los contenedores, una de las fuentes de chatarra y electrodomésticos más habitual son los propios vecinos de Barcelona. Mamadou nos cuenta que a cambio de ayudarles a bajar los objetos, los vecinos se los ceden para así llevarlos a la chatarrería.

Ilustra Recli BCN - 2
Oferta y demanda. Elena García Cánovas.

Los recicladores se nutren de lo que Barcelona no quiere. La recolecta se alarga durante toda la mañana y parte de la tarde, aunque si hay suerte, puede que el mismo día llenen más de un carrito.

Ilustra Recli BCN - 2
Oferta y demanda. Elena García Cánovas.

Una vez han conseguido el material, los recicladores tiran de los carros hasta la chatarrería correspondiente. En el camino se cruzan con coches, viandantes y bicicletas, pero nadie se extraña de verles invadir cualquiera de los carriles destinados a estos.

Ilustra Recli BCN - 4
El local clandestino. Elena García Cánovas.

Aunque Mamadou suela acudir a la de Joan d'Àustria, son muchos los locales destinados a la gestión de la chatarra en la ciudad.

Ilustra Recli BCN - 5
La tara decide. Elena García Cánovas.

Uno de los trabajadores del local pesa primero el carro con todos los materiales y luego, ya hecha la tara, lo pesa sin este. Al terminar, le entrega un papelito a Mamadou con el importe total de cada uno de los metales.

Ilustra Recli BCN - 6
Papel por billete. Elena García Cánovas.

Otro de los encargados recibe el papel de Mamadou, y le da el dinero correspondiente al metal transportado. Cada tipo de metal tiene un valor diferente.

Transacción y vuelta de los materiales a la economía formal

El ruido metálico que se escucha desde fuera se intensifica al entrar y ver una montaña de chatarra acumulada en el interior. Cerca del techo, unos cinco individuos, todos de origen senegalés, siguen apilando el material que acaban de comprar a los recicladores.

Al terminar, le entrega un papelito a Mamadou con el importe total, que debe cambiar en una salita donde otro hombre le dará los pocos euros que le corresponden. Y decimos “pocos” porque hasta finales de 2020, los precios eran extremadamente bajos: el hierro se pagaba a 0,07 euros el kilo, el aluminio a 0,50, el latón a 0,60, el plomo a casi un euro, el papel a 0,16, y el cobre, la estrella, a 4,50 euros.

Una vez recibe el dinero, Mamadou aprovecha para charlar con otros recicladores. El sonido del metal sigue invadiendo la nave, todo objeto que obstaculice el pasillo por el que entran los carritos debe ser apartado lo antes posible, y para ello, 2 personas se encargan de lanzar todos los restos a la montaña metálica que ocupa gran parte del local.

Acabada ya la conversación, Mamadou deja su carrito al fondo del local, que funciona como una especie de parking. El reciclador abandona el local acompañado por otros, y vuelve a enfilar el Carrer de Pujades en dirección a Ciutat Vella.

Más allá de la opacidad que el conductor trata de mantener, Daniel también nos explica que los garajes informales que hay en Poblenou funcionan como puntos comunitarios autogestionados en los que los recicladores informales encuentran reconocimiento y complicidad.

Este sería el primer eslabón en la cadena de comercialización del reciclaje, más allá del subgrupo de los interceptores: “Estos materiales son vendidos en chatarrerías, establecimientos distribuidos estratégicamente en áreas industriales o barrios en procesos avanzados de gentrificación”, señala el estudio de la UB.

Aquí termina el trabajo del reciclador informal. Pero ¿qué sucede con los materiales depositados en la chatarrería? Aparece el segundo punto del ecosistema, que según Daniel tiene una doble cara: “Es una economía espontánea en la que aparece una doble moral. El Estado no los ayuda, pero tampoco les molesta”.

Ahora estos materiales pasan a formar parte de la economía formal;“posteriormente, y en la mayoría de los casos, la chatarra acumulada en dichos garajes es recogida por un camión de alguna empresa formal”, comenta Daniel.

Un hecho que pudimos verificar in situ, al ver salir una furgoneta desde el mismo garaje con destino a una empresa formal de confianza. Hablamos con el conductor del camión que transporta la chatarra desde el local a una localización que no nos quiere desvelar. Los demás peones le llaman “jefe”, pero este nos indica que el jefe es otro, y que él está un escalón por debajo. Ni el conductor ni el “jefe de verdad”, son de Senegal, Rumanía u otros países empobrecidos. A partir de ahí, la gestión del reciclaje queda en manos de un opaco sector privado para el que el reciclador informal ha sido una mera pieza más de un círculo de beneficio perfecto.

La renta importa: los recicladores como nexo entre lo rico y lo demás

La ciudad de Barcelona no solo se organiza por calles y barrios, también lo hace por rentas y residuos. Al observar el mapa de la renta per cápita por distritos, no tarda en notarse una coincidencia reveladora: los locales de gestión de residuos —las chatarrerías, tanto legales como informales— se concentran en las zonas con menores ingresos. Poble Nou, Sant Martí, el Besòs o el entorno de la Verneda, todos comparten una renta media significativamente inferior a los distritos del centro o del oeste de la ciudad, y al mismo tiempo, son puntos neurálgicos de la red del reciclaje informal.

Esta correlación no es una casualidad. Los recicladores informales —chatarreros— recorren toda Barcelona para recoger materiales, no existe un territorio exclusivo de recolección: el metal puede salir de los contenedores del Eixample, de los portales de Sarrià o de los márgenes de una obra en Les Corts. Sin embargo, el destino del metal —y el del propio reciclador— sí tiene coordenadas fijas: las periferias más modestas de la ciudad.

Recicladores BCN - 3
El tráfico de bicicletas, coches, y carros de compra confluye en el puente de Bogatell antes de que el reciclador llegue a la chatarrería. Markel de Bilbao Catediano Pau Alarcón

Allí se concentran los espacios donde pueden vender el material, almacenarlo temporalmente, o simplemente descansar. Es ahí también donde son tolerados o directamente ignorados por la normativa urbana. Son los distritos de renta baja donde pasan más horas, se dan los intercambios económicos que sostienen su subsistencia y se crean las redes de sociabilidad y resistencia que hacen posible la continuidad de esta economía informal.

Daniel Torrego, arquitecto: “Una de las contribuciones menos visibles de los recicladores informales es el ahorro económico que generan para el Ayuntamiento de Barcelona. Un trabajo que los servicios municipales se ahorran”

Esta distribución desigual genera una relación fragmentada y asimétrica entre los recicladores y la ciudad. Mientras que en los barrios centrales y de renta alta su presencia es esporádica y en muchos casos invisible —limitada al momento de la recolección—, en los márgenes urbanos se produce una concentración constante y visible de su actividad. Los distritos de menor renta, por tanto, no solo reciben los residuos que otros desechan, sino también las dinámicas sociales, laborales y urbanas que estos residuos arrastran consigo. Además, distritos de renta alta ven sus calles y hogares limpios a costa del esfuerzo de los recicladores informales.

Así, el reciclador informal se convierte en un sujeto móvil que vincula la ciudad rica con la ciudad más modesta. Recolecta en un extremo y entrega en otro. Camina entre dos Barcelonas: la que produce desechos con valor y la que los transforma en supervivencia. Esta doble geografía de la chatarra, de la renta y del trabajo, revela cómo el metabolismo urbano también reproduce las desigualdades sociales. La basura tiene ruta. Y esa ruta está escrita sobre el mapa de la desigualdad.

Los recicladores informales de Barcelona juegan un papel esencial en el metabolismo urbano. Contribuyen a la gestión, reducción e interpretación de los residuos, promueven el reúso de recursos, generan ahorro económico para el Ayuntamiento y crean vínculos sociales con la ciudadanía.

Aun así, la opacidad del sector y la naturaleza de su actividad condenan a los chatarreros a una precariedad e inseguridad permanentes, que lejos de ver un final, se perpetúan a expensas de la manifiesta necesidad de ingresos fáciles e inmediatos.

Mamadou se adentra en Ciutat Vella. Las fachadas atestiguan la puesta de sol y el color rojizo deja paso a la oscuridad a medida que pasan los minutos. Los chatarreros saben que Barcelona, mañana, una vez más, les dará más metal, más material con el que poder decirles a los de allí, a los que decidieron quedarse, que “por aquí todo va bien, tomad este dinero”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra en tu cuenta.

Relacionadas

Crisis climática
Investigación El cambio climático multiplicó las muertes por doce en Madrid y por seis en Barcelona durante la ola de calor
Un estudio estima en 2.300 las muertes durante la pasada ola de calor en Europa. Barcelona ha sido una de las urbes con más fallecimientos y Madrid, la que más ha visto incrementarse la mortalidad por culpa del cambio climático.
Alquiler
Racismo y alquileres Siete de cada diez migrantes se ve en la necesidad de vivir de alquiler frente al 14% de los hogares españoles
“El precio del prejuicio” es el título del más reciente estudio del Instituto de Investigación Urbana de Barcelona, IDRA, en el que disecciona la relación entre las personas migrantes y su acceso a la vivienda.
Barcelona
Derecho a la vivienda Amenazas de violencia extrema y una paliza a los habitantes de un bloque okupado de Barcelona
El Salto accede a las llamadas y mensajes de audio amenazadores que un grupo de desokupa envía al vecindario del bloque Llenguadoc, donde confirma cumplir con el mandato del propietario del edificio.
Gobierno de coalición
Gobierno de coalición Sánchez resiste, los aliados se ilusionan y Feijóo se llena de barro
Se apaga el ciclo político antes del receso de verano con un líder del PSOE que ve la luz al final del túnel, a pesar del desplome en las encuestas.
Estados Unidos
Unión Europea Donald Trump amenaza a la Unión Europea con aranceles del 30% a sus productos a partir de agosto
Ursula von der Leyen ha respondido al anuncio de Trump insistiendo en la vía del diálogo pero anunciando que “tomarán todas las medidas necesarias para salvaguardar" sus intereses
Barcelona
Chatarreros El reciclaje invisible: la relación entre la chatarra y la ciudad de Barcelona
La red de reciclaje en Barcelona es de una complejidad casi hermética, más aún si hablamos de los recicladores informales, más conocidos como chatarreros. Salimos a la calle a entender una economía sumergida que está a la vista de todos.
Pesca
Pesca ¿Sostenible para quién? Detrás de las bambalinas del acuerdo de pesca sostenible entre la UE y Madagascar
Gracias a un acuerdo pesquero con la Unión Europea, en 2023 Madagascar autorizó el acceso a sus aguas territoriales a 65 barcos europeos. Aunque el acuerdo promueve una pesca “sostenible”, las técnicas empleadas agravan la crisis ecológica.
Países emergentes
Cumbre de Brasil BRICS en la encrucijada: la cumbre que expuso su poder (y sus grietas)
Los próximos cinco años constituyen una ventana crítica para los BRICS, donde su hoja de ruta post-Río despliega ambiciones transformadoras cargadas de fragilidad.
Salud mental
Salud mental Familia y escuela son los principales factores de protección para la salud mental de adolescentes LGTBI+
Las personas con una orientación sexual divergente con la heterosexualidad muestran mayor grado de depresión e ideación suicida que las heterosexuales. Los vínculos son clave para mitigar los riesgos, según un estudio.
Medios de comunicación
Medios de comunicación El futuro del periodismo no lo está escribiendo una máquina
El periodista Pablo Mancini, estratega dentro de The Washington Post, defiende una profesión aquejada de múltiples problemas. El primero, y más crucial, la deserción de miles de personas que ya no quieren estar informadas.

Últimas

Partidos políticos
Partidos políticos La extrema derecha se dispara en un CIS en el que el PSOE acusa el golpe del Caso Koldo
El barómetro mensual señala un empate virtual entre PSOE y Partido Popular y anticipa un crecimiento de Vox. El CIS no pregunta por el caso Koldo, pero éste se hace notar en el resultado.
Justicia
Juana rivas La defensa de Juana Rivas pide a España escuchar al menor ante la contradicción de la justicia italiana
La defensa de Juana Rivas alerta sobre una “grave contradicción” en el proceso judicial italiano y pide a los tribunales españoles que escuchen al hijo menor para evitar contravenir los principios fundamentales de protección a la infancia.
València
València Huelga de celo en el Consorcio de Bomberos de València en plena campaña de incendios
La plantilla denuncia sobrecarga, falta de efectivos y abandono institucional, mientras la Diputación oculta el conflicto y prioriza su relato de normalidad.
Más noticias
Genocidio
Genocidio Israel asesina a diez niños que esperaban suplementos nutricionales en un hospital
La Unión Europea sigue evitando la imposición de sanciones al régimen de Tel Aviv. Estados Unidos anuncia sanciones contra la relatora de la ONU que ha denunciado el lucro de las empresas colaboradoras de Israel.
Fronteras
Fronteras europeas Un año más, la Caravana Abriendo Fronteras denuncia las políticas antimigratorias de Europa
Desde Baiona y Girona saldrán los grupos que recorrerán puntos críticos de fronteras europeas como Irún, Calais, Dunkerque y Toulouse donde se encontrarán con otros colectivos para movilizar la solidaridad con las personas migrantes.

Recomendadas

Laboral
Laboral Jornadas de 50 horas semanales haciendo tareas de categoría superior: así se trabaja en hostelería
Es uno de los sectores con más sanciones e intervenciones de la Inspección de Trabajo, con más de 12.000 trabajadores extranjeros aflorados en las intervenciones y que cuenta con el 21% de las sanciones emitidas por este organismo.
Derechos Humanos
Flotilla de la Libertad Yanis Mhamdi: “Israel es el Estado que mata más periodistas en todo el mundo”
Este periodista de Blast fue uno de los integrantes de la Flotilla de la Libertad. En esta entrevista cuenta cómo transcurrieron las horas en las que este grupo de defensores de derechos humanos estuvieron bajo detención ilegal en Israel.
Genocidio
Genocidio La segunda consultora más importante del mundo es señalada por su papel en el despiece de Gaza
Boston Consulting Group está considerada una de las “big three” del sector. Ahora, una serie de informaciones señalan cómo ha estado detrás de la fundación antiUnrwa encargada de la distribución de ayuda y de los planes de expansión en la costa.
Unión Europea
Unión Europea La sociedad del miedo al declive
La angustia ante el futuro acompaña a las sociedades europeas desde hace tiempo y precede a la Unión Europea. Se manifiesta con mayor claridad en los períodos de declive económico y las turbulencias políticas y sociales que los acompañan.